Trump le facilitaría a Milei crédito del FMI, pero le bajaría el pulgar a Vaca Muerta y el litioPor Esteban Rafele
"Drill, baby, drill" parece el verso de un hit ochentoso de INXS, pero es un textual del discurso de toma de posesión de Donald Trump a su segunda presidencia de Estados Unidos. "Perfora, nena, perfora". El republicano dijo que declarará la emergencia energética y buscará maximizar la producción de petróleo y gas para abaratar los precios internos del combustible, con el objetivo de bajar la inflación. También, avisó que eliminará los subsidios a la compra de autos eléctricos que había impulsado su antecesor, Joseph Biden. Con una carambola de billar, afectó dos de los principales flujos de divisas presentes y futuras del país de su principal aliado político en América Latina: la extracción de Vaca Muerta y la minería de litio y cobre de las provincias de la cordillera.
Quedó claro, así, que las estructuras productivas de Estados Unidos y Argentina compiten más de lo que se complementan y que la apuesta del Gobierno, entonces, pasa por lograr favores políticos de su alineamiento incondicional, como un acuerdo rápido con el Fondo Monetario Internacional que traiga dólares por la cuenta financiera. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ya prometió mandar una delegación a Buenos Aires para acelerar el nuevo programa.
Estados Unidos es el principal productor de petróleo y gas no convencional del mundo y buscará acelerar la oferta, ya en niveles récord. Inmediatamente después del anuncio, el precio internacional del crudo bajó. Un escenario de precios más bajos quita atractivo para inversiones a mediano plazo en petróleo y gas, en donde Argentina debe recibir decenas de miles de millones de dólares para convertir el fluido en GNL y poder exportarlo por mar. Es la mayor ambición de YPF, que acaba de firmar un acuerdo con India para enviarle hasta 10 millones de toneladas de gas licuado a mediano plazo.
Dos días antes, en su discurso en el Instituto Milken -una de las entidades neoconservadoras que recibieron al presidente argentino-, Javier Milei había apuntado justamente a recibir inversiones en esos sectores extractivos. "Contamos con una cordillera rica en litio, plata, oro, cobre y uranio", dijo. Destacó, también, la oportunidad de "la extracción de petróleo en el desierto" y el rol del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). "Todas estas grandes inversiones desatarán un boom comercial inaudito", auguró.
Julián Rojo, especialista del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) UBA-Conicet, espera un escenario de menores precios para la energía. "Si Estados Unidos dice públicamente que va a contribuir a que baje la demanda (por menores conflictos bélicos) y a que aumente la oferta, debería bajar el precio del petróleo", le dijo a Cenital. "Si baja el precio del petróleo, los proyectos menos rentables o que estén más cerca del break-even (su punto para cubrir gastos) se pondrán en stand-by, es decir, habría menos inversiones y, posiblemente, menos producción. No solo en Argentina, sino en el mundo", añadió.
Como recordó la consultora Abeceb, Estados Unidos es la principal presencia en el país en materia de inversiones (con unos USD 30.000 millones) y el tercer socio comercial, detrás de Brasil y China. Aproximadamente, un tercio de las exportaciones hacia el norte son combustibles: unos USD 2100 millones en 2024. Otros USD 1300 millones son minerales. Los vinos de alta gama también son muy demandados, aunque el monto del negocio es sensiblemente menor.
Estos y otros productos esperan novedades sobre otro anuncio de Trump: la imposición de un arancel a todas las importaciones, con un piso del 10%. Esta suerte de "impuesto PAIS" encarecerá los envíos y resentirá la estructura comercial que ya sufre la apreciación cambiaria. "La victoria de Trump podría reforzar las dos tendencias prevalecientes en el mercado local: mayor tensión para los dólares comerciales (cuenta corriente: menos comercio, dólar fuerte, menores precios de commodities, menos multilateralismo) y mayor abundancia para los financieros (cuenta capital: crédito privado y de organismos, FMI y otros)", indicó la consultora Empiria, de Hernán Lacunza, en un reporte.
