Régimen israelí usó armas biológicas contra los palestinos en 1948La ocupación israelí comete atrocidades contra el pueblo palestino desde antes del establecimiento de un «Israel» en 1948. Pero recientemente se reveló que el régimen llevó a cabo campañas de limpieza étnica contra los palestinos entre 1947 y 1948 usando armas biológicas.
Los detalles de esta masacre las hizo públicas el sitio web Monitor de Medio Oriente, citando un artículo escrito por los historiadores Benny Morris y Benjamin Kedar, basado en documentos legales obtenidos del archivo nacional de la ocupación israelí.
Tanto los científicos como las unidades del campo de batalla, unieron fuerzas para llevar a cabo campañas destinadas a matar palestinos envenenando sus fuentes de agua y propagando la fiebre tifoidea en las aldeas palestinas. Esta bacteria también fue utilizada por «Tel Aviv» contra los ejércitos egipcio y jordano en un intento por debilitarlos y obligarlos a retirarse, explica el artículo.
Según los historiadores, la campaña sistémica de guerra biológica fue aprobada por el fundador de «Israel» y primer ministro del régimen de ocupación, David Ben-Gurion.
«Israel» usó veneno de varias maneras, una de las cuales, cita el texto, incluye el envío de la fiebre tifoidea al frente sur a través de las fuerzas de ocupación israelíes. Los pueblos mencionados en el artículo incluyen Akka y Al-Jalil, y sustentan sus afirmaciones con documentos de británicos, palestinos, egipcios y la Cruz Roja que registran docenas de casos de envenenamiento y enfermedades graves entre los residentes locales.
La ocupación israelí, justo después de su declaración como brazo colonialista usurpador del estado de Palestina en mayo de 1948, utilizó los mismos métodos en Gaza, enviando a la franja a soldados israelíes que se hacían pasar por palestinos y llevaban tubos que contenían la bacteria Salmonella typhi, causante de la fiebre tifoidea, con el objetivo de envenenar el suministro local de agua.
A pesar de una gran cantidad de evidencia que apunta al uso de armas biológicas por parte de la ocupación israelí, y de que «Tel Aviv» fue atrapado infraganti en varias ocasiones, la ocupación aún debe admitir su culpabilidad en esa guerra biológica.
Pero, el establecimiento de seguridad israelí lleva décadas tratando de encubrir sus huellas de violaciones del derecho internacional contra los palestinos, bloqueando cualquier documento histórico que exponga sus crímenes de guerra, como la limpieza étnica, para que nunca llegue a manos del público.
Y a pesar de las montañas de pruebas acumuladas contra la ocupación, «Israel» nunca fue sancionado ni le declararon la guerra, a pesar de que Occidente usó los pretextos de armas de destrucción masiva y biológicas para invadir Irak.
Esa posición responde a que «Tel Aviv» es un aliado de clase de Estados Unidos y sus amigos en Europa.
Además la ocupación israelí se negó en numerosas ocasiones a comprometerse con el Protocolo de Ginebra de 1925 que prohíbe el uso de armas químicas y biológicas en la guerra armada internacional, y aunque firmó la Convención de Ginebra, la Knesset nunca lo ratificó.
Fuente: Resumen Latinoamericano
La ocupación israelí comete atrocidades contra el pueblo palestino desde antes del establecimiento de un «Israel» en 1948. Pero recientemente se reveló que el régimen llevó a cabo campañas de limpieza étnica contra los palestinos entre 1947 y 1948 usando armas biológicas.
Los detalles de esta masacre las hizo públicas el sitio web Monitor de Medio Oriente, citando un artículo escrito por los historiadores Benny Morris y Benjamin Kedar, basado en documentos legales obtenidos del archivo nacional de la ocupación israelí.
Tanto los científicos como las unidades del campo de batalla, unieron fuerzas para llevar a cabo campañas destinadas a matar palestinos envenenando sus fuentes de agua y propagando la fiebre tifoidea en las aldeas palestinas. Esta bacteria también fue utilizada por «Tel Aviv» contra los ejércitos egipcio y jordano en un intento por debilitarlos y obligarlos a retirarse, explica el artículo.
Según los historiadores, la campaña sistémica de guerra biológica fue aprobada por el fundador de «Israel» y primer ministro del régimen de ocupación, David Ben-Gurion.
«Israel» usó veneno de varias maneras, una de las cuales, cita el texto, incluye el envío de la fiebre tifoidea al frente sur a través de las fuerzas de ocupación israelíes. Los pueblos mencionados en el artículo incluyen Akka y Al-Jalil, y sustentan sus afirmaciones con documentos de británicos, palestinos, egipcios y la Cruz Roja que registran docenas de casos de envenenamiento y enfermedades graves entre los residentes locales.
La ocupación israelí, justo después de su declaración como brazo colonialista usurpador del estado de Palestina en mayo de 1948, utilizó los mismos métodos en Gaza, enviando a la franja a soldados israelíes que se hacían pasar por palestinos y llevaban tubos que contenían la bacteria Salmonella typhi, causante de la fiebre tifoidea, con el objetivo de envenenar el suministro local de agua.
A pesar de una gran cantidad de evidencia que apunta al uso de armas biológicas por parte de la ocupación israelí, y de que «Tel Aviv» fue atrapado infraganti en varias ocasiones, la ocupación aún debe admitir su culpabilidad en esa guerra biológica.
Pero, el establecimiento de seguridad israelí lleva décadas tratando de encubrir sus huellas de violaciones del derecho internacional contra los palestinos, bloqueando cualquier documento histórico que exponga sus crímenes de guerra, como la limpieza étnica, para que nunca llegue a manos del público.
Y a pesar de las montañas de pruebas acumuladas contra la ocupación, «Israel» nunca fue sancionado ni le declararon la guerra, a pesar de que Occidente usó los pretextos de armas de destrucción masiva y biológicas para invadir Irak.
Esa posición responde a que «Tel Aviv» es un aliado de clase de Estados Unidos y sus amigos en Europa.
Además la ocupación israelí se negó en numerosas ocasiones a comprometerse con el Protocolo de Ginebra de 1925 que prohíbe el uso de armas químicas y biológicas en la guerra armada internacional, y aunque firmó la Convención de Ginebra, la Knesset nunca lo ratificó.
Fuente: Resumen Latinoamericano