Géneros

Maltz: "La Educación Emocional y la ESI no son sólo dos propuestas diferentes, plantean distintos proyectos de país"

En medio de la embestida de la derecha sobre los movimientos de mujeres y diversidades, y mientras se ataca y desfinancia a la ESI, comienzan a tomar fuerza los proyectos pedagógicos de Educación Emocional. Desde el ámbito docente señalan que se trata de un paradigma con bases muy distintas a las de la ESI, más asociado a un proyecto político neoliberal. Liliana Maltz -parte del colectivo "X más ESI" y capacitadora en el tema- explicó ante El Extremo Sur que "hay una clara intención de reemplazar la ESI por la Educación Emocional, porque se está desfinanciando a la ESI, que para el año que viene tiene cero presupuesto, y se están poniendo todas las fichas en crear leyes de Educación Emocional con presupuesto acorde. Quieren transformar a la ESI para que se ocupe del cuerpo desde una perspectiva biológica y sacar la diversidad y la cuestión de género".

La Ley Nº 26.de Educación Sexual Integral se sancionó en 2006, y establece el derecho de todos los estudiantes en todos los niveles educativos, de gestión estatal o privada, a recibirla desde un abordaje integral, tanto sus aspectos biológicos, psicológicos y sociales, así como afectivos y éticos. Los lineamientos curriculares de la ESI se aprobaron en 2008, fruto del diálogo entre actores y expertos del ámbito social, político y docente, entre otros.

Los contenidos varían para los distintos niveles, aunque se trabaja en cinco ejes fundamentales: el cuidado del cuerpo y la salud, la valoración de la afectividad, la equidad de género, el respeto por la diversidad y el ejercicio de los derechos.

Sin embargo, no está aislada: allanó el camino para otros proyectos de ampliación de derechos y hoy representa un paradigma de derechos de las mujeres, las diversidades y las infancias en el que convive con otras conquistas históricas.

La investigación "Estado de la ESI en Argentina", elaborada por el proyecto #EsConESI subraya que la conquista de esta normativa se explica, en parte, por otros proyectos similares aprobados con anterioridad, como la Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable (2003), y la Ley Nacional de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes que se sancionó (2005).

A su vez, estas conquistas impulsaron otros proyectos en materia de género y diversidad: la Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia en contra de las mujeres e identidades femeninas (2009), la Ley de Matrimonio Igualitario (2010), la Ley de Identidad de Género (2012), y la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travesti- Trans (2021), entre otras.

Desde su aprobación a la fecha, uno de los mayores desafíos ha sido la correcta implementación en todo el territorio argentino. De acuerdo al informe #EsConESI esto depende fundamentalmente "de la construcción de una estructura institucional acorde a cada coyuntura local, que habilite distintos mecanismos tendientes a generar programas de contenido, formación docente y aplicación práctica en el aula", a lo cual se suma el desafío del sostenimiento en el tiempo y las alianzas estratégicas entre el cuerpo docente y las y los jóvenes.

Las principales barreras en este proceso son la falta de implementación conjunta, la ausencia de mecanismos de control y seguimiento por parte del Estado en los territorios, y no menor, la acción de los movimientos anti-derechos, frecuentemente encabezados por sectores religiosos y de la derecha política.

La Educación Emocional

De acuerdo con un proyecto reciente que se presentó en la Cámara de Diputados, la Educación Emocional se define como "el proceso educativo que tiene como objetivo el desarrollo de competencias emocionales, incluyendo la conciencia emocional, la regulación emocional, la autonomía emocional, la competencia social y las habilidades para la vida y el bienestar".

El objetivo es implementar conocimientos para la expresión y regulación de las emociones a partir de los siguientes ejes: a) Cooperación y el trabajo en equipo, b) Bienestar integral, c) Empatía y d) Autoconciencia.

A la fecha son varias las provincias que cuentan con proyectos aprobados de Educación Emocional. La pionera fue Corrientes, que en 2016 sancionó la primera norma. Le siguen Misiones, en 2018; Jujuy en 2021; Chaco en 2022 y Tucumán en 2023. Sin embargo, otras provincias, como Chubut, comenzaron a discutir la posibilidad de implementación.

