La falsa noticia de Bucha esconde la derrota del ejercito ucranianoPor MK Bhadrakumar.
Las noticias falsas son un presagio de una nueva fase en la guerra de la información. En París y Berlín se han dado cuenta que la operación rusa ha tenido éxito
Este lunes un Moscú, indignado, exigió con enojo una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por las acusaciones de «atrocidades cometidas por las tropas rusas» alrededor de Kiev. Prima facie, esta acusación es una noticia falsa, pero puede moldear percepciones erróneas cuando el público se expone a una desinformación sistemática.
Según Tass: «El Ministerio de Defensa ruso dijo el domingo que las Fuerzas Armadas rusas habían abandonado Bucha, ubicada en la región de Kiev, el 30 de marzo, mientras que «la evidencia de los crímenes» surgió solo cuatro días después, cuando ya habían llegado al pueblo los oficiales del Servicio de Seguridad de Ucrania. El ministerio enfatizó que el 31 de marzo, el alcalde de la ciudad, Anatoly Fedoruk, confirmó en un video que no había tropas rusas en Bucha. Sin embargo, no dijo una palabra sobre civiles asesinados a tiros con las manos atadas a la espalda».
Aún más sorprendente es que a los pocos minutos de las «noticias de última hora», los líderes occidentales (jefes de estado, ministros de relaciones exteriores, políticos) aparecieron con declaraciones solo basadas en videos de segundos de duración y un puñado de fotos. Toda la elite occidental dispuesta a verter rapidas acusaciones. No buscaron la opinión de expertos, no se ha hecho ningún trabajo forense, no se ha dado la oportunidad al acusado de ser oído.
El presidente francés, Emmanuel Macron, detuvo su campaña electoral (en la que está empatado con Marine Le Pen) para calificar como «crimen de guerra» la supuestas «atrocidades rusas». Lo mismo hizo el canciller alemán Olaf Scholz, quien está en un gran problema ya que Alemania registró una inflación de +7,3 por ciento en marzo.
No hay nada inusual que los políticos asediados por sus fracaso tiendan cortinas de humo. Al parecer Macron y Scholz han caído en la cuenta que su política está conduciendo inexorablemente a una derrota estratégica a manos de Rusia. Pero la gran pregunta es: ¿Por qué tanta teatralidad justo en este punto?
Las noticias falsas surgieron incluso cuando la Fase 2 de la operación especial de Rusia está programada para comenzar dentro de una semana. Algo así como 60 a 80.000 soldados ucranianos, calificados como las mejores unidades de las fuerzas armadas, han sido rodeados en Donbass.
El movimiento táctico ruso valió la pena. Logró inmovilizar a las fuerzas ucranianas en torno a Kiev durante todo el mes pasado. Para cuando cayeron en cuenta Zelensky y sus asesores occidentales el daño ya estaba hecho. La gravedad de la situación resultante necesita una explicación.
El mapa sobre la situación del campo de batalla explica con exactitud la dimensión del embolsamiento en Donbass, donde está la «creme de la creme» de las fuerzas ucranianas, atrapadas y aisladas de su base logística.
El «caldero» como observamos es bastante grande. La enorme columna rusa que se retiró de la región de Kiev hace una semana está maniobrando en un gran arco sin pasar por Chernihiv en el norte y las ciudades de Sumy y Kharkiv.
Las fuerzas ucranianas están bien armadas, y se han fortificado, pero no pueden escapar de la trampa. Tampoco es factible que Kiev envíe refuerzos ya que el campo hacia el oeste es una amplia zona totalmente abierta y fácilmente susceptible de todo tipo de ataque. Los rusos tienen supremacía aérea y es imposible ocultar cualquier movimiento enemigo.
Las fuerzas rusas han puesto fuera de servicio todos los aeropuertos cercanos y han destruido las reservas de petróleo ucranianas en la Fase 1 de la operación. Hace tres días asestaron un golpe devastador en el aeródromo militar de Mirgord destruyendo helicópteros, aviones de combate, depósitos de combustible y armas».
Igualmente, el cuartel general de Kharkiv ha sido golpeado por «un ataque de alta precisión con misiles Iskander», provocando la muerte de «más de 100 nacionalistas y mercenarios».
No obstante, aunque las fuerzas ucranianas están rodeadas, sin