¿Cuál podría ser el impacto del RIGI en Chubut?: Oportunidades, dudas, realidades e ilusionesEl Gobierno nacional de Javier Milei publicó el viernes pasado la reglamentación del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones), al que Chubut adhirió en la sesión del 14 de agosto. Ahora se abre una ventana de oportunidades productivas, críticas ambientalistas, negocios empresarios y de ilusiones que parecen difícil de concretar en los apretados plazos que plantea la normativa que busca inversores. Los beneficios para el capital privado, extranjero o nacional, son enormes y no quedan tan claros los del Estado Nacional y las provincias. El RIGI parece creado para satisfacer esencialmente las necesidades de Vaca Muerta en su plan de desarrollo exportador de Gas Natural Licuado (GNL) y la explotación minera del litio. Aunque también abre opciones a otros rubros productivos, surge la incógnita de cómo encajará Chubut en la normativa y cuáles podrían ser los efectos positivos o perjudiciales para la provincia. La actividad petrolera chubutense queda excluida, también la prohibida minería metalífera, mientras que todas las ilusiones se enfocan hacia la energía eólica y el hidrógeno verde, dejando hendijas menores abiertas en torno del turismo y la explotación forestal.
La Ley Bases y la reglamentación del RIGI muestran claramente que la prioridad de la administración Milei es enfocarse en el desarrollo a toda velocidad de Vaca Muerta como núcleo exportador de GNL para de esa manera intentar construir un complejo generador de dólares para que de alguna manera se acerque, iguale o hasta supere la generación de divisas que habilita el campo con la soja y los demás granos.
El RIGI, en trazos generales, viene a profundizar un proceso extractivo primarizado que especialmente tiene como objetivo la obtención de dólares a través de las exportaciones con el objetivo de levantar el CEPO y apuntando a la dolarización de la economía; a cambio le entrega al sector empresario buenos beneficios que posibilitan incrementar sus ganancias y en simultáneo habilita el blanqueo de capitales.
Incentiva el ingreso de proyectos con un mínimo de 200 millones de dólares de capital, con amplias reducciones tributarias y habilitaciones cambiarias, a lo que se suma el compromiso de estabilidad fiscal por 30 años; cediendo soberanía a la hora de controversias, ya que estipula que pueden resolverse en tribunales internacionales como los del CIADI.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que no contempla la transferencia tecnológica, sino que se beneficia al inversor extranjero, porque el local debe pagar aranceles por los insumos necesarios para producir el mismo bien de capital.
No contempla una política de desarrollo de proveedores (ya en el DNU 70 se eliminó el Compre Nacional y el PRODEPRO -Programa de Desarrollo de Proveedores-). Tampoco se exige la incorporación de valor agregado y en el mejor de los casos se conseguiría un incremento de los puestos de trabajo.
A ello se debe añadir que los adheridos al RIGI no tendrán obligación de comercializar productos en Argentina, pero además la normativa se pone por encima de las existentes en las provincias que adhieran a ella y de allí surgen las controversias con las cuestiones ambientales y el manejo del recurso agua que conllevan estas inversiones extractivistas.
En trazos generales, se constituye un ahondamiento del régimen cuasi colonial; donde las empresas extranjeras podrán producir con beneficios extremos y exportar libremente, sin abastecer al mercado local.
Vaca Muerta como aspiradora de dólares
Desde hace poco más de una década que los diferentes gobiernos apuntaron sus prioridades a la consolidación y desarrollo de Vaca Muerta como complejo productivo y exportador de recursos naturales que facilite el ingreso de dólares al país.
Ese proceso lo inició el kirchnerismo en el 2012 durante la gestión de Cristina Fernández, lo continuaron Mauricio Macri y Alberto Fernández, pero ahora Javier Milei parece dispuesto a buscar el salto definitivo que aún les falta a los yacimientos no convencionales localizados en la Cuenca Neuquina.
La diferencia del proceso encarado ahora por el gobierno libertario es que no se busca desarrollar en paralelo la exportación desde Vaca Muerta, mientras que consigue el autoabastecimiento energético del país; sino que la prioridad casi exclusiva es exportar para obtener dólares.
Para conseguir que ese mecanismo funcione y Vaca Muerta pueda exportar GNL por caños a los países vecinos y petróleo necesita que se avance en la construcción de una infraestructura por ahora inexistente y que demandará entre 20.000 y 30.000 millones de dólares.
