IA y política energética, entre Heidegger y Milei Por Víctor Bronstein
Fenomenología. Martin Heidegger, uno de los filósofos más importantes del siglo pasado dejó algunos pensamientos que nos ayudan a iluminar la complejidad energética en el mundo actual. En su reconocido ensayo "La pregunta por la técnica", argumenta que la técnica moderna (hoy hablaríamos de tecnología) no es simplemente un conjunto de herramientas o medios para alcanzar objetivos humanos, sino una forma fundamental de relacionarnos con el mundo. Y agrega, la técnica moderna desvela o "desoculta" a la naturaleza, transformándola y acumulando sus recursos para la sociedad. Extraer y utilizar los combustibles fósiles fue una técnica emancipadora que liberó para la sociedad toda la energía solar acumulada en cientos de millones de año. La técnica fundó la modernidad. El dominio de la energía es la técnica que funda lo humano, y no hay sociedades sin técnica y sin energía.
1973. La crisis petrolera de 1973 cambió radicalmente la manera en que el mundo veía y se ocupaba de la cuestión energética. El embargo petrolero sufrido por algunos países de Europa conmovió los cimientos de Occidente y obligó a repensar al sector energético, diseñar nuevas instituciones y definir nuevas políticas. A partir de la falla global en el abastecimiento de petróleo, el mundo tomo conciencia del carácter imprescindible de la energía. "En la falla, uno trae un mundo a la mano". Heidegger, 1950.
2024. Ha sido un año con acontecimientos novedosos para la energía mundial. Por primera vez desde las crisis petroleras de la década de los 70 del siglo pasado, el mundo volvió a temer por el suministro de petróleo de Medio Oriente debido a los conflictos geopolíticos y las nuevas alianzas globales. Esta situación ayudo a equilibrar un mercado sobre ofertado y permitió mantener el precio del crudo en un rango rentable para los productores no pertenecientes a la OPEP+. Pero el mundo no está tranquilo, el petróleo de la OPEP es imprescindible y los conflictos persisten.
Por otra parte, el aumento de la demanda de electricidad de los centros de datos y la IA ha sido la mayor noticia energética del año pasado, tal vez de la década. Después de veinte años de demanda plana de electricidad en Estados Unidos, la Administración de Información Energética proyecta un aumento anual del 0,8% hasta 2050, impulsado en gran medida por estas tecnologías intensivas en energía.
En este nuevo escenario, pareciera que las energías renovables no forman parte del plan, su tecnología todavía no está a la altura de las necesidades. Los centros de datos y la IA requieren energía ininterrumpida y de alta calidad las 24 horas del día, los 7 días de la semana, algo que las energías renovables no pueden brindar. El tiempo de inactividad es inaceptable, y la variabilidad de la energía eólica y solar los hace poco prácticos.
Por esta razón, Exxon, junto con Chevron, decidieron aventurarse en un nuevo segmento del negocio energético: la generación de electricidad a partir del gas. Otra tendencia de 2024 fue que la demanda de gas natural se está disparando a medida que la demanda de electricidad aumenta por la proliferación de centros de datos y que las grandes tecnológicas persiguen sus proyectos de inteligencia artificial. Aquí es donde entran en juego los productores de gas natural.
En cuanto al petróleo, 2024 fue un año interesante, ya que la OPEP y la Agencia Internacional de la Energía difirieron enormemente en sus previsiones sobre la demanda futura de la fuente de energía que sustenta la economía mundial. La OPEP advierte permanentemente sobre la necesidad de seguir invirtiendo en el sector, mientras la AIE hace predicciones basadas en suposiciones no probadas, como, por ejemplo, las ventas de autos eléctricos, que se han debilitado en casi todo el mundo, excepto en China. Pero el consumo de petróleo todavía no alcanzó su pico, aumentó casi 1 millón de barriles en 2024 y seguirá aumentando en 2025.
