La Fundación Observatorio PyME dio a conocer los datos del relevamiento correspondiente en el cuarto trimestre del 2024. Durante todo el año pasado padecieron las políticas económicas del gobierno de Javier Milei y la profunda recesión en la que cayó el consumo y la producción del sector. El empleo retrocedió el 6%, la producción el 10% y las ventas subieron el 15% de manera interanual.
El informe de la Fundación Observatorio PyME detalló los resultados del cuarto trimestre del 2024 asegurando que "la serie disponible para manufacturas en perspectiva histórica, el 2024 fue el año con la segunda mayor caída de la producción luego de la pandemia y también el segundo de mayor caída del empleo, sólo superado por la caída del año 2009 en el marco de la crisis internacional. Se observa el impacto de la recesión en la ocupación y la producción a la baja, datos que alertan sobre el proceso de destrucción de empleo".
En ese marco indicó que "desde niveles muy bajos y con bajo aumento de precios las ventas deflactadas subieron un 15% interanual, futuros relevamientos determinarán si esta situación se traduce en un aumento efectivo de la producción o si sigue relacionado con liquidación de stocks e importación de productos terminados".
Entre los principales problemas para el sector reveló que "las PyME manufactureras manifestaron preocupación por la sostenibilidad de la demanda, un 66% identificó la caída de las ventas como un problema frente al 62% declarado en el tercer trimestre del 2o24. El 54% señaló preocupación por el aumento de los costos salariales y el 28% la reducción del mercado a causa de las importaciones".
El golpe a las pequeñas y medianas empresas también se tradujo en una fuerte pérdida de rentabilidad, explicando que "el 90% experimentó subas en sus costos, pero sólo el 43% aumentó los precios, una proporción de empresas cada vez mayor reduce o mantiene los precios de venta en busca de colocar stocks. Esta situación es doblemente perjudicial, se incrementó el costo salarial mientras que los salarios crecen por debajo del IPC".
En cuanto a las expectativas para este año, el Observatorio indicó que "más del 50% de las empresas señalaron que la debilidad de la demanda, los costos de producción y la apertura de importaciones podrían afectar su desempeño en 2025. Hay diferencias sectoriales, la falta de demanda prolifera en sectores como textil y muebles mientras que la apertura de importaciones preocupa más en los sectores químico y plástico".
El 47% de los empresarios Pymes cree que aumentará la producción, mientras que un 53% de las empresas cree que disminuirá o no habrá variaciones.
En tanto para las ventas al mercado interno, el 51% prevé un aumento mientras el 49% prevé estabilidad o disminuciones.
Solo el 34% de las empresas que invierten tiene expectativa de aumento y apenas el 16% de las empresas consideró que aumentará.
En ese contexto "las PyME manufactureras se enfrentan a un shock competitivo generado por el proceso de apreciación cambiaria (consecuencia no deseada de la estabilización), la apertura importadora (desregulación del comercio exterior) y las medidas que promueven importaciones (rebaja de impuestos para la importación) que no son acompañadas por los mismos incentivos para la producción. Este panorama alerta sobre el proceso de destrucción de empleo y la pérdida de capacidades productivas".