El mundo

El día después de las elecciones en Estados Unidos y el temor a una explosión de violencia política

Por Leticia Martínez

En Estados Unidos hay temor de lo que puede pasar después del 5 de noviembre. A menos de una semana de la elección, se incrementa la desconfianza de los estadounidenses de lo que puede pasar en la votación, en la que no descartan que Donald Trump denuncie fraude si gana Kamala Harris y tampoco descartan hechos de violencia como ya se vivieron en el pasado. El ex mandatario asegura que el sistema electoral no es confiable en algunos estados, en una elección que se avecina muy reñida y en donde sembrar dudas sobre el sistema electoral probablemente no contribuya a una jornada electoral con tranquilidad.

¿Fraude?

"Pensilvania está haciendo trampas y está siendo descubierta a una escala que rara vez se ha visto antes. DENUNCIEN LAS TRAMPAS A LAS AUTORIDADES. Las fuerzas del orden deben actuar ¡AHORA!", arengó Trump a través de las redes sociales sobre el estado que puede definir y mucho en la elección. Pensilvania es uno de los siete estados pendulares donde se juega la disputa por los miembros del Colegio Electoral que dan la victoria a un candidato y además es considerado el más relevante porque es de los "swing states" el que más electores tiene.

Tras el posteo del republicano, el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, demócrata, afirmó que Trump en el 2020 atacó las elecciones de ese estado una y otra vez, y agregó: "Ahora está tratando de usar la misma estrategia para avivar el caos, pero escúchenme: nuevamente tendremos una elección libre, justa, segura y protegida, y se respetará la voluntad del pueblo". Este tipo de acusaciones fueron las que comenzaron a sembrar dudas que llevaron a que los seguidores trumpistas intentaran tomar el capitolio el 6 de enero de 2021 para impedir que certifique la victoria de Joe Biden porque consideraban que no era el mandatario electo.

Hasta el momento, Trump no reconoce que Biden ganó la elección en el 2020. El ex mandatario sostiene que le robaron los votos y el 56% de sus seguidores creen que el actual presidente no fue electo de manera legítima, según la encuesta AP-NORC. El mismo sondeo arroja otro dato clave que tiene que ver con que más del 60% de los votantes registrados teme que haya violencia tras la elección, el 42% está muy preocupado y el 23% un poco preocupado. De ellos, más de un 50% son demócratas, pero también un 27% de ellos son republicanos.

Otra encuesta, la de SNF Agora Instituto de la Universidad de Johns Hopkins, sostiene que entre los seguidores de Trump que creen que Biden no ganó legalmente las elecciones de 2020, cerca del 31% piensa que habrá "mucha" violencia política después de las elecciones, en comparación con el 24% de los votantes demócratas. Otro dato más preocupante aún de esta encuesta es que dentro del sector de republicanos que no reconocen la elección del 2020, más del 60% de ellos cree que hay probabilidades de ir a una guerra civil.

"Si pierde Trump no lo va a reconocer, no lo hizo antes por qué lo haría ahora, el temor es que haya violencia el días después", afirmó a El Destape Rosso, un vendedor de tecnología en Phoenix, Arizona, pero que es de Nueva York, y apoya a Kamala. En otra vereda, Tyler chofer de Uber, ex marine que estuvo en Afganistán y que apoya a Trump, al ser consultado si cree que el ex mandatario reconocerá su derrota si pierde, afirma: "Primero hay que ver cómo se desarrolla la elección, y si hay violencia hay que recordar que somos una sociedad que cuenta con armas para defenderse".

Caso testigo

En el 2020, el condado de Maricopa, en Arizona, ocupó un lugar importante en los medios porque se convirtió en unos de los centros de votación donde afloraron las teorías conspirativas acerca de lo que sucedía con el conteo. Llegaron a las puertas de los centros seguidores de Trump armados que pedían que cuenten sus votos y afirmaban que no se contaban los votos. Este condado cobra relevancia además porque se considera un swing condado, que es muy numeroso, viven allí 4,5 millones de personas, lo cual equivale a más del 60% de todo el estado y es un número mayor de población de incluso varios estados en el país. Es válido recordar que Arizona solía ser un estado republicano, pero en la última elección ganó Biden por tan solo 10 mil votos y que en esta votación tendrá un rol clave.

