13 de diciembre en disputa: El desafío de la CGSJ, entre el trabajo y el aumento de la productividad Un nuevo Día Nacional del Petróleo se asoma para Comodoro Rivadavia y la Cuenca del Golfo San Jorge en medio de una crisis generada por la salida intempestiva de YPF, a lo que se suma la baja de la producción y la búsqueda empresaria de aumentar la productividad para reducir los costos de extracción. El sostenimiento o inclusive el aumento de los puestos de trabajo, la continuidad de las condiciones laborales y la proyección de un horizonte a mediano y largo plazo para Chubut y el norte de Santa Cruz se presentan como el mayor desafío que deberán transitar la dirigencia sindical y la clase dirigente a ambas orillas de la CGSJ. Las conquistas obtenidas a fuerza de luchas desencadenadas desde mediados de los 2000 hoy se encuentran en riesgo y allí se centran las miradas de los sectores en disputa. Tras la privatización de YPF y con la impronta empresarial lo único que parece estar en discusión es rentabilidad del sector privado y el Estado queda relegado -que por acción o por omisión abandonó el control de la renta de los recursos naturales- a un mecanismo de extractivismo extremo que no beneficia al conjunto de la población ni tampoco a los involucrados de manera directa en materia laboral.
El Día Nacional del Petróleo se avecina con una serie de variables en pugna que se ciernen sobre ambas orillas de la Cuenca del Golfo San Jorge. Aunque con panoramas relativamente diferentes en los yacimientos chubutenses y los del norte santacruceño, la problemática es más o menos la misma para el conjunto de la CGSJ.
Como parte de la saga de artículos iniciados la semana pasada en el marco del 13 de diciembre, día del descubrimiento del petróleo en Comodoro Rivadavia en 1907, El Extremo Sur se adentra en una de las principales problemáticas que domina al sector hidrocarburífero de la primera cuenca productiva del país.
Ver el artículo: YPF vuelve a los '90: Se viene un 13 de diciembre complejo para la Cuenca San Jorge con indefiniciones, reducción de costos e incertidumbre laboral
Los niveles de producción de crudo vienen en constante retroceso durante los últimos años y con la irrupción de Vaca Muerta las operadoras han volcado sus principales inversiones hacia los no convencionales neuquinos. Chubut y Santa Cruz han dejado de ser prioridad en materia productiva, pero aún se sostienen niveles relativamente altos de empleo en la cuenca.
En paralelo las empresas, con YPF que sigue con su proceso de abandono brutal y sin miramientos para con los yacimientos que la vieron crecer, buscan optimizar la rentabilidad bajando los costos de producción. Mucho se habla de la reducción en un 30% de los costos de extracción y del personal sobrante en los campos maduros.
YPF "toyotiza" Vaca Muerta de la mano de Elon Musk
La actual conducción de la YPF libertaria impulsa la maximización de la productividad laboral sin importar las consecuencias y que los yacimientos neuquinos se hayan convertido en la mayor trampa mortal del país para el obrero petrolero.
La gerencia de Horacio Marín insiste con el seguir haciendo más productivos el fracking de Vaca Muerta y sueña con implantar mecanismos de "toyotismo" en los yacimientos no convencionales.
El denominado "toyotismo" es un sistema de producción caracterizado por la organización del espacio de trabajo y el control de los tiempos y movimientos de los trabajadores. Se basa en el principio de "justo a tiempo" (just in time), que consiste en producir solo lo que se necesita y en el momento preciso.
El "toyotismo" fue introducido en la década de 1970 por la automotriz nipona Toyota como alternativa al "fordismo", un método de producción que buscaba reducir costos e incrementar la producción, y se destacó por amentar aún más la productividad, ofrecer mayor flexibilidad, reducir los costos de almacenamiento y bajar los precios de los productos.
