Motosierra a jubilados: sin moratoria, recortarán hasta 65% fondos para personas en edad de retiro
Por Esteban Rafele
Con el fin de la moratoria previsional, previsto para el domingo 23, nueve de cada diez personas en edad de jubilarse no podrán hacerlo. Son algo más de 240.000 personas por año y el 60% son mujeres. Solo los hombres podrán iniciar el trámite para cobrar la Pensión Universal por Adulto Mayor (PUAM), equivalente al 80% de la jubilación mínima. Las mujeres deberán esperar cinco años, ya que esa prestación sólo rige para los mayores de 65. Sin moratoria, la ANSES ahorraría, así, hasta el 65% de lo que destina por año a pagar nuevos haberes.
Según los datos oficiales, hubo, en 2024, unos 243.000 personas que se jubilaron con moratoria. Estimaciones de la ANSES dan cuenta de que nueve de cada diez mujeres que se jubilan lo hacen con moratoria, mientras que entre siete y ocho de cada diez hombres también requieren del beneficio, por no reunir los 30 años de aportes necesarios para acceder a la jubilación.
Un cálculo rápido permite dimensionar la magnitud del ajuste. A valores de marzo, la ANSES destina $85.000 millones por mes a pagar los $349.122 de haber mínimo (sin descuento por los aportes adeudados) de las 243.000 personas que se jubilan por moratoria por año. Sin este régimen, aproximadamente 60% de esas personas no cobrarán, en lo inmediato, ni jubilación ni PUAM por ser mujeres de entre 60 y 65 años. Si los casi 100.000 hombres en edad de jubilarse y sin aportes necesarios acceden a esta pensión, de $293.297, la ANSES pagaría unos $29.300 millones por mes, en vez de esos $85.000 millones. El gasto previsional para dar entrada a los nuevos adultos mayores -no jubilados- se reduciría en un 65%.
"Se estima que 9 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 varones en edad de jubilarse no tendrán los aportes suficientes para poder hacerlo. Solo podrán obtener la PUAM a los 65 años (tanto varones como mujeres) y cobrar el 80% del haber mínimo, sin derecho a la pensión por viudez, y sin importar los años efectivamente aportados, y si demuestran integrar un hogar vulnerable", dijo la economista Mercedes D'Alessandro, que impulsó la moratoria durante el gobierno de Alberto Fernández.
D'Alessandro, exdirectora de Igualdad y Género en el Ministerio de Economía durante la administración del Frente de Todos, pone el foco en las mujeres que tendrán que esperar cinco años para cobrar la PUAM. En ese tiempo (la diferencia entre la edad de jubilación para mujeres y el piso etario de la PUAM), a valores actuales, cada mujer habrá dejado de cobrar un total de $22,75 millones. "Para alguien que gana $300.000 por mes, es una fortuna que se les va de las manos", afirmó. "Las mujeres son, otra vez, la variable de ajuste de Milei", sostuvo.
Así, si no hay cambios en el horizonte, la jubilación mínima dejará de ser referencia para hablar del umbral de ingresos de los adultos mayores y la PUAM ocupará su lugar. En marzo, el monto de esta pensión, con bono de $70.000 incluido, es de 293.297,36 pesos. Apenas cubre los $260.000 que necesita un adulto mayor para comprar los medicamentos del mes, según la canasta básica que elabora la Defensoría de la Tercera Edad y que ubicó el costo de vida en $1,2 millón para este mes.
Las condiciones de acceso a la PUAM son mucho más restrictivas. Además del requisito de tener 65 años cumplidos, tanto para mujeres como para hombres, es excluyente no percibir ninguna otra pensión o beneficio social. Una persona que cobre pensión por viudez no puede aplicar a la PUAM. Tampoco puede cobrar PUAM quien tenga ingreso formal, por ejemplo, por facturar trabajos por cuenta propia. La PUAM tiene el mismo monto con independencia de la cantidad de años de aportes que registre la persona, sean 20, 15 o ninguno. No hay, en la legislación actual, ninguna diferenciación.
