Patagonia rebelde y el homenaje 103 años despuésEste sábado 7 de diciembre, Isabel Soto estuvo de visita por Río Gallegos. Es la hija de Antonio Soto Canalejo, conocido popularmente como El Gallego Soto. Fue el principal dirigente de las huelgas de 1920-1921 en Santa Cruz. A 103 años de los sucesos de la Patagonia Rebelde, se retrató en el mismo lugar de la icónica imagen de su padre y reivindicó la importancia de mantener viva la memoria de los huelguistas que osaron enfrentar a los poderosos estancieros de la Sociedad Rural.
Por Ernesto Zippo
Fue una mañana soleada y sin viento, ayudando a que el momento preciso de empezar con la toma fotográfica, no hubiera dificultades climáticas; siempre tan probables por estos lugares. Pasadas las 11 de la mañana, fue llegando gente a la esquina de la avenida Néstor Kirchner y Bernardino Rivadavia. Allí, 104 años atrás, Antonio Sotose retrató en una foto que pasó a la historia. Su hija Isabel con sus 77 años, estuvo en el mismo lugar, casi vestida como su padre y hasta con una gorra similar a la que usó Antonio.
"Para mí, es una emoción enorme estar acá y me costó mucho no llorar, pensando que hace 104 años atrás, estaba mi padre en este mismo lugar, como en ésta fotografía", dijo Isabel emocionada, sosteniendo la foto con la imagen de Antonio Soto. "La importancia de mantener viva la memoria de ésos 1.500 peones que fueron fusilados y ojalá que el juicio que empezó en Caleta Olivia y donde yo declaré, sean reconocidos como crímenes de lesa humanidad, cometidos por el Estado Argentino", continuó agregando. Finalmente, destacó que vino a rendir un homenaje a aquellos hombres que defendieron un ideal de libertad y agradeció al público.
La gente que estuvo presente, fue testigo de un momento irrepetible La importancia que sigue teniendo en el imaginario social, lo ocurrido en 1921 para la Patagonia, es importante. Justamente se están cumpliendo 103 años de la masacre de 1.500 peones que estaban en huelga en Santa Cruz. Reclamaban mejoras salariales y laborales. Pero el gobierno del radical Hipólito Yrigoyen envió al teniente coronel Héctor Benigno Varela y su regimiento a ejecutarlos por tener el atrevimiento de rebelarse ante los poderosos estancieros de la Sociedad Rural.
Mientras Isabel saludaba a quienes se acercaron a conocerla, los transeúntes miraban con extrañeza lo que sucedía. Preguntaban qué estaba ocurriendo y quién era la mujer alta que hablaba frente al público. Algunos se sumaron sorprendidos al resto de los que sabían que iba estar presente. También estuvieron acompañando, los familiares de Armando Mamporro y Severo Benítez quienes también fueron protagonistas de la huelga, junto al Gallego Soto.
La organización estuvo a cargo de la Comisión por la Memoria de las Huelgas de 1920-1921 de Río Gallegos y por Luís Ibarra Philemon, fundador de la Comisión por la Memoria de la Huelga de 1921 de Lago Argentino. Fueron quienes invitaron a Isabel Soto a participar del acto que se realizará en el Cenotafio que está frente a la Estancia La Anita (El Calafate), uno de los lugares donde más fusilamientos hubo entre el 7 y 8 de diciembre de 1921. Allí se levanta la dramática asamblea, donde más de doscientos peones deciden levantar la huelga y rendirse ante sus fusiladores. Lo que ocurrió después fue dantesco. Los patrones iban seleccionando a los delegados de la Sociedad Obrera y activistas de las estancias, para ser acribillados por las balas militares y luego arrojados a una fosa común que está afuera de la estancia. Ante tal derrota, el Gallego Soto decide escapar hacia Puerto Natales (Chile), junto a poco más de una decena de compañeros que hubieran sido acribillados sin ninguna duda.
La memoria de aquella hazaña se mantiene firme en cada actividad, como hace un mes atrás cuando estuvo Pavel Oyarzun Díaz, presentando su novela El Paso del Diablo, inspirada en aquellos sucesos. En ambas actividades y en otras anteriores, siempre concurren decenas de jóvenes, trabajadores y público en general, sensibilizados por lo que implica aquella huelga. Sin la investigación de Osvaldo Bayer, difícilmente su hubiera descubierto tal valentía obrera en estas tierras y la masacre cometida por el Estado Argentino.
La visita de Isabel fue fugaz por Río Gallegos, pero histórica a la vez. Antes de irse invitó al acto que se hará a las 16 horas en el Cenotafio que queda al frente de La Estancia La Anita, a unos 20 kilómetros de El Calafate y por la Ruta Provincial número 15. Como todos los años se rendirá homenaje a los peones de uno de los hitos más importantes de la clase obrera argentina y chilena.
