La velocidad del abismo: El cambio climático se acelera más que la capacidad humana de adaptarseEl cambio climático lejos de ser una preocupación lejana y se convirtió en una realidad que desafía nuestro poder de adaptación. Como un reloj de arena que se evapora inexorablemente, lo cierto es que el calentamiento global crece a un ritmo que supera nuestras capacidades de respuesta. Las personas mayores, con sus cuerpos más frágiles y sus vidas ya establecidas, se encuentran en la primera línea de esta crisis, sufriendo las consecuencias de un mundo que cambia más rápido de lo que ellos pueden adaptarse.
El cambio climático: una amenaza silenciosa para nuestros mayores
El calor extremo se convirtió en un enemigo mortal, especialmente para las personas mayores. Según el ‘Lancet Countdown', la mortalidad relacionada al calor en mayores de 65 años se incrementó en un 167% respecto a los 90, lo que evidencia el aumento de la vulnerabilidad de este grupo ante las olas de calor cada vez más frecuentes e intensas.
Sus sistemas inmunológicos debilitados, sumados a enfermedades preexistentes, los convierten en blancos fáciles de las enfermedades que proliferan en un entorno cada vez más hostil. Las olas de calor, deshidratan sus cuerpos y sobrecargan sus corazones. La contaminación del aire, un veneno inperceptible para los humanos, irrita sus pulmones y agrava enfermedades respiratorias; y los eventos climáticos extremos, como huracanes y sequías, destruyen sus hogares y entorno, generando un estrés crónico en la salud mental.
La investigación de los expertos:
"El balance de este año de las amenazas inminentes para la salud derivadas de la inacción climática revela los resultados más preocupantes de nuestros ocho años de seguimiento». La evidencia científica sobre el cambio climático y la salud es abrumadora. El balance de este año del informe Lancet Countdown revela los resultados más preocupantes de nuestros ocho años de seguimiento.
Los datos son claros: las amenazas a la salud relacionadas con el clima están alcanzando niveles récords y superando nuestra capacidad de adaptación. Según el informe, una decena de los 15 indicadores monitoreados han alcanzado cifras sin precedentes. En el informe mencionado, destacan que la escacez de recursos financieros como un obstáculo clave para la adaptación.
El plan de adaptación:
Muchos países, especialmente aquellos de bajos ingresos, crecen de los recursos necesarios para implementar medidas de adaptación efectivas, como sistemas de alerta temprana, infraestructura resiliente y servicios de salud fortalecidos. La lentitud en la implementación de planes de adaptación está poniendo en riesgo la salud y el bienestar de millones de personas en todo el mundo.
A pesar de los esfuerzos realizados por algunos países, el progreso ha sido lento y desigual. Según dicha investigación, solo un pequeño porcentaje de países cuenta con sistemas de alerta temprana para enfermedades relacionadas con el calor y con planes nacionales de adaptación en salud. Así, lo investigado por Lancet Countdown nos presentan un panorama alarmante.
Adaptación y resiliencia
Para proteger a las personas mayores de los efectos del cambio climático, es necesario implementar medidas de adaptación a nivel individual, comunitario y gubernamental. Algunas de estas medidas incluyen:
Planes de acción ante el calor: Desarrollar planes específicos para proteger a las personas mayores durante las olas de calor, como la creación de centros de enfriamiento y la distribución de agua embotellada.
Mejora de la vivienda: Asegurar que las viviendas de las personas mayores sean seguras y resistentes a los eventos climáticos extremos.
Sistemas de alerta temprana: Desarrollar sistemas eficientes para alertar a las personas mayores sobre eventos climáticos extremos inminentes.
Servicios de salud accesibles: Garantizar que las personas mayores tengan acceso a servicios de salud de calidad y asequibles.
Redes de apoyo social: Fortalecer las redes de apoyo social para reducir el aislamiento y la soledad.
El cambio climático representa una amenaza creciente para la salud y el bienestar de las personas mayores. Es fundamental que los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades trabajen juntos para desarrollar e implementar estrategias de adaptación efectivas.
