Violencia machista en el municipio de Trelew: "Quieren sacar de foco la denuncia de abuso sexual; en vez de proteger a las víctimas, las disciplinan"
Hace poco más de un mes, trascendió una denuncia de acoso y abuso sexual contra el intendente de Trelew, Gerardo Merino. Sin embargo, no es el único caso. En lo que va del año, se registran unos 30 casos similares de trabajadoras municipales que sufrieron acoso, abuso y violencia laboral por parte de funcionarios de distintas áreas. La denuncia contra el intendente, por su magnitud, fue la que más trascendió: se trata de "un caso agravado por el abuso de poder y la violencia de género ejercida desde su cargo", según el abogado de la víctima. Colectivos feministas de la ciudad reclaman respuestas. Merino, por su parte, encaró una contraofensiva contra la trabajadora municipal y su abogado por "extorsión" algo que, según la referente de la ONG Puerta Violeta, Lorena Elisaincin, busca "desviar el foco".
Desde hace varias semanas, la ONG Puerta Violeta viene visibilizando la desidia del arco político local frente a múltiples denuncias hacia el interior de la Municipalidad de Trelew.
La mayoría de los casos transitan por el ámbito laboral, aunque otros fueron formalizados en la justicia. En algunos casos, se trata de episodios de acoso y violencia verbal, y otra gran parte están relacionados con irregularidades laborales, sobre todo con mujeres a quienes las cambian de lugar o les cambian las funciones sin hacer uso de los recursos administrativos necesarios.
A pesar de la gravedad de los hechos y el número de denuncias, desde la ONG señalan que no hay respuestas. Hasta el momento en que fue denunciado el propio intendente y salió a dar su declaración en medios de comunicación, el escenario era de silencio total por parte de la administración municipal.
La referente de Puerta Violeta, Lorena Elisaincin, señaló a este medio que durante la gestión no se aplicó ningún tipo de protocolo de actuación o prevención frente a los casos de violencia, por lo que más allá de las denuncias particulares, estima que a la Municipalidad podría caberle una sanción por inacción.
Nota relacionada: Trelew: más de 30 mujeres denuncian que fueron violentadas y aseguran que no se aplicaron protocolos de género
La denuncia contra Merino
A finales de noviembre, tras el escándalo de las denuncias múltiples en la Municipalidad, se conoció la denuncia contra el intendente, Gerardo Merino, por acoso laboral y abuso sexual. Según Elisaincin, existen al menos otras dos mujeres que habrían sido víctimas y están analizando iniciar el proceso legal.
Las pruebas incluirían mensajes e imágenes de connotación sexual que Merino enviaba a la mujer y los pedidos posteriores de disculpas, según informó el abogado de la denunciante, Gastón Brdier. Aseguró además que las pruebas son "contundentes" y que el hecho se configura como un abuso de poder.
"Es un caso agravado por el abuso de poder y la violencia de género ejercida desde su cargo. Este tipo de conductas no pueden quedar impunes", dijo Bordier a Diario Jornada.
En concreto, la trabajadora realizó la presentación judicial ante el Ministerio Publico Fiscal, acompañada con un expediente tramitado ante la Secretaría de Trabajo donde acusa a Merino de abuso de poder y hostigamiento laboral. También solicitó medidas de protección por temor a posibles represalias.
De acuerdo a la denuncia, los hechos comenzaron en agosto del 2023, cuando Merino fue electo como intendente por la UCR, y se extendieron hasta comienzos del 2023. El primer episodio habría ocurrido en agosto del año pasado, cuando fue convocada por el intendente electo a una reunión en su domicilio particular.
Desde ese momento, comenzó a recibir mensajes de Whatsapp con contenido inapropiado, además de atravesar episodios de intentos de contacto físico en actos públicos.
"Con Puerta Violeta no somos parte del expediente. Pero sí tenemos contacto, pudimos ver la denuncia y saber de cerca lo que está pasando. Tenemos conocimiento de dos casos más de dos chicas que no se animan a hacer la denuncia", señaló Elisaincin.
En esta línea dijo que accedieron a una parte de la declaración que Merino hizo en Fiscalía, y coincidía con el relato de la denunciante.
"Dice que se le acerca porque tenía un perfume que era muy rico, como que la huele. Dentro de sus confesiones él dice lo mismo que dice la víctima. Nada más que la víctima dice lo que hizo después de eso, y él dice que ella se sintió incómoda. Vos ves una mujer nerviosa, que está incómoda, que la citaste a la noche, y la empezás a oler porque te gustó el perfume ¿y después la culpa la tiene ella porque el perfume era rico? Es ilógico", cuestiona.
