Russo: "Sin apoyo de los partidos será muy difícil que las mujeres sigamos avanzando, el sector político dejó de lado la agenda feminista" Cecilia Russo es abogada, especialista en Derechos Humanos y Género y referente del Partido Justicialista de Chubut. En el marco de la elección interna integró la lista "Volver a Perón". En diálogo con El Extremo Sur repasó algunas claves de la coyuntura social en clave feminista y peronista. Remarcó las barreras que aún se sostienen en todos los estamentos del poder en términos de equidad de género y advirtió las consecuencias del desfinanciamiento de las políticas públicas de prevención de las violencias.
"Estamos en la época de ‘sálvese quien pueda', entonces lo colectivo, lo organizativo es mucho más difícil, pero creo que hay grupos que están trabajando, son los que siempre terminan ayudando, resolviendo lo que el Estado no resuelve", remarcó. Y subrayó que "en términos de abordaje de las violencias, estamos en un momento complejo", sostiene la abogada, especialista en Derechos Humanos y Género y referente del Partido Justicialista de Chubut, Cecilia Russo.
En diálogo con El Extremo Sur destacó además los desafíos del sector político, y en concreto del PJ, para escuchar los distintos reclamos que hoy protagonizan el escenario social y especialmente para incorporar a las mujeres y disidencias a los espacios de toma de decisión, que a pesar de haber ganado espacios en los últimos años, todavía se encuentran muy lejos de la plena representación.
¿Qué análisis hacés del momento político que atraviesa la provincia -subsumido al contexto nacional- como militante feminista y peronista?
El feminismo y los movimientos de mujeres tuvieron su principal auge y movilización en lo que fue el 33º Encuentro de Mujeres en Trelew, allí se abrió un abanico de participación, incluso de las mujeres que venían trabajando en política, y se vio un reclamo, un posicionamiento, se viene corriendo un camino diferenciando. Desde esa época ha habido avances y retrocesos, y en términos políticos hay varios análisis para hacer ahí. Uno del espacio político partidario dentro de los de los partidos políticos y, por otro lado, la participación política en los gabinetes en diferentes localidades y provincias. Nosotras en una época habíamos hecho un relevamiento sobre la paridad de género y la participación de las mujeres en los diferentes espacios de participación política, tanto municipio como provincia. Está bueno porque grafica cuál es la situación de las mujeres en términos de la participación política, en los lugares que vienen ocupando.
¿Hay apertura en las estructuras de los partidos políticos para esta participación?
En relación a los partidos políticos creo que hay un avance al menos simbólico en el hecho de que la voz de las mujeres está un poquito más presente, pero también hay un sostenimiento de las prácticas políticas y de procesos comunicacionales. Nos ha pasado recientemente en el espacio partidario del espacio justicialista; los medios de comunicación cuando tienen que relevar la opinión en contexto o cómo se viene construyendo la posibilidad del armado interno del PJ, siguen llamando a los referentes históricos, eso complica un poco la cosa porque no hay posibilidad de tener voz en estos lugares, entonces una tiene que hacer un doble y triple trabajo, al final parecería que las mujeres no hacen política. Creo que eso está sucediendo todavía, sigue pasando que esa representación en medios de comunicación de la voz de la mujer en la participación política todavía no está, falta mucho.
¿Cómo evaluás la situación del peronismo provincial en este momento? ¿Qué debates surgieron en las construcciones de las listas?