Fuente: EcoPortal
El cambio climático lejos de ser una preocupación lejana y se convirtió en una realidad que desafía nuestro poder de adaptación. Como un reloj de arena que se evapora inexorablemente, lo cierto es que el calentamiento global crece a un ritmo que supera nuestras capacidades de respuesta. Las personas mayores, con sus cuerpos más frágiles y sus vidas ya establecidas, se encuentran en la primera línea de esta crisis, sufriendo las consecuencias de un mundo que cambia más rápido de lo que ellos pueden adaptarse.
El cambio climático: una amenaza silenciosa para nuestros mayores
El calor extremo se convirtió en un enemigo mortal, especialmente para las personas mayores. Según el ‘Lancet Countdown', la mortalidad relacionada al calor en mayores de 65 años se incrementó en un 167% respecto a los 90, lo que evidencia el aumento de la vulnerabilidad de este grupo ante las olas de calor cada vez más frecuentes e intensas.
Sus sistemas inmunológicos debilitados, sumados a enfermedades preexistentes, los convierten en blancos fáciles de las enfermedades que proliferan en un entorno cada vez más hostil. Las olas de calor, deshidratan sus cuerpos y sobrecargan sus corazones. La contaminación del aire, un veneno inperceptible para los humanos, irrita sus pulmones y agrava enfermedades respiratorias; y los eventos climáticos extremos, como huracanes y sequías, destruyen sus hogares y entorno, generando un estrés crónico en la salud mental.
La investigación de los expertos:
"El balance de este año de las amenazas inminentes para la salud derivadas de la inacción climática revela los resultados más preocupantes de nuestros ocho años de seguimiento». La evidencia científica sobre el cambio climático y la salud es abrumadora. El balance de este año del informe Lancet Countdown revela los resultados más preocupantes de nuestros ocho años de seguimiento.
Los datos son claros: las amenazas a la salud relacionadas con el clima están alcanzando niveles récords y superando nuestra capacidad de adaptación. Según el informe, una decena de los 15 indicadores monitoreados han alcanzado cifras sin precedentes. En el informe mencionado, destacan que la escacez de recursos financieros como un obstáculo clave para la adaptación.
El plan de adaptación:
Muchos países, especialmente aquellos de bajos ingresos, crecen de los recursos necesarios para implementar medidas de adaptación efectivas, como sistemas de alerta temprana, infraestructura resiliente y servicios de salud fortalecidos. La lentitud en la implementación de planes de adaptación está poniendo en riesgo la salud y el bienestar de millones de personas en todo el mundo.
A pesar de los esfuerzos realizados por algunos países, el progreso ha sido lento y desigual. Según dicha investigación, solo un pequeño porcentaje de países cuenta con sistemas de alerta temprana para enfermedades relacionadas con el calor y con planes nacionales de adaptación en salud. Así, lo investigado por Lancet Countdown nos presentan un panorama alarmante.
Adaptación y resiliencia
Para proteger a las personas mayores de los efectos del cambio climático, es necesario implementar medidas de adaptación a nivel individual, comunitario y gubernamental. Algunas de estas medidas incluyen:
Planes de acción ante el calor: Desarrollar planes específicos para proteger a las personas mayores durante las olas de calor, como la creación de centros de enfriamiento y la distribución de agua embotellada.
Mejora de la vivienda: Asegurar que las viviendas de las personas mayores sean seguras y resistentes a los eventos climáticos extremos.
Sistemas de alerta temprana: Desarrollar sistemas eficientes para alertar a las personas mayores sobre eventos climáticos extremos inminentes.
Servicios de salud accesibles: Garantizar que las personas mayores tengan acceso a servicios de salud de calidad y asequibles.
Redes de apoyo social: Fortalecer las redes de apoyo social para reducir el aislamiento y la soledad.
El cambio climático representa una amenaza creciente para la salud y el bienestar de las personas mayores. Es fundamental que los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades trabajen juntos para desarrollar e implementar estrategias de adaptación efectivas.
Fuente: EcoPortal
