El fin del mundo es un tema existencial que ha generado muchas teorías y conspiraciones a lo largo de la historia de la humanidad, y aunque no se puede predecir con certeza cuándo ocurrirá ni cómo, la Inteligencia artificial arriesgó varias respuestas. "Hay algunas ideas ampliamente discutidas desde diferentes perspectivas: científicas, filosóficas, religiosas y culturales", aseguró antes de dar fechas y escenarios catastróficos posibles.
Desde las antiguas profecías hasta las teorías científicas actuales, la curiosidad sobre el destino final del Planeta Tierra ha llevado a innumerables especulaciones y suposiciones. Ante la pregunta, la Inteligencia artificial ChatGPT se sumó a estas versiones y planteó que las estimaciones basadas en la ciencia sugieren que, si no actuamos contra el cambio climático, el mundo podría transformarse drásticamente en las próximas décadas.
En la actualidad, los científicos y la IA ofrecen una perspectiva lejana a un evento catastrófico único, por lo que muchos expertos advierten sobre desafíos globales a largo plazo que podrían cambiar nuestro mundo tal como lo conocemos. Entre los problemas más preocupantes están el mencionado cambio climático, junto a la escasez de recursos y las crecientes tensiones geopolíticas que podrían comenzar guerras destructiva a gran escala.
Para 2030, si no se implementan acciones contundentes, los efectos del cambio climático serán aún más evidentes. Se prevén eventos climáticos extremos que impactarán la seguridad alimentaria, el acceso al agua y provocarán desplazamientos forzados de poblaciones. Estos problemas podrían empeorar si las temperaturas globales continúan en aumento.
La inteligencia artificial alertó sobre el impacto del calentamiento climático como causante del fin del mundo.
Hacia 2050, el panorama podría ser aún más crítico. Si la temperatura global aumenta hasta 2 °C o más, es probable que ocurra un derretimiento acelerado de los casquetes polares, provocando un aumento significativo en el nivel del mar que afectaría ciudades costeras y obligaría a millones de personas a desplazarse. La pérdida de biodiversidad también se aceleraría, afectando nuestra seguridad alimentaria y la salud de los ecosistemas.
A finales de siglo, en 2100, el calentamiento global podría llegar a 3 °C o más si no se toman medidas decisivas. Este escenario podría llevar a una extinción masiva de especies, desastres naturales más frecuentes y crisis humanitarias a gran escala, convirtiendo a algunas regiones del planeta en lugares inhabitables.
El rol del cambio climático en el fin del mundo
De esta manera, el cambio climático se considera uno de los mayores desafíos para la humanidad. Si bien este fenómeno no necesariamente implica el "fin del mundo", sí podría generar cambios significativos en nuestras vidas si no se toman medidas inmediatas.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha advertido que, si continuamos con las actuales emisiones de gases de efecto invernadero, en la próxima década podríamos superar un aumento de temperatura de 1.5 °C. Este incremento podría desencadenar eventos extremos como olas de calor, sequías y huracanes más intensos, afectando gravemente la agricultura, la salud y la infraestructura global.