Yo fui parte de la construcción de la lista Volver a Perón, dentro de esa construcción en que planteamos en su momento a Gustavo Fita que quería liderar ese proceso, hemos hablado sobre la necesidad de abrir el debate, el diálogo y construir desde los diferentes territorios la posibilidad de generar una representación un poco más genuina y que esto después sea trasladado a las cuestiones provinciales de la estructura partidaria del PJ. Es una estructura que tiene muchos años, y el PJ al igual que los partidos que son de larga trayectoria tienen estas estructuras donde se vienen armando mesas chicas con nombres específicos y no veíamos una participación real, no solamente de mujeres, sino también de militantes que nunca habían podido estar. Entonces eso fue algo novedoso que se trabajó mucho en la lista Volver a Perón. Creo que el Partido Justicialista tiene que volver a pensar, a mirar, volver a la doctrina para que de alguna manera el PJ, que tiene como base la justicia social, empiece a trabajar en una justicia social hacia adentro. Fue bastante complejo, en su momento fue frustrante por la situación de consensos, el diálogo en algunos momentos no fue diálogo sino denostación de compañeros y compañeras, ese trayecto de conformación de la lista es un resultado por un lado positivo, porque que se pudo llegar a armar una lista, pero por el otro lado un registro de un tema crucial para realizar las prácticas de vinculación de diálogo de base hacia adentro de la estructura partidaria. Para las mujeres fue particularmente complejo exponerse a esos encuentros donde los debates, al menos en Rawson, no eran debates.
¿Crees que serán necesarias las alianzas entre distintos sectores de la oposición como, por ejemplo, el peronismo y los sectores feministas y LGBT+, en un contexto de ataques hacia estos sectores en particular?
Creo que es una tarea pendiente y es la tarea que tiene que ver con escuchar a la gente. Una de las cosas que se debatió en la construcción de la propuesta electoral partidaria era el distanciamiento del PJ de la realidad, de las necesidades de la gente. Esto tiene que ver con que tenemos un partido que hoy no puede ver que hay un sector de la sociedad donde están las mujeres y las disidencias que plantea no solamente la participación sino también generar la posibilidad de participación autónoma. Es algo que tiene que ser un desafío para poder ser una opción en las próximas elecciones. Se necesita una mirada territorial, primero, y un trabajo de escucha de diálogo con la mitad de los militantes, mirando estos sectores en una sociedad muy fragmentada. El PJ tiene un desafío ahí, tiene que tomarlo para acercarse a las necesidades de la gente, a los sectores de los y las mujeres y disidencias. Hoy la mesa del partido está conformada por una mayoría de mujeres, ahí tienen un rol importante que asumir.
¿Surgieron diálogos hacia adentro del partido, sobre todo entre las feministas, a partir de la denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández?
Es una cuestión judicial que está en proceso, a mí me gustaría que en todos los casos de violencia de género la justicia pueda actuar rápidamente; acá hubo algunas medidas medio extrañas, pero creo que se tomaron para poder resguardar a la víctima. Por otro lado, lo charlamos, es un tema que se charló mucho con las compañeras, es un compañero que está afiliado. Si suceden estas cosas, tenemos que saber qué tiene que realizar el partido, cuál es el posicionamiento. Porque hay un montón de situaciones, por ejemplo, el caso con condena de Alperovich. Creo que en la temática es un tema transversal y lo que pasó con la cuestión de Alberto Fernández es que se puso el tema de vuelta en la agenda por un uso político de La Libertad Avanza, pero obviamente los números que conocemos de situaciones de violencia están exacerbados.
Muchos de los reclamos de ciertos sectores hacia las y los legisladores tienen que ver con la falta de representación de algunas demandas, como sucedió con el apoyo al veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. ¿Crees que esto puede llegar a ejercer presión sobre el poder político para impulsar otras agendas?
De alguna manera los sectores políticos que tienen representación política van a tener que ponerse la agenda encima. Yo creo que hay tres sectores de la sociedad que muy claramente son quienes están poniendo límites hoy al gobierno nacional: las universidades públicas, el feminismo y el sector de los trabajadores y los trabajadores. El tema es que no todos están en las representaciones políticas, no son diputados ni concejales, pero están dando cuenta de un sector democrático y representativo que tal como lo conocemos está en crisis, porque no hay vínculo con las demandas de la sociedad. Se hacen acuerdos personales que tienen que ver con otros intereses y no están relacionados con los intereses del pueblo. La palabra resistencia es parte de nuestro vocabulario, y harta, cansa. No podemos estar siempre en la resistencia en la trinchera, luchamos para que de alguna manera podamos llevar adelante políticas públicas que tengan una vuelta a la agenda de los feminismos, vemos que hay un avasallamiento de derechos por parte del Gobierno nacional, vemos también que hay algún silencio y una dejada de lado de la agenda de los feminismos por el sector político.