Hoy en día la gran mayoría del gas y el crudo que se obtienen del fracking quedan en el país y pequeñas porciones se exportan por falta de infraestructura para hacerlo llegar a los países vecinos o el resto de los continentes.
El RIGI justamente viene a intentar incentivar con grandes beneficios impositivos, seguridad jurídica y garantía a largo plazo a que los capitales privados inviertan en Vaca Muerta desarrollando la infraestructura necesaria para exportar y generar dólares.
El propio presidente de YPF, Horacio Marín, lo dejó muy claramente expresado en una entrevista que mantuvo con el periodista Carlos Pagni en el canal La Nación + (concretada el pasado 18 de junio de este año).
Allí manifestó, antes que se anunciara la ubicación de la Planta de GNL en Punta Colorada (Río Negro), lo que a su entender es el proceso a encarar y la importancia del RIGI para concretarlo. "Yo como imagino a la Argentina (en materia hidrocarburífera y específicamente en el terreno del gas) es que por Escobar (en el norte de la provincia de Buenos Aires) se importa (para satisfacer las necesidades del mercado interno) en LNG (Gas Natural Licuado) se exporta, no me digan andá para allá, sácame gas y pone en el mercado interno. Va todo a la exportación y en algunos picos de producción con frío excesivos para eso tenés el barco (regasificador) de Escobar para importar", sentenció.
Complejo encaje de Chubut en el RIGI
Más allá de haber sido una de las primeras provincias en adherir al RIGI, ante el panorama imperante Chubut no la tiene tan fácil a lo hora de engancharse para obtener inversiones de magnitud.
La actividad petrolera convencional, que domina el terreno productivo chubutense, quedó afuera del RIGI y los otros rubros que podrían involucrar a Chubut son el de la energía eólica, el hidrógeno verde, la minería no metalífera a cielo abierto, el turismo y la producción forestal.
Lo de Vaca Muerta es un proyecto mucho más desarrollado que las oportunidades que podría tener Chubut con el RIGI y por eso corre con ventaja, mientras que la provincia está contra reloj porque los plazos se extienden principalmente por los dos primeros años de vigencia, lo que implica que la ventana temporal se extiende hasta el 2026 para atraer nuevos capitales a la provincia.
Para hacer poder interesante a las posibilidades chubutenses, frente a las de Vaca Muerta y la minería focalizada en el litio, el gobernador Ignacio Torres dejó entrever que podrían sumarse algunos otros incentivos adicionales para captar una porción de esas inversiones que podrían sobrevolar el país.
El plan estratégico del mandatario chubutense contempla alivios fiscales específicos para fomentar el crecimiento de otros sectores. "Somos más que optimistas, y más allá del RIGI, nosotros estamos armando un esquema por segmentos que son estratégicos, industria naval, también con hidrógeno verde para tener un esquema de alivio fiscal específico dentro de la provincia", manifestó.
En un panorama donde los recursos del Estado son cada vez más escuálidos como consecuencia del ajuste nacional y la crisis de consumo, a lo que suma una constante retracción en la producción petrolera chubutense, el esquema de mayores incentivos y menos recaudación de impuestos dificulta la aparición de una perspectiva excesivamente optimista.
Otro aspecto que complejiza la aplicación del RIGI en Chubut es el nivel inversiones mínimas requeridas para poder ser alcanzadas por la normativa. Esos montos fijan un piso de 200 millones de dólares para la casi totalidad de los proyectos involucrados por sector productivo y de hasta 600 millones para los relacionados con los hidrocarburos.
La eólica en El Escorial picaría en punta
De los dichos del propio gobernador Torres, la creación de un parque eólico en el paraje El Escorial podría ser la primera inversión que desembarque en Chubut de la mano del RIGI; aunque también se menciona la ampliación eólica que tiene en carpeta la empresa Aluar.
"Para fines de 2026, tras una inversión total de 745 millones de dólares, el Parque (Eólico) ocupará una superficie de 200 kilómetros cuadrados (igual a la extensión de la Ciudad de Buenos Aires) con una potencia instalada de 582 MW (equivalente al consumo de 600.000 hogares) conectada directamente a la planta productora de aluminio", publicó Clarín a principios de mes mientras se acerca el vencimiento de la concesión de Futaleufú -caduca en 2025 y Nación busca reprivatizarla como a las demás represas- y Aluar busca reaseguro en la provisión de energía para su planta en Puerto Madryn.
