Petróleo

Rentabilidad y explotación maximizada: Vaca Muerta aplasta vidas petroleras, ya son cuatro víctimas fatales en el yacimiento

Este martes, la muerte de un operario petrolero paralizó las actividades en Vaca Muerta y volvió a enlutar una actividad económica en la que el riesgo ya ha dejado cicatrices. En lo que va del año, ya cuatro operarios petroleros murieron en los yacimientos, y el último episodio removió el doloroso recuerdo de Federico Quiles, que perdió a su hermano en febrero, cuando fue aplastado por un camión en un pozo de La Amarga Chica.

Federico Quiles forma parte de la querella para buscar justicia por la muerte de su hermano José Ignacio Quiles, de 45 años, que murió aplastado entre un camión y un contenedor de arena de la que estaba extrayendo líquido con una manguera. "A través del abogado tuvimos contacto con el fiscal para ver los avances de la causa", dijo a LU5 y agregó: "Más allá de que van a ir por la verdad y la Justicia, ya nos anticiparon que el resultado es un homicidio culposo por negligencia, impericia o descuido".

"Cuando no hay intención, la pena es menor", dijo Federico y agregó que "nadie va preso en Vaca Muerta" por los frecuentes accidentes laborales que tienen su lado más trágico en las muertes pero que también generan complicaciones de salud en muchos operarios. "En 2023 es la estadística más alta de muertes en el petróleo en 25 años en la Patagonia. Es un dato llamativo y demuestra que muchas medidas que se hacen no sirven", afirmó.

El hermano de la víctima recordó que los choferes tienen que ser profesionales, personas idóneas que pasan por distintos niveles de capacitación y evaluación. En el caso de su hermano, el homicidio culposo puede ser castigado con la inhabilitación para conducir, cuando él considera que el conductor realizó varias maniobras premeditadas en las que podría haber alertado a su hermano del peligro.

El duro relato de la muerte de su hermano

Federico recordó el día del accidente, ese 2 de febrero, y lo relató con el nudo que todavía tiene en la garganta. "Ese día estábamos hablando en el grupo de la familia que tenemos en WhatsApp", contó sobre el canal de comunicación en el que el nombre de José Ignacio, el "Gordo", aún se puede leer. "Todavía no lo hemos podido sacar", afirmó.

"Estábamos hablando unos minutos antes de hacer un asado, de juntarnos. Somos una familia muy unida. íbamos charlando que lo íbamos a hacer en la casa de él, pero no contestó más", explicó. Como Federico sabía que su hermano estaba en el campo, asumió que podría haber sido convocado para una tarea y no le dio importancia a la interrupción de la charla.

Sin embargo, unos minutos después lo llamó su mamá para contarle lo sucedido. "Me dijo que fuéramos rápido al centro de salud porque al Gordo lo estaban llevando en helicóptero", contó. Al llegar al lugar, vio a su mamá atender el teléfono y escuchar una frase que la dejó de rodillas: "Ahí nos enteramos de que no llegaba, por lo que había pasado".

"Muere gente y no queda nada, sólo una familia destrozada", se lamentó. Su hermano, de 45 años, dejó a cinco hijos. Los más grandes, de 24 o 13 años, ya son conscientes de la situación y extrañan a su papá. La más chiquita, una beba, se acostumbró a mirar hacia arriba cada vez que le dicen que su papá la mira desde el cielo.

Cómo fue el accidente en el que murió el petrolero

El 2 de febrero, cerca e las 13, José Ignacio Quiles murió aplastado por un camión que lo aprisionó contra un contenedor en el sector de La Amarga Chica. "Mi hermano estaba con un manguerote chupando fluido del contenedor para que se pudiera transportar sólo el sólido y así evitar que se derramara líquido y quedara sólo arena", contó Federico.

El camionero tenía que llegar hasta el playón en el que sólo había un contenedor, donde trabaja su hermano con otro compañero. "Tenía que cargar el contenedor pero marcha atrás para que se active la alarma de retroceso, pero fue marcha adelante", explicó.

"Va al punto específico, no toca bocina, no intenta virar ni frenar", detalló Federico en base los testimonios del testigo del hecho. "Él dice que le anduvieron mal los frenos pero el testigo dice que él se detiene a una distancia temeraria, justo atrás de mi hermano el contendor adelante, no con 5 metros como para que pudiera salir", dijo y agregó: "Quiso poner marcha atrás y puso primera y lo aplastó".

Según se informó entonces, en pocos minutos llegó al lugar un médico y un enfermero de la empresa YPF, quienes intentaron prepararlo para hacer el traslado de este a la ciudad de Neuquén en vuelo sanitario. Sin embargo, esto no pudo concretarse. "En el mismo lugar sufrió dos paros cardiacos y aunque se le practicó RCP no se pudo hacer nada", informó el comisario mayor, Claudio Vinet.