Hablando de demanda y de China, esta última fue el principal impulsor de los precios del petróleo este año. Casi todos los informes sobre los cambios en los precios del petróleo incluían la frase "preocupación por la demanda china", junto a las preocupaciones por la situación en Medio Oriente, el motor de los precios del petróleo por el lado de la oferta. El crecimiento de la demanda china este año fue mucho más bajo que en 2023, decepcionando a los operadores que esperaban que continuara creciendo a cifras porcentuales de dos dígitos para siempre.
El otro componente que interviene fuertemente en el mercado petrolero es la producción no OPEP+, principalmente el shale de EEUU, y fue un tema de conversación clave para los pronosticadores de precios del petróleo en 2024, pero con una novedad, la victoria de Donald Trump. Ahora, muchos pronosticadores del mercado petrolero esperan que la industria petrolera de Estados Unidos aumente fuertemente su producción.
Trump ha prometido en repetidas ocasiones que presionará a los productores de shale para que aumenten la producción, pero no está claro cómo pretende lograr este objetivo, ya que el petróleo estadounidense es producido por empresas independientes y no por una compañía petrolera nacional (NOC). No pasó mucho tiempo para que la propia industria disipara la ilusión del nuevo presidente. Nada menos que el CEO de Exxon dijo que no habría "Drill, baby, drill" a menos que los precios internacionales del petróleo justificaran tal estrategia.
Sin embargo, las ambiciones de perforación de Trump podrían verse frustradas por un problema aún mayor que los precios del crudo: los campos petroleros de Estados Unidos podrían estar acercándose a su capacidad máxima de producción.
Según Goehring & Rozencwajg LLC, una consultora de investigación especializada en inversiones en recursos naturales, la producción de shale de EEUU se encuentra en las primeras etapas de un declive prolongado debido al agotamiento del recurso, no a la dinámica del mercado o las cuestiones regulatorias
Los analistas habían pronosticado que el explosivo crecimiento de la producción provocado por la revolución del shale en Estados Unidos se estabilizaría a finales de 2024 o principios de 2025. Pero la realidad parece ser peor: según datos de la EIA, la producción de petróleo crudo de shale alcanzó su punto máximo en noviembre de 2023 y ha disminuido alrededor de un 2% desde entonces, mientras que la producción de gas alcanzó su punto máximo ese mismo mes y desde entonces ha caído un 1%, El modelo de Goehring y Rozencwajg predice un declive aún más pronunciado en el futuro.
El informe compara la situación actual con la crisis del petróleo de la década de 1970. Señalan que el presidente Nixon respondió a la primera crisis petrolera de la OPEP en 1973 lanzando el Proyecto Independencia, cuyo objetivo era revertir la disminución de la producción estadounidense a través de la desregulación y la agilización de los permisos, además de promover hace 50 años la utilización del hidrógeno. Los precios del petróleo se dispararon de 3,18 dólares por barril en 1973 a 34 dólares por barril en 1981, lo que provocó una explosión en la actividad de perforación. En consecuencia, el número de plataformas petroleras de EE.UU. saltó de 993 en 1973 a 4.500 a finales de 1981.
Sin embargo, el aumento en la perforación no pudo contrarrestar la ley natural del agotamiento: a fines de 1981, la producción de crudo de EE.UU. había caído a 8,5 millones de barriles por día, lo que representa una disminución del 15% desde el momento en que Nixon lanzó su ambicioso programa. Los analistas señalan que la producción de crudo de Estados Unidos alcanzó un mínimo de 5 millones de barriles por día en 2010, incluso cuando los precios rondaban los 100 dólares por barril. Goehring y Rozencwajg han denominado a este fenómeno "La paradoja del agotamiento", y han advertido que los precios más altos por sí solos no serán suficientes para contrarrestar las realidades geológicas. En ese momento, la política de seguridad energética de Washington apoyó financieramente el desarrollo de la técnica del fracking, la técnica que liberó, una vez más, los recursos de gas y petróleo atrapados en las rocas.
El problema es que en 2025 los productores estadounidenses no tendrán el incentivo de los precios altos bajo esta segunda administración de Trump: una nueva encuesta del estudio de abogados Haynes Boone LLC reveló que los bancos se están preparando para que los precios del petróleo caigan por debajo de los 60 dólares el barril para mediados del nuevo mandato de Trump. Las predicciones de precios del crudo son referencias que habitualmente fallan, pero condicionan igualmente las decisiones empresariales y políticas.