En ese marco de paradigma conceptual, Marín señaló en una entrevista al canal La Nación+ que "cuando no hay procesos, por culpa del managment, los operarios trabajan dos horas y media por día; eso significa que el costo operativo es el doble de lo que tendría que ser".
Para el 13 de diciembre Marín no proyecta ningún anuncio de importancia para donde se descubrió el petróleo, pero si lanzará el Real Time Intelligence Center (RTIC).
El CEO de YPF explicó que la implementación del RTIC será posible gracias a la conectividad avanzada provista por Starlink, la red de satélites de SpaceX de la que es propietario Elon Musk. "Podemos tener hasta 300 megabits por segundo en cualquier punto de la Patagonia. Esto nos permite llevar los datos del pozo a la nube, procesarlos con inteligencia artificial y tomar decisiones en tiempo real desde Buenos Aires", aseveró.
Mientras miles de habitantes de la Patagonia productiva siguen sin conexión a internet, con carencias de servicios esenciales como la luz o el gas natural por redes, Marín desarrolla su sueño de expansión de la productividad en Vaca Muerta con el principal objetivo para bajar los costos de extracción y desarrollar la exportación del Gas Natural Licuado (GNL).
El presidente de YPF sostuvo que avanza en una colaboración estratégica con la compañía japonesa Toyota para implementar el "Toyota Well", un proyecto que aplica los principios del Toyota Production System (TPS) en la construcción de pozos petroleros. "Estamos trabajando para que los pozos se produzcan como si fueran vehículos, aplicando la misma cadena de producción y optimización que Toyota utiliza en la industria automotriz", explicó.
"Es un cambio extraordinario; hemos reducido costos operativos de manera impresionante en muy poco tiempo", agregó Marín; pero omitió decir que en los últimos años Vaca Muerta alcanzó también los más altos niveles de accidentología laboral, muertes de obreros en los yacimientos, explosiones, incendios y sismos en las zonas donde él tanto ansía conseguir la productividad ideal para la competitividad internacional.
Luchas, conquistas y productividad en debate
Las conquistas laborales obtenidas a mediados de los años 2000, como consecuencia de enormes luchas que contemplaron paros y tomas aún persisten en buena parte a pesar de los embates del capital; pero allí se focalizan las demandas y apetencias empresarias para hacer "más productivos" los yacimientos maduros de las CGSJ.
Ver el artículo: Las luchas obreras redujeron la productividad y los trabajadores recuperaron terreno perdido en los ‘90
El epicentro de la puja se focaliza en el sostenimiento de los puestos de trabajo, la continuidad de las condiciones laborales y de seguridad, junto al diseño de un plan perdurable en el tiempo que haga sostenible las perspectivas de continuidad y desarrollo de las áreas productivas que supieron darle al país casi 120 años de energía.
Ni el concepto de "toyotismo" ni el achicamiento de los costos en un 30% son aspiraciones nuevas en el mundo empresarial petrolero, desde que todo comenzó a declinar después del pico alcanzado en el 2015 se han instalado como objetivos ambas premisas.
Ver el artículo: La flexibilización laboral busca aumentar la rentabilidad y domesticar a los petroleros
Sindicatos, clase política y sector empresario tienen por delante una difícil, pero no imposible, tarea que cumplir para que la cuenca no se transforme en olvido y sólo quede en el horizonte la oportunidad lejana e inhóspita de la reconversión productiva hacia las renovables de Chubut y Santa Cruz en materia energética.
Resulta interesante observar cómo ha variado la más simple de las fórmulas de productividad en la CGSJ, contemplando solamente la cantidad de barriles de petróleo producidos en base a la cantidad de obreros contabilizados en los yacimientos en ambas provincias que conforman la cuenca.
En la segunda mitad de los años 2000 se reflejó de manera muy marcada como se fue reduciendo la brecha a uno y otro lado de la cuenca, pero además cómo se diferenció el proceso respecto de lo que había sucedido durante los primeros años de la privatización y particularmente desde el desembarco de la española Repsol en YPF.
