Estados Unidos atropella y Argentina quiere meterse, ¿cuál es el futuro del mercado global del GNL?SPUTNIK
El mercado mundial de gas natural licuado (GNL) en 2024 ha sido determinado por una serie de factores, desde las sanciones al sector ruso hasta la suspensión de nuevos permisos de exportación del gas por EEUU. El experto en energía, Alexéi Belogóriev, opinó a Sputnik cómo sobrevivirá ese mercado el 2025 y si la UE afrontaría otra crisis energética.
Después de que la UE impusiera sanciones a los recursos energéticos rusos tras el inicio de la operación militar especial en Ucrania y pasara a sustituir parcialmente el suministro del gas a través de gasoductos por GNL, Washington se convirtió en el principal proveedor de Bruselas, acaparando casi la mitad del mercado.
Estados Unidos planea aumentar aún más su presencia en el mercado mundial del gas con 64 millones de toneladas anuales de capacidad de GNL en construcción, además de 86,8 millones de toneladas ya en funcionamiento, y el regreso del republicano Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2025 daría a la industria un impulso aún más vigoroso, afirmó el analista del Instituto de Energía y Finanzas ruso.
En opinión de Belogóriev, Trump suprimirá la suspensión impuesta por Joe Biden a las licencias de exportación de nuevas plantas de GNL con una capacidad nominal combinada de más de 50 millones de toneladas al año, aunque el levantamiento de la moratoria "no tendrá un impacto en el suministro hasta 2029 como muy pronto".
Además, Trump seguirá "dando codazos" a los competidores de EEUU, añade el interlocutor, señalando que Rusia es uno de los principales rivales en esta carrera. Así, según el borrador de la Estrategia Energética de Rusia hasta 2050, Moscú planea aumentar la producción de GNL hasta 140 millones de toneladas anuales desde los 32,9 millones actuales, lo que dependerá del calendario del inicio de los envíos desde la parte construida de Arctic LNG-2, así como de la puesta en marcha de la segunda línea tecnológica de ese proyecto.
Por otra parte, la política económica general del flamante presidente estadounidense amenaza con aumentar los costos inflacionarios en la construcción de plantas de GNL de EEUU, señaló. Así, el aumento de las exportaciones de este tipo de gas, según el experto, conduciría a un crecimiento de los precios internos del gas en el principal centro de distribución de dicho combustible en ese país (Henry Hub).
En consecuencia, el costo del GNL estadounidense aumentaría, lo que afectaría negativamente al consumidor europeo. Al mismo tiempo, como declaró el exministro ruso de Energía, Nikolái Shulguínov, solo el crecimiento de los suministros procedentes de Rusia puede conducir a una bajada de los precios del gas en Europa.
Asimismo, la volatilidad del mercado europeo -que el experto calificó de "punto de dolor para todo el mercado mundial del GNL"- puede verse intensificada por las difíciles condiciones meteorológicas y la inestable situación en Oriente Medio. En este sentido, en un contexto de crecimiento activo de la oferta, sigue abierta la cuestión de si el mercado mundial será capaz de absorber nuevos volúmenes de GNL en el futuro.
Por un lado, Europa ha asumido una parte significativa del suministro mundial total en 2022-2023, pero, por otro, la demanda europea de GNL ha caído bruscamente en 2024 y las perspectivas a largo plazo no están nada claras, especialmente cuando las autoridades de la UE siguen asustando a las empresas energéticas con un objetivo global de reducción del consumo de gas. La incertidumbre es alta y esto pone nerviosos a todos, incluidos los proveedores estadounidenses, manifestó el analista.
"Pero hasta ahora no es evidente que la demanda de GNL en Europa vaya a seguir disminuyendo definitivamente. Al menos en 2025-2026, hay razones para creer que crecerá. Según algunas estimaciones audaces, el ritmo continuará hasta 2029", apuntó.
El mercado asiático, en términos de demanda, es mucho más predecible, subrayó Belogóriev. En su opinión, en casi cualquier escenario, el consumo "crecerá vigorosamente durante al menos los próximos 10 años". Al mismo tiempo, como advirtió el analista ruso, Asia aún no es capaz de absorber todo el aumento de la oferta (aunque la industria del GNL no espera la habitual crisis de sobreproducción), por lo que los proveedores se verán enfrentados a una feroz competencia de costos, al juego del dumping y a los intentos de nuevas restricciones sancionadoras.
No obstante, la introducción de restricciones directas a las importaciones rusas de gas natural licuado a la Unión Europea para finales de 2025 parece improbable para Belogóriev.
"Hasta finales de 2025, incluso la sustitución parcial de los actuales suministros de GNL ruso a la UE será muy problemática", sentenció.
Sin embargo, a partir de 2026, en el contexto de la posible formación de un excedente de suministro mundial, esto se convertirá en un objetivo político realizable, aunque en principio "no tenga ningún sentido puramente económico", concluyó.
