El país

"Ese oro no vuelve más": ¿qué riesgos se corre al enviar sus reservas a Londres?

Por Sergio Pintado

La decisión del ministro de Economía argentino, Luis Caputo, de enviar reservas de oro al exterior hace muy difícil que el país pueda recuperarlas, dijo a Sputnik el economista Juan Valerdi. El experto aseguró que Argentina podría sufrir la incautación del oro si incumple algún pago o no actúa "como quiere la OTAN".

La salida del país de reservas de oro había sido advertida públicamente por el sindicalista bancario y diputado opositor Sergio Palazzo, que cursó un pedido de informes al Banco Central argentino ante versiones sobre supuestas "operaciones de envío de lingotes de oro al exterior" durante el mes de junio. El legislador consultó si hubo dos partidas de cargamentos de oro, específicamente el 7 y el 28 de junio, y si efectivamente los lingotes salieron en un vuelo de British Airways.

Parte de las sospechas de Palazzo fueron corroboradas por el propio ministro de Economía argentino, Luis Caputo, durante una entrevista con el diario argentino La Nación + en la que, si bien no dio información sobre el destino de los lingotes, aseguró que la transacción es "muy positiva" porque mantener las reservas dentro del banco "es como si tuvieras un inmueble adentro y no lo puedes usar para nada".

Según Caputo, enviar las reservas de oro al exterior permite "sacar un retorno" en un momento en el que "el país necesita maximizar los retornos de sus activos".

Para Valerdi, la decisión de enviar oro hacia el exterior es un signo de que el Gobierno de Javier Milei "está desesperado" en la búsqueda de acceso al crédito, algo que no ha conseguido en sus más de seis meses de gestión. En ese sentido, el economista remarcó que Caputo no solo ha conseguido dinero de organismos multilaterales, sino que tampoco tuvo éxito en su política de "blanqueo de capitales" para atraer fondos desde el exterior.

"Están mandando el oro hacia el exterior para usarlo de garantía para determinados préstamos que tratarían de conseguir. Su objetivo es rascar el fondo de la olla del Banco Central", aseveró el economista.

De todos modos, apuntó que no se trata de una medida sorpresiva, teniendo en cuenta que Caputo y Federico Sturzenegger, asesor económico de Milei y recientemente designado ministro de Desregulación y Transformación del Estado, ya habían ensayado una medida similar cuando integraban el equipo económico del expresidente Mauricio Macri (2015-2019).

Según consignó en su momento el diario Clarín, en 2017 el Banco Central argentino, en ese entonces presidido por Sturzenegger, envió a Londres unas 11 toneladas de oro, equivalentes a 462 millones de dólares. Parte de esa cantidad, unas 5 toneladas, fueron recompradas en 2020 por el Gobierno de Alberto Fernández (2019-2023).

"En este caso se habla de que se envió el equivalente a 600 millones de dólares pero no hay ningún tipo de transparencia y el problema es que no está claro cuánto oro había quedado después de lo que Sturzenegger mandó al exterior en 2017", advirtió Valerdí.

En efecto, más allá de las respuestas de Caputo en una entrevista, no existe una respuesta oficial del Banco Central argentino sobre el envío de ese oro. Valerdi cuestionó además que la salida del oro del país no fue informada oficialmente por el organismo ni sometida a debate público alguno, al menos a la interna del directorio del Banco Central.

"Claramente, esta no es el tipo de cosas que uno hace entre gallos y medianoches", subrayó el experto, para quien el Gobierno argentino "actuó como si estuviera haciendo algo rutinario, pero expatriar lingotes de oro no es rutinario". En ese sentido, consideró que esta salida de oro del país podría llegar a ameritar, eventualmente, una causa judicial.

¿Puede no volver el oro a Argentina?

Valerdi advirtió que uno de los grandes problemas de enviar al exterior las reservas de oro físico es que se trata de un metal que "escasea mucho más de lo que los papeles indican", lo que lo convierte en un activo muy preciado para el mercado internacional. Y, si bien es posible obtener réditos económicos por esas reservas, cada vez es más complejo que los lingotes regresen a las arcas del Banco Central de Argentina.

El economista puso como ejemplo las dificultades que tuvo Alemania para recuperar el oro físico de origen alemán que se encontraba desde la Segunda Guerra Mundial en cajas fuertes de los bancos centrales de EEUU, Francia y el Reino Unido. A pesar de que Berlín expresó desde 2013 su voluntad de repatriarlos, le llevó varios años lograr que esos lingotes regresaran, en parte, a sus bóvedas.

"Cada vez que un país reclama que le envíen su oro físico porque prefiere tenerlo en su país, le dan vueltas y no se lo envían. Eso hace que el oro físico valga en los mercados financieros mucho más de lo que vale realmente", explicó el experto.

Para Valerdi, uno de los grandes riesgos es que, al colocar ese oro en bancos del exterior como garantías para conseguir crédito, "al mínimo incumplimiento de Argentina hay que decirle adiós a ese oro físico".

"Incluso aunque Argentina no haga un default, ese oro físico no vuelve más a la Argentina porque hay mucha escasez y lo último que van a hacer es enviarnos ese oro físico de nuevo, aun cuando lo reclame otro gobierno argentino en el futuro", añadió.

Valerdi consideró, incluso, que Argentina podría llegar a vivir situaciones similares a las de Rusia o Venezuela, que sufrieron la confiscación de activos en el exterior en el marco de sanciones impuestas unilateralmente por EEUU, la Unión Europea o el Reino Unido. "Si Argentina se porta mal con la OTAN o viene un gobierno que no le guste a EEUU automáticamente te incautan ese oro, como hicieron con Rusia y es probable que hagan con otros países", complementó.