Petróleo

Cristóbal López quiere algunos de los yacimientos maduros que deja YPF en Chubut

Pilgrim Energy, parte del Grupo Indalo, compite junto a otras 60 empresas en el denominado Proyecto Andes, que busca vender una serie de "áreas maduras" propiedad de la empresa de energía estatal. Sus prioridades estarían en los yacimientos de Chubut y Neuquén.

Cristóbal López y Fabián De Sousa buscan expandirse en el negocio del petróleo. Según pudo saber LA NACION, los empresarios dueños de Grupo Indalo se sumaron a la puja por los yacimientos convencionales que YPF puso a la venta a principios de este año, bajo el paraguas del denominado "Proyecto Andes".

El portafolio incluye un total de 35 áreas maduras en Mendoza, Neuquén, Río Negro y Chubut. Mediante este plan de desprendimiento, la compañía apunta a quedarse con los activos más productivos y enfocarse en los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta, en Neuquén, en la refinación de combustibles, en el desarrollo del Gas Natural Licuado (GNL) y en energías renovables con YPF Luz. Además, según había afirmado el presidente y CEO de la petrolera, Horacio Marín, la operación le dará a la empresa una liquidez de US$800 millones.

En ese entonces, la petrolera explicó que se denomina "yacimientos maduros" a aquellos que ya pasaron su pico "óptimo de producción". Además, detalló los motivos detrás de la decisión: las buenas prácticas de la industria petrolera establecen que, para las compañías de escala como YPF, "no resulta eficiente ni rentable producir petróleo en este tipo de yacimientos, los cuales en general son operados por empresas más pequeñas que puedan dar continuidad a la actividad".

La venta, organizada por el Banco Santander, está en etapa de auditoría -cuyo cierre está previsto para finales de agosto-. De ella participan un total de 60 empresas, entre las que figura Pilgrim Energy, operadora independiente de petróleo y gas e integrante de Grupo Indalo.

Pilgrim Energy salió a la escena con fuerza a principios de este año, cuando comenzó a operar el campo Cerro Negro en Chubut, que tiene una concesión de explotación por 25 años -prorrogable por otros 10-. Ubicado en la Cuenca del Golfo San Jorge, registra una producción de 200 barriles diarios de petróleo y unos 19.800 m3 diarios de gas natural.

En paralelo, la empresa también apunta a otras oportunidades en las que combinar la producción de gas natural con la generación de energía y otras aplicaciones, a fin de hacerse de un lugar en la transición energética. La compañía se apoya en la experiencia de su CEO, Fernando Giliberti, exvicepresidente de Estrategia y de Proyectos Especiales de YPF.

"Aunque todavía es una empresa pequeña en términos de producción actual, Pilgrim Energy tiene una ventaja competitiva para crecer rápidamente. Puede aprovechar los equipos y servicios de varios socios comerciales con capacidades industriales superiores para crear un nuevo modelo operativo denominado Modelo Alternativo de Producción Optimizada (MAPO). El modelo apunta a optimizar la producción y los costos mediante la creación de un verdadero ecosistema de colaboración entre contratistas clave que se convierten en socios comerciales para compartir los beneficios de explotar eficientemente los yacimientos de gas natural y petróleo", aseguraron mediante un comunicado desde la compañía.

Previamente, Grupo Indalo participaba en el negocio de los hidrocarburos con la firma Oil Combustibles. No obstante, la empresa fue a la quiebra luego de que sus accionistas fueran procesados en el marco de una causa por retención de impuestos.

El holding -conocido por su participación en los medios con C5N y Ámbito Financiero- también puso un pie en la industria minera mediante Álcalis de la Patagonia (Alpat). Se trata de una compañía productora de carbonato de sodio, un insumo estratégico para la industria del vidrio y la extracción del litio de las salmueras. En su planta ubicada en Río Negro, procesa alrededor de 200.000 toneladas.

Fuente: La Nación