SPUTNIK
El mercado mundial de gas natural licuado (GNL) en 2024 ha sido determinado por una serie de factores, desde las sanciones al sector ruso hasta la suspensión de nuevos permisos de exportación del gas por EEUU. El experto en energía, Alexéi Belogóriev, opinó a Sputnik cómo sobrevivirá ese mercado el 2025 y si la UE afrontaría otra crisis energética.
Después de que la UE impusiera sanciones a los recursos energéticos rusos tras el inicio de la operación militar especial en Ucrania y pasara a sustituir parcialmente el suministro del gas a través de gasoductos por GNL, Washington se convirtió en el principal proveedor de Bruselas, acaparando casi la mitad del mercado.
Estados Unidos planea aumentar aún más su presencia en el mercado mundial del gas con 64 millones de toneladas anuales de capacidad de GNL en construcción, además de 86,8 millones de toneladas ya en funcionamiento, y el regreso del republicano Donald Trump a la Casa Blanca en enero de 2025 daría a la industria un impulso aún más vigoroso, afirmó el analista del Instituto de Energía y Finanzas ruso.
En opinión de Belogóriev, Trump suprimirá la suspensión impuesta por Joe Biden a las licencias de exportación de nuevas plantas de GNL con una capacidad nominal combinada de más de 50 millones de toneladas al año, aunque el levantamiento de la moratoria "no tendrá un impacto en el suministro hasta 2029 como muy pronto".
Además, Trump seguirá "dando codazos" a los competidores de EEUU, añade el interlocutor, señalando que Rusia es uno de los principales rivales en esta carrera. Así, según el borrador de la Estrategia Energética de Rusia hasta 2050, Moscú planea aumentar la producción de GNL hasta 140 millones de toneladas anuales desde los 32,9 millones actuales, lo que dependerá del calendario del inicio de los envíos desde la parte construida de Arctic LNG-2, así como de la puesta en marcha de la segunda línea tecnológica de ese proyecto.
Por otra parte, la política económica general del flamante presidente estadounidense amenaza con aumentar los costos inflacionarios en la construcción de plantas de GNL de EEUU, señaló. Así, el aumento de las exportaciones de este tipo de gas, según el experto, conduciría a un crecimiento de los precios internos del gas en el principal centro de distribución de dicho combustible en ese país (Henry Hub).
En consecuencia, el costo del GNL estadounidense aumentaría, lo que afectaría negativamente al consumidor europeo. Al mismo tiempo, como declaró el exministro ruso de Energía, Nikolái Shulguínov, solo el crecimiento de los suministros procedentes de Rusia puede conducir a una bajada de los precios del gas en Europa.
Asimismo, la volatilidad del mercado europeo -que el experto calificó de "punto de dolor para todo el mercado mundial del GNL"- puede verse intensificada por las difíciles condiciones meteorológicas y la inestable situación en Oriente Medio. En este sentido, en un contexto de crecimiento activo de la oferta, sigue abierta la cuestión de si el mercado mundial será capaz de absorber nuevos volúmenes de GNL en el futuro.
Por un lado, Europa ha asumido una parte significativa del suministro mundial total en 2022-2023, pero, por otro, la demanda europea de GNL ha caído bruscamente en 2024 y las perspectivas a largo plazo no están nada claras, especialmente cuando las autoridades de la UE siguen asustando a las empresas energéticas con un objetivo global de reducción del consumo de gas. La incertidumbre es alta y esto pone nerviosos a todos, incluidos los proveedores estadounidenses, manifestó el analista.
"Pero hasta ahora no es evidente que la demanda de GNL en Europa vaya a seguir disminuyendo definitivamente. Al menos en 2025-2026, hay razones para creer que crecerá. Según algunas estimaciones audaces, el ritmo continuará hasta 2029", apuntó.
El mercado asiático, en términos de demanda, es mucho más predecible, subrayó Belogóriev. En su opinión, en casi cualquier escenario, el consumo "crecerá vigorosamente durante al menos los próximos 10 años". Al mismo tiempo, como advirtió el analista ruso, Asia aún no es capaz de absorber todo el aumento de la oferta (aunque la industria del GNL no espera la habitual crisis de sobreproducción), por lo que los proveedores se verán enfrentados a una feroz competencia de costos, al juego del dumping y a los intentos de nuevas restricciones sancionadoras.
No obstante, la introducción de restricciones directas a las importaciones rusas de gas natural licuado a la Unión Europea para finales de 2025 parece improbable para Belogóriev.
"Hasta finales de 2025, incluso la sustitución parcial de los actuales suministros de GNL ruso a la UE será muy problemática", sentenció.
Sin embargo, a partir de 2026, en el contexto de la posible formación de un excedente de suministro mundial, esto se convertirá en un objetivo político realizable, aunque en principio "no tenga ningún sentido puramente económico", concluyó.