Trabajadores de Amazon anuncian la mayor huelga de la historiaPor Tatiana Cozzarelli y Luigi Morris
Este jueves es un día histórico en Estados Unidos. Por primera vez, los trabajadores de reparto y de bodegas de Amazon de todo el país se declararon en huelga, comenzando en siete centros de distribución de distintos estados para exigir derecho a sindicalización y la firma de convenios colectivos con mejor salario y condiciones laborales.
La acción de los trabajadores se produce en medio de la temporada de compras navideñas, ya que los trabajadores de Amazon se ven obligados a trabajar extenuantes jornadas y horas extra para satisfacer la abrumadora demanda.
En los próximos días, otras instalaciones de Amazon se unirán a la huelga: JFK8 en la ciudad de Nueva York; DGT8 en Atlanta; DFX4, DAX5 y DAX8 en el sur de California; DCK6 en San Francisco; y DIL7 en Skokie, Illinois, junto con otras ubicaciones.
A las 6 de la mañana, en las instalaciones de DBK4 en Queens, Nueva York, cientos de conductores formaron piquetes y se negaron a entregar los pedidos. Allí conversaron con sus compañeros de trabajo, algunos de los cuales entraban a las instalaciones para trabajar, otros fueron convencidos de unirse a la línea de piquete. Muchos de los que estaban a punto de entrar en las instalaciones estacionaron fuera y se quedaron con sus compañeros de trabajo, uniéndose a la huelga.
Hay una creciente solidaridad entre los trabajadores. "Trabajamos por nada, no tenemos protección, no recibimos dinero, y trabajamos para este jefe rico que nos está explotando. Esta huelga es por nuestro respeto", le dijo un conductor a otro, convenciéndolo de unirse a la línea de piquete. A ellos se unieron trabajadores de la salud, conductores de UPS, estudiantes y jóvenes, todos solidarios con esta huelga histórica.
La Policía llegó a media mañana al lugar del piquete, en concreto el Grupo de Respuesta Estratégica, conocido por su trato brutal a los manifestantes propalestinos en las marchas de solidaridad con Gaza durante este año. La policía detuvo a un conductor y a un camionero. El conductor, que salía de Amazon con un camión lleno de paquetes, se detuvo para hablar con los trabajadores en huelga. En respuesta, la policía lo sacó de su vehículo y lo detuvo, un acto de intimidación indignante.
Se trata de David contra Goliat. Son trabajadores hiperexplotados, cuyas espaldas y cuerpos están destrozados por las agotadoras exigencias del trabajo. Son tratados como máquinas, deshumanizados por las insoportables condiciones de trabajo de Amazon. Sin embargo, se enfrentan a la segunda persona más rica del mundo, Jeff Bezos, y al segundo empleador más grande de los Estados Unidos: Amazon. Con un valor de 2 billones de dólares y en el puesto número 2 de la lista Fortune 500, Amazon se ha negado a reconocer al sindicato formado por casi 10.000 trabajadores en todo el país. Siguen ignorando el derecho de los trabajadores a negociar, fingiendo que el sindicato no existe, una bofetada total a estos trabajadores de Amazon que lucharon por un sindicato y a todos los trabajadores. Es solo otro ejemplo de cómo los jefes degradan, ignoran y abusan de los trabajadores.
"Amazon es una de las corporaciones más grandes y ricas del mundo", dijo Gabriel Irizarry, conductor de DIL7 a Left Voice, parte de la Red Internacional La Izquierda Diario: "Hablan mucho de cuidar a sus trabajadores, pero, en última instancia, Amazon no nos respeta ni respeta nuestro derecho a negociar mejores condiciones laborales y salarios. Ni siquiera podemos pagar nuestras facturas", señaló Irizarry.
Estos trabajadores, que son esenciales, hoy están diciendo basta.
La huelga busca exigir a la empresa el reconocimiento de los trabajadores sindicalizados y que negocien un contrato que incluya cambios reales como poner fin a las horas extras obligatorias e instaurar un salario mínimo de 30 dólares la hora.
Si los trabajadores de Amazon triunfan, cambiará por completo el panorama de la clase trabajadora e inspirará a otros a hacer huelga y luchar por sus derechos. Como Amazon es una industria tan importante, el mundo está observando. La lucha de los trabajadores de Amazon está directamente relacionada con el movimiento más amplio de trabajadores, en particular a raíz de la pandemia, ya que cada vez más trabajadores presionan para que se formen sindicatos y exijan mejores condiciones. Basta con observar las huelgas en Boeing y en lso automotrices de UAW, que obtuvieron aumentos significativos: son parte de una ola creciente de resistencia de los trabajadores.
Es por esto que la policía ha reaccionado con tanta violencia, deteniendo a un conductor y a un camionero que se solidarizaron con ellos.
A pesar de la represion, este primer día de huelga también se caracterizó por una gran muestra de solidaridad. Trabajadores de otros sectores, organizaciones sociales y grupos de izquierdas han salido a las calles para sumarse a los piquetes y demostrar su apoyo inquebrantable.
Bezos ha invertido millones en iniciativas para acabar con los sindicatos. Amazon quiere que los trabajadores se sientan aislados y olvidados. Pero, a medida que la lucha de los trabajadores de Amazon se desarrolla, y su organización crece, todo el resto de los trabajadores y trabajadoras se fortalecen junto con ellos.