Fuente: La Izquierda Diario
Este sábado 7 de diciembre, Isabel Soto estuvo de visita por Río Gallegos. Es la hija de Antonio Soto Canalejo, conocido popularmente como El Gallego Soto. Fue el principal dirigente de las huelgas de 1920-1921 en Santa Cruz. A 103 años de los sucesos de la Patagonia Rebelde, se retrató en el mismo lugar de la icónica imagen de su padre y reivindicó la importancia de mantener viva la memoria de los huelguistas que osaron enfrentar a los poderosos estancieros de la Sociedad Rural.
Por Ernesto Zippo
Fue una mañana soleada y sin viento, ayudando a que el momento preciso de empezar con la toma fotográfica, no hubiera dificultades climáticas; siempre tan probables por estos lugares. Pasadas las 11 de la mañana, fue llegando gente a la esquina de la avenida Néstor Kirchner y Bernardino Rivadavia. Allí, 104 años atrás, Antonio Sotose retrató en una foto que pasó a la historia. Su hija Isabel con sus 77 años, estuvo en el mismo lugar, casi vestida como su padre y hasta con una gorra similar a la que usó Antonio.
"Para mí, es una emoción enorme estar acá y me costó mucho no llorar, pensando que hace 104 años atrás, estaba mi padre en este mismo lugar, como en ésta fotografía", dijo Isabel emocionada, sosteniendo la foto con la imagen de Antonio Soto. "La importancia de mantener viva la memoria de ésos 1.500 peones que fueron fusilados y ojalá que el juicio que empezó en Caleta Olivia y donde yo declaré, sean reconocidos como crímenes de lesa humanidad, cometidos por el Estado Argentino", continuó agregando. Finalmente, destacó que vino a rendir un homenaje a aquellos hombres que defendieron un ideal de libertad y agradeció al público.
La gente que estuvo presente, fue testigo de un momento irrepetible La importancia que sigue teniendo en el imaginario social, lo ocurrido en 1921 para la Patagonia, es importante. Justamente se están cumpliendo 103 años de la masacre de 1.500 peones que estaban en huelga en Santa Cruz. Reclamaban mejoras salariales y laborales. Pero el gobierno del radical Hipólito Yrigoyen envió al teniente coronel Héctor Benigno Varela y su regimiento a ejecutarlos por tener el atrevimiento de rebelarse ante los poderosos estancieros de la Sociedad Rural.
Mientras Isabel saludaba a quienes se acercaron a conocerla, los transeúntes miraban con extrañeza lo que sucedía. Preguntaban qué estaba ocurriendo y quién era la mujer alta que hablaba frente al público. Algunos se sumaron sorprendidos al resto de los que sabían que iba estar presente. También estuvieron acompañando, los familiares de Armando Mamporro y Severo Benítez quienes también fueron protagonistas de la huelga, junto al Gallego Soto.
La organización estuvo a cargo de la Comisión por la Memoria de las Huelgas de 1920-1921 de Río Gallegos y por Luís Ibarra Philemon, fundador de la Comisión por la Memoria de la Huelga de 1921 de Lago Argentino. Fueron quienes invitaron a Isabel Soto a participar del acto que se realizará en el Cenotafio que está frente a la Estancia La Anita (El Calafate), uno de los lugares donde más fusilamientos hubo entre el 7 y 8 de diciembre de 1921. Allí se levanta la dramática asamblea, donde más de doscientos peones deciden levantar la huelga y rendirse ante sus fusiladores. Lo que ocurrió después fue dantesco. Los patrones iban seleccionando a los delegados de la Sociedad Obrera y activistas de las estancias, para ser acribillados por las balas militares y luego arrojados a una fosa común que está afuera de la estancia. Ante tal derrota, el Gallego Soto decide escapar hacia Puerto Natales (Chile), junto a poco más de una decena de compañeros que hubieran sido acribillados sin ninguna duda.
La memoria de aquella hazaña se mantiene firme en cada actividad, como hace un mes atrás cuando estuvo Pavel Oyarzun Díaz, presentando su novela El Paso del Diablo, inspirada en aquellos sucesos. En ambas actividades y en otras anteriores, siempre concurren decenas de jóvenes, trabajadores y público en general, sensibilizados por lo que implica aquella huelga. Sin la investigación de Osvaldo Bayer, difícilmente su hubiera descubierto tal valentía obrera en estas tierras y la masacre cometida por el Estado Argentino.
La visita de Isabel fue fugaz por Río Gallegos, pero histórica a la vez. Antes de irse invitó al acto que se hará a las 16 horas en el Cenotafio que queda al frente de La Estancia La Anita, a unos 20 kilómetros de El Calafate y por la Ruta Provincial número 15. Como todos los años se rendirá homenaje a los peones de uno de los hitos más importantes de la clase obrera argentina y chilena.
Fuente: La Izquierda Diario