El autor de esta normativa es Lucas Malaisi, psicólogo y presidente de la Fundación Educación Emocional. Su proyecto apunta a la transversalización de este modelo en el sistema educativo de todo el país, considerando que "es menester abordar una educación que favorezca el desarrollo de la resiliencia, salud emocional y satisfacción personal, dinamización de recursos y el entrar en acción, tolerancia a la frustración y automotivación".

En paralelo, este año la diputada por San Luis, Karina Bachey, presentó un proyecto de Ley de Incorporación de la Educación Emocional al Sistema Educativo. Desde 2019, han sido varios los proyectos discutidos en este sentido, aunque este año la temática parece haber calado con más fuerza en el debate público.

Este año, dos proyectos de este tipo fueron presentados en Chubut. Uno fue presentado por la diputada Jacqueline Caminoa, denominado "Programa Educativo de Aprendizaje Emocional, Etico y Social".

El segundo pertenece a la Fundación Ser Protagonista de Puerto Madryn, presidida por la master coach Ana Barros, y data del 2017. En 2019 tomó estado parlamentario y estuvo cerca de ser tratado, aunque se descartó la posibilidad frente al rechazo de Ctera.

En medio de un reflote de los proyectos de Educación Emocional, similar a la actualidad, el gremio subrayó: "Todas estas iniciativas tienen un enfoque que se liga explícitamente a los ideales del sistema neoliberal en lo económico y neoconservador en lo político-pedagógico, en el que se priorizan las salidas individuales frente a los problemas sociales y educativos, la meritocracia como la manera de superación de las dificultades y la competencia como regla general en un contexto en el que la educación y el conocimiento son vistos como una mercancía más".

En la misma línea, recientemente Atech publicó una Carta para la docencia en Chubut, mediante la cual -junto a colectivos feministas y transfeministas, sindicales, universitarios, políticos y de Derechos Humanos- exponen seis razones para el fortalecimiento de la ESI en las escuelas, al tiempo que destaca el componente afectivo y emocional de sus contenidos curriculares.

"Creemos que es necesario encontrarnos para discutir las diferentes políticas educativas, con sus trasfondos ideológicos, identificando la idea de educación que sustentan, para quiénes y a favor de quiénes", remarcaron.

Guardar el enojo en un cajón

En diálogo con El Extremo Sur, la escritora y capacitadora en temáticas de ESI, Liliana Maltz, explicó las principales diferencias entre el proyecto pedagógico de la ESI y la Educación Emocional, remarcando que más allá de los contenidos, hay profundas diferencias a nivel político.

"No sólo se trata de dos respuestas didácticas o estilos de recursos que son diferentes, sino que de alguna manera responden a pensar un proyecto casi de país y de manera de vincularnos que son muy diferentes", sostiene.

Indica que "la Educación Emocional surge en las escuelas a partir de cuestiones que se trabajan en las empresas, por eso los verbos que acompañan al sustantivo emoción, son ‘autogestionar', ‘autoregular', ‘autoncontrolar.' Por un lado, los verbos tienen esta característica de gestión empresarial y una concepción individualista, de que la responsabilidad de estar bien está en el sujeto: independientemente de las causas que generan la emoción lo importante es gestionarla, regularla, controlarla para poder estar siempre felices y contentos".

La ESI, en cambio, piensa en lo colectivo, en el sujeto como un sujeto social y en las emociones "como una construcción que se dan en el marco de una cultura, y pone la mirada en cómo pensar la convivencia pensando también en el marco de derechos en la perspectiva de género".

Lejos de ignorar la afectividad, la ESI la incorpora como un eje transversalizado por la perspectiva de género, el cuidado del cuerpo y la salud y el respeto por la diversidad.

Maltz resalta la suerte de represión de las emociones que propone la Educación Emocional y cómo esto puede afectar a niños y niñas.

Desde la ESI se propone una postura crítica ante la idea de emociones "negativas" y "positivas": "Nos cuestionamos por qué es negativo el enojo, la bronca, la vergüenza, y por qué son positivas la alegría y la felicidad. No existe una positividad o una negatividad en relación a las emociones, es como que se proponen guardar el enojo en una cajita, ir al rincón de la calma, ponerla en un frasco y no entender que generó esa emoción".