Es justamente en la generación eólica donde la provincia parece tener el terreno más allanado para conseguir inversiones en el marco del RIGI.
La inversión de El Escorial se presenta con nuevos bríos para hacer punta en Chubut en el marco del RIGI y se trataría de una inversión que rondaría los 365 millones de dólares para la puesta en marcha de un parque eólico con 40 aerogeneradores (5MW cada uno) que aportarían 200 megavatios de potencia instalada.
Se trataría de la inversión de una empresa de capitales estatales chinos y desde el Gobierno provincial se asegura que con ese parque eólico se lograría el potencial suficiente para electrificar hasta el 80% del territorio provincial en un plazo estimado de dos a tres años.
A decir verdad, la iniciativa en El Escorial no es nueva ni está directamente ligada a la reglamentación del RIGI, sino que viene de larga data y sus primeros anuncios se efectuaron en Chubut durante la gestión de Martín Buzzi tras un viaje a China que efectuó Cristina Fernández de Kirchner.
El proyecto en cuestión, que se localizaría a 6 km del paraje y en terrenos localizados en un predio lindante con la Ruta provincial 58, comenzó a gestarse cuando a finales del año 2011 la empresa Patagonia El Angelito Centrales Eólicas SA presentó el proyecto originario y luego retomaría fuerza a entre los años 2014 y 2015.
Luego de aquellas gestiones del kirchnerismo, el mismo fue retomado en el gobierno de Mariano Arcioni en el 2021; quien en abril de ese año firmó en la Casa del Chubut en Buenos Aires, una carta intención con la gerenta General de China Gezhouba Group Company Limited, Jin Wenmo, empresa interesada en la concreción del proyecto de construcción del complejo eólico.
En aquel entonces se explicitó que "el parque eólico El Escorial prevé su ingreso al Mercado Eléctrico Mayorista a través de instalaciones con el sistema de Transporte de Energía Eléctrica de Distribución Troncal -TRANSPA SA-, con una futura Estación Transformadora seccionando una de las Líneas de 330 kV Futaleufú- Puerto Madryn, ubicado a 296 km de la Estación Transformadora Puerto Madryn y a 254 km de la Estación Transformadora de la Central Hidroeléctrica Futaleufú".
Además, se anunciaba que "con la generación limpia se busca ahorrar combustible y abastecer de energía eléctrica a las localidades lindantes de Gastre, Gan Gan, Telsen, Paso de Indios y Los Altares, utilizando un recurso renovable como el viento. Además de generar puestos de trabajo - 600 directos y 3000 indirectos - durante la construcción del proyecto; se estima una generación anual de 583 GWh, con una reducción de 463 Mil Tn de GEI (gases efecto invernadero), cubriendo una demanda de 50.000 mil hogares; con una inversión de más de 300 millones de dólares".
¿Soporte de la minería?
Los cuestionamientos a este emprendimiento eólico vienen desde los sectores ambientalistas de la provincia, no por la posibilidad de llevar energía a las poblaciones del interior chubutense, sino por la localización del mismo y la cercanía con proyectos mineros de envergadura en la zona de la Meseta Central; a uno y otro lado del límite interprovincial entre Chubut y Río Negro.
En la porción rionegrina ya obtuvo vía libre el proyecto minero Calcatreu a escasos kilómetros de Ingeniero Yacobacci, aunque se potencia el rechazo del ambientalismo y los pueblos originarios de la región.
Ver el artículo: Proyecto minero Calcatreu: entre las promesas mediáticas y las verdades del territorio
Esa parte del territorio chubutense quedó comprendido en la Zonificación que sancionó la Legislatura por impulso del ex mandatario Arcioni y fue derrumbada por la movilización que dio por tierra con el intento.
Desde los sectores que se oponen a la minería, La Izquierda Diario sostuvo que "El Escorial se ubica 126 kilómetros al sur de Gastre, 103 de Gan Gan, cerca de 250 km de Telsen y 115 al norte de Paso de Indios. Su ubicación resulta estratégica para el proyecto de explotación de oro y plata Navidad de Pan American Silver, pero también de los yacimientos de uranio Cerro Solo, Laguna Colorada, Condor y Mirasol sobre los que tienen interés la rusa Uranium One Group y UrAmérica Agentina SA, entre otras mineras. Cerro Solo, de hecho, es el segundo yacimiento de uranio en importancia en el país explorado por la CNEA desde 1997 y que se encuentra suspendido por la Ley 5001, pero en caso de aprobarse la zonificación minera se pondría en marcha. Casualmente, o no tanto, son 708 hectáreas en El Escorial".