¿De qué manera han impactado los recortes en materia de género del Gobierno nacional a nivel provincial y local, sobre todo en los municipios que mantuvieron sus espacios de género?
En términos de abordaje de las violencias, estamos en un momento complejo. El desmantelamiento nacional de un montón de programas sobre todo los desarrollados por el Ministerio de Mujeres ya no existen más, por ahora yo no veo una clara línea de trabajo provincial, sé que está trabajando, hay intenciones, pero en la articulación de los municipios creo que cada municipio está tratando de hacer lo que puede. Sin embargo, no creo que sea una prioridad. Se está viendo esa falta en algunos municipios y el corrimiento del Estado de las temáticas de género.
¿Cuáles son tus mayores preocupaciones a corto y mediano plazo en materia de prevención de las violencias de género, si se mantiene este escenario?
Esto está trayendo como consecuencia que vuelvan a las organizaciones más relevantes a suplir esa falta, entonces ahí me parece que hay que ver cuánto tiempo vamos a resistir, cómo estamos, cómo estamos organizados. Estamos en la época de "sálvese quien pueda", entonces lo colectivo, lo organizativo es mucho más difícil, pero creo que hay grupos que están trabajando, son los que siempre terminan ayudando, resolviendo lo que el Estado no resuelve. Y lo que es difícil es que las mujeres puedan dejar de denunciar, al no haber recursos ni servicios que puedan acompañar, la denuncia se convierte en una situación de riesgo. Quienes hoy nos representan en el Estado provincial o en los municipios tienen que tomar en cuenta esto porque obviamente no es el mismo contexto que hace dos años o un año atrás. Porque también hay un discurso constante por parte del Gobierno Nacional hacia los feminismos y hacia un sector de la sociedad, se nota mucho la mirada de quien mira desde arriba hacia la población como un tipo de un arca, entonces hablamos siempre de un gobierno de crueldad, que no tiene empatía, que es esto: sálvese quien pueda.
Uno de los temas que más trabajás es la paridad, sobre todo a nivel provincial. ¿Ves un fenómeno en aumento? ¿Podría disminuir en la medida en que se sostengan distintos discursos y prácticas en contra de las políticas de género?
Yo creo que hubo un aumento de sentirse que se podía hacer, una posibilidad de muchas compañeras que representaron la posibilidad de ser, pero eso no se tradujo en términos positivos por parte de los partidos políticos en el acompañar esas posibilidades, y ahora en este contexto no veo que se esté promocionando o acompañando estos procesos de compañeras que podrían ocupar diferentes lugares. Creo que el empoderamiento es de las compañeras para pensar en este futuro con mayores candidatas a intendentas, diputadas, concejalas. Hay que pensar cómo llega la mujer a ser parte de esta lista o candidata, porque hay una condición desigual que parte de la base del sustento económico para llevar adelante una campaña. Entonces creo que en este contexto están bastante lejos. Sumado a la desarticulación de las organizaciones feministas y el divorcio que sigue existiendo entre las organizaciones de base y las mujeres que participan en los partidos políticos creo que es un escenario complejo a futuro. Será un desafío a nivel partidario para poder apoyar a las compañeras, para que se entienda que necesitan ser acompañadas, promocionadas y ponderadas. Sin un apoyo del partido teniendo en consideración estas cosas, va a ser muy difícil que sigamos avanzando, lo importante es que llegamos a un lugar donde hay mujeres que representan esa posibilidad, eso ya es ganancia.