"Esto lleva no solo a la culpabilización o patologización de algunos aspectos, sino a guardar la bronca, guardar el enojo. Y esto como perspectiva futura y pensando en nuestras adolescencias, es gravísimo, ¿qué hace un adolescente que no pudo expresar sus malestares y la propuesta siempre fue guardarlo, en este contexto de altas tasas de suicidio, por ejemplo?", cuestiona Maltz.

El abordaje de las violencias

Si bien la ESI trabaja en diversos aspectos, en los últimos años demostró ser clave para el reconocimiento y prevención de las violencias contra las infancias.

Un estudio del Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires correspondiente al 2020 muestra que entre el 70% y el 80% de los niños, niñas y adolescentes de entre 12 y 14 años que pasaron por la Sala de Entrevistas Especializada del organismo pudieron comprender que fueron abusados después de recibir clases de Educación Sexual Integral.

La asesora General Tutelar, Yael Bendel, remarcó que "la ESI les dio información para comprender que fueron víctimas y, al mismo tiempo, abrió un espacio de confianza en la escuela que les permitió contar lo sucedido".

Maltz cuestiona las herramientas que propone la Educación Emocional en el abordaje de las situaciones de violencia.

"Hace un par de meses estuve dando una capacitación en Junín y una estudiante practicante contaba que estuvo observando en una sala de Jardín donde había un nene que estaba enojado, estaba mal y un poco la propuesta era ‘dejalo, mandalo al rincón' y en realidad a partir de un vínculo que ella fue generando con este nene descubrió que en realidad estaba enojado porque estaba haciendo maltratado en la casa, entonces se centraban en controlar el enojo y no entender por qué estaba enojado", relata.

Y subraya: "Está buenísimo que nos provoque enojo y bronca que hagan algo que no queremos en nuestros cuerpos. Para la ESI nunca va a ser guardar este enojo, sino ponerlo en palabras, armar una red, pensar de qué manera podemos contribuir, a que no solamente se defiendan sino interpelar inclusive modelos de masculinidad que hacen que se apoderen de otros cuerpos".

"Con el ejemplo del nene que estaba enojado porque estaba siendo maltratado, no aparece la pregunta ‘¿por qué estás enojado?', lo importante, como plantea la Educación Emocional, es ejercitar las habilidades emocionales para crear buenos climas como si ello fuera independiente de lo que genera", señala Maltz.

"En este punto es fundamental el valor de la ESI, entre otras cuestiones, en la prevención del abuso y esto mucho tiene que ver con registrar el malestar que nos genera el avasallamiento de nuestros cuerpos para poder darles herramientas para poder defenderse", agrega.

Respecto a las problemáticas de implementación de la ESI en las escuelas, Maltz señala que es importante "no culpabilizar a ningún docente": "Entendemos que estas propuestas que están muy en la mira y muy difundidas, las y los docentes la toman casi como acríticamente, tiene que ver con que se proponen como resolución para muchos conflictos que hoy aparecen en las aulas, si te venden una receta para que los chicos y las chicas estén bien, uno lo compra, es muy funcional, es mucho más difícil pensar situado en cada grupo, en cada pibe, en cada contexto".

La ESI sin presupuesto para 2025

La discusión de la Educación Emocional se produce en un momento en el que la ESI no sólo es atacada discursivamente incluso por figuras destacadas del Gobierno Nacional, sino brutalmente desfinanciada.

Entre los múltiples recortes en materia de género y derechos de las infancias, Javier Milei eliminó del proyecto de ley de Presupuesto 2025 los fondos destinados a la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral, que ya este año habían sufrido un recorte del 68%.

Para Maltz, no es casual el avance de los proyectos de Educación Emocional y la coyuntura política: "Esto viene de la mano de la derecha, de este gobierno que quiere prohibir -y que lo ha hecho en algunos organismos- la palabra género. Se han desfinanciado todas las políticas de acompañamiento a las mujeres niñas y disidencias en relación con la violencia de género, esto no es casual, que aparezca está perspectiva".