Por el momento las prohibiciones para la minería metalífera a cielo abierto siguen vigentes, contempladas además en la adhesión al RIGI, pero los sectores anti mineros de Chubut se han puesto en alerta denunciando la posibilidad que la normativa se imponga sobre las limitaciones establecidas.
Un dato curioso se dio en junio pasado cuando se formalizaron presentaciones de descubrimiento y permisos para cateos mineros en territorio chubutense, actividad no prohibida, publicados en el Boletín Oficial y vinculados a yacimientos de uranio.
Un movimiento que alertó al ambientalismo, que se produjo en paralelo a la Ley Bases y el RIGI, aunque quizás solamente quede en la letra muerta de las solicitudes.
Hidrogeno, turismo e industria forestal
Los otros nichos donde Chubut podría conseguir inversiones a través del RIGI son mucho menos desarrollados o de impactos menores a los estipulados por la normativa recientemente reglamentada.
El del Hidrógeno Verde es un terreno del que mucho se habla y se efectúan anuncios a futuro, pero por ahora no se ha concretado ninguna inversión real de grandes proporciones, salvo la que lleva adelante desde finales del 2008 la empresa Hychico y que está ubicado en la zona de Diadema Argentina -a 26 km de Comodoro Rivadavia-.
Según la compañía que integra el grupo de la petrolera CAPSA, la panta "está equipada con dos electrolizadores que tienen una capacidad total de producción de 120 Nm3/h de hidrógeno -esa cifra es el equivalente a 7 vueltas al mundo para una flota de 10 colectivos- y 60 Nm3/h de oxígeno. Su producción de hidrógeno tiene una pureza que alcanza el 99,998%. Al mezclarse con gas natural, se utiliza para alimentar un moto-generador de 1,4 MW, equipado con un motor de combustión interna que funciona con una mezcla de gas e hidrógeno".
En el ámbito del Hidrógeno Verde se vienen efectuando múltiples seminarios con especialistas como el que se hizo en abril pasado en Comodoro Rivadavia y donde se expusieron el potencial y las bondades de desarrollar esta actividad productiva de cara a la lenta y postergada transición energética.
Por el momento sólo son seminarios y anuncios de otras posibles inversiones, esencialmente de origen europeo, pero a partir de la llegada del RIGI quizás se acelere algunos de proyectos productivos que involucran a Chubut.
En paralelo asoman otros dos rubros de diferentes dimensión y desarrollo. Por un lado, podría potenciarse alguna inversión vinculada al turismo, aunque las últimas y más importantes efectuadas o anunciadas se encuentran alejadas de los 200 millones de dólares que como mínimo establece el RIGI.
La llegada de Víctor Santa María, secretario general del SUTERH y dueño de Página/12, y el desembarco de la cadena internacional de hoteles "02" en Esquel dejará una inversión inicial de 10 millones de dólares.
Además, se sumará un incipiente proyecto inmobiliario y turístico bautizado Pueblo Carao, localizado camino al paraje Alto Río Percy en un predio que ronda las 100 hectáreas, en proximidades de la laguna Carao y en medio de un entorno natural casi virgen, donde fue instalado un gran dragón de madera que se convirtió en atractivo turístico. Allí se pretende llevar adelante un plan de urbanización.
Dándole continuidad a su impronta de bajar impuestos a los inversores, el gobernador Torres explicó que "la provincia no tiene que tener una voracidad recaudadora, tiene que tener una mirada inteligente y estratégica para generar trabajo" porque "cuando se dinamiza la economía, también se recauda por otros tributos".
Explicó que el beneficio impositivo otorgado consiste en una serie de exenciones de impuestos y tasas municipales, para aquellos desarrollares turísticos que construyan "nuevos establecimientos hoteleros o extra hoteleros que cumplan con las exigencias previstas para ser incluidos dentro de las categorías de dos, tres, cuatro y cinco estrellas por un lapso de 10 años y que contraten nuevos trabajadores que sean residentes fijos en la misma zona donde se desarrolla su trabajo".
Habrá que ver si en el futuro cercano se aproximan otras inversiones de mayor magnitud como encajar en el RIGI, como así también si surgen anuncios de inversores relacionados con la industria forestal que en la región cordillerana de la Comarca Andina Patagónica tienen muy escaso desarrollo.