La otra novedad de 2024 fue el renacimiento nuclear, debido a que en teoría ofrece lo mejor de ambos mundos, es decir, electricidad de carga base y sin emisiones. El mundo tiene hoy más de 60 mil GW en proyectos y en construcción de centrales atómicas. La mitad corresponden a China e India. Sin embargo, hay un problema, y ese problema es que se necesitan años para construir una central nuclear convencional y los costos son altísimos. Esta es la razón por la que los pequeños reactores nucleares modulares fueron noticia en 2024 como una alternativa más rápida a las centrales convencionales, y probablemente seguirán siendo noticia hasta que se demuestre que realmente son una alternativa viable a las grandes centrales. Por ahora, sin embargo, es la energía nuclear o atómica convencional la que está sobre la mesa. El 15 de abril de 2023, Alemania cerró sus últimas tres centrales nucleares, fueron reemplazadas no sólo por energías renovables sino también por centrales de gas y carbón. Un error de cálculo donde faltó el pensamiento reflexivo. El 26 de diciembre de 2023 Javier Milei anuló los contratos del AMBA 1, obra fundamental de transporte eléctrico para garantizar el servicio. El 10 de julio de 2024 anuló los contratos para la construcción de las centrales térmicas en Formosa e Ibarreta y no sabe cómo reemplazarlas, mostrando una vez más su falta de pensamiento reflexivo y malos cálculos. "El mundo aparece como un objeto al que el pensamiento calculador dirige sus ataques y a los que ya nada debe poder resistir. La naturaleza pasa a ser el combustible del pensamiento calculador. El poder y lo que se puede lograr con la naturaleza y con el dominio de la energía atómica." "Serenidad", Heidegger, 1955. La Naturaleza es más que un recurso a explotar, el pensamiento calculador no alcanza. ¡Bienvenidos a 2025!
Fuente: LPO
Por Víctor Bronstein
Fenomenología. Martin Heidegger, uno de los filósofos más importantes del siglo pasado dejó algunos pensamientos que nos ayudan a iluminar la complejidad energética en el mundo actual. En su reconocido ensayo "La pregunta por la técnica", argumenta que la técnica moderna (hoy hablaríamos de tecnología) no es simplemente un conjunto de herramientas o medios para alcanzar objetivos humanos, sino una forma fundamental de relacionarnos con el mundo. Y agrega, la técnica moderna desvela o "desoculta" a la naturaleza, transformándola y acumulando sus recursos para la sociedad. Extraer y utilizar los combustibles fósiles fue una técnica emancipadora que liberó para la sociedad toda la energía solar acumulada en cientos de millones de año. La técnica fundó la modernidad. El dominio de la energía es la técnica que funda lo humano, y no hay sociedades sin técnica y sin energía.
1973. La crisis petrolera de 1973 cambió radicalmente la manera en que el mundo veía y se ocupaba de la cuestión energética. El embargo petrolero sufrido por algunos países de Europa conmovió los cimientos de Occidente y obligó a repensar al sector energético, diseñar nuevas instituciones y definir nuevas políticas. A partir de la falla global en el abastecimiento de petróleo, el mundo tomo conciencia del carácter imprescindible de la energía. "En la falla, uno trae un mundo a la mano". Heidegger, 1950.
2024. Ha sido un año con acontecimientos novedosos para la energía mundial. Por primera vez desde las crisis petroleras de la década de los 70 del siglo pasado, el mundo volvió a temer por el suministro de petróleo de Medio Oriente debido a los conflictos geopolíticos y las nuevas alianzas globales. Esta situación ayudo a equilibrar un mercado sobre ofertado y permitió mantener el precio del crudo en un rango rentable para los productores no pertenecientes a la OPEP+. Pero el mundo no está tranquilo, el petróleo de la OPEP es imprescindible y los conflictos persisten.