Cecilia Russo es abogada, especialista en Derechos Humanos y Género y referente del Partido Justicialista de Chubut. En el marco de la elección interna integró la lista "Volver a Perón". En diálogo con El Extremo Sur repasó algunas claves de la coyuntura social en clave feminista y peronista. Remarcó las barreras que aún se sostienen en todos los estamentos del poder en términos de equidad de género y advirtió las consecuencias del desfinanciamiento de las políticas públicas de prevención de las violencias.
"Estamos en la época de ‘sálvese quien pueda', entonces lo colectivo, lo organizativo es mucho más difícil, pero creo que hay grupos que están trabajando, son los que siempre terminan ayudando, resolviendo lo que el Estado no resuelve", remarcó. Y subrayó que "en términos de abordaje de las violencias, estamos en un momento complejo", sostiene la abogada, especialista en Derechos Humanos y Género y referente del Partido Justicialista de Chubut, Cecilia Russo.
En diálogo con El Extremo Sur destacó además los desafíos del sector político, y en concreto del PJ, para escuchar los distintos reclamos que hoy protagonizan el escenario social y especialmente para incorporar a las mujeres y disidencias a los espacios de toma de decisión, que a pesar de haber ganado espacios en los últimos años, todavía se encuentran muy lejos de la plena representación.
¿Qué análisis hacés del momento político que atraviesa la provincia -subsumido al contexto nacional- como militante feminista y peronista?
El feminismo y los movimientos de mujeres tuvieron su principal auge y movilización en lo que fue el 33º Encuentro de Mujeres en Trelew, allí se abrió un abanico de participación, incluso de las mujeres que venían trabajando en política, y se vio un reclamo, un posicionamiento, se viene corriendo un camino diferenciando. Desde esa época ha habido avances y retrocesos, y en términos políticos hay varios análisis para hacer ahí. Uno del espacio político partidario dentro de los de los partidos políticos y, por otro lado, la participación política en los gabinetes en diferentes localidades y provincias. Nosotras en una época habíamos hecho un relevamiento sobre la paridad de género y la participación de las mujeres en los diferentes espacios de participación política, tanto municipio como provincia. Está bueno porque grafica cuál es la situación de las mujeres en términos de la participación política, en los lugares que vienen ocupando.
¿Hay apertura en las estructuras de los partidos políticos para esta participación?
En relación a los partidos políticos creo que hay un avance al menos simbólico en el hecho de que la voz de las mujeres está un poquito más presente, pero también hay un sostenimiento de las prácticas políticas y de procesos comunicacionales. Nos ha pasado recientemente en el espacio partidario del espacio justicialista; los medios de comunicación cuando tienen que relevar la opinión en contexto o cómo se viene construyendo la posibilidad del armado interno del PJ, siguen llamando a los referentes históricos, eso complica un poco la cosa porque no hay posibilidad de tener voz en estos lugares, entonces una tiene que hacer un doble y triple trabajo, al final parecería que las mujeres no hacen política. Creo que eso está sucediendo todavía, sigue pasando que esa representación en medios de comunicación de la voz de la mujer en la participación política todavía no está, falta mucho.
¿Cómo evaluás la situación del peronismo provincial en este momento? ¿Qué debates surgieron en las construcciones de las listas?