Esa medida tendrá otra complementaria: una rebaja de impuestos a las empresas que produzcan en Estados Unidos. "Ese reshoring, o relocalización de los procesos industriales, genera más producción en los países centrales y saca industrias y servicios que podrían producirse en países como Argentina", dijo Martín Kalos, director de la consultora Epyca.
New sensation
Para Dante Sica, socio fundador de Abeceb, exministro de Producción y Trabajo de Mauricio Macri y asesor de Patricia Bullrich en la última campaña presidencial, la relación estratégica entre Trump y Milei prevalecerá y abrirá un horizonte nuevo en el vínculo entre ambos países. "Siempre hemos tenido una relación comercial conflictiva, porque nuestras estructuras productivas son similares, pero Estados Unidos empieza a tener una mirada más estratégica sobre América Latina", le dijo a Cenital. "La agenda de inversiones en energía y tecnología es potente para pensar esa relación", agregó.
Al respecto, ponderó el plan oficial para atraer desarrollos tecnológicos en base a energía barata, clima frío y desregulación. "Será un entorno muy favorable para estos desarrollos, que no se acaban en Estados Unidos", afirmó Sica. En su opinión, el matrimonio entre la nueva ceocracia tecnológica y Trump -con puestos en el gabinete, desregulaciones impositivas y políticas y jugosos aportes personales y corporativos a la campaña del republicano- no afectará la posibilidad de que este tipo de desarrollos puedan llegar a Argentina.
Las palabras de Georgieva parecen haber matizado las disputas dentro del Fondo sobre el caso argentino. El FMI ponderó la velocidad con la que Milei y Luis Caputo encararon el ajuste fiscal y la política monetaria, pero el staff técnico blanqueó, en el último reporte, las discrepancias sobre la política cambiaria. En su descargo, el gobierno argentino sostuvo que el cepo, el crawling peg por debajo de la inflación y la intervención en el mercado paralelo le permiten controlar la inflación.
Georgieva y el Fondo vienen ajustando su discurso. El FMI desplazó al chileno Rodrigo Valdés de las negociaciones luego de las críticas de Milei al funcionario que había cuestionado la "calidad del ajuste" a inicios del mandato del libertario. El Fondo ya no pone el ojo en la desarticulación de las políticas sociales y se contenta con la suba de la AUH en términos reales. También aceptaba, off the record, que el Gobierno necesitaba tener el tipo de cambio bajo control para bajar la inflación. Sin embargo, se especulaba con un acuerdo preliminar para llegar a las elecciones y, luego sí, unificar el tipo de cambio y dejarlo flotar
El mensaje de Georgieva a la salida de su reunión con Milei en Washington se interpretó como una capitulación final del ala técnica, con el aval político de Trump. Queda saber si es suficiente para que Fondo preste los USD 11.000 millones adicionales que buscan Caputo y Santiago Bausili para abrir el cepo.
"Se habla mucho del apoyo de Trump y de su peso en el FMI, pero también pesan los votos de China, de Brasil, de España y de Alemania", dice Kalos. "Milei no debería haber confrontado con los gobiernos de China y de Brasil -aunque después haya reculado- ni con el de España", agregó.
Sica, en cambio, cree que pesarán más las reformas estructurales. "Se avanza mucho porque Argentina tiene una agenda de reformas mucho más agresiva y ambiciosa que la que pide el FMI. Tener el celular de Trump potencia eso, pero lo importante son las reformas", afirmó. El tipo de cambio, agregó, "es lo que falta resolver, pero debe pensarse el impacto estructural que tendrá el nuevo perfil exportador del país; vamos a ir hacia un tipo de cambio más apreciado".
"La evidente afinidad ideológica y personal entre ambos líderes políticos podría facilitar la construcción de puentes para financiar la transición de la reforma argentina", terció Empiria. "El apoyo político no necesariamente se traduciría en fondos frescos originales, pero sí en la confianza del crédito privado sobre la sostenibilidad del régimen argentino", añadió.
Esa confianza del sector privado tendrá una parada clave en Davos, adonde llegarán Milei y Caputo esta semana. Por ahora, los gestos de simpatía de los grandes dueños de fondos de inversión se traducen en declaraciones. Pero, como dice el presidente, no hay plata.
