"Ahora nos van a tener que respetar": Moyano y gremios combativos festejan el paroPor José Maldonado
Pablo Moyano y los gremios combativos que motorizaron el paro de este miércoles contra el gobierno de Javier Milei festejaron el impacto de la medida, que se sintió con fuerza en el área metropolitana, y ya preparan la segunda etapa de un plan de lucha más agresivo con el que buscarán aislar a los sectores dialoguistas de la CGT.
"A partir de ahora nos van a tener que respetar", dijo el líder camionero y sacó pecho durante una conferencia de prensa conjunta con el resto de los integrantes de la Mesa Nacional del Transporte, Omar Maturano (Ferroviarios) Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Pablo Biró (Pilotos) y Juan Carlos Schmid (Portuarios y Marítimos). Envalentonados por la medida de fuerza, que algunos calificaron como "un parazo", anunciaron una nueva reunión para la próxima semana para definir nuevas acciones.
El paro inmovilizó el transporte de trenes, camiones, aviones, subterráneos, barcos y una parte de los colectivos en el AMBA. La excepción fue la UTA, a quien Moyano y la Mesa del Transporte ya contaban fuera de toda estrategia de confrontación con el Gobierno. El gremio que lidera Roberto Fernández se despegó y convocó a su propia huelga para este jueves, todavía supeditada a una última instancia de negociación salarial con la administración libertaria al cierre del miércoles.
Un paro que trascendió el transporte
Para los organizadores del paro, uno de los datos más importantes fue la adhesión de todo el arco combativo de gremios, de movimientos sociales y piqueteros. Moyano y la Mesa de Transporte celebraron este miércoles aparecer al frente de una medida de fuerza que sumó a estatales de ATE, gremios docentes, trabajadores de organismos públicos, las dos CTA, movimientos sociales y piqueteros, que hicieron cortes y ollas populares en el Gran Buenos Aires y el interior.
Las imágenes de la ciudad y el conurbano a media máquina y la reacción del Gobierno, que pareció haber acusado el golpe, entusiasmaron a los sectores más combativos. "Ojalá concretemos un paro general de las tres centrales obreras antes de que termine noviembre" dijo el líder de la CTA Autónoma, Hugo Godoy.
Fractura en la CGT
El paro expuso la fractura de CGT. Un sector de gremios que forman parte de la central obrera, enrolados en la Corriente Federal y otros sectores críticos, firmaron un documento de adhesión a la medida de fuerza, lo que terminó dejando expuesta la distancia que tomó la mesa de conducción que eligió el camino del diálogo con el gobierno de Milei.
"La mitad de la CGT quiere dialogar con el Gobierno, y la otra mitad quiere defender en la calle los derechos de los trabajadores. Se ve que a algunos gremios que no adhirieron al paro les va a bien", chicaneó Moyano a sus pares en la conducción de la central obrera, Héctor Daer y Carlos Acuña. Además, el camionero adelantó que pedirá una reunión de comisión. "La CGT no puede mirara para otro cuando no paran de echar gente", lanzó.
Omar Maturano, líder de La Fraternidad, fue otro de los que se anotó un triunfo con la medida de fuerza. El gremio rival dentro de los ferroviarios, la Unión Ferroviaria de Sergio Sasia, no adhirió, pero de todas formas la actividad en las estaciones fue nula. "Este es el primer paso del plan de lucha. La semana que viene con los compañeros de la Mesa vamos a decidir qué vamos hacer de acá en más. Si nos atacan, nos defendemos", dijo.
Fuente: Letra P
Por José Maldonado
Pablo Moyano y los gremios combativos que motorizaron el paro de este miércoles contra el gobierno de Javier Milei festejaron el impacto de la medida, que se sintió con fuerza en el área metropolitana, y ya preparan la segunda etapa de un plan de lucha más agresivo con el que buscarán aislar a los sectores dialoguistas de la CGT.
"A partir de ahora nos van a tener que respetar", dijo el líder camionero y sacó pecho durante una conferencia de prensa conjunta con el resto de los integrantes de la Mesa Nacional del Transporte, Omar Maturano (Ferroviarios) Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Pablo Biró (Pilotos) y Juan Carlos Schmid (Portuarios y Marítimos). Envalentonados por la medida de fuerza, que algunos calificaron como "un parazo", anunciaron una nueva reunión para la próxima semana para definir nuevas acciones.
El paro inmovilizó el transporte de trenes, camiones, aviones, subterráneos, barcos y una parte de los colectivos en el AMBA. La excepción fue la UTA, a quien Moyano y la Mesa del Transporte ya contaban fuera de toda estrategia de confrontación con el Gobierno. El gremio que lidera Roberto Fernández se despegó y convocó a su propia huelga para este jueves, todavía supeditada a una última instancia de negociación salarial con la administración libertaria al cierre del miércoles.
Un paro que trascendió el transporte
Para los organizadores del paro, uno de los datos más importantes fue la adhesión de todo el arco combativo de gremios, de movimientos sociales y piqueteros. Moyano y la Mesa de Transporte celebraron este miércoles aparecer al frente de una medida de fuerza que sumó a estatales de ATE, gremios docentes, trabajadores de organismos públicos, las dos CTA, movimientos sociales y piqueteros, que hicieron cortes y ollas populares en el Gran Buenos Aires y el interior.
Las imágenes de la ciudad y el conurbano a media máquina y la reacción del Gobierno, que pareció haber acusado el golpe, entusiasmaron a los sectores más combativos. "Ojalá concretemos un paro general de las tres centrales obreras antes de que termine noviembre" dijo el líder de la CTA Autónoma, Hugo Godoy.
Fractura en la CGT
El paro expuso la fractura de CGT. Un sector de gremios que forman parte de la central obrera, enrolados en la Corriente Federal y otros sectores críticos, firmaron un documento de adhesión a la medida de fuerza, lo que terminó dejando expuesta la distancia que tomó la mesa de conducción que eligió el camino del diálogo con el gobierno de Milei.
"La mitad de la CGT quiere dialogar con el Gobierno, y la otra mitad quiere defender en la calle los derechos de los trabajadores. Se ve que a algunos gremios que no adhirieron al paro les va a bien", chicaneó Moyano a sus pares en la conducción de la central obrera, Héctor Daer y Carlos Acuña. Además, el camionero adelantó que pedirá una reunión de comisión. "La CGT no puede mirara para otro cuando no paran de echar gente", lanzó.
Omar Maturano, líder de La Fraternidad, fue otro de los que se anotó un triunfo con la medida de fuerza. El gremio rival dentro de los ferroviarios, la Unión Ferroviaria de Sergio Sasia, no adhirió, pero de todas formas la actividad en las estaciones fue nula. "Este es el primer paso del plan de lucha. La semana que viene con los compañeros de la Mesa vamos a decidir qué vamos hacer de acá en más. Si nos atacan, nos defendemos", dijo.
Fuente: Letra P
