Petróleo

La planificada muerte de YPF en Chubut: abandona yacimientos históricos dejando resultados desfavorables en la última década

Es casi un hecho la salida definitiva de YPF en la mayoría de los yacimientos maduros que opera en la provincia de Chubut. Sólo es cuestión de tiempo para que casi con seguridad los mismos pasen a ser concesionados a la petrolera Pecom, que sería la que presentó las mejores ofertas en el proceso de reversión que la compañía con mayoría accionaria estatal está concretando en Chubut, Santa Cruz y otras provincias. Cuando se analiza el desempeño de YPF en Chubut durante la primera mitad de este año se observa que el abandono comenzó mucho del anuncio público, pero además se detectan resultados muy desfavorables para la provincia a la lo largo de la última década. YPF se va dejando en Chubut importantes caídas de producción, muy fuertes retrocesos de las reservas y casi nula perforación en la exploración para recuperar reservas lo que demuestra una clarísima desinversión a largo plazo.

La salida de YPF de Chubut tiene una simbología histórica de ruptura con el pasado y la instalación de una lógica actual de abandono, a lo que se suma un significado de cambio de paradigma para la provincia, junto a la Cuenca del Golfo San Jorge.

La otrora YPF paternalista que supo cobijar e impulsar el crecimiento de Comodoro Rivadavia y la región ya no existe. Asumir esa pérdida es parte de un duro y largo proceso privatista que se inició hace más de 30 años.

La compañía operada como una empresa privada que privilegia las ganancias y el desarrollo de Vaca Muerta con los hidrocarburos no convencionales; más allá de la mayoría accionaria estatal, pone al descubierto que todos los cambios introducidos en la compañía desde la privatización en 1992 fueron complementándose para abandonar y perjudicar a los yacimientos que la vieron nacer hace más de 100 años.

Hoy en día la YPF libertaria controlada por un ex CEO de Grupo Techint -Horacio Marín- está de salida en Chubut dejando no solamente un pasivo ambiental incalculable tras 100 años de explotación hidrocarburífera, sino que en la última década se observa un claro proceso de desinversión en la provincia.

El saldo de la compañía con Chubut es notoriamente negativo en materia de producción, pero también en la perforación para la extracción de crudo Escalante. A lo que se acopla un contundente resultado perjudicial en materia de reservas y exploración para reponer los reservorios explotados.

Salvo en el yacimiento de Manantiales Behr, donde YPF seguirá operando y los números son contundentemente diferentes al resto de las áreas maduras, los indicadores muestran con claridad que la salida de la compañía en Chubut comenzó mucho antes que lo anunciado públicamente.

Un párrafo aparte amerita el rol de los organismos del Estado provincial a la hora de controlar y evitar estos declives productivos y de reservas en áreas que pertenecen a la provincia, pero que son concesionados al capital privado para su explotación.

Ni si quiera la extensión de las concesiones por 40 años impidió que las empresas desinviertan y terminen haciendo lo quieran sin importar las consecuencias para la provincia, todo sin control del Estado quien ahora debe hacerse cargo de las consecuencias de esas políticas empresarias.

Lo cierto es que YPF deja Chubut y el Pozo Número 2, donde brotó por primera vez petróleo en el país -el 13 de diciembre de 1907-, quedará en manos de otra empresa que no es la que lo contuvo en su seno durante un siglo.

Reversión de áreas y llegada de nueva operadora

YPF anunció a la largo de este año, tras una votación casi unánime de los miembros de su directorio donde se encuentran representadas las provincias involucradas -concretada el jueves 29 de febrero del corriente año-, que se sacará de encima áreas maduras para focalizarse aún más en la inversión y explotación de los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta.

Ver el artículo: Más de 5.000 empleos en riesgo en la Cuenca del Golfo San Jorge, todos los nombres de los directores de YPF que avalaron el abandono de las áreas maduras

En Chubut -según fuentes sindicales- la estructura laboral de YPF en sus yacimientos involucra a 1.600 trabajadores de Petroleros Privados, 492 de Petroleros Jerárquicos, 223 de Camioneros y 312 de UOCRA. El acuerdo con YPF contemplaría la continuidad del 90% de los empleos.

En los últimos días se supo que la petrolera Pecom, del Grupo Pérez Companc, sería la que ya tendría todo acordado para quedarse con áreas que la compañía decidió desprenderse en Chubut.

Aunque aún resta la oficialización, desde el propio Ministerio de Hidrocarburos provincial se coincidió con los adelantos periodísticos y sólo se agregó que estaría pendiente de resolución el tema del pasivo ambiental que le queda a la provincia.