Tanto en Chubut como en Santa Cruz se alcanzó el nivel más alto de cantidad de barriles producidos a lo largo de un año por cada trabajador en 1999, justamente cuando Repsol se hizo cargo de YPF y después de la crisis del precio del crudo que se dio en 1998.
Inclusive en cada una de las dos provincias la disparidad fue muy marcada por aquellos años, ya que Santa Cruz duplicaba a Chubut en la cantidad de barriles hombre por año, pero lentamente con el paso de los primeros años del nuevo siglo la diferencia se fue achicando.
Esa tendencia a favor del sector empresario se fue desvaneciendo con el altísimo nivel de conflictividad laboral que se tradujo en mayor incorporación de personal, mejores condiciones de trabajo con el encuadramiento dentro del Convenio Colectivo Petrolero y su inevitable correlato en el terreno salarial.
Ver el artículo: La feroz huelga petrolera de 2005: entraron a los golpes a TERMAP e hicieron recular a empresarios y políticos
Tras las enormes huelgas de 2005 y 2006 -que incluyeron paros, piquetes, tomas de yacimientos y de las instalaciones de TERMAP en Caleta Córdova junto a la paralización total de Las Heras- se emparejaron a la baja los niveles de productividad en ambas provincias y por primera vez se dio una paridad proporcional durante el 2007.
El proceso también incluyó a los obreros de la UOCRA que entraban a desempeñar tareas en los yacimientos petroleros y se fue extendiendo a los Jerárquicos y camioneros.
Hasta el 2003 Santa Cruz superaba a Chubut en la cantidad de barriles de crudo producidos por año, pero desde el '99 Chubut hacía lo propio con la cantidad de trabajadores del sector productivo, tanto en perforación como en los servicios que se concretaban en los pozos.
No menos cierto es que el precio del barril en su cotización Brent fue escalando con el correr de los años 2000, dejando atrás los 12,8 dólares registrados en 1998.
De alguna manera las curvas de empleo -tomando como base 100 el año 1996- muestran cierto correlato con la cotización internacional del crudo, particularmente en Chubut; pero los niveles de producción no reflejaron esa misma dinámica.
En Chubut la línea de evolución de la producción de crudo se mantiene mucho más estable desde el 2003 que en Santa Cruz y comienza a decrecer desde el 2015, pronunciándose la caída a partir del 2019.
En tanto que la línea del empleo alcanza su punto más alto en el 2015 en ambas provincias, decrece en el hasta el 2018 y se estabiliza con una suba menos significativa que la retracción desde el 2019.
La gran diferencia entre Chubut y Santa Cruz se observa en los niveles de producción, que en la parta santacruceña decrecen desde el 2012 y se ahonda el proceso de caída desde el 2017.
En Santa Cruz la productividad por obrero, medida en barriles anuales, decrece por una leve recuperación del empleo y como los niveles de extracción de crudo siguen en permanente retroceso se potencia la tendencia decreciente.
Por el lado de Chubut se da un proceso relativamente similar, aunque con oscilaciones menos pronunciadas; pero con la particularidad que en el 2023 bajaron los puestos de trabajo y decreció de manera constante desde el 2019.
Lo que está en juego en la actualidad en toda la CGSJ es el aumento de la productividad, una aspiración empresarial que apunta a bajar los costos para obtener mantener o aumentar la rentabilidad en los largamente exprimidos campos maduros de Chubut y Santa Cruz.
Para avanzar en ese sentido las operadoras necesitan del acompañamiento del Estado y del sector sindical, de lo contrario se hará muy complejo hacer pasar nuevos esquemas de flexibilización laboral y posiblemente tampoco alcance con el cambio de las condiciones de multiplicidad de tareas en los yacimientos y se apunte a una reducción de personal; una faceta más compleja de asimilar sindical y socialmente para estos pueblos petroleros involucrados y que coquetean con la crisis en los últimos años.