El fin de las moratorias
La PUAM nació en 2016, con el gobierno de Mauricio Macri, para darle un corte a las moratorias. Desde 2010 a esta parte, la mayoría de personas que accedieron a una jubilación lo hicieron gracias a este tipo de ayudas. Según datos oficiales, 3,8 millones de personas se jubilaron con moratoria desde 2010, sobre un total de 5,6 millones. Fueron muchas más mujeres que hombres: 2,8 millones -o el 79,4% de las mujeres que se jubilaron desde entonces- contra 481.752 hombres -el 47,5% del total-.
Hubo, desde entonces, una mejora marginal en el haber mínimo del jubilado con 30 años de aportes. A esa persona, el Estado le garantizaba el 82% del Salario Mínimo Vital y Móvil, por lo que solía ganar un poco más que el piso establecido por ley de movilidad. Pero el gobierno de Milei licuó el salario mínimo, por lo que esa garantía perdió vigencia.
El sistema previsional enfrenta problemas estructurales. Por un lado, la jubilación es un derecho que el Estado debe reconocerle a personas que -generalmente por culpa de sus empleadores- trabajaron buena parte de su vida en negro -porque el propio Estado no fiscalizó de manera adecuada-. Por otro lado, el costo del sistema previsional es cada vez más grande, con una cantidad importante de trabajadores que no aportan, en un país con niveles de informalidad de 40%, o que hacen aportes mínimos, por tener trabajos precarios e ingresos deteriorados.
Un informe de Fundar analizó el Mapa de las Políticas Sociales de 2023: "En casi todos los rubros, la caída en los beneficios reales va de la mano de una expansión de la cantidad de beneficiarios. El caso de las jubilaciones es emblemático. Entre 2015 y 2022, la cantidad de personas que recibieron una jubilación no contributiva (esto es, que cobraban una jubilación por moratoria, vejez o PUAM) aumentó un 27,45%", aseveró. "En el mismo período, el beneficio de las pensiones no contributivas más representativas, las moratorias, se redujo un 22,97%", añadió.
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) consideró en un informe reciente: "El sistema previsional argentino es uno de los más antiguos del mundo y se destaca por su amplia cobertura: el 95% de los mayores de 65 años recibe algún beneficio previsional. Sin embargo, esta extensión se sostiene sobre un gasto público que equivale al 10% del PBI, una carga fiscal que aumenta en un contexto de envejecimiento poblacional". Ese peso del sistema, indicó, es el doble que en países con tasas de envejecimiento comparables.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la moratoria que rige desde 2023 y hasta el próximo domingo 23 de marzo tuvo un impacto fiscal equivalente a 0,42% del PBI. Por eso la premura del Gobierno en cortarla. La masificación de la PUAM generará un ahorro adicional importante, en momentos en que el Ejecutivo busca un nuevo acuerdo con el FMI que, anticipó el presidente, se pagará con mayor ajuste.
El Centro de Economía Política (CEPA) estimó que, entre abril y diciembre de 2025, "el Estado nacional se ahorrará al menos $220.000 millones de pesos por no prorrogar la moratoria previsional". Es un cálculo mucho más conservador que el que hizo Cenital. "El mayor ahorro (195.000 millones de pesos) lo aportarán las mujeres de 59 años que no podrán acceder a la jubilación ni a la PUAM, ya que deberán esperar a los 65 años. Para los varones, en cambio, el ahorro será de 20% por haber", añadió.
La situación de los titulares de PUAM será peor que la de los jubilados. No solo por percibir el 80% de la mínima en momentos de licuación de haberes por vía directa e indirecta -porque el PAMI cubre menos tratamientos y medicamentos-. Desde diciembre de 2023, el poder adquisitivo de la PUAM cayó más que el de la jubilación mínima, porque el peso del bono de $70.000, congelado desde hace un año, es mayor.
La inflación acumulada desde diciembre de 2023 rozará el 186% cuando el INDEC publique el dato de marzo. La jubilación mínima subió, desde entonces, el 117,23%. El Gobierno indexó los haberes de manera mensual desde abril, por IPC, pero mantuvo congelado el bono en $70.000. Eso redunda en una pérdida de poder adquisitivo de casi 15%, según el CEPA. En el caso de la PUAM, el haber con bono subió 110,14% desde la asunción de Milei.