Por otra parte, el aumento de la demanda de electricidad de los centros de datos y la IA ha sido la mayor noticia energética del año pasado, tal vez de la década. Después de veinte años de demanda plana de electricidad en Estados Unidos, la Administración de Información Energética proyecta un aumento anual del 0,8% hasta 2050, impulsado en gran medida por estas tecnologías intensivas en energía.
En este nuevo escenario, pareciera que las energías renovables no forman parte del plan, su tecnología todavía no está a la altura de las necesidades. Los centros de datos y la IA requieren energía ininterrumpida y de alta calidad las 24 horas del día, los 7 días de la semana, algo que las energías renovables no pueden brindar. El tiempo de inactividad es inaceptable, y la variabilidad de la energía eólica y solar los hace poco prácticos.
Por esta razón, Exxon, junto con Chevron, decidieron aventurarse en un nuevo segmento del negocio energético: la generación de electricidad a partir del gas. Otra tendencia de 2024 fue que la demanda de gas natural se está disparando a medida que la demanda de electricidad aumenta por la proliferación de centros de datos y que las grandes tecnológicas persiguen sus proyectos de inteligencia artificial. Aquí es donde entran en juego los productores de gas natural.
En cuanto al petróleo, 2024 fue un año interesante, ya que la OPEP y la Agencia Internacional de la Energía difirieron enormemente en sus previsiones sobre la demanda futura de la fuente de energía que sustenta la economía mundial. La OPEP advierte permanentemente sobre la necesidad de seguir invirtiendo en el sector, mientras la AIE hace predicciones basadas en suposiciones no probadas, como, por ejemplo, las ventas de autos eléctricos, que se han debilitado en casi todo el mundo, excepto en China. Pero el consumo de petróleo todavía no alcanzó su pico, aumentó casi 1 millón de barriles en 2024 y seguirá aumentando en 2025.
Hablando de demanda y de China, esta última fue el principal impulsor de los precios del petróleo este año. Casi todos los informes sobre los cambios en los precios del petróleo incluían la frase "preocupación por la demanda china", junto a las preocupaciones por la situación en Medio Oriente, el motor de los precios del petróleo por el lado de la oferta. El crecimiento de la demanda china este año fue mucho más bajo que en 2023, decepcionando a los operadores que esperaban que continuara creciendo a cifras porcentuales de dos dígitos para siempre.
El otro componente que interviene fuertemente en el mercado petrolero es la producción no OPEP+, principalmente el shale de EEUU, y fue un tema de conversación clave para los pronosticadores de precios del petróleo en 2024, pero con una novedad, la victoria de Donald Trump. Ahora, muchos pronosticadores del mercado petrolero esperan que la industria petrolera de Estados Unidos aumente fuertemente su producción.
Trump ha prometido en repetidas ocasiones que presionará a los productores de shale para que aumenten la producción, pero no está claro cómo pretende lograr este objetivo, ya que el petróleo estadounidense es producido por empresas independientes y no por una compañía petrolera nacional (NOC). No pasó mucho tiempo para que la propia industria disipara la ilusión del nuevo presidente. Nada menos que el CEO de Exxon dijo que no habría "Drill, baby, drill" a menos que los precios internacionales del petróleo justificaran tal estrategia.
Sin embargo, las ambiciones de perforación de Trump podrían verse frustradas por un problema aún mayor que los precios del crudo: los campos petroleros de Estados Unidos podrían estar acercándose a su capacidad máxima de producción.
Según Goehring & Rozencwajg LLC, una consultora de investigación especializada en inversiones en recursos naturales, la producción de shale de EEUU se encuentra en las primeras etapas de un declive prolongado debido al agotamiento del recurso, no a la dinámica del mercado o las cuestiones regulatorias
Los analistas habían pronosticado que el explosivo crecimiento de la producción provocado por la revolución del shale en Estados Unidos se estabilizaría a finales de 2024 o principios de 2025. Pero la realidad parece ser peor: según datos de la EIA, la producción de petróleo crudo de shale alcanzó su punto máximo en noviembre de 2023 y ha disminuido alrededor de un 2% desde entonces, mientras que la producción de gas alcanzó su punto máximo ese mismo mes y desde entonces ha caído un 1%, El modelo de Goehring y Rozencwajg predice un declive aún más pronunciado en el futuro.
