El país

La amante-testaferro, las cajas macristas y la impunidad verbal de Carrió

 Elisa Carrió, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta protagonizaron lo que hasta ahora es uno de los capítulos más insólitos de la interna de Juntos por el Cambio que, a la vez, deja al descubierto la cruda disputa de poder en el seno de la principal coalición de derecha. Se lanzaron desde acusaciones por "conductas éticas" hasta denuncias de "negocios" entre dirigentes de esa fuerza, pasando por reproches de hacer un "espectáculo degradante" frente a cámaras.

Todo comenzó con una entrevista que la líder de la Coalición Cívica dio en el canal LN+ donde criticó a varios ex funcionarios, legisladores y referentes de lo que fue el gobierno de Mauricio Macri. En una extensa perorata donde se explayó sobre varios temas, incluyó los pormenores de una disputa por candidaturas durante esos años. Hasta reveló que el entonces ministro del Interior, Rogelio Frigerio (n), quiso incluir en una lista a "una amante" que era "testaferro de él" en una empresa del Estado.

"Antes la caja de Aysa era Frigerio", disparó Carrió y sin frenos ni disculpas aclaró que, en su opinión, quienes integran la coalición opositora "tenemos que hablar" de esos temas "porque hay mucha gente, algunas personas clave de Juntos por el Cambio, que hacen negocios".

"LA IMPUNIDAD DE LA PALABRA"

La reacción de Bullrich, no se hizo esperar. "Como presidenta del PRO digo basta y no me callo", lanzó y a través de un hilo de Twitter salió a defender a propios y ajenos. Acusó a Carrió de "poner en riesgo" la unidad dentro de esa fuerza y la conminó a terminar con "la impunidad de la palabra".

"Aunque no siempre coincida con ellos en sus posiciones, no aceptaré el insulto a nuestros dirigentes, ni a otros que conforman nuestra coalición. No vale todo. No vale eso de que ‘porque es Carrió nadie la enfrenta'", arremetió la ex ministra de Seguridad y referente del ala más dura de la JxC.

Además, se solidarizó con cada uno de los personajes que Carrió mencionó públicamente, y hasta con aquellos con los que alguna vez tuvo un cruce o mantiene un enfrentamiento abierto.

"Degradar a Gerardo Morales, presidente de la UCR y gobernador de Jujuy; a Cristian Ritondo, presidente del Bloque PRO de la Cámara de Diputados; a Emilio Monzó, diputado nacional por Juntos por el Cambio; a Rogelio Frigerio, diputado nacional por el PRO y candidato de JxC en Entre Ríos; a Gerardo Milman, vicepresidente del Bloque PRO en la Cámara de Diputados; y a Facundo Manes, diputado nacional por la UCR, para defender posiciones de poder de su fuerza, no es aceptable", añadió.

Estas críticas también fueron un punto límite para el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien azorado por el "espectáculo degradante" al que se refirió Bullrich no dudó en sumarse como protagonista. "Este no es el camino", aconsejó.

"Tengo un profundo respeto por Lilita" pero "no estoy de acuerdo con sus declaraciones", afirmó a través de un comunicado que también fue publicado en las redes sociales. Allí aclaró que "es muy saludable que haya discusiones internas" y le puso un freno a Carrió: "El límite son los agravios".

En su opinión, para este tipo de cuestiones "tenemos instancias establecidas como la Mesa Nacional" en la que la cúpula de la coalición se sienta a discutir decisiones y repartir protagonismos.

"Es de una gran irresponsabilidad tu actitud insultante hacia mí como Gobernador. Si hay alguien al que le tocó enfrentar a la mafia y que no negocia impunidad, soy yo", reaccionó por su parte Gerardo Morales frente a las acusaciones de la referente de la Coalición Cívica.

El gobernador jujeño publicó un hilo en Twitter en el que señaló que en esa provincia "hay 43 empresas, la mayoría de prestigio internacional, invirtiendo en litio con leyes y un código minero que se cumple". "Apenas asumí como Gobernador transparenté los padrones mineros para que se conozcan todas las áreas. No permito que se intente manchar nuestra gestión", reaccionó.

"MACRI ME DIJO QUE TENGO RAZON"

Dentro de los cuestionamientos, el capítulo especial que Carrió abrió contra Ritondo, Monzó y Frigerio tuvo que ver con los vínculos que estos establecieron entre Juntos por el Cambio y un sector del peronismo.

"Algunos querían confluir con un neo-PJ con Massa", advirtió la dirigente que, en una singular lectura de la realidad opinó que el "empoderamiento" del ministro de Economía "limpió" a Juntos por el Cambio de aquellos que querían hacer neoperonismo y los que estaban más cerca del radicalismo y del PRO.

"Tiene que tener reglas decentes, no pueden tener más negocios. Le dije a Mauricio Macri que yo estoy harta de que haya doble juego, y voy a hablar. Y él me dijo que tengo razón. Yo ya hablé, y el tembladeral que hay. Me llaman a toda hora, pero aclaro que la unidad está asegurada", indicó Carrió.

Esta mañana la líder de la Coalición Cívica ratificó sus dichos vía Twitter, donde compartió el video de la entrevista que dio a LaNación+ y escribió: "El camino tiene que ser la transparencia".