En el marco de un nuevo 8M, colectivos feministas denunciaron el aumento de las violencias y el discurso del Gobierno nacional, que el año pasado afirmó que las cifras de femicidios se redujeron más del 10%. Las organizaciones desmienten las cifras oficiales y cuestionan el desmantelamiento de las políticas de género, que provocan que haya menos presupuesto para prevención y menos infraestructura para dar respuesta a las situaciones de violencia.
"Los asesinatos de mujeres se redujeron en más de un 10 por ciento este año. Esto es gracias al gran trabajo de los ministros Patricia Bullrich y Cúneo Libarona. Detrás de esto está la tolerancia cero con los violentos que matan mujeres", expresó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en una conferencia de prensa que encabezó a fin de año.
En este marco, arremetió contra el "por suerte extinto" Ministerio de la Mujer "cuyo presupuesto era de 300 millones de dólares, actualizado a hoy serían unos 300 mil millones de pesos. Sin ese ministerio, sin ese gasto, sin ese peso en se lograron bajar en más de un 10% los crímenes contra las mujeres. Hoy, a los delincuentes se los enfrenta con la dureza en las penas, y no con un ministerio que era para crear empleo militante que no hacía nada contra la batalla para que las mujeres fueran maltratadas y asesinadas".
Los reclamos feministas, sin embargo, denuncian los recortes presupuestarios que afectan directamente los espacios y las herramientas para prevenir y dar respuesta a las situaciones de violencia machista. Durante 2024 se desfinanciaron programas clave como el Acompañar, la Línea 144, la Ley Brisa, la Educación Sexual Integral, el Patrocinio Jurídico a Víctimas de Abuso Sexual, entre otros, todos ellos destinados a la prevención y el acompañamiento.
Además, los observatorios de violencia sostienen que las cifras que maneja el Gobierno son muy distintas a los distintos relevamientos que éstos realizan. Lejos de reducirse, las cifras de femicidios y violencia han aumentado.
Si bien cada Observatorio trabaja con distintas metodologías y puede haber pequeñas diferencias entre los números, todos registran un aumento de las cifras en 2024 respecto al año anterior.
Desde Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) afirman que en 2024 hubo 255 casos, uno más que en 2023, y 604 intentos de feminicidio, frente a 572 en 2023.
La Casa del Encuentro contabilizó 243 femicidios en todo el país en 2023 y 275 en el mismo período de 2024, lo que indica un aumento del 13,2%.
Por su parte, el Observatorio contra la Violencia Patriarcal Lucía Pérez registró 308 femicidios en 2024. La organización "Ahora Que Sí Nos Ven" registró 289 femicidios.
Desde el Observatorio Lucía Pérez subrayan la falta de confiabilidad de las cifras oficiales, ya que no hay precisiones claras sobre la metodología utilizada para construir esa estadística. Señalan, además, que en ese número no contabilizan los femicidios que ocurren por fuera de las relaciones familiares. "Son los femicidios que no se ajustan a los modelos epistémicos tradicionales de la teoría de género y que no hablan de vínculos de pareja e intimidad, sino de tramas de narcocriminalidad e impunidad territorializadas", explicó Anabella Arrascaeta, del Observatorio, en diálogo con Página12. También advirtió que en los supuestos datos de Adorni no hay una metodología clara ni fuentes fiables a la hora de construir esa estadística.
Según las estadísticas del Observatorio, para fines del 2024 habrá 118 mujeres desaparecidas en todo el país. "No somos cifras. No hay políticas de prevención. Si el Estado, por ejemplo, se pusiera a analizar las cifras se daría cuenta lo que significa hacer una declaración en diciembre que es el mes en el que históricamente hay más femicidios. En 5 días hubo 12 femicidios, entre ellos el de una beba de 2 meses y el de una nena de 2 años", expresa Claudia Acuña, también referente de la organización.
La escena de Adorni recuerda al episodio protagonizado por Patricia Bullrich en noviembre del 2019, cuando publicó un tuit en el que "celebraba" una reducción de los femicidios, a pesar de que sus cifras no coincidían con las estadísticas de la Corte Suprema ni de otras unidades especializadas en violencia de género.
¡Bajamos los femicidios un 12,1 por ciento!", publicó, junto a un vídeo en el que aseguraba que "de 313 femicidios que hubo en 2017 bajamos a 275 en 2018". "Es un logro muy muy importante de todos los organismos que trabajamos en el tema de violencia de género, estamos muy contentos", agregó.
Los números, que formaban parte de un informe que realizó en conjunto la cartera con la Defensoría del Pueblo de la Nación y el Sistema Nacional de Estadística Criminal, no coincidían con los registros de la Corte Suprema de Justicia ni otros organismos.