Fuente: Cenital
Por Esteban Rafele
"Drill, baby, drill" parece el verso de un hit ochentoso de INXS, pero es un textual del discurso de toma de posesión de Donald Trump a su segunda presidencia de Estados Unidos. "Perfora, nena, perfora". El republicano dijo que declarará la emergencia energética y buscará maximizar la producción de petróleo y gas para abaratar los precios internos del combustible, con el objetivo de bajar la inflación. También, avisó que eliminará los subsidios a la compra de autos eléctricos que había impulsado su antecesor, Joseph Biden. Con una carambola de billar, afectó dos de los principales flujos de divisas presentes y futuras del país de su principal aliado político en América Latina: la extracción de Vaca Muerta y la minería de litio y cobre de las provincias de la cordillera.
Quedó claro, así, que las estructuras productivas de Estados Unidos y Argentina compiten más de lo que se complementan y que la apuesta del Gobierno, entonces, pasa por lograr favores políticos de su alineamiento incondicional, como un acuerdo rápido con el Fondo Monetario Internacional que traiga dólares por la cuenta financiera. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, ya prometió mandar una delegación a Buenos Aires para acelerar el nuevo programa.
Estados Unidos es el principal productor de petróleo y gas no convencional del mundo y buscará acelerar la oferta, ya en niveles récord. Inmediatamente después del anuncio, el precio internacional del crudo bajó. Un escenario de precios más bajos quita atractivo para inversiones a mediano plazo en petróleo y gas, en donde Argentina debe recibir decenas de miles de millones de dólares para convertir el fluido en GNL y poder exportarlo por mar. Es la mayor ambición de YPF, que acaba de firmar un acuerdo con India para enviarle hasta 10 millones de toneladas de gas licuado a mediano plazo.
Dos días antes, en su discurso en el Instituto Milken -una de las entidades neoconservadoras que recibieron al presidente argentino-, Javier Milei había apuntado justamente a recibir inversiones en esos sectores extractivos. "Contamos con una cordillera rica en litio, plata, oro, cobre y uranio", dijo. Destacó, también, la oportunidad de "la extracción de petróleo en el desierto" y el rol del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). "Todas estas grandes inversiones desatarán un boom comercial inaudito", auguró.
Julián Rojo, especialista del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) UBA-Conicet, espera un escenario de menores precios para la energía. "Si Estados Unidos dice públicamente que va a contribuir a que baje la demanda (por menores conflictos bélicos) y a que aumente la oferta, debería bajar el precio del petróleo", le dijo a Cenital. "Si baja el precio del petróleo, los proyectos menos rentables o que estén más cerca del break-even (su punto para cubrir gastos) se pondrán en stand-by, es decir, habría menos inversiones y, posiblemente, menos producción. No solo en Argentina, sino en el mundo", añadió.
Como recordó la consultora Abeceb, Estados Unidos es la principal presencia en el país en materia de inversiones (con unos USD 30.000 millones) y el tercer socio comercial, detrás de Brasil y China. Aproximadamente, un tercio de las exportaciones hacia el norte son combustibles: unos USD 2100 millones en 2024. Otros USD 1300 millones son minerales. Los vinos de alta gama también son muy demandados, aunque el monto del negocio es sensiblemente menor.
Estos y otros productos esperan novedades sobre otro anuncio de Trump: la imposición de un arancel a todas las importaciones, con un piso del 10%. Esta suerte de "impuesto PAIS" encarecerá los envíos y resentirá la estructura comercial que ya sufre la apreciación cambiaria. "La victoria de Trump podría reforzar las dos tendencias prevalecientes en el mercado local: mayor tensión para los dólares comerciales (cuenta corriente: menos comercio, dólar fuerte, menores precios de commodities, menos multilateralismo) y mayor abundancia para los financieros (cuenta capital: crédito privado y de organismos, FMI y otros)", indicó la consultora Empiria, de Hernán Lacunza, en un reporte.