"Intentamos difundir la mayor cantidad de información posible y tratamos de disipar la mayor cantidad de información errónea que vemos, además de tratar de brindar a los votantes la mayor transparencia posible. En nuestro sitio web tenemos una página de transmisión en vivo en la que pueden ver nuestras cámaras que están en nuestro Centro de Tabulación de Maricopa, donde se puede ver todo el proceso de la boleta. Si entran a la página ahora mismo, verán a cientos de personas en ese edificio trabajando para que esta elección sea lo más exitosa y confiable posible", afirmó a El Destape, el jefe de Información del condado de Maricopa, Nate Young, al contar las medidas que tomaron para evitar las fake news sobre su sistema electoral.

Young explicó que además de comunicar por todas las vías posibles, de las cámaras que registran el proceso de conteo, también tomaron mayores medidas de seguridad para evitar que suceda algo parecido a lo que pasó en el 2020. "Hemos agregado cercas permanentes al edificio, también incluimos cercas temporales. Contamos con sólidas medidas de ciberseguridad para garantizar que los recursos del condado que utilizamos para nuestro sistema de registro de votantes y nuestra red no se vean comprometidos. También realizamos una serie de ejercicios en los que intentamos imaginar escenarios que podrían resultar problemáticos para nosotros, así sabemos cómo reaccionar ante algo nuevo", relató el especialista, aunque reconoció que genera incertidumbre la posibilidad de una toma violenta por parte devotantes que denuncien fraude.

Otro tema que desvela a especialistas, dirigentes y votantes por estas horas en Estados Unidos es cuánto tiempo llevará saber quién ganó las elecciones. Si bien hay estados que han intentado realizar reformas estatales, aún algunos de ellos, por ejemplo, obtienen los resultados varios días después porque en algunos casos no pueden empezar con el conteo de los votos adelantados hasta que no haya sucedido la elección. En el caso de Maricopa suele tardar varios días porque reciben votos adelantados hasta el mismo día de la elección y esos votos tienen que ser certificados o validar las firmas, un proceso que puede llevar varios días para finalizarlo.

Por supuesto, lo más relevante el día de la elección es si los estados donde demora el conteo son los que definen la elección. Por eso, la noche del 5 de noviembre podría no saberse quién ganó, especialmente este año en el que numerosos analistas observan empates técnicos en los siete estados pendulares.

Redes sociales y Elon Musk

Además de participar activamente en la campaña de Trump con su asistencia a los actos, el dueño de X y de Tesla esta semana pidió en la red social a sus seguidores hacer una comunidad en la que puedan denunciar las supuestas irregularidades electorales. Algo que desde varios estados pendulares los funcionarios intentan contrarrestar porque consideran que contribuye a que se genere una idea de que los sistemas electorales son fraudulentos.

La cadena de noticias CNN llamó directamente a Musk como "el megáfono de desinformación" y contó que tanto desde los medios como los funcionarios no dan a vasto para contrarrestar la desinformación que esparce el dueño de X. Otro hecho de estos días que no se sabe si tiene relación, pero captó la mirada de los medios de comunicación fue que se registraron la quema de algunas urnas en distintos estados y al mismo tiempo, aún no se sabe qué ocasionó el incendio.

Dos candidatos con posturas completamente opuestas, sondeos que dan una elección cabeza a cabeza donde cualquiera de los candidatos podría ganar la presidencia son algunos de los condimentos que sitúan a esta votación como una elección excéntrica. En medio de esas complejidades, se suma el gran temor de lo que puede pasar con un candidato que ya siembra el temor de un posible fraude cuando hasta el momento no se ha contado con ningún elemento concreto para sostener tal idea. Sin embargo, sus seguidores toman ese peligroso discurso que podría complejizar aún más la elección en Estados Unidos.

Fuente: El Destape