El Gobierno nacional de Javier Milei publicó el viernes pasado la reglamentación del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones), al que Chubut adhirió en la sesión del 14 de agosto. Ahora se abre una ventana de oportunidades productivas, críticas ambientalistas, negocios empresarios y de ilusiones que parecen difícil de concretar en los apretados plazos que plantea la normativa que busca inversores. Los beneficios para el capital privado, extranjero o nacional, son enormes y no quedan tan claros los del Estado Nacional y las provincias. El RIGI parece creado para satisfacer esencialmente las necesidades de Vaca Muerta en su plan de desarrollo exportador de Gas Natural Licuado (GNL) y la explotación minera del litio. Aunque también abre opciones a otros rubros productivos, surge la incógnita de cómo encajará Chubut en la normativa y cuáles podrían ser los efectos positivos o perjudiciales para la provincia. La actividad petrolera chubutense queda excluida, también la prohibida minería metalífera, mientras que todas las ilusiones se enfocan hacia la energía eólica y el hidrógeno verde, dejando hendijas menores abiertas en torno del turismo y la explotación forestal.
La Ley Bases y la reglamentación del RIGI muestran claramente que la prioridad de la administración Milei es enfocarse en el desarrollo a toda velocidad de Vaca Muerta como núcleo exportador de GNL para de esa manera intentar construir un complejo generador de dólares para que de alguna manera se acerque, iguale o hasta supere la generación de divisas que habilita el campo con la soja y los demás granos.
El RIGI, en trazos generales, viene a profundizar un proceso extractivo primarizado que especialmente tiene como objetivo la obtención de dólares a través de las exportaciones con el objetivo de levantar el CEPO y apuntando a la dolarización de la economía; a cambio le entrega al sector empresario buenos beneficios que posibilitan incrementar sus ganancias y en simultáneo habilita el blanqueo de capitales.
Incentiva el ingreso de proyectos con un mínimo de 200 millones de dólares de capital, con amplias reducciones tributarias y habilitaciones cambiarias, a lo que se suma el compromiso de estabilidad fiscal por 30 años; cediendo soberanía a la hora de controversias, ya que estipula que pueden resolverse en tribunales internacionales como los del CIADI.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que no contempla la transferencia tecnológica, sino que se beneficia al inversor extranjero, porque el local debe pagar aranceles por los insumos necesarios para producir el mismo bien de capital.
No contempla una política de desarrollo de proveedores (ya en el DNU 70 se eliminó el Compre Nacional y el PRODEPRO -Programa de Desarrollo de Proveedores-). Tampoco se exige la incorporación de valor agregado y en el mejor de los casos se conseguiría un incremento de los puestos de trabajo.
A ello se debe añadir que los adheridos al RIGI no tendrán obligación de comercializar productos en Argentina, pero además la normativa se pone por encima de las existentes en las provincias que adhieran a ella y de allí surgen las controversias con las cuestiones ambientales y el manejo del recurso agua que conllevan estas inversiones extractivistas.
En trazos generales, se constituye un ahondamiento del régimen cuasi colonial; donde las empresas extranjeras podrán producir con beneficios extremos y exportar libremente, sin abastecer al mercado local.
Vaca Muerta como aspiradora de dólares
Desde hace poco más de una década que los diferentes gobiernos apuntaron sus prioridades a la consolidación y desarrollo de Vaca Muerta como complejo productivo y exportador de recursos naturales que facilite el ingreso de dólares al país.
Ese proceso lo inició el kirchnerismo en el 2012 durante la gestión de Cristina Fernández, lo continuaron Mauricio Macri y Alberto Fernández, pero ahora Javier Milei parece dispuesto a buscar el salto definitivo que aún les falta a los yacimientos no convencionales localizados en la Cuenca Neuquina.
La diferencia del proceso encarado ahora por el gobierno libertario es que no se busca desarrollar en paralelo la exportación desde Vaca Muerta, mientras que consigue el autoabastecimiento energético del país; sino que la prioridad casi exclusiva es exportar para obtener dólares.
Para conseguir que ese mecanismo funcione y Vaca Muerta pueda exportar GNL por caños a los países vecinos y petróleo necesita que se avance en la construcción de una infraestructura por ahora inexistente y que demandará entre 20.000 y 30.000 millones de dólares.
