Violenta represión policial en Berlín durante la manifestación en homenaje a Rosa LuxemburgoSiguiendo la tradición, el movimiento comunista alemán se reunió en Berlín en homenaje a los líderes comunistas Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht, asesinados el 15 de enero de 1919 bajo el mando de la socialdemocracia. Personas y grupos de todo el país se unieron en la movilización: el recorrido que unía el Frankfurter Tor -situado junto a la emblemática avenida de Karl Marx- con Liebknecht y el cementerio donde se encuentran los cuerpos en Luxemburgo. Al final, dedicaron el memorial a todos los socialistas caídos.
La historia de esta movilización proviene de los homenajes celebrados en la República de Weimar, empezando por el funeral de Karl Liebknecht, al que asistieron 100.000 personas. Poco después, el cuerpo de Rosa Luxemburgo fue hallado en un canal y enterrado junto a su compañero en el cementerio de Friedrichsfeld, en un rincón destinado a los «delincuentes comunes», tras el veto judicial a enterrarlo en el histórico Cementerio de los Caídos de Marzo.
Aunque en el pasado reciente estas manifestaciones se han desarrollado de forma más o menos tranquila, la situación política ha tensado el ambiente. Desde el inicio del genocidio palestino, el Gobierno alemán ha intensificado una campaña de criminalización contra la solidaridad con Palestina, lo que también ha avivado la represión contra el movimiento comunista. En 2024, esto supuso varias cargas policiales en la movilización anual, con decenas de heridos y detenidos.
Este año, la situación ha sido aún más violenta. La presencia policial fue brutal desde el principio: antes del inicio de la movilización, advirtió por megafonía de que no toleraría «elogios de individuos criminales» ni la exhibición de símbolos de solidaridad con la Resistencia palestina. Los manifestantes respondieron con canciones a favor de la liberación de Palestina y de la unidad internacionalista.
Poco después, la Policía arremetió contra los asistentes. Estos ataques, que incluyen golpes y gas pimienta, dejaron varios heridos. Cuatro de ellos tuvieron que ser hospitalizados de inmediato, entre ellos dos personas de corta edad. Además, varias personas fueron detenidas.
Un manifestante explica al Diario Socialista que el nerviosismo policial también está ligado al crecimiento de un movimiento juvenil comunista. El movimiento ha salido este año a la calle como un bloque cohesionado, demostrando su capacidad para hacer frente a las cargas. Con estandartes y banderas rojas, las primeras cargas policiales no rompieron sus filas, pero los agentes siguieron atacando al resto de manifestantes. Tras las cargas iniciales, la marcha continuó hasta el cementerio, donde los asistentes depositaron miles de rosas rojas al pie del monumento a los socialistas caídos.
Sin embargo, la calma fue corta. Al final de la manifestación, mientras acudían los participantes, la Policía volvió a cargar contra ellos. Según informaciones de última hora de Redstream, las fuerzas policiales sorprendieron a los manifestantes en las inmediaciones de una estación de metro impidiendo su salida. Los testigos, que han denunciado más detenciones, palizas y uso de gas pimienta, han informado de que un hombre perdió el conocimiento a causa de los golpes de los agentes. Las autoridades obligaron a los manifestantes a dirigirse al interior del metro y los tuvieron atrapados mientras continuaban los ataques. Los organizadores han mostrado su preocupación por la posibilidad de que en los próximos días haya más detenciones, en un clima de represión cada vez más intenso y que no tiene fin.
Fuente: Resmuen Latinoamericano
Siguiendo la tradición, el movimiento comunista alemán se reunió en Berlín en homenaje a los líderes comunistas Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht, asesinados el 15 de enero de 1919 bajo el mando de la socialdemocracia. Personas y grupos de todo el país se unieron en la movilización: el recorrido que unía el Frankfurter Tor -situado junto a la emblemática avenida de Karl Marx- con Liebknecht y el cementerio donde se encuentran los cuerpos en Luxemburgo. Al final, dedicaron el memorial a todos los socialistas caídos.
La historia de esta movilización proviene de los homenajes celebrados en la República de Weimar, empezando por el funeral de Karl Liebknecht, al que asistieron 100.000 personas. Poco después, el cuerpo de Rosa Luxemburgo fue hallado en un canal y enterrado junto a su compañero en el cementerio de Friedrichsfeld, en un rincón destinado a los «delincuentes comunes», tras el veto judicial a enterrarlo en el histórico Cementerio de los Caídos de Marzo.
Aunque en el pasado reciente estas manifestaciones se han desarrollado de forma más o menos tranquila, la situación política ha tensado el ambiente. Desde el inicio del genocidio palestino, el Gobierno alemán ha intensificado una campaña de criminalización contra la solidaridad con Palestina, lo que también ha avivado la represión contra el movimiento comunista. En 2024, esto supuso varias cargas policiales en la movilización anual, con decenas de heridos y detenidos.
Este año, la situación ha sido aún más violenta. La presencia policial fue brutal desde el principio: antes del inicio de la movilización, advirtió por megafonía de que no toleraría «elogios de individuos criminales» ni la exhibición de símbolos de solidaridad con la Resistencia palestina. Los manifestantes respondieron con canciones a favor de la liberación de Palestina y de la unidad internacionalista.
Poco después, la Policía arremetió contra los asistentes. Estos ataques, que incluyen golpes y gas pimienta, dejaron varios heridos. Cuatro de ellos tuvieron que ser hospitalizados de inmediato, entre ellos dos personas de corta edad. Además, varias personas fueron detenidas.
Un manifestante explica al Diario Socialista que el nerviosismo policial también está ligado al crecimiento de un movimiento juvenil comunista. El movimiento ha salido este año a la calle como un bloque cohesionado, demostrando su capacidad para hacer frente a las cargas. Con estandartes y banderas rojas, las primeras cargas policiales no rompieron sus filas, pero los agentes siguieron atacando al resto de manifestantes. Tras las cargas iniciales, la marcha continuó hasta el cementerio, donde los asistentes depositaron miles de rosas rojas al pie del monumento a los socialistas caídos.
Sin embargo, la calma fue corta. Al final de la manifestación, mientras acudían los participantes, la Policía volvió a cargar contra ellos. Según informaciones de última hora de Redstream, las fuerzas policiales sorprendieron a los manifestantes en las inmediaciones de una estación de metro impidiendo su salida. Los testigos, que han denunciado más detenciones, palizas y uso de gas pimienta, han informado de que un hombre perdió el conocimiento a causa de los golpes de los agentes. Las autoridades obligaron a los manifestantes a dirigirse al interior del metro y los tuvieron atrapados mientras continuaban los ataques. Los organizadores han mostrado su preocupación por la posibilidad de que en los próximos días haya más detenciones, en un clima de represión cada vez más intenso y que no tiene fin.
Fuente: Resmuen Latinoamericano