A la espera que se oficialice el nuevo concesionario que llegará a Chubut para hacerse cargo de las áreas de YPF, aún resta saber si la nueva operadora se hará cargo de todos los empleos vinculados, si los niveles de inversión, producción y perforación serán mucho mejores a los existentes y si además la empresa que llegue continuará con las mismas condiciones de concesión que tenía YPF después de la renegociación que concretó el fallecido Mario Das Neves después del año 2007 y hasta el 2047.

Ver el artículo: Todo planeado, YPF desplomó un 40% su inversión en 2024 y abandona las áreas maduras de Chubut y Santa Cruz

La falta de información oficial, tanto de la empresa como del Estado, abre una serie de incógnitas sobre los niveles de regalías que pagará la nueva concesionaria y sobre la continuidad de beneficios -que reducían los cánones a cobra por la provincia- que habían sido instrumentados por la anterior gestión de Mariano Arcioni.

Con el "Programa de Promoción para la Industria Hidrocarburífera" la administración arcionista redujo en el 2021 al 50% las regalías petroleras a pagar en la provincia para la producción incremental que se diera en áreas maduras.

En su momento, YPF se acogió al beneficio y presentó proyectos que involucraban a las áreas Manantiales Behr, Campamento Central-Cañadón Perdido, Restinga Alí y El Trébol.

El Trébol: -26% de producción y -71% de reservas

De todos los bloques que YPF se desprende en Chubut el de El Trébol es el único donde cuenta con el 100% de la concesión. Se trata de un área de 290 km2 que comenzó a operar a principios de la década del 1930 y allí se viene perforando la formación D-129 para encontrar hidrocarburos no convencionales. El plazo de operación se extiende hasta el mes de noviembre de 2047 producto de la renegociación dasnevista.

En el área conocida como El Trébol-Escalante YPF produjo a lo largo de los primeros cinco meses de este año un total de 1.086.384 barriles y esa cantidad fue un 0,86% menor a los 1.095.829 barriles del mismo período del año pasado.

Hasta ahí podría pensarse que YPF sale sin dejar daños productivos a la provincia, pero si se compara la producción anual del 2023 con la del 2014 se observa una caída del 26%. En los doce meses del año pasado se extrajeron 2.676.299 barriles y en el mismo lapso del 2014 habían sido 3.619.444 barriles, es decir que la retracción en la última década fue de poco más que un cuarto de la producción.

El panorama es mucho peor si se analiza lo acontecido con las reservas de petróleo comprobadas hasta el final de la vida útil en dicho yacimiento. Si bien aún no existen datos oficiales correspondientes al 2023, las reservas del 2022 fueron de 9.472.439 de barriles y las del 2014 ascendían a los 33.562.373 barriles.

La retracción en casi diez años fue del 71,7% y el horizonte productivo del yacimiento decreció de los 9,3 años en el 2014 a los 3,7 años en el 2022.

En materia de perforaciones para la explotación los desplomes son significativos y nunca se recuperaron considerablemente desde la pandemia. Los metros perforados el año pasado para la explotación fueron un 85,6% menores a los del 2014 y los de servicio decrecieron el 92,7%.

En los primeros cinco meses de este 2024 no se registraron metros perforados en dicho yacimiento mostrando que el abandono comenzó mucho antes del anuncio y la próxima reversión de la concesión.

Los pozos terminados para la explotación se derrumbaron el 87,5% en el mismo período y apenas llegaron a ser concretados 5 durante el 2023.

Campamento Central: -50% de producción y -71% de reservas

El área de Campamente Central-Cañadón Perdido, localizado en la zona central de Comodoro Rivadavia e inclusive sobre el tembloroso Cerro Chenque, está casi sin actividad en los últimos años y sólo se registraron perforaciones previas a la pandemia.

Este es un yacimiento en el que YPF controla el 50% de las acciones y comparte la otra mitad con la chilena ENAP Sipetrol -que está vendiendo ésta y otras participaciones que tiene en Argentina- hasta que concluya la concesión en noviembre del 2047.

Campamento Central es el yacimiento más antiguo de la Argentina, ya que precisamente allí tuvo lugar en 1907 el descubrimiento de petróleo en el país; Cañadón Perdido fue descubierto en 1928. Entre ambos totalizan un territorio de 199 km2.

En dicho yacimiento no se vienen efectuando perforaciones en los últimos años, pero sí hay pozos produciendo crudo que registraron una merma interanual del 8,7% en los primeros cinco meses del 2024.

