Presentación de "Estancia La Adivinación" junto a integrantes de la banda 113 Vicios, Concejo Deliberante de Comodoro Rivadavia, 1998.
"Sacar a la poesía de sus escenarios chatos, aburridos, cerrados". Con esta intención el poeta decidió grabar Un ring para dios junto al músico Avelino Titín Naves. El disco se publicó en 2010, con el apoyo de la red Poetics of Resistance y la Universidad de Leeds, Inglaterra, cuenta con comentarios de la gran poeta Diana Bellessi, del catedrático británico Ben Bollig y un exquisito sobre interno a cargo de Alejandro Mezzano. En esta entrevista, Cristian comenta el desarrollo del trabajo con Osvaldo Bayer, Arturo Carrera, Ingrid Pelicori y Palo Pandolfo, quienes le pusieron voz a sus textos.
Por Osvaldo Aguirre
Poeta, editor y periodista. Cristian Aliaga nació en Tres Cuervos, provincia de Buenos Aires, en 1962, pero vive en la Patagonia -entre Lago Puelo y Comodoro Rivadavia- y desde esa región proyecta su amplia y diversa actividad cultural.
Autor de No es el aura de Kant (1992), Música desconocida para viajes (2002), una singular cartografía poética del sur del país, y La sombra de todo (2007, premio Fondo Nacional de las Artes), entre otros libros de poesía, impulsó el rescate de Juan Carlos Bustriazo Ortiz y editó varias antologías de narradores y poetas de la Patagonia, la última una recopilación de textos de mujeres yámana, selknam y mapuche titulada Mamihlapinatapai. Su obra poética llega también al formato del disco compacto, con la aparición de Un ring para dios, una grabación realizada con el músico Titín Naves.
El disco presenta una antología de la obra de Aliaga, con las voces de Osvaldo Bayer, Arturo Carrera, Ingrid Pelicori, Palo Pandolfo y Andrés Cursaro, además del autor, en la lectura de los poemas.
¿Cómo surgió Un ring para dios?
El disco es el resultado de un recorrido largo de experimentación con músicos, especialmente con Titín Naves, y con el poeta y amigo del alma Andrés Cursaro. Nació como un proyecto con la banda de rock 113 Vicios, de Comodoro, y luego la seguimos con Naves y otros músicos, y Andrés hizo la producción artística. La cuestión surgió sobre todo de la idea de mixturar poesía y rock, y de sacar a la poesía de sus escenarios frecuentemente chatos, aburridos, cerrados. Es una obsesión que tengo desde hace mucho tiempo, me aterra esa situación que viví tantas veces: una mesa, un escenario mortecino, unos espectadores interesados pero aburridos; en fin. En cambio, me inspiran aquellas lecturas vibrantes de Coco Madariaga o Bayley, o las cuasi performances de Bustriazo Ortiz -como la que se vio en el Festival de Poesía de Rosario-. Mi participación y la de Andrés durante varios años en recitales a los que -gracias a Naves y su banda- iba mucha gente, fue una experiencia mayor y le dio sentido al disco que pensábamos hacer. La poesía se colaba ahí naturalmente, respiraba.
¿En base a qué criterios elegiste los textos y los distribuiste entre los distintos lectores?
Ya llevábamos mucho tiempo de trabajo con Naves cuando pensé en que, además de mi propia voz y la del mismo Titín, sería muy bueno incluir otras que dieran resonancia diferente a algunos textos, que originalmente ya había grabado yo. Obviamente, no ocurrió al azar. Todos los que están en el disco conocían de antes al menos una parte de lo que yo escribo. Les propuse un paquete de textos distintos a cada uno, pensando en su perfil y sus estilos, pero ellos eligieron finalmente lo que querían grabar. Empezó Andrés, que es directamente un coautor del disco. Después le dije a Arturo Carrera, que es un lector extraordinario, y aceptó de una. A Ingrid Pelicori, una actriz impecable, le propuse enseguida que interpretara el único "poema escénico" que escribí (Infima suite), y ella hizo una versión bellísima. Palo Pandolfo, que además de su obra rocker tiene una obra poética muy buena, se mandó con versiones muy personales de los poemas que eligió. Y Osvaldo Bayer, con quien trabajamos en varias cosas en el sur, le puso su tono seco, conmovedor, a algunos textos que están muy conectados con él, y los redimensiona, creo. Es cierto que el disco terminó siendo una antología mínima de mi obra, pero el proceso para llegar ahí fue colectivo, cambiante, y bastante azaroso. Quedaron muchas grabaciones de todos, un montón de textos que suenan diferentes, que se enriquecen con la percepción de los otros. Todos ellos mejoraron, realmente lo creo así, mis ideas iniciales sobre cómo quería que fuese el disco.