Fuente: Cenital
Por Esteban Rafele
Con el fin de la moratoria previsional, previsto para el domingo 23, nueve de cada diez personas en edad de jubilarse no podrán hacerlo. Son algo más de 240.000 personas por año y el 60% son mujeres. Solo los hombres podrán iniciar el trámite para cobrar la Pensión Universal por Adulto Mayor (PUAM), equivalente al 80% de la jubilación mínima. Las mujeres deberán esperar cinco años, ya que esa prestación sólo rige para los mayores de 65. Sin moratoria, la ANSES ahorraría, así, hasta el 65% de lo que destina por año a pagar nuevos haberes.
Según los datos oficiales, hubo, en 2024, unos 243.000 personas que se jubilaron con moratoria. Estimaciones de la ANSES dan cuenta de que nueve de cada diez mujeres que se jubilan lo hacen con moratoria, mientras que entre siete y ocho de cada diez hombres también requieren del beneficio, por no reunir los 30 años de aportes necesarios para acceder a la jubilación.
Un cálculo rápido permite dimensionar la magnitud del ajuste. A valores de marzo, la ANSES destina $85.000 millones por mes a pagar los $349.122 de haber mínimo (sin descuento por los aportes adeudados) de las 243.000 personas que se jubilan por moratoria por año. Sin este régimen, aproximadamente 60% de esas personas no cobrarán, en lo inmediato, ni jubilación ni PUAM por ser mujeres de entre 60 y 65 años. Si los casi 100.000 hombres en edad de jubilarse y sin aportes necesarios acceden a esta pensión, de $293.297, la ANSES pagaría unos $29.300 millones por mes, en vez de esos $85.000 millones. El gasto previsional para dar entrada a los nuevos adultos mayores -no jubilados- se reduciría en un 65%.
"Se estima que 9 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 varones en edad de jubilarse no tendrán los aportes suficientes para poder hacerlo. Solo podrán obtener la PUAM a los 65 años (tanto varones como mujeres) y cobrar el 80% del haber mínimo, sin derecho a la pensión por viudez, y sin importar los años efectivamente aportados, y si demuestran integrar un hogar vulnerable", dijo la economista Mercedes D'Alessandro, que impulsó la moratoria durante el gobierno de Alberto Fernández.
D'Alessandro, exdirectora de Igualdad y Género en el Ministerio de Economía durante la administración del Frente de Todos, pone el foco en las mujeres que tendrán que esperar cinco años para cobrar la PUAM. En ese tiempo (la diferencia entre la edad de jubilación para mujeres y el piso etario de la PUAM), a valores actuales, cada mujer habrá dejado de cobrar un total de $22,75 millones. "Para alguien que gana $300.000 por mes, es una fortuna que se les va de las manos", afirmó. "Las mujeres son, otra vez, la variable de ajuste de Milei", sostuvo.
Así, si no hay cambios en el horizonte, la jubilación mínima dejará de ser referencia para hablar del umbral de ingresos de los adultos mayores y la PUAM ocupará su lugar. En marzo, el monto de esta pensión, con bono de $70.000 incluido, es de 293.297,36 pesos. Apenas cubre los $260.000 que necesita un adulto mayor para comprar los medicamentos del mes, según la canasta básica que elabora la Defensoría de la Tercera Edad y que ubicó el costo de vida en $1,2 millón para este mes.
Las condiciones de acceso a la PUAM son mucho más restrictivas. Además del requisito de tener 65 años cumplidos, tanto para mujeres como para hombres, es excluyente no percibir ninguna otra pensión o beneficio social. Una persona que cobre pensión por viudez no puede aplicar a la PUAM. Tampoco puede cobrar PUAM quien tenga ingreso formal, por ejemplo, por facturar trabajos por cuenta propia. La PUAM tiene el mismo monto con independencia de la cantidad de años de aportes que registre la persona, sean 20, 15 o ninguno. No hay, en la legislación actual, ninguna diferenciación.