La sistematización de femicidios enfrenta sus desafíos, sobre todo por ser una figura penal relativamente nueva. La falta de perspectiva de género provoca que muchos femicidios no sean visibilizados como tales en el sistema judicial, situación que se profundiza con otros delitos como los crímenes de odio o los transfemicidios.
Del "crimen pasional" al femicidio
Durante el discurso en el que se refirió a las cuestionadas cifras, Adorni evitó hablar de femicidios y, en su lugar, habló de "asesinatos de mujeres". La expresión no es casual, ya que el Gobierno viene defendiendo la eliminación de la figura de femicidio del Código Penal, lo que para los colectivos feministas implica un fuerte retroceso en materia de derechos.
El femicidio fue incorporado en el Código Penal argentino en diciembre de 2012, a través de la Ley 26.791. Se llevó adelante una reforma en el artículo 80 del Código Penal para criminalizar de modo agravado ciertos homicidios relacionados a la violencia por motivos de género. El término ya circulaba en círculos académicos y activistas y en algunos países tardó décadas en incorporarse como figura penal.
La primera en acuñar este término fue la activista sudafricana Diana Rusell, en un Tribunal Internacional sobre Crímenes contra la Mujer en Bruselas en 1976. A pesar de no ser nombrados como tales, los asesinatos de esta índole se registraban en todo el mundo, frecuentemente catalogados como homicidios (ignorando la dimensión del género) o como "crímenes pasionales", un término despectivo utilizado generalmente en los medios de comunicación.
En América Latina, la antropóloga mexicana Marcela Lagarde incorporó en la discusión feminista el término "feminicidio", relacionado a los contextos de muertes violentas en los que el Estado no da garantías a las mujeres y no asegura condiciones de seguridad para sus vidas.
La reforma del Código Penal en Argentina amplió la figura de homicidio calificado por vínculo y reconoció legalmente las muertes por motivos de géneros. La norma anterior sólo incluía a las parejas casadas; la versión actual comprende todos los vínculos de pareja, vigentes o concluidos, haya mediado o no convivencia.
De esta manera, el femicidio fue incorporado en el inciso 11 del artículo 80 del Código Penal, estableciendo penas de prisión perpetua para el homicidio cometido contra una mujer cuando el hecho fuera perpetrado por un hombre y mediara violencia de género. Y en el inciso 12 se incorporó lo que se conoce como "femicidio vinculado", es decir, cuando el homicidio se comete con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o ha mantenido una relación.
A más de diez años de esta modificación histórica que le dio reconocimiento legal a un fenómeno de larga data, a finales de enero se conoció el supuesto proyecto de reforma penal que busca eliminarlo. El dato fue confirmado por el Ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien adelantó un paquete de medidas antiderechos que incluyen la derogación del DNI no binario, el cupo travesti-trans, la Ley de Identidad de Género y la Ley de Paridad.
El ministro, que anteriormente había criticado los movimientos de diversidades abogando por un enfoque biologicista, sostuvo que el feminismo es "una distorsión del concepto de igualdad". "Ninguna vida vale más que otra", agregó.
Manuel Adorni, por su parte, defendió los planes de Milei y sostuvo que no hay diferencias entre el asesinato de una mujer y un hombre: "A mí, la verdad, si me matan y también te matan a vos, me gustaría que el trato sea igual y no que vos no tengas ningún tipo de connotación adicional por eso".
"Estamos trabajando para que a todos los argentinos se nos trate igual ante la ley. Esto va en línea con eso, no de sacarle ningún derecho a ninguna mujer", agregó, al tiempo que volvió a referirse al "ahorro" que supuso la eliminación del Ministerio de la Mujer. Argumentó que desde su eliminación, los femicidios bajaron.
Esta perspectiva implica desconocer la frecuencia de delitos que, lejos de ser casos aislados, están relacionados a las violencias estructurales que sufren las mujeres y diversidades. La figura de femicidio reconoce el trasfondo cultural de opresión de las mujeres y las características propias de un crimen motivado por el odio de género.
El Gobierno, sin embargo, dio marcha atrás con el proyecto al considerar que una eventual eliminación del femicidio del Código Penal implicaría la revisión de los condenados bajo esta figura, lo que podría derivar en reducción de penas o libertades anticipadas.
Frases engañosas de un Gobierno anti-woke
Con motivo del 8 de marzo, el Gobierno de Milei difundió un vídeo a través de las redes sociales de Casa Rosada en el que muestran estadísticas de femicidios de los últimos años con el objetivo de "firmar el combate frontal a la ideología woke que busca lucrar dividiendo a nuestra sociedad". El vídeo forma parte de otras expresiones del Gobierno que circularon durante estos días en los que argumentan que la eliminación de "estructuras burocráticas" como el Ministerio de las Mujeres y figuras poco igualitarias como el femicidio son obstáculos para la protección de las mujeres.
