Opinión

Crece la movilización como condición de posibilidad para la disputa de poder

Por Julio Gambina

La causa de jubiladas y jubilados se ha instalado nacionalmente con la movilización del miércoles 12 de marzo, seguida de una brutal represión de las fuerzas de seguridad. No es curioso, pero se constata la importancia para el gobierno de la suba del presupuesto en el gasto de seguridad para seguir pertrechando las fuerzas represoras en contra de las reivindicaciones del movimiento de jubiladas y jubilados.

Se confirma el profundo ajuste y el recorte en el gasto previsional. Desde que asumió Javier Milei, lo que tenemos, el principal recorte, el principal ajuste es el gasto previsional. Son más de 11,3 billones de pesos lo que ha ahorrado el gasto público en materia previsional. Digamos que solo crece más en el recorte del ajuste la obra pública.

No hay ninguna duda que el superávit fiscal tiene base en la contención de la inversión pública y en el recorte previsional.

A eso sumemos el impacto que ha tenido la quita de subsidios medicinales, los impactos colaterales de lo que hace a la vida de los jubiladas y jubilados, que en los de la mínima reciben un complemento, vía bono, congelado desde que asumió Javier Milei. Un bono deteriorado por la inflación acumulada, aun en baja. La suba de precios afecta los ingresos de jubiladas y jubiladas.

La movilización es antigua, creció mucho en los últimos tiempos, pero la verdad es que los jubilados se juntan los miércoles desde que Domingo Cavallo y Carlos Menem iniciaron la privatización del régimen jubilatorio.

Entonces la tradición de los miércoles de los jubilados tiene más de tres décadas de convocatoria desde la Mesa Coordinadora de organizaciones de jubilados y pensionados.

Los encuentros de los miércoles crecieron desde que llegó Milei al gobierno porque son los jubilados y jubiladas los principales afectados por el ajuste libertario.

Resulta interesante la solidaridad de las hinchadas de futbol, que extiende la solidaridad al reclamo del movimiento de jubiladas y jubilados.

Afines de febrero fue represaliado un jubilado que vestía la camiseta del Club Chacarita Juniors, motivando la reacción de los seguidores de esa parcialidad deportiva y gestando una movilización solidaria el miércoles 5 de marzo.

Eso generó una respuesta de otras hinchadas; de "hinchadas", no de "barras bravas", como se intenta instalar mediáticamente.

Así, se generó un espacio de solidaridad muy grande que involucró a muchas aficiones deportivas y actividades diversas, sociales, barriales, comunales. Se generó un clima de solidaridad muy importante que motorizó la gran concentración del miércoles 12.

En rigor, la represión empezó antes de que se constituyera el acto y movilización, actividad tradicional de los miércoles en frente del Congreso Nacional.

La represión anticipada intentó restarle visibilidad a una movilización solidaria con la causa de las jubiladas y jubilados.

El gobierno y la mediación ideológica de la prensa afín a la ultraderecha esgrimió la intencionalidad política de la movilización, en contra del rumbo del gobierno y sus cómplices. Claro, siempre hay intereses políticos en todo reclamo, porque ajustar a los jubilados es una decisión política.

Se podría decir que el ajuste debería provenir por la suspensión de pagos de la deuda, y denunciar el carácter odioso de la deuda asumida por su carácter ilegal e ilegitimo.

Lo que acaba de hacer el gobierno es plantar un DNU con la intencionalidad de avalar la negociación que está haciendo con el FMI y profundizar la hipoteca de la deuda restando fondos para jubilaciones, pensiones y otros destinos de satisfacción de derechos constitucionalmente consagrados.

Es política la acción del gobierno y sus cómplices, como las acciones de resistencia y protesta de los afectados por la política gubernamental.

La realidad es que la movilización del pasado miércoles 12 de marzo instaló en la sociedad la justeza de la reivindicación de jubilados. Solo resta ahora, que el conjunto de la sociedad reconozca que no es un tema de jubiladas y jubilados, sino de una política que afecta al conjunto empobrecido de la sociedad.

Aun cuando el gobierno quiere descalificar la violencia de los manifestantes, la realidad es que los afectados principales de la represión son un reportero gráfico que está en situación de salud muy delicada, producto de la represión, donde un disparo fue directamente a su cabeza, una jubilada de 87 años que recibe un golpe de un policía uniformado, otros impactados de bala y unos 150 detenidos.

Hubo infiltración, con un policía filmado al dejar un arma tirada en el suelo para incriminar a la manifestación. Es sospechoso el móvil policial incendiado, que estaba sin custodia y con las ventanas abiertas, toda una provocación para acusar de violenta a la movilización.

Es todo muy sospechoso. el comunicado de la ministra de seguridad no tiene nada que ver con la propia jueza que libera a gran parte de los detenidos, que fueron cazados en contra del derecho a manifestarse.

El miércoles 19 de marzo continuará la lucha de jubiladas y jubilados, como hace más de 30 años. Habrá más solidaridad y puede ser que este sea un punto más de quiebre en el consenso que hasta ahora viene teniendo el gobierno.

La movilización está sustentada en el sector social más afectado por el ajuste fiscal.

Una gran movilización se está gestando, con anuncios de paro general en los próximos días.

Son iniciativas que se despliegan en todo el país y que son el marco adecuado para construir alternativa política que es lo que falta en el país para entusiasmar a un nuevo ciclo de disputa de gobierno y de poder.

Fuente: Tramas