Fuente: La Izquierda Diario
Por Tatiana Cozzarelli y Luigi Morris
Este jueves es un día histórico en Estados Unidos. Por primera vez, los trabajadores de reparto y de bodegas de Amazon de todo el país se declararon en huelga, comenzando en siete centros de distribución de distintos estados para exigir derecho a sindicalización y la firma de convenios colectivos con mejor salario y condiciones laborales.
La acción de los trabajadores se produce en medio de la temporada de compras navideñas, ya que los trabajadores de Amazon se ven obligados a trabajar extenuantes jornadas y horas extra para satisfacer la abrumadora demanda.
En los próximos días, otras instalaciones de Amazon se unirán a la huelga: JFK8 en la ciudad de Nueva York; DGT8 en Atlanta; DFX4, DAX5 y DAX8 en el sur de California; DCK6 en San Francisco; y DIL7 en Skokie, Illinois, junto con otras ubicaciones.
A las 6 de la mañana, en las instalaciones de DBK4 en Queens, Nueva York, cientos de conductores formaron piquetes y se negaron a entregar los pedidos. Allí conversaron con sus compañeros de trabajo, algunos de los cuales entraban a las instalaciones para trabajar, otros fueron convencidos de unirse a la línea de piquete. Muchos de los que estaban a punto de entrar en las instalaciones estacionaron fuera y se quedaron con sus compañeros de trabajo, uniéndose a la huelga.
Hay una creciente solidaridad entre los trabajadores. "Trabajamos por nada, no tenemos protección, no recibimos dinero, y trabajamos para este jefe rico que nos está explotando. Esta huelga es por nuestro respeto", le dijo un conductor a otro, convenciéndolo de unirse a la línea de piquete. A ellos se unieron trabajadores de la salud, conductores de UPS, estudiantes y jóvenes, todos solidarios con esta huelga histórica.
La Policía llegó a media mañana al lugar del piquete, en concreto el Grupo de Respuesta Estratégica, conocido por su trato brutal a los manifestantes propalestinos en las marchas de solidaridad con Gaza durante este año. La policía detuvo a un conductor y a un camionero. El conductor, que salía de Amazon con un camión lleno de paquetes, se detuvo para hablar con los trabajadores en huelga. En respuesta, la policía lo sacó de su vehículo y lo detuvo, un acto de intimidación indignante.
Se trata de David contra Goliat. Son trabajadores hiperexplotados, cuyas espaldas y cuerpos están destrozados por las agotadoras exigencias del trabajo. Son tratados como máquinas, deshumanizados por las insoportables condiciones de trabajo de Amazon. Sin embargo, se enfrentan a la segunda persona más rica del mundo, Jeff Bezos, y al segundo empleador más grande de los Estados Unidos: Amazon. Con un valor de 2 billones de dólares y en el puesto número 2 de la lista Fortune 500, Amazon se ha negado a reconocer al sindicato formado por casi 10.000 trabajadores en todo el país. Siguen ignorando el derecho de los trabajadores a negociar, fingiendo que el sindicato no existe, una bofetada total a estos trabajadores de Amazon que lucharon por un sindicato y a todos los trabajadores. Es solo otro ejemplo de cómo los jefes degradan, ignoran y abusan de los trabajadores.
"Amazon es una de las corporaciones más grandes y ricas del mundo", dijo Gabriel Irizarry, conductor de DIL7 a Left Voice, parte de la Red Internacional La Izquierda Diario: "Hablan mucho de cuidar a sus trabajadores, pero, en última instancia, Amazon no nos respeta ni respeta nuestro derecho a negociar mejores condiciones laborales y salarios. Ni siquiera podemos pagar nuestras facturas", señaló Irizarry.
Estos trabajadores, que son esenciales, hoy están diciendo basta.
La huelga busca exigir a la empresa el reconocimiento de los trabajadores sindicalizados y que negocien un contrato que incluya cambios reales como poner fin a las horas extras obligatorias e instaurar un salario mínimo de 30 dólares la hora.
Si los trabajadores de Amazon triunfan, cambiará por completo el panorama de la clase trabajadora e inspirará a otros a hacer huelga y luchar por sus derechos. Como Amazon es una industria tan importante, el mundo está observando. La lucha de los trabajadores de Amazon está directamente relacionada con el movimiento más amplio de trabajadores, en particular a raíz de la pandemia, ya que cada vez más trabajadores presionan para que se formen sindicatos y exijan mejores condiciones. Basta con observar las huelgas en Boeing y en lso automotrices de UAW, que obtuvieron aumentos significativos: son parte de una ola creciente de resistencia de los trabajadores.
Es por esto que la policía ha reaccionado con tanta violencia, deteniendo a un conductor y a un camionero que se solidarizaron con ellos.
A pesar de la represion, este primer día de huelga también se caracterizó por una gran muestra de solidaridad. Trabajadores de otros sectores, organizaciones sociales y grupos de izquierdas han salido a las calles para sumarse a los piquetes y demostrar su apoyo inquebrantable.
Bezos ha invertido millones en iniciativas para acabar con los sindicatos. Amazon quiere que los trabajadores se sientan aislados y olvidados. Pero, a medida que la lucha de los trabajadores de Amazon se desarrolla, y su organización crece, todo el resto de los trabajadores y trabajadoras se fortalecen junto con ellos.
Fuente: La Izquierda Diario