Es muy bueno el aspecto musical, algo raro en un disco de poesía. ¿Cómo fue el trabajo con Titín Naves?
Hay una anécdota de origen: yo, como fan nomás, escribí un poema -se llama "Vicio", y está en mi libro Estancia La Adivinación-, dedicado a la banda que lideraba Naves, 113 Vicios. Como una suerte de respuesta, Naves, que es un lector voraz, empezó a convertir en canciones a algunos de mis textos. De ahí nos hicimos muy amigos, claro, y fuimos pensando en esta obra como una suerte de rock opera marginal. Hicimos muchas canciones más, que no están en el disco. Titín elegía textos que le gustaban a él, y yo proponía algunos que estaba escribiendo y todavía no se habían publicado. El opinaba sobre mis grabaciones, el ritmo, los modos de enunciar, y sugería modos de encajar esos monólogos con la música. Grabamos en varios estudios, pequeños, precarios casi siempre. Hubo otro tipo clave en el disco, además de Titín y Andrés, y fue Alberto Ceballos, que es el responsable del concepto sonoro, y del montaje, ambientación y mezclas. Ibamos a su estudio en Comodoro, llevábamos las grabaciones con Naves y él iba armando el marco sonoro que quedó, que a mi juicio integra las cosas y da un clima "especial". Buscábamos que poesía, lecturas, música y efectos se mezclaran, y se percibiera como una cosa única. Si contamos desde el inicio, nos llevó mucho tiempo, pero lo pasamos muy bien haciéndolo y la obra se benefició de cambios y ajustes, y del mismo paso del tiempo. Eso sí, no encontramos nunca quien editara el cd en Argentina. Al fin apareció la gente de Poetics en Leeds, y salió.
"Sólo tenemos un destino, es decir/ un lugar al que dirigir el viaje/ para no llegar nunca", dice "Sagesse". ¿Cuál es ese lugar, en tu caso?
Ese lugar no existe, pero seguiremos buscándolo, y esa búsqueda nos lleva la vida. Tal vez la justifique, al menos en parte. Hay una carga de utopía ahí, pero también un peso real, tangible, del viaje puro y duro como forma de conocimiento. En ese viaje interminable por los márgenes están las voces que dan sentido a una idea de escritura desde mi punto de vista. Escribí antes que "el viaje es la última fantasía de los agobiados por la inmensidad, que nos obliga a amarla y nos arrastra". Por eso, sigo repasando itinerarios, y -al final- el lugar de destino puede dejar de importar, o llegar importa menos que el viaje en sí. Las marcas quedan en la escritura, es decir en uno mismo.
Una nueva resistencia
"Poetics of Resistance -explica Aliaga- es una red de investigadores y productores culturales de Europa, América Latina y EE UU. La red está construida a partir de reuniones y discusiones sobre las "poéticas de resistencia". Surge de una investigación acerca de cómo la creatividad puede contribuir a los proyectos de resistencia contra el proyecto neoliberal en lo político y económico. En muchos espacios, la poética y la resistencia aparecen como incompatibles. Poetics intenta investigar, generar y apoyar acciones que unan poesía y resistencia. En ese marco se concretó la edición del disco en Gran Bretaña. Hasta ahora, los miembros de la red han organizado reuniones en Leeds y Santiago de Compostela.
Artículo publicado en el diario La Capital (Rosario), 04-07-10.
Fuente: El saber oscuro y peligroso del poeta. Edición de Ben Bollig y Luciana Mellado. La Otra, México, 2020.
El 16 de abril de 2024, apenas pasado el mediodía, Cristian Aliaga, el fundador de este sitio, inició un nuevo viaje. Como los que hizo habitualmente a lo largo de su vida, pero diferente. A un año de su partida, El Extremo Sur presenta hoy una edición especial: en los textos publicados se desarrollan distintos aspectos de su vida, en especial su trabajo poético y periodístico. Artículos de Paulina Aliaga, Ariel Williams, Horacio Escobar, Sergio De Matteo, Gerardo Burton, Eduardo Milán, Jorge Boccanera, Carlos Gamerro, Osvaldo Aguirre y Adrián Moyano. La selección de escritos se completa con una breve antología poética y frases textuales de Cristian.