En tanto que entre los 1.149.312 barriles extraídos en el 2023 y los 2.303.546 barriles del 2014 se produjo una diferencia negativa del 50,1% en una década.

Más desalentador es aún el panorama que deja YPF en esta área en materia de reservas ya que las mismas disminuyeron un 71,7%, pasando de un horizonte productivo de 7,5 años en el 2014 a los apenas 4,4 años del 2022.

El Tordillo: -62% de producción y -37% de reservas

En el yacimiento El Tordillo YPF solamente controla el 7% de la masa societaria y la comparte con el 52% de Tecpetrol, el 36% de Pampa Energía en La Tapera y el 5% de Petrominera en Puesto Quiroga; pero las tres áreas son operadas por Tecpetrol.

El Tordillo fue descubierto en 1932, abarca un territorio de 117,3 km2 y se han perforado más de 1.320 pozos; mientras que La Tapera tiene una dimensión de 153,2 km2 y Puesto Quiroga de 188 km2.

Si bien la responsabilidad no le corresponde mayoritariamente a YPF, y sí esencialmente a Tecpetrol (petrolera del Grupo Techint) por ser la operadora y socia mayoriatria, los resultados en las tres áreas son muy dispares y mayoritariamente con guarismos negativos.

En El Tordillo la producción petrolera interanual decreció un 24,4% en los primeros cinco meses de este año; mientras que en La Tapera la baja fue del 76,5% y en Puesto Quiroga se incrementó en un 378%. Vale considerar que los volúmenes extractivos de las dos últimas áreas son muchísimo menores a las de El Tordillo.

La merma productiva de El Tordillo entre los años 2014 y 2022 fue del 62%, pasando de los 5.535.036 barriles a los 2.102.398; en tanto que en La Tapera el retroceso en el mismo período fue del 47,4%, producto de haber bajado de 20.628 barriles a 10.836 barriles. En Puesto Quiroga se suscitó un proceso inverso que dejó un saldo positivo del 29,4%, tras aumentar de 92.959 barriles en el 2014 a los 120.281 barriles en el 2023.

Las reservas de crudo de El Tordillo bajaron un 37,3%, pero debido a que la producción decreció en forma más pronunciada que las reservas el horizonte productivo pasó de 7,9 años a 10,5 durante el 2022.

En La Tapera el decrecimiento fue del 66,6% en casi diez años, pasando de un horizonte de 4,6 años en el 2014 a los apenas 3,8 años en el 2022; pero en la caída es mucho más pronunciada respecto del 2018 cuando el horizonte productivo había alcanzado los 16,8 años.

En Puesto Quiroga los reservorios de crudo aumentaron un 17,1% y el horizonte productivo aumentó de los 8,7 años en el 2014 a los 27 años en el 2022.

En los tres casos mencionados no se registraron metros perforados a lo largo de los primeros cinco meses del año en curso y la actividad de perforación, tanto en explotación como en exploración, fue casi nula en los últimos años de La Tapera y Puesto Quiroga.

En El Tordillo la perforación en metros decreció un 35% entre el 2014 y el 2023, mientras que la actividad exploratoria fue totalmente nula desde el 2016.

Manantiales Behr: +29% de producción y +77% de reservas

Muy diferente es el panorama de YPF en el yacimiento de Manantiales Behr, donde controla el 100% del área hasta el 2047, ya que es el único con el que se quedará y seguirá operando en Chubut.

Los números muestran que la petrolera con mayoría accionaria estatal ya tenía delineado seguir apostando en este yacimiento desde antes que se anunciara el retiro en las demás áreas chubutenses.

La actividad productiva en Manantiales Behr decreció de manera interanual el 14,7% en los primeros cinco meses de este 2024; pero en los últimos diez años experimentó una suba del 29,4% desde el 2014 hasta el 2023.

Mientras que las reservas comprobadas de crudo Escalante subieron el 77,4% desde el 2022 y hasta el 2024, pasando de 3,9 años de horizonte productivo a 5,5 respectivamente; alcanzando su punto más elevado en el 2018 con 8,5 años.

La exploración creció fuertemente en el 2023 y con los 47 pozos perforados ese año se registró un aumento del 46,8% respecto del 2014; ese fue el mayor nivel exploratorio de la década.

En lo que respecta a los metros perforados para la explotación la variación en el período analizado fue del 3,2% y los metros perforados para servicio bajaron el 7,4%; pero la principal conclusión es que nunca se dejó de perforar -salvo en pandemia- reflejando una diferencia muy marcada con lo acontecido en el resto de las áreas que YPF abandona en Chubut.