Política

Cristina frente Quintela, el PJ podría definir su conducción con votación de afiliados por primera vez en décadas

La presidencia del Partido Justicialista (PJ) está vacante desde que Alberto Fernández quedó sumido en el ostracismo político como consecuencia de la denuncia por violencia de género que presentó su expareja Fabiola Yáñez. La mujer fuerte del espacio, que sigue siendo Cristina Fernández de Kirchner, se autopostuló este lunes para cubrir esa acefalía. Pero el cargo ya tenía otro candidato, un gobernador, el riojano Ricardo Quintela, quien frente al anuncio de la dos veces exmandataria (2007-2015) y una vez vicepresidenta (2019-2023), lejos de bajarse de sus aspiraciones confirmó que peleará por el control del partido fundado por Juan Domingo Perón, lo que hace prever, al menos en estas horas, un escenario real de comicios.

Una elección interna en el PJ es algo inédito en democracia. En Matheu 130, históricamente, a las autoridades las decide el dedo de las elites partidarias del momento: el menemismo, el duahldismo, el kirchnerismo. Pero en este peronismo desprestigiado ante la sociedad después del fracaso del gobierno del fantasmal Frente de Todos (ahora, Unión por la Patria), fuera del poder y con un liderazgo político en disputa, una definición real, a través del voto de los afiliados, se vuelve verosímil.

Tras un orquestado operativo clamor, que consistió en que figuras del kirchnerismo como Wado de Pedro y Juliana Di Tullio salieran en simultáneo a promoverla en Twitter (X), Cristina oficializó este lunes su candidatura a través de una carta abierta en la que reflexionó sobre la crisis actual del país y criticó con dureza la gestión de Javier Milei, llamando a reorganizar el peronismo para enfrentar los desafíos económicos y sociales. En su mensaje, destacó la necesidad de un liderazgo claro y un proyecto común que devuelva la esperanza a la Argentina.

Por su parte, Quintela, quien ya se había postulado a la presidencia del PJ varias semanas antes, reafirmó que no se retirará de la competencia. El mandatario provincial sostuvo que "el peronismo tiene que competir" y aseguró que no le tiene miedo a una interna, enfatizando que "el que pierde tiene que acompañar".

La gran incógnita es qué hará el gobernador de la provincia más grande del país, Buenos Aires, Axel Kicillof, quien fue ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner -un funcionario de los mimados de su gabinete- y representa a una parte del kirchnerismo duro pero ahora está enfrentado abiertamente con La Cámpora, espacio que lidera nada menos que el hijo de la exmandataria, el diputado nacional Máximo Kirchner.

En el entorno del gobernador bonaerense afirman que Kicillof por ahora no va a expresar su apoyo público a Cristina, por quien tendría predilección para el cargo en disputa abierta con Quintela, aunque también es integrante de la menguada liga de gobernadores peronistas, que en su momento supo ser una veintena y ahora se cuentan con los dedos de una mano.

Entre ellos, figuran el propio Kicillof y Quintela, el formoseño Gildo Insfrán y el pampeano Sergio Ziliotto. También son peronistas el tucumano Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil, pero hoy están más cerca de la Casa Rosada que de la vida partidaria. Lo mismo pasa, entre otros, con el cordobés Martín Llaryora, también del peronismo pero del peronismo cordobés, que es desde hace un par de décadas un reino independiente.

En cambio, más cerca de Cristina pero también de la liga de gobernadores peronistas están el santiagueño Gerardo Zamora, del Frente Cívico por Santiago, y del fueguino Gustavo Melella, del Partido de la Concertación FORJA, pero ambos de extracción radical. Y en el tablero aparece también otra figura que, sin ser gobernador y siendo líder de su propio partido, el Frente Renovador, podría tener peso si decide intervenir en la interna del PJ, su antiguo partido: Sergio Massa, exministro de Economía del Frente de Todos y excandidato presidencial de Unión por la Patria. Nada menos que el último candidato presidencial del peronismo.

En la interna también incidirán los peronismos de aquellas provincias donde el PJ no es gobierno. Se avecinan días de definiciones y probables pronunciamientos pero, sobre todo, de mucha rosca y orejeo, como en el Truco.

"El Gitano", como lo apodan a Quintela, viene trabajando para ser el líder formal del PJ, recorriendo distintas provincias y reuniendo apoyos. Pero su avance parece haber sido bloqueado por los seguidores de Cristina no tanto porque en el kirchnerismo lo estén viendo al riojano como una amenaza en sí sino por un factor específico: que su candidatura viene siendo apoyada por Kicillof.

Por lo tanto, la postulación de Cristina es vista más como una batalla interna del mismo kirchnerismo que como la disputa de la exmandataria contra lo que vendría a ser "el peronismo de los gobernadores". El kirchnerismo, desde 2005 en adelante, es el espacio que domina el peronismo y, en consecuencia, el partido. Pero hoy todo eso no sólo no parece estar tan claro sino que podría estar en riesgo. Por eso es que se le atribuye a CFK el hecho de salir a jugar, ella misma, ya sin delegados, a una cancha en la que no está acostumbrada a jugar: la de la interna.

Fuente: elDiarioAr