Un nuevo Día Nacional del Petróleo se asoma para Comodoro Rivadavia y la Cuenca del Golfo San Jorge en medio de una crisis generada por la salida intempestiva de YPF, a lo que se suma la baja de la producción y la búsqueda empresaria de aumentar la productividad para reducir los costos de extracción. El sostenimiento o inclusive el aumento de los puestos de trabajo, la continuidad de las condiciones laborales y la proyección de un horizonte a mediano y largo plazo para Chubut y el norte de Santa Cruz se presentan como el mayor desafío que deberán transitar la dirigencia sindical y la clase dirigente a ambas orillas de la CGSJ. Las conquistas obtenidas a fuerza de luchas desencadenadas desde mediados de los 2000 hoy se encuentran en riesgo y allí se centran las miradas de los sectores en disputa. Tras la privatización de YPF y con la impronta empresarial lo único que parece estar en discusión es rentabilidad del sector privado y el Estado queda relegado -que por acción o por omisión abandonó el control de la renta de los recursos naturales- a un mecanismo de extractivismo extremo que no beneficia al conjunto de la población ni tampoco a los involucrados de manera directa en materia laboral.
El Día Nacional del Petróleo se avecina con una serie de variables en pugna que se ciernen sobre ambas orillas de la Cuenca del Golfo San Jorge. Aunque con panoramas relativamente diferentes en los yacimientos chubutenses y los del norte santacruceño, la problemática es más o menos la misma para el conjunto de la CGSJ.
Como parte de la saga de artículos iniciados la semana pasada en el marco del 13 de diciembre, día del descubrimiento del petróleo en Comodoro Rivadavia en 1907, El Extremo Sur se adentra en una de las principales problemáticas que domina al sector hidrocarburífero de la primera cuenca productiva del país.
Ver el artículo: YPF vuelve a los '90: Se viene un 13 de diciembre complejo para la Cuenca San Jorge con indefiniciones, reducción de costos e incertidumbre laboral
Los niveles de producción de crudo vienen en constante retroceso durante los últimos años y con la irrupción de Vaca Muerta las operadoras han volcado sus principales inversiones hacia los no convencionales neuquinos. Chubut y Santa Cruz han dejado de ser prioridad en materia productiva, pero aún se sostienen niveles relativamente altos de empleo en la cuenca.
En paralelo las empresas, con YPF que sigue con su proceso de abandono brutal y sin miramientos para con los yacimientos que la vieron crecer, buscan optimizar la rentabilidad bajando los costos de producción. Mucho se habla de la reducción en un 30% de los costos de extracción y del personal sobrante en los campos maduros.
YPF "toyotiza" Vaca Muerta de la mano de Elon Musk
La actual conducción de la YPF libertaria impulsa la maximización de la productividad laboral sin importar las consecuencias y que los yacimientos neuquinos se hayan convertido en la mayor trampa mortal del país para el obrero petrolero.
La gerencia de Horacio Marín insiste con el seguir haciendo más productivos el fracking de Vaca Muerta y sueña con implantar mecanismos de "toyotismo" en los yacimientos no convencionales.
El denominado "toyotismo" es un sistema de producción caracterizado por la organización del espacio de trabajo y el control de los tiempos y movimientos de los trabajadores. Se basa en el principio de "justo a tiempo" (just in time), que consiste en producir solo lo que se necesita y en el momento preciso.
El "toyotismo" fue introducido en la década de 1970 por la automotriz nipona Toyota como alternativa al "fordismo", un método de producción que buscaba reducir costos e incrementar la producción, y se destacó por amentar aún más la productividad, ofrecer mayor flexibilidad, reducir los costos de almacenamiento y bajar los precios de los productos.
En ese marco de paradigma conceptual, Marín señaló en una entrevista al canal La Nación+ que "cuando no hay procesos, por culpa del managment, los operarios trabajan dos horas y media por día; eso significa que el costo operativo es el doble de lo que tendría que ser".