Hoy en día la gran mayoría del gas y el crudo que se obtienen del fracking quedan en el país y pequeñas porciones se exportan por falta de infraestructura para hacerlo llegar a los países vecinos o el resto de los continentes.
El RIGI justamente viene a intentar incentivar con grandes beneficios impositivos, seguridad jurídica y garantía a largo plazo a que los capitales privados inviertan en Vaca Muerta desarrollando la infraestructura necesaria para exportar y generar dólares.
El propio presidente de YPF, Horacio Marín, lo dejó muy claramente expresado en una entrevista que mantuvo con el periodista Carlos Pagni en el canal La Nación + (concretada el pasado 18 de junio de este año).
Allí manifestó, antes que se anunciara la ubicación de la Planta de GNL en Punta Colorada (Río Negro), lo que a su entender es el proceso a encarar y la importancia del RIGI para concretarlo. "Yo como imagino a la Argentina (en materia hidrocarburífera y específicamente en el terreno del gas) es que por Escobar (en el norte de la provincia de Buenos Aires) se importa (para satisfacer las necesidades del mercado interno) en LNG (Gas Natural Licuado) se exporta, no me digan andá para allá, sácame gas y pone en el mercado interno. Va todo a la exportación y en algunos picos de producción con frío excesivos para eso tenés el barco (regasificador) de Escobar para importar", sentenció.
Complejo encaje de Chubut en el RIGI
Más allá de haber sido una de las primeras provincias en adherir al RIGI, ante el panorama imperante Chubut no la tiene tan fácil a lo hora de engancharse para obtener inversiones de magnitud.
La actividad petrolera convencional, que domina el terreno productivo chubutense, quedó afuera del RIGI y los otros rubros que podrían involucrar a Chubut son el de la energía eólica, el hidrógeno verde, la minería no metalífera a cielo abierto, el turismo y la producción forestal.
Lo de Vaca Muerta es un proyecto mucho más desarrollado que las oportunidades que podría tener Chubut con el RIGI y por eso corre con ventaja, mientras que la provincia está contra reloj porque los plazos se extienden principalmente por los dos primeros años de vigencia, lo que implica que la ventana temporal se extiende hasta el 2026 para atraer nuevos capitales a la provincia.
Para hacer poder interesante a las posibilidades chubutenses, frente a las de Vaca Muerta y la minería focalizada en el litio, el gobernador Ignacio Torres dejó entrever que podrían sumarse algunos otros incentivos adicionales para captar una porción de esas inversiones que podrían sobrevolar el país.
El plan estratégico del mandatario chubutense contempla alivios fiscales específicos para fomentar el crecimiento de otros sectores. "Somos más que optimistas, y más allá del RIGI, nosotros estamos armando un esquema por segmentos que son estratégicos, industria naval, también con hidrógeno verde para tener un esquema de alivio fiscal específico dentro de la provincia", manifestó.
En un panorama donde los recursos del Estado son cada vez más escuálidos como consecuencia del ajuste nacional y la crisis de consumo, a lo que suma una constante retracción en la producción petrolera chubutense, el esquema de mayores incentivos y menos recaudación de impuestos dificulta la aparición de una perspectiva excesivamente optimista.
Otro aspecto que complejiza la aplicación del RIGI en Chubut es el nivel inversiones mínimas requeridas para poder ser alcanzadas por la normativa. Esos montos fijan un piso de 200 millones de dólares para la casi totalidad de los proyectos involucrados por sector productivo y de hasta 600 millones para los relacionados con los hidrocarburos.
La eólica en El Escorial picaría en punta
De los dichos del propio gobernador Torres, la creación de un parque eólico en el paraje El Escorial podría ser la primera inversión que desembarque en Chubut de la mano del RIGI; aunque también se menciona la ampliación eólica que tiene en carpeta la empresa Aluar.
"Para fines de 2026, tras una inversión total de 745 millones de dólares, el Parque (Eólico) ocupará una superficie de 200 kilómetros cuadrados (igual a la extensión de la Ciudad de Buenos Aires) con una potencia instalada de 582 MW (equivalente al consumo de 600.000 hogares) conectada directamente a la planta productora de aluminio", publicó Clarín a principios de mes mientras se acerca el vencimiento de la concesión de Futaleufú -caduca en 2025 y Nación busca reprivatizarla como a las demás represas- y Aluar busca reaseguro en la provisión de energía para su planta en Puerto Madryn.