El informe compara la situación actual con la crisis del petróleo de la década de 1970. Señalan que el presidente Nixon respondió a la primera crisis petrolera de la OPEP en 1973 lanzando el Proyecto Independencia, cuyo objetivo era revertir la disminución de la producción estadounidense a través de la desregulación y la agilización de los permisos, además de promover hace 50 años la utilización del hidrógeno. Los precios del petróleo se dispararon de 3,18 dólares por barril en 1973 a 34 dólares por barril en 1981, lo que provocó una explosión en la actividad de perforación. En consecuencia, el número de plataformas petroleras de EE.UU. saltó de 993 en 1973 a 4.500 a finales de 1981.
Sin embargo, el aumento en la perforación no pudo contrarrestar la ley natural del agotamiento: a fines de 1981, la producción de crudo de EE.UU. había caído a 8,5 millones de barriles por día, lo que representa una disminución del 15% desde el momento en que Nixon lanzó su ambicioso programa. Los analistas señalan que la producción de crudo de Estados Unidos alcanzó un mínimo de 5 millones de barriles por día en 2010, incluso cuando los precios rondaban los 100 dólares por barril. Goehring y Rozencwajg han denominado a este fenómeno "La paradoja del agotamiento", y han advertido que los precios más altos por sí solos no serán suficientes para contrarrestar las realidades geológicas. En ese momento, la política de seguridad energética de Washington apoyó financieramente el desarrollo de la técnica del fracking, la técnica que liberó, una vez más, los recursos de gas y petróleo atrapados en las rocas.
El problema es que en 2025 los productores estadounidenses no tendrán el incentivo de los precios altos bajo esta segunda administración de Trump: una nueva encuesta del estudio de abogados Haynes Boone LLC reveló que los bancos se están preparando para que los precios del petróleo caigan por debajo de los 60 dólares el barril para mediados del nuevo mandato de Trump. Las predicciones de precios del crudo son referencias que habitualmente fallan, pero condicionan igualmente las decisiones empresariales y políticas.
La otra novedad de 2024 fue el renacimiento nuclear, debido a que en teoría ofrece lo mejor de ambos mundos, es decir, electricidad de carga base y sin emisiones. El mundo tiene hoy más de 60 mil GW en proyectos y en construcción de centrales atómicas. La mitad corresponden a China e India. Sin embargo, hay un problema, y ese problema es que se necesitan años para construir una central nuclear convencional y los costos son altísimos. Esta es la razón por la que los pequeños reactores nucleares modulares fueron noticia en 2024 como una alternativa más rápida a las centrales convencionales, y probablemente seguirán siendo noticia hasta que se demuestre que realmente son una alternativa viable a las grandes centrales. Por ahora, sin embargo, es la energía nuclear o atómica convencional la que está sobre la mesa. El 15 de abril de 2023, Alemania cerró sus últimas tres centrales nucleares, fueron reemplazadas no sólo por energías renovables sino también por centrales de gas y carbón. Un error de cálculo donde faltó el pensamiento reflexivo. El 26 de diciembre de 2023 Javier Milei anuló los contratos del AMBA 1, obra fundamental de transporte eléctrico para garantizar el servicio. El 10 de julio de 2024 anuló los contratos para la construcción de las centrales térmicas en Formosa e Ibarreta y no sabe cómo reemplazarlas, mostrando una vez más su falta de pensamiento reflexivo y malos cálculos. "El mundo aparece como un objeto al que el pensamiento calculador dirige sus ataques y a los que ya nada debe poder resistir. La naturaleza pasa a ser el combustible del pensamiento calculador. El poder y lo que se puede lograr con la naturaleza y con el dominio de la energía atómica." "Serenidad", Heidegger, 1955. La Naturaleza es más que un recurso a explotar, el pensamiento calculador no alcanza. ¡Bienvenidos a 2025!
Fuente: LPO