La primera muerte que conmocionó este año a Vaca Muerta no tuvo que ver con un accidente laboral. Pablo Pastor, un operario de 55 años y con más de 11 años de experiencia en la actividad, falleció a fines de enero, tras sufrir una descompensación en un pozo petrolero. "Lo bajaron del pozo porque comenzó a sentir un dolor en el pecho y lo llevaron hasta un centro asistencial de Neuquén capital", indicaron fuentes consultadas. Se desconoce si allí el trabajador petrolero recibió la atención médica, solo que se trasladó a su vivienda, donde lamentablemente sufrió un paro cardiorrespiratorio, que le causó la muerte.

Apenas unos días después, el 2 de febrero, José Ignacio Quiles, de 44 años, murió en un accidente laboral en Vaca Muerta. Cerca de las 13 de ese día, en el sector de La Amarga Chica dos operarios se encontraban trabajando cuando un camión de la empresa TSB, atropelló a uno de ellos y lo aprisionó contra un contenedor. El camionero al darse cuenta de lo que había ocurrido inmediatamente dio marcha atrás, al tiempo que el compañero del hombre herido pedía ayuda.

Damian Jonathan Lobos, de unos 40 años, fue la tercera víctima fatal de este 2024 en Vaca Muerta. El trabajador de la empresa TSB murió el 4 de julio, en un accidente ocurrido en las cercanías del yacimiento Mata Mora.

En 2024 ya murieron cuatro petroleros en accidentes de trabajo

La primera muerte que conmocionó este año a Vaca Muerta, sin embargo, no tuvo que ver con un accidente laboral. Pablo Pastor, un operario de 55 años y con más de 11 años de experiencia en la actividad, falleció a fines de enero, tras sufrir una descompensación en un pozo petrolero.

"Lo bajaron del pozo porque comenzó a sentir un dolor en el pecho y lo llevaron hasta un centro asistencial de Neuquén capital", indicaron fuentes consultadas. Se desconoce si allí el trabajador petrolero recibió la atención médica, solo que se trasladó a su vivienda, donde lamentablemente sufrió un paro cardiorrespiratorio, que le causó la muerte.

Apenas unos días después, el 2 de febrero, José Ignacio Quiles, de 44 años, murió en un accidente laboral en Vaca Muerta. Cerca de las 13 de ese día, en el sector de La Amarga Chica dos operarios se encontraban trabajando cuando un camión de la empresa TSB, atropelló a uno de ellos y lo aprisionó contra un contenedor. El camionero al darse cuenta de lo que había ocurrido inmediatamente dio marcha atrás, al tiempo que el compañero del hombre herido pedía ayuda.

En pocos minutos llegó al lugar un médico y un enfermero de la empresa YPF quienes intentaron prepararlo para hacer el traslado de este a la ciudad de Neuquén en vuelo sanitario, sin embargo, esto no pudo concretarse. "En el mismo lugar sufrió dos paros cardiacos y aunque se le practicó RCP no se pudo hacer nada", informó el comisario mayor, Claudio Vinet.

Damian Jonathan Lobos, de unos 40 años, fue la tercera víctima fatal de este 2024 en Vaca Muerta. El trabajador de la empresa TSB murió el 4 de julio, en un accidente ocurrido en las cercanías del yacimiento Mata Mora.

Según publicó LMNeuquén, el operario estaba realizando tareas de reparación en el motor de un camión. La cabina del vehículo se habría desplomado intempestivamente sobre el cuerpo del trabajador que murió de manera inmediata.

Trabajadores de otra empresa que circulaban por el sector, lo encontraron y llamaron a emergencias. Rápidamente llegó al lugar personal de policía y una ambulancia, pero ya no había posibilidades de salvar al hombre.

Muertes en las rutas petroleras

A los accidentes laborales y muertes en los pozos petroleros se suman también las víctimas fatales a causa de accidentes de tránsito en las rutas, cada vez más congestionadas por el intenso traslado de trabajadores e insumos para extraer gas y petróleo.

Un hombre murió el 30 de septiembre tras un vuelco que se produjo en Ruta 7, en cercanías de Añelo. Otro de los ocupantes fue derivado a la capital neuquina en grave estado.

El accidente se produjo alrededor de la 1:30 de la madrugada, a la altura del kilómetro 96. Por motivos que se desconocen, el vehículo perdió el control y dio unos tres o cuatro tumbos. Los dos hombres salieron despedidos del vehículo. El conductor falleció en el momento, mientras que el segundo ocupante fue derivado de urgencia con graves heridas a un centro médico de la capital.

Fuentes policiales confirmaron a LMNeuquén que la víctima fatal fue identificada como Victor César Romero, de 33 años, oriundo de Rincón de los Sauces.

EL 17 de agosto, un neuquino de 28 años falleció este sábado por la madrugada tras chocar con su auto a un camión cisterna mientras transitaba por la Ruta 51 para abastecer con agua a un pozo petrolero. La víctima fatal iba en contramano.

La víctima fue identificada como Mariano Ezequiel Calvin Basualto, nacido en febrero de 1996 y conductor del (Volkswagen) Gol, indicaron fuentes judiciales a LMNeuquén.

Fuentes: La Mañana de Neuquén