El vídeo publicado el 8 de marzo contiene diversas expresiones engañosas en torno a las estadísticas del Ministerio y las cifras de violencia machista. Allí mencionan, por ejemplo, que "Solo en 2023 se gastaron $ 4 billones en políticas con perspectiva de género".
El equipo de Chequeado verificó la información y constató que si bien es cierto que ese es el número correspondiente al gasto de la Administración Pública Nacional vinculado con políticas de género, la mayor parte de esos fondos (70%) correspondía a las transferencias de prestaciones por moratoria previsional, la Asignación Universal por Hijo (AUH) y a las pensiones a madres de 7 o más hijos.
El ex Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad tenía en 2023 un presupuesto menor, de $77.171 millones, y hasta el 17 de octubre de ese año la cartera llevaba ejecutado el 69,8%. De hecho, en comparación con otros ministerios, era uno de los que menos recursos tenía en 2023. La frase fue calificada como engañosa, es decir, "la afirmación puede coincidir parcialmente con ciertos datos, pero -intencionalmente o no- ha sido manipulada para generar un mensaje en particular".
Otra de las afirmaciones sostenía que en 2023 se había registrado un récord de "homicidios de mujeres", una frase discutible ya que toma como fuente los datos de la Defensoría del Pueblo de la Nación, que tiene un Observatorio de Femicidios y publica datos oficiales desde 2016. Según estos datos, en 2023 hubo un récord con 322 víctimas de femicidio confirmadas, el número más alto desde que se publican los datos.
Sin embargo, otros registros difieren con este número. Los datos de la Corte Suprema de Justicia, por ejemplo, muestran que la cantidad de femicidios disminuyó entre 2020 y 2023 (pasaron de 255 a 250), y que el récord fue en 2019 con 260 femicidios registrados.
La tercera afirmación sostiene que "los homicidios de mujeres cayeron un 20% en 2024, rompiendo una tendencia de años". Las cifras del Informe Anual del Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo 2024 muestran que ese año se registraron 295 femicidios, mientras que en 2023 se registraron 322, lo que marca un descenso del 8%, y no del 20% como señalan desde el Gobierno.
En promedio, en 2024 se produjo en Argentina un femicidio cada 30 horas, un número ligeramente inferior a otros años aunque no implicó un descenso histórico. Este año, sin embargo, la violencia parece ir en aumento: en lo que va del 2025 se produjo un femicidio cada 27 horas.
Según el relevamiento del Observatorio "Ahora Que Sí Nos Ven", entre el 1° de enero y el 27 de febrero se registraron 52 femicidios en Argentina. De ese total, 6 femicidas pertenecían a las fuerzas de seguridad. Además, 19% de las víctimas había realizado una denuncia y el 15% tenía medidas de protección. Este panorama deja a 55 niños y niñas huérfanos. A la par, se registraron 69 intentos de femicidio en el mismo período.
Pese a los argumentos del Gobierno, las organizaciones vinculan el aumento de las violencias con el desguace de las políticas de género que garantizaban desde medidas de prevención y capacitación hasta respuestas institucionales para las víctimas de violencia.
"En lo que va del año hubo más femicidios que en el mismo período del 2024 (49). Este aumento también se observó en las denuncias y medidas de protección. Insistimos en la importancia de la implementación de políticas públicas de prevención de la violencia de género: no son un ‘curro'", sostiene el comunicado del Observatorio.
"Luego del discurso odiante de Milei en Davos los crímenes de odio se han recrudecido, en lo que va del 2025 se incrementaron las agresiones a lesbianas en Argentina. El 29 de enero Orlando Lutz Fogar prendió fuego la casa de una pareja de lesbianas en Cañuelas, a pesar de tener 10 denuncias previas por hostigamiento. El 5 de febrero otra pareja fue atacada en el barrio porteño de Recoleta mientras caminaban por la calle tomadas de la mano. En Orán, Salta, una activista LGBTI+ fue atacada por un hombre que entró a su domicilio y la agredió con un arma blanca, tras lo cual tuvo que ser hospitalizada. El agresor, Juan Marcelo Córdoba, venía hostigando virtualmente a activistas LGBTI+", agregan.
"Denunciamos que el ajuste y las políticas de hambre de Milei impactan de manera diferenciada en nuestras vidas. Las mujeres y LGBTI+ somos lxs más pobres y encabezamos los índices de desempleo. Al odio y la crueldad le oponemos resistencia y lucha. Al closet y a la clandestinidad no volvemos ¡nunca más!", cierra el comunicado.