Para el 13 de diciembre Marín no proyecta ningún anuncio de importancia para donde se descubrió el petróleo, pero si lanzará el Real Time Intelligence Center (RTIC).
El CEO de YPF explicó que la implementación del RTIC será posible gracias a la conectividad avanzada provista por Starlink, la red de satélites de SpaceX de la que es propietario Elon Musk. "Podemos tener hasta 300 megabits por segundo en cualquier punto de la Patagonia. Esto nos permite llevar los datos del pozo a la nube, procesarlos con inteligencia artificial y tomar decisiones en tiempo real desde Buenos Aires", aseveró.
Mientras miles de habitantes de la Patagonia productiva siguen sin conexión a internet, con carencias de servicios esenciales como la luz o el gas natural por redes, Marín desarrolla su sueño de expansión de la productividad en Vaca Muerta con el principal objetivo para bajar los costos de extracción y desarrollar la exportación del Gas Natural Licuado (GNL).
El presidente de YPF sostuvo que avanza en una colaboración estratégica con la compañía japonesa Toyota para implementar el "Toyota Well", un proyecto que aplica los principios del Toyota Production System (TPS) en la construcción de pozos petroleros. "Estamos trabajando para que los pozos se produzcan como si fueran vehículos, aplicando la misma cadena de producción y optimización que Toyota utiliza en la industria automotriz", explicó.
"Es un cambio extraordinario; hemos reducido costos operativos de manera impresionante en muy poco tiempo", agregó Marín; pero omitió decir que en los últimos años Vaca Muerta alcanzó también los más altos niveles de accidentología laboral, muertes de obreros en los yacimientos, explosiones, incendios y sismos en las zonas donde él tanto ansía conseguir la productividad ideal para la competitividad internacional.
Luchas, conquistas y productividad en debate
Las conquistas laborales obtenidas a mediados de los años 2000, como consecuencia de enormes luchas que contemplaron paros y tomas aún persisten en buena parte a pesar de los embates del capital; pero allí se focalizan las demandas y apetencias empresarias para hacer "más productivos" los yacimientos maduros de las CGSJ.
Ver el artículo: Las luchas obreras redujeron la productividad y los trabajadores recuperaron terreno perdido en los ‘90
El epicentro de la puja se focaliza en el sostenimiento de los puestos de trabajo, la continuidad de las condiciones laborales y de seguridad, junto al diseño de un plan perdurable en el tiempo que haga sostenible las perspectivas de continuidad y desarrollo de las áreas productivas que supieron darle al país casi 120 años de energía.
Ni el concepto de "toyotismo" ni el achicamiento de los costos en un 30% son aspiraciones nuevas en el mundo empresarial petrolero, desde que todo comenzó a declinar después del pico alcanzado en el 2015 se han instalado como objetivos ambas premisas.
Ver el artículo: La flexibilización laboral busca aumentar la rentabilidad y domesticar a los petroleros
Sindicatos, clase política y sector empresario tienen por delante una difícil, pero no imposible, tarea que cumplir para que la cuenca no se transforme en olvido y sólo quede en el horizonte la oportunidad lejana e inhóspita de la reconversión productiva hacia las renovables de Chubut y Santa Cruz en materia energética.
Resulta interesante observar cómo ha variado la más simple de las fórmulas de productividad en la CGSJ, contemplando solamente la cantidad de barriles de petróleo producidos en base a la cantidad de obreros contabilizados en los yacimientos en ambas provincias que conforman la cuenca.
En la segunda mitad de los años 2000 se reflejó de manera muy marcada como se fue reduciendo la brecha a uno y otro lado de la cuenca, pero además cómo se diferenció el proceso respecto de lo que había sucedido durante los primeros años de la privatización y particularmente desde el desembarco de la española Repsol en YPF.