Es justamente en la generación eólica donde la provincia parece tener el terreno más allanado para conseguir inversiones en el marco del RIGI.
La inversión de El Escorial se presenta con nuevos bríos para hacer punta en Chubut en el marco del RIGI y se trataría de una inversión que rondaría los 365 millones de dólares para la puesta en marcha de un parque eólico con 40 aerogeneradores (5MW cada uno) que aportarían 200 megavatios de potencia instalada.
Se trataría de la inversión de una empresa de capitales estatales chinos y desde el Gobierno provincial se asegura que con ese parque eólico se lograría el potencial suficiente para electrificar hasta el 80% del territorio provincial en un plazo estimado de dos a tres años.
A decir verdad, la iniciativa en El Escorial no es nueva ni está directamente ligada a la reglamentación del RIGI, sino que viene de larga data y sus primeros anuncios se efectuaron en Chubut durante la gestión de Martín Buzzi tras un viaje a China que efectuó Cristina Fernández de Kirchner.
El proyecto en cuestión, que se localizaría a 6 km del paraje y en terrenos localizados en un predio lindante con la Ruta provincial 58, comenzó a gestarse cuando a finales del año 2011 la empresa Patagonia El Angelito Centrales Eólicas SA presentó el proyecto originario y luego retomaría fuerza a entre los años 2014 y 2015.
Luego de aquellas gestiones del kirchnerismo, el mismo fue retomado en el gobierno de Mariano Arcioni en el 2021; quien en abril de ese año firmó en la Casa del Chubut en Buenos Aires, una carta intención con la gerenta General de China Gezhouba Group Company Limited, Jin Wenmo, empresa interesada en la concreción del proyecto de construcción del complejo eólico.
En aquel entonces se explicitó que "el parque eólico El Escorial prevé su ingreso al Mercado Eléctrico Mayorista a través de instalaciones con el sistema de Transporte de Energía Eléctrica de Distribución Troncal -TRANSPA SA-, con una futura Estación Transformadora seccionando una de las Líneas de 330 kV Futaleufú- Puerto Madryn, ubicado a 296 km de la Estación Transformadora Puerto Madryn y a 254 km de la Estación Transformadora de la Central Hidroeléctrica Futaleufú".
Además, se anunciaba que "con la generación limpia se busca ahorrar combustible y abastecer de energía eléctrica a las localidades lindantes de Gastre, Gan Gan, Telsen, Paso de Indios y Los Altares, utilizando un recurso renovable como el viento. Además de generar puestos de trabajo - 600 directos y 3000 indirectos - durante la construcción del proyecto; se estima una generación anual de 583 GWh, con una reducción de 463 Mil Tn de GEI (gases efecto invernadero), cubriendo una demanda de 50.000 mil hogares; con una inversión de más de 300 millones de dólares".
¿Soporte de la minería?
Los cuestionamientos a este emprendimiento eólico vienen desde los sectores ambientalistas de la provincia, no por la posibilidad de llevar energía a las poblaciones del interior chubutense, sino por la localización del mismo y la cercanía con proyectos mineros de envergadura en la zona de la Meseta Central; a uno y otro lado del límite interprovincial entre Chubut y Río Negro.
En la porción rionegrina ya obtuvo vía libre el proyecto minero Calcatreu a escasos kilómetros de Ingeniero Yacobacci, aunque se potencia el rechazo del ambientalismo y los pueblos originarios de la región.
Ver el artículo: Proyecto minero Calcatreu: entre las promesas mediáticas y las verdades del territorio
Esa parte del territorio chubutense quedó comprendido en la Zonificación que sancionó la Legislatura por impulso del ex mandatario Arcioni y fue derrumbada por la movilización que dio por tierra con el intento.
Desde los sectores que se oponen a la minería, La Izquierda Diario sostuvo que "El Escorial se ubica 126 kilómetros al sur de Gastre, 103 de Gan Gan, cerca de 250 km de Telsen y 115 al norte de Paso de Indios. Su ubicación resulta estratégica para el proyecto de explotación de oro y plata Navidad de Pan American Silver, pero también de los yacimientos de uranio Cerro Solo, Laguna Colorada, Condor y Mirasol sobre los que tienen interés la rusa Uranium One Group y UrAmérica Agentina SA, entre otras mineras. Cerro Solo, de hecho, es el segundo yacimiento de uranio en importancia en el país explorado por la CNEA desde 1997 y que se encuentra suspendido por la Ley 5001, pero en caso de aprobarse la zonificación minera se pondría en marcha. Casualmente, o no tanto, son 708 hectáreas en El Escorial".