Yo fui parte de la construcción de la lista Volver a Perón, dentro de esa construcción en que planteamos en su momento a Gustavo Fita que quería liderar ese proceso, hemos hablado sobre la necesidad de abrir el debate, el diálogo y construir desde los diferentes territorios la posibilidad de generar una representación un poco más genuina y que esto después sea trasladado a las cuestiones provinciales de la estructura partidaria del PJ. Es una estructura que tiene muchos años, y el PJ al igual que los partidos que son de larga trayectoria tienen estas estructuras donde se vienen armando mesas chicas con nombres específicos y no veíamos una participación real, no solamente de mujeres, sino también de militantes que nunca habían podido estar. Entonces eso fue algo novedoso que se trabajó mucho en la lista Volver a Perón. Creo que el Partido Justicialista tiene que volver a pensar, a mirar, volver a la doctrina para que de alguna manera el PJ, que tiene como base la justicia social, empiece a trabajar en una justicia social hacia adentro. Fue bastante complejo, en su momento fue frustrante por la situación de consensos, el diálogo en algunos momentos no fue diálogo sino denostación de compañeros y compañeras, ese trayecto de conformación de la lista es un resultado por un lado positivo, porque que se pudo llegar a armar una lista, pero por el otro lado un registro de un tema crucial para realizar las prácticas de vinculación de diálogo de base hacia adentro de la estructura partidaria. Para las mujeres fue particularmente complejo exponerse a esos encuentros donde los debates, al menos en Rawson, no eran debates.
¿Crees que serán necesarias las alianzas entre distintos sectores de la oposición como, por ejemplo, el peronismo y los sectores feministas y LGBT+, en un contexto de ataques hacia estos sectores en particular?
Creo que es una tarea pendiente y es la tarea que tiene que ver con escuchar a la gente. Una de las cosas que se debatió en la construcción de la propuesta electoral partidaria era el distanciamiento del PJ de la realidad, de las necesidades de la gente. Esto tiene que ver con que tenemos un partido que hoy no puede ver que hay un sector de la sociedad donde están las mujeres y las disidencias que plantea no solamente la participación sino también generar la posibilidad de participación autónoma. Es algo que tiene que ser un desafío para poder ser una opción en las próximas elecciones. Se necesita una mirada territorial, primero, y un trabajo de escucha de diálogo con la mitad de los militantes, mirando estos sectores en una sociedad muy fragmentada. El PJ tiene un desafío ahí, tiene que tomarlo para acercarse a las necesidades de la gente, a los sectores de los y las mujeres y disidencias. Hoy la mesa del partido está conformada por una mayoría de mujeres, ahí tienen un rol importante que asumir.
¿Surgieron diálogos hacia adentro del partido, sobre todo entre las feministas, a partir de la denuncia de Fabiola Yáñez contra Alberto Fernández?
Es una cuestión judicial que está en proceso, a mí me gustaría que en todos los casos de violencia de género la justicia pueda actuar rápidamente; acá hubo algunas medidas medio extrañas, pero creo que se tomaron para poder resguardar a la víctima. Por otro lado, lo charlamos, es un tema que se charló mucho con las compañeras, es un compañero que está afiliado. Si suceden estas cosas, tenemos que saber qué tiene que realizar el partido, cuál es el posicionamiento. Porque hay un montón de situaciones, por ejemplo, el caso con condena de Alperovich. Creo que en la temática es un tema transversal y lo que pasó con la cuestión de Alberto Fernández es que se puso el tema de vuelta en la agenda por un uso político de La Libertad Avanza, pero obviamente los números que conocemos de situaciones de violencia están exacerbados.
Muchos de los reclamos de ciertos sectores hacia las y los legisladores tienen que ver con la falta de representación de algunas demandas, como sucedió con el apoyo al veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. ¿Crees que esto puede llegar a ejercer presión sobre el poder político para impulsar otras agendas?
De alguna manera los sectores políticos que tienen representación política van a tener que ponerse la agenda encima. Yo creo que hay tres sectores de la sociedad que muy claramente son quienes están poniendo límites hoy al gobierno nacional: las universidades públicas, el feminismo y el sector de los trabajadores y los trabajadores. El tema es que no todos están en las representaciones políticas, no son diputados ni concejales, pero están dando cuenta de un sector democrático y representativo que tal como lo conocemos está en crisis, porque no hay vínculo con las demandas de la sociedad. Se hacen acuerdos personales que tienen que ver con otros intereses y no están relacionados con los intereses del pueblo. La palabra resistencia es parte de nuestro vocabulario, y harta, cansa. No podemos estar siempre en la resistencia en la trinchera, luchamos para que de alguna manera podamos llevar adelante políticas públicas que tengan una vuelta a la agenda de los feminismos, vemos que hay un avasallamiento de derechos por parte del Gobierno nacional, vemos también que hay algún silencio y una dejada de lado de la agenda de los feminismos por el sector político.