Tanto en Chubut como en Santa Cruz se alcanzó el nivel más alto de cantidad de barriles producidos a lo largo de un año por cada trabajador en 1999, justamente cuando Repsol se hizo cargo de YPF y después de la crisis del precio del crudo que se dio en 1998.
Inclusive en cada una de las dos provincias la disparidad fue muy marcada por aquellos años, ya que Santa Cruz duplicaba a Chubut en la cantidad de barriles hombre por año, pero lentamente con el paso de los primeros años del nuevo siglo la diferencia se fue achicando.
Esa tendencia a favor del sector empresario se fue desvaneciendo con el altísimo nivel de conflictividad laboral que se tradujo en mayor incorporación de personal, mejores condiciones de trabajo con el encuadramiento dentro del Convenio Colectivo Petrolero y su inevitable correlato en el terreno salarial.
Ver el artículo: La feroz huelga petrolera de 2005: entraron a los golpes a TERMAP e hicieron recular a empresarios y políticos
Tras las enormes huelgas de 2005 y 2006 -que incluyeron paros, piquetes, tomas de yacimientos y de las instalaciones de TERMAP en Caleta Córdova junto a la paralización total de Las Heras- se emparejaron a la baja los niveles de productividad en ambas provincias y por primera vez se dio una paridad proporcional durante el 2007.
El proceso también incluyó a los obreros de la UOCRA que entraban a desempeñar tareas en los yacimientos petroleros y se fue extendiendo a los Jerárquicos y camioneros.
Hasta el 2003 Santa Cruz superaba a Chubut en la cantidad de barriles de crudo producidos por año, pero desde el '99 Chubut hacía lo propio con la cantidad de trabajadores del sector productivo, tanto en perforación como en los servicios que se concretaban en los pozos.
No menos cierto es que el precio del barril en su cotización Brent fue escalando con el correr de los años 2000, dejando atrás los 12,8 dólares registrados en 1998.
De alguna manera las curvas de empleo -tomando como base 100 el año 1996- muestran cierto correlato con la cotización internacional del crudo, particularmente en Chubut; pero los niveles de producción no reflejaron esa misma dinámica.
En Chubut la línea de evolución de la producción de crudo se mantiene mucho más estable desde el 2003 que en Santa Cruz y comienza a decrecer desde el 2015, pronunciándose la caída a partir del 2019.
En tanto que la línea del empleo alcanza su punto más alto en el 2015 en ambas provincias, decrece en el hasta el 2018 y se estabiliza con una suba menos significativa que la retracción desde el 2019.
La gran diferencia entre Chubut y Santa Cruz se observa en los niveles de producción, que en la parta santacruceña decrecen desde el 2012 y se ahonda el proceso de caída desde el 2017.
En Santa Cruz la productividad por obrero, medida en barriles anuales, decrece por una leve recuperación del empleo y como los niveles de extracción de crudo siguen en permanente retroceso se potencia la tendencia decreciente.
Por el lado de Chubut se da un proceso relativamente similar, aunque con oscilaciones menos pronunciadas; pero con la particularidad que en el 2023 bajaron los puestos de trabajo y decreció de manera constante desde el 2019.
Lo que está en juego en la actualidad en toda la CGSJ es el aumento de la productividad, una aspiración empresarial que apunta a bajar los costos para obtener mantener o aumentar la rentabilidad en los largamente exprimidos campos maduros de Chubut y Santa Cruz.
Para avanzar en ese sentido las operadoras necesitan del acompañamiento del Estado y del sector sindical, de lo contrario se hará muy complejo hacer pasar nuevos esquemas de flexibilización laboral y posiblemente tampoco alcance con el cambio de las condiciones de multiplicidad de tareas en los yacimientos y se apunte a una reducción de personal; una faceta más compleja de asimilar sindical y socialmente para estos pueblos petroleros involucrados y que coquetean con la crisis en los últimos años.