Por el momento las prohibiciones para la minería metalífera a cielo abierto siguen vigentes, contempladas además en la adhesión al RIGI, pero los sectores anti mineros de Chubut se han puesto en alerta denunciando la posibilidad que la normativa se imponga sobre las limitaciones establecidas.
Un dato curioso se dio en junio pasado cuando se formalizaron presentaciones de descubrimiento y permisos para cateos mineros en territorio chubutense, actividad no prohibida, publicados en el Boletín Oficial y vinculados a yacimientos de uranio.
Un movimiento que alertó al ambientalismo, que se produjo en paralelo a la Ley Bases y el RIGI, aunque quizás solamente quede en la letra muerta de las solicitudes.
Hidrogeno, turismo e industria forestal
Los otros nichos donde Chubut podría conseguir inversiones a través del RIGI son mucho menos desarrollados o de impactos menores a los estipulados por la normativa recientemente reglamentada.
El del Hidrógeno Verde es un terreno del que mucho se habla y se efectúan anuncios a futuro, pero por ahora no se ha concretado ninguna inversión real de grandes proporciones, salvo la que lleva adelante desde finales del 2008 la empresa Hychico y que está ubicado en la zona de Diadema Argentina -a 26 km de Comodoro Rivadavia-.
Según la compañía que integra el grupo de la petrolera CAPSA, la panta "está equipada con dos electrolizadores que tienen una capacidad total de producción de 120 Nm3/h de hidrógeno -esa cifra es el equivalente a 7 vueltas al mundo para una flota de 10 colectivos- y 60 Nm3/h de oxígeno. Su producción de hidrógeno tiene una pureza que alcanza el 99,998%. Al mezclarse con gas natural, se utiliza para alimentar un moto-generador de 1,4 MW, equipado con un motor de combustión interna que funciona con una mezcla de gas e hidrógeno".
En el ámbito del Hidrógeno Verde se vienen efectuando múltiples seminarios con especialistas como el que se hizo en abril pasado en Comodoro Rivadavia y donde se expusieron el potencial y las bondades de desarrollar esta actividad productiva de cara a la lenta y postergada transición energética.
Por el momento sólo son seminarios y anuncios de otras posibles inversiones, esencialmente de origen europeo, pero a partir de la llegada del RIGI quizás se acelere algunos de proyectos productivos que involucran a Chubut.
En paralelo asoman otros dos rubros de diferentes dimensión y desarrollo. Por un lado, podría potenciarse alguna inversión vinculada al turismo, aunque las últimas y más importantes efectuadas o anunciadas se encuentran alejadas de los 200 millones de dólares que como mínimo establece el RIGI.
La llegada de Víctor Santa María, secretario general del SUTERH y dueño de Página/12, y el desembarco de la cadena internacional de hoteles "02" en Esquel dejará una inversión inicial de 10 millones de dólares.
Además, se sumará un incipiente proyecto inmobiliario y turístico bautizado Pueblo Carao, localizado camino al paraje Alto Río Percy en un predio que ronda las 100 hectáreas, en proximidades de la laguna Carao y en medio de un entorno natural casi virgen, donde fue instalado un gran dragón de madera que se convirtió en atractivo turístico. Allí se pretende llevar adelante un plan de urbanización.
Dándole continuidad a su impronta de bajar impuestos a los inversores, el gobernador Torres explicó que "la provincia no tiene que tener una voracidad recaudadora, tiene que tener una mirada inteligente y estratégica para generar trabajo" porque "cuando se dinamiza la economía, también se recauda por otros tributos".
Explicó que el beneficio impositivo otorgado consiste en una serie de exenciones de impuestos y tasas municipales, para aquellos desarrollares turísticos que construyan "nuevos establecimientos hoteleros o extra hoteleros que cumplan con las exigencias previstas para ser incluidos dentro de las categorías de dos, tres, cuatro y cinco estrellas por un lapso de 10 años y que contraten nuevos trabajadores que sean residentes fijos en la misma zona donde se desarrolla su trabajo".
Habrá que ver si en el futuro cercano se aproximan otras inversiones de mayor magnitud como encajar en el RIGI, como así también si surgen anuncios de inversores relacionados con la industria forestal que en la región cordillerana de la Comarca Andina Patagónica tienen muy escaso desarrollo.