La denunciante, desprotegida
Tras conocerse la denuncia, el Partido Municipal por Trelew solicitó al intendente que se tome una licencia en su cargo en tanto se investigue el caso, con el fin de garantizar transparencia y eficacia.
La agrupación hizo público un comunicado en el que sostiene: "Los hechos en los que aparecen denunciadas las autoridades elegidas por el pueblo dan cuenta de una tensión entre la necesidad de que las instituciones democráticas funcionen sin interferencias y se garanticen los derechos de las víctimas de las violencias".
En este sentido, también ha expresado su preocupación ante la falta de mecanismos para tratar denuncias de acoso laboral y sexual. "No vamos a admitir un uso indebido de una temática tan importante pero tampoco vamos a restar importancia a la denuncia de ninguna víctima", agrega.
Merino, por su parte, habló en medios de comunicación y dijo que está a disposición de la Justicia, aunque todavía no acepta la licencia.
Pocos días más tarde, el 24 de noviembre, Merino designó a la abogada Gladys Olavarría para su defensa. La letrada defendió públicamente la inocencia del funcionario y sostuvo que la denuncia, además de ser falsa, estaría motivada por intereses políticos.
"Él no está todavía ni imputado ni sindicado como autor de ningún delito. Decidió presentarse porque se estaba ensuciando notablemente su buen nombre y honor", declaró Olavarría, en diálogo con "Mañana G" por Cadena Tiempo.
A principios de diciembre se hizo pública la denuncia de Merino y Olavarría contra la trabajadora municipal y su abogado, Gastón Bordier, por "coacción agravada". Según sostiene la defensa de Merino, ambos lo habrían extorsionado para conseguir un trabajo en el Estado.
"En realidad quieren sacar de foco la denuncia de abuso sexual, que más allá de que él pueda estar denunciando a la víctima y al abogado, son dos delitos distintos, el cometió un delito. Están tratando de tapar y sacar de foco", sostiene Elisaincin.
Y remarca la vulnerabilidad a la que ha estado expuesta la denunciante: "Sufrió mucha exposición pública, empezaron a viralizar fotos de ella donde estaba en traje de baño, como si no pudieras sacarte fotos, y por eso te tienen que acosar. La estigmatizan".
Como suele suceder en los casos de violencia machista, en el que las víctimas son constantemente cuestionadas, Elisaincin dice que incluso llegó a criticarse el horario en el que la trabajadora se encontró con Merino el día de los hechos, alrededor de las 22.30: "Parece que hasta el horario en que fue está mal. Ella trabaja en otro lado y sale a esa hora, tenía que arreglar lo de su trabajo a la mañana, la cita a esa hora por eso".
En relación al acompañamiento social, sostuvo que hay muchas mujeres que acompañan "una vez que entienden esto, que el no es no en cualquier momento".
"Quieren disciplinar a la víctima"
El 26 de noviembre se conoció la decisión de la jueza penal María Tolomei de determinar la prohibición de acercamiento del intendente hacia la trabajadora municipal que lo denunció.
El fallo establece que Merino no podrá acercarse a menos de 200 metros de la denunciante ni tener contacto por ninguna vía, incluyendo llamadas, mensajes o redes sociales. Además, la medida se extiende tanto al domicilio de la víctima como a su lugar de trabajo, con un plazo inicial de 30 días y bajo apercibimiento del delito de desobediencia.
La denunciante, sin embargo, enfrenta un sumario administrativo iniciado por el propio intendente. "Después de hacer la denuncia, esta trabajadora llegó a su lugar de trabajo y le sacaron todas las funciones, las claves de la computadora, todo. En vez de proteger a la víctima, la disciplinan para que no hable, para que tenga miedo y no continúe la denuncia", advierte la referente de Puerta Violeta.
La denuncia por extorsión fue corriendo del eje el caso de acoso, y en este sentido, Elisaincin dice que "están blindando todos los medios de comunicación masivos para sacar de foco la denuncia".
Por el momento, resta esperar el desarrollo de la investigación, que según Elisaincin, podría demorarse unos 6 meses. La ONG busca que la Justicia pueda dictaminar algún tipo de protocolo de actuación para este tipo de casos. "Esto podría sentar un precedente", agrega.
"Con los casos que ya teníamos, no han hecho nada. Pero desde que hicimos una intervención en un acto público en octubre y desde que el tema se hizo viral a nivel nacional, no han aparecido nuevos casos. Teníamos cerca de 2 casos por día", señala.
Mientras tanto, Puerta Violeta trabaja junto a la Multisectorial de Feminismo Popular en un protocolo adecuado para las situaciones de violencia, una medida necesaria que no se aplicó en los numerosos casos que hoy sacuden a la administración municipal.