Esa medida tendrá otra complementaria: una rebaja de impuestos a las empresas que produzcan en Estados Unidos. "Ese reshoring, o relocalización de los procesos industriales, genera más producción en los países centrales y saca industrias y servicios que podrían producirse en países como Argentina", dijo Martín Kalos, director de la consultora Epyca.
New sensation
Para Dante Sica, socio fundador de Abeceb, exministro de Producción y Trabajo de Mauricio Macri y asesor de Patricia Bullrich en la última campaña presidencial, la relación estratégica entre Trump y Milei prevalecerá y abrirá un horizonte nuevo en el vínculo entre ambos países. "Siempre hemos tenido una relación comercial conflictiva, porque nuestras estructuras productivas son similares, pero Estados Unidos empieza a tener una mirada más estratégica sobre América Latina", le dijo a Cenital. "La agenda de inversiones en energía y tecnología es potente para pensar esa relación", agregó.
Al respecto, ponderó el plan oficial para atraer desarrollos tecnológicos en base a energía barata, clima frío y desregulación. "Será un entorno muy favorable para estos desarrollos, que no se acaban en Estados Unidos", afirmó Sica. En su opinión, el matrimonio entre la nueva ceocracia tecnológica y Trump -con puestos en el gabinete, desregulaciones impositivas y políticas y jugosos aportes personales y corporativos a la campaña del republicano- no afectará la posibilidad de que este tipo de desarrollos puedan llegar a Argentina.
Las palabras de Georgieva parecen haber matizado las disputas dentro del Fondo sobre el caso argentino. El FMI ponderó la velocidad con la que Milei y Luis Caputo encararon el ajuste fiscal y la política monetaria, pero el staff técnico blanqueó, en el último reporte, las discrepancias sobre la política cambiaria. En su descargo, el gobierno argentino sostuvo que el cepo, el crawling peg por debajo de la inflación y la intervención en el mercado paralelo le permiten controlar la inflación.
Georgieva y el Fondo vienen ajustando su discurso. El FMI desplazó al chileno Rodrigo Valdés de las negociaciones luego de las críticas de Milei al funcionario que había cuestionado la "calidad del ajuste" a inicios del mandato del libertario. El Fondo ya no pone el ojo en la desarticulación de las políticas sociales y se contenta con la suba de la AUH en términos reales. También aceptaba, off the record, que el Gobierno necesitaba tener el tipo de cambio bajo control para bajar la inflación. Sin embargo, se especulaba con un acuerdo preliminar para llegar a las elecciones y, luego sí, unificar el tipo de cambio y dejarlo flotar
El mensaje de Georgieva a la salida de su reunión con Milei en Washington se interpretó como una capitulación final del ala técnica, con el aval político de Trump. Queda saber si es suficiente para que Fondo preste los USD 11.000 millones adicionales que buscan Caputo y Santiago Bausili para abrir el cepo.
"Se habla mucho del apoyo de Trump y de su peso en el FMI, pero también pesan los votos de China, de Brasil, de España y de Alemania", dice Kalos. "Milei no debería haber confrontado con los gobiernos de China y de Brasil -aunque después haya reculado- ni con el de España", agregó.
Sica, en cambio, cree que pesarán más las reformas estructurales. "Se avanza mucho porque Argentina tiene una agenda de reformas mucho más agresiva y ambiciosa que la que pide el FMI. Tener el celular de Trump potencia eso, pero lo importante son las reformas", afirmó. El tipo de cambio, agregó, "es lo que falta resolver, pero debe pensarse el impacto estructural que tendrá el nuevo perfil exportador del país; vamos a ir hacia un tipo de cambio más apreciado".
"La evidente afinidad ideológica y personal entre ambos líderes políticos podría facilitar la construcción de puentes para financiar la transición de la reforma argentina", terció Empiria. "El apoyo político no necesariamente se traduciría en fondos frescos originales, pero sí en la confianza del crédito privado sobre la sostenibilidad del régimen argentino", añadió.
Esa confianza del sector privado tendrá una parada clave en Davos, adonde llegarán Milei y Caputo esta semana. Por ahora, los gestos de simpatía de los grandes dueños de fondos de inversión se traducen en declaraciones. Pero, como dice el presidente, no hay plata.
Fuente: Cenital