Marca una clara diferencia entre la política de gobierno y el "docente confundido que piensa que está dando ESI y en realidad trabaja la Educación Emocional", por lo cual sostiene que es necesario "trabajar mucho en explicar de qué se trata estas diferencias y entender que no es solamente usar un cuento u otro, es mucho más complejo; es fundamental que la docencia tengo una mirada crítica respecto de esto que se está proponiendo".

En este sentido, sostiene que "hay una clara intención de reemplazar la ESI por la Educación Emocional, porque se está desfinanciando a la ESI, que para el año que viene tiene cero presupuesto, y se están poniendo todas las fichas en crear leyes de Educación Emocional con presupuesto acorde, no es una percepción subjetiva mía, hay algo que se traduce en políticas públicas de donde pongo las fichas, ergo, el presupuesto y esto es claro: quieren transformar a la ESI para que se ocupe del cuerpo desde una perspectiva biológica y sacar la diversidad, sacar la cuestión de género".

Desinformación y campañas contra la ESI

El pasado 5 de noviembre la vicepresidenta Victoria Villarruel encabezó en el Senado un seminario titulado "Género e identidad: el problema de la sexualización infantil", orientado a reunir voces críticas de la Educación Sexual Infantil y las políticas en materia de género que la acompañan.

"Los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que Axel Kicillof les ofrece. Existen límites que nunca deben pasarse. ¡Dejen de sexualizar a nuestros chicos, saquen de las aulas a los que promueven estas agendas nefastas y respeten la inocencia de los niños! ¡¡Con los chicos NO!!", tuiteó la vicepresidenta minutos antes de ingresar al evento, en referencia a uno de los títulos del Programa "Plan de Lecturas Bonaerenses", la novela Cometierra de Dolores Reyes.

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La organizadora del evento, Graciela Spinelli, se presentó como "mamá de un niño de 11 años, actriz y productora de cine", y fue la primera en tomar la palabra como "una ciudadana más que decidió dejar de ser espectadora y empezar a actuar".

Spinelli calificó la ESI como "un fusible de adoctrinamiento en las aulas" y se refirió a "políticas públicas" que dejan a los padres "indefensos ante un Estado que avanza sobre libertades individuales sin respetar las dinámicas de las familias, inmiscuyéndose en los valores éticos, en la intimidad y en la educación intrafamiliar". Y sostuvo que "la evidencia de las nefastas consecuencias en la salud mental y física de los jóvenes es contundente".

El informe de #EsConESI también reconoce distintas perspectivas en los medios de comunicación: "Aunque hubo y hay apoyo por parte de algunos espacios, todavía existe una buena parte de los medios masivos que se muestran en contra de la ley y que se niegan a reconocerla como un derecho", de formas más o menos explícitas. Las construcciones mediáticas generalmente se enfocan en algún aspecto reduccionista y tergiversado de los contenidos curriculares.

Maltz sostiene que "no es lo mismo la confusión de un docente que la campaña que están haciendo contra la ESI".

Sobre el Seminario organizado en el Senado, dijo que "para uno que tiene una mirada crítica era casi burdo porque por un lado decían que la drogadicción, la violencia, la delincuencia, yo diría hasta la prostitución, todo tenía que ver con la Educación Sexual Integral ¿y cómo se resolvían todas estas cuestiones? con más Educación Emocional".

"Y ahí decían algo así como que lo primero que se les enseña a los chicos es la Ley de Identidad trans, que la ESI enemista a las familias, porque las culpa de ser causantes de los abusos, cosas que en realidad es lo que ocurre, pero son datos de UNICEF, no es que la ESI lo inventa", agrega.

"Más allá de todo lo que han hecho para justificar la censura de libros como si se estuviera promoviendo la pornografia, esto no es ingenuo, estan queriendo justificar el cero presupuesto que hay para el año que viene; están promoviendo mentiras descaradas respecto de la ESI en relación a que pervierte a las infancias. Parece la canción de Coca-Cola, todo se resuelve tomando Coca-Cola, todo se resuelve con más Educación Emocional", concluye Maltz.

Mientras tanto, docentes y activistas en todo el país resisten la campaña en contra de las políticas públicas de género que se venían construyendo desde hace poco más de una década, orientadas a fortalecer los derechos de las mujeres, las diversidades y las infancias.