El fin de las moratorias
La PUAM nació en 2016, con el gobierno de Mauricio Macri, para darle un corte a las moratorias. Desde 2010 a esta parte, la mayoría de personas que accedieron a una jubilación lo hicieron gracias a este tipo de ayudas. Según datos oficiales, 3,8 millones de personas se jubilaron con moratoria desde 2010, sobre un total de 5,6 millones. Fueron muchas más mujeres que hombres: 2,8 millones -o el 79,4% de las mujeres que se jubilaron desde entonces- contra 481.752 hombres -el 47,5% del total-.
Hubo, desde entonces, una mejora marginal en el haber mínimo del jubilado con 30 años de aportes. A esa persona, el Estado le garantizaba el 82% del Salario Mínimo Vital y Móvil, por lo que solía ganar un poco más que el piso establecido por ley de movilidad. Pero el gobierno de Milei licuó el salario mínimo, por lo que esa garantía perdió vigencia.
El sistema previsional enfrenta problemas estructurales. Por un lado, la jubilación es un derecho que el Estado debe reconocerle a personas que -generalmente por culpa de sus empleadores- trabajaron buena parte de su vida en negro -porque el propio Estado no fiscalizó de manera adecuada-. Por otro lado, el costo del sistema previsional es cada vez más grande, con una cantidad importante de trabajadores que no aportan, en un país con niveles de informalidad de 40%, o que hacen aportes mínimos, por tener trabajos precarios e ingresos deteriorados.
Un informe de Fundar analizó el Mapa de las Políticas Sociales de 2023: "En casi todos los rubros, la caída en los beneficios reales va de la mano de una expansión de la cantidad de beneficiarios. El caso de las jubilaciones es emblemático. Entre 2015 y 2022, la cantidad de personas que recibieron una jubilación no contributiva (esto es, que cobraban una jubilación por moratoria, vejez o PUAM) aumentó un 27,45%", aseveró. "En el mismo período, el beneficio de las pensiones no contributivas más representativas, las moratorias, se redujo un 22,97%", añadió.
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) consideró en un informe reciente: "El sistema previsional argentino es uno de los más antiguos del mundo y se destaca por su amplia cobertura: el 95% de los mayores de 65 años recibe algún beneficio previsional. Sin embargo, esta extensión se sostiene sobre un gasto público que equivale al 10% del PBI, una carga fiscal que aumenta en un contexto de envejecimiento poblacional". Ese peso del sistema, indicó, es el doble que en países con tasas de envejecimiento comparables.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la moratoria que rige desde 2023 y hasta el próximo domingo 23 de marzo tuvo un impacto fiscal equivalente a 0,42% del PBI. Por eso la premura del Gobierno en cortarla. La masificación de la PUAM generará un ahorro adicional importante, en momentos en que el Ejecutivo busca un nuevo acuerdo con el FMI que, anticipó el presidente, se pagará con mayor ajuste.
El Centro de Economía Política (CEPA) estimó que, entre abril y diciembre de 2025, "el Estado nacional se ahorrará al menos $220.000 millones de pesos por no prorrogar la moratoria previsional". Es un cálculo mucho más conservador que el que hizo Cenital. "El mayor ahorro (195.000 millones de pesos) lo aportarán las mujeres de 59 años que no podrán acceder a la jubilación ni a la PUAM, ya que deberán esperar a los 65 años. Para los varones, en cambio, el ahorro será de 20% por haber", añadió.
La situación de los titulares de PUAM será peor que la de los jubilados. No solo por percibir el 80% de la mínima en momentos de licuación de haberes por vía directa e indirecta -porque el PAMI cubre menos tratamientos y medicamentos-. Desde diciembre de 2023, el poder adquisitivo de la PUAM cayó más que el de la jubilación mínima, porque el peso del bono de $70.000, congelado desde hace un año, es mayor.
La inflación acumulada desde diciembre de 2023 rozará el 186% cuando el INDEC publique el dato de marzo. La jubilación mínima subió, desde entonces, el 117,23%. El Gobierno indexó los haberes de manera mensual desde abril, por IPC, pero mantuvo congelado el bono en $70.000. Eso redunda en una pérdida de poder adquisitivo de casi 15%, según el CEPA. En el caso de la PUAM, el haber con bono subió 110,14% desde la asunción de Milei.
Fuente: Cenital