Patagonia

Las aguas bajan turbias: Comodoro, otra vez en manos del clima

Desde hace décadas se intensifican los problemas de infraestructura y servicio en la ciudad. Durante el verano se llevó adelante el cronograma de cortes de agua; ahora, en pleno invierno, el escenario es similar, con cortes anunciados día por medio por altos niveles de turbiedad, a raíz de los deshielos tempranos que produjeron una mancha de sedimento en el Lago Musters.

"Debido a los cambios bruscos de temperatura en la época invernal, se adelantó un mes el deshielo en las zonas altas de la cuenca, lo que provoca una inminente turbiedad en la toma del lago en la localidad de Sarmiento. Este contexto complejiza aún más el proceso de potabilización y no permite abastecer a la ciudad con cantidades suficientes de agua, por ello, se debe cortar la distribución", informó la SCPL la noche del miércoles de la semana pasado, cuando anunció el corte.

El ingeniero Elio Fobello, asesor técnico del Departamento Acueducto de la SCPL, afirmó que "la turbidez es un factor habitual".

"Normalmente nuestras plantas con valores de hasta 100, ó 150 ó 200 NTU, responden bien y podemos potabilizar el agua, entregándola en valores aptos para consumo, que son inferiores a 3 NTU. Lo que pasa es que hubo un deshielo importante, por lluvias y eso nos complica sobremanera. El año pasado tuvimos 300 NTU por ese ingreso y este año se triplicó, hasta los 1.000 NTU. Nuestros instrumentos de medición, portátiles, se iban de rango", explicó ante la prensa.

El deshielo es habitual, pero se suele producir a partir de agosto y de manera más paulatina. Las temperaturas anormales que se registraron en las últimas semanas en la Patagonia -que llegaron a los 20 grados en pleno invierno- aceleraron el proceso, que se produjo de golpe y arrastró un mayor caudal de agua con sedimentos y materiales a través del río Senguer.

Purificación

"El río va trayendo limo, erosionando sobre toda su costa y arrastra materiales en todo su recorrido, ingresando con un caudal muy importante al lago. En oportunidades va decantando sobre el mismo lago, pero otras veces todo ese material se nos viene contra la costa Este, donde tenemos las dos tomas del acueducto", apuntó el ingeniero.

La arcilla que se va acumulando provoca que no se puedan operar las plantas para potabilizar, "llevándola a 3 NTU que es lo que nos permite el código alimentario para distribuirla en condiciones aptas para el consumo humano".

La respuesta para evitar el bloqueo de las plantas fue reducir el nivel de ingreso del agua hasta que la mancha -concentrada en una superficie de entre 300 y 500 metros cuadrados- se aleje hacia la costa contraria.

Desde la Cooperativa explicaron que la purificación del agua se podrá reanudar cuando terminan las tareas de limpieza, aunque subrayaron que las inclemencias climáticas complicaron el normal funcionamiento del Sistema de Acueductos.

El año pasado, durante los primeros días de agosto la ciudad vivía el mismo panorama. La Asociación Vecinal de Castelli denunciaba entonces la contaminación del agua de la red pública en la zona oeste del barrio, que si bien no respondía necesariamente al deshielo, desnudaba la ausencia de respuestas a largo plazo.

Condiciones anormales

La tendencia mundial de calentamiento global y sus consecuencias se profundiza año a año y produce este tipo de condiciones anormales. Este año estuvo caracterizado por nieve abundante y deshielos repentinos, situación que se vislumbró particularmente en la Patagonia. La combinación de estas inclemencias con la falta de planificación y respuestas de infraestructura provocó dificultades de distinto tipo a lo largo del invierno.

Fobello indicó que la obra del azud derivador del lago Fontana -proyecto que está licitado y adjudicado y debería iniciar en septiembre- podría colaborar en el mantenimiento y la regulación de un caudal constante de ingreso de agua al lago, aunque no evitaría problemas de turbiedad a futuro.

La situación es crítica en toda la provincia. En 2022 algunas localidades como Trelew, Rawson, Dolavon y Gaiman debieron suspender el trabajo de las plantas potabilizadoras debido a la turbiedad del río Chubut.

Más que una problemática aislada por la inclemencia climática, esta situación agudiza la crisis hídrica que atraviesa la provincia. La falta de agua en Comodoro Rivadavia dejó de ser una irregularidad para convertirse en la normalidad.