¿De qué manera han impactado los recortes en materia de género del Gobierno nacional a nivel provincial y local, sobre todo en los municipios que mantuvieron sus espacios de género?
En términos de abordaje de las violencias, estamos en un momento complejo. El desmantelamiento nacional de un montón de programas sobre todo los desarrollados por el Ministerio de Mujeres ya no existen más, por ahora yo no veo una clara línea de trabajo provincial, sé que está trabajando, hay intenciones, pero en la articulación de los municipios creo que cada municipio está tratando de hacer lo que puede. Sin embargo, no creo que sea una prioridad. Se está viendo esa falta en algunos municipios y el corrimiento del Estado de las temáticas de género.
¿Cuáles son tus mayores preocupaciones a corto y mediano plazo en materia de prevención de las violencias de género, si se mantiene este escenario?
Esto está trayendo como consecuencia que vuelvan a las organizaciones más relevantes a suplir esa falta, entonces ahí me parece que hay que ver cuánto tiempo vamos a resistir, cómo estamos, cómo estamos organizados. Estamos en la época de "sálvese quien pueda", entonces lo colectivo, lo organizativo es mucho más difícil, pero creo que hay grupos que están trabajando, son los que siempre terminan ayudando, resolviendo lo que el Estado no resuelve. Y lo que es difícil es que las mujeres puedan dejar de denunciar, al no haber recursos ni servicios que puedan acompañar, la denuncia se convierte en una situación de riesgo. Quienes hoy nos representan en el Estado provincial o en los municipios tienen que tomar en cuenta esto porque obviamente no es el mismo contexto que hace dos años o un año atrás. Porque también hay un discurso constante por parte del Gobierno Nacional hacia los feminismos y hacia un sector de la sociedad, se nota mucho la mirada de quien mira desde arriba hacia la población como un tipo de un arca, entonces hablamos siempre de un gobierno de crueldad, que no tiene empatía, que es esto: sálvese quien pueda.
Uno de los temas que más trabajás es la paridad, sobre todo a nivel provincial. ¿Ves un fenómeno en aumento? ¿Podría disminuir en la medida en que se sostengan distintos discursos y prácticas en contra de las políticas de género?
Yo creo que hubo un aumento de sentirse que se podía hacer, una posibilidad de muchas compañeras que representaron la posibilidad de ser, pero eso no se tradujo en términos positivos por parte de los partidos políticos en el acompañar esas posibilidades, y ahora en este contexto no veo que se esté promocionando o acompañando estos procesos de compañeras que podrían ocupar diferentes lugares. Creo que el empoderamiento es de las compañeras para pensar en este futuro con mayores candidatas a intendentas, diputadas, concejalas. Hay que pensar cómo llega la mujer a ser parte de esta lista o candidata, porque hay una condición desigual que parte de la base del sustento económico para llevar adelante una campaña. Entonces creo que en este contexto están bastante lejos. Sumado a la desarticulación de las organizaciones feministas y el divorcio que sigue existiendo entre las organizaciones de base y las mujeres que participan en los partidos políticos creo que es un escenario complejo a futuro. Será un desafío a nivel partidario para poder apoyar a las compañeras, para que se entienda que necesitan ser acompañadas, promocionadas y ponderadas. Sin un apoyo del partido teniendo en consideración estas cosas, va a ser muy difícil que sigamos avanzando, lo importante es que llegamos a un lugar donde hay mujeres que representan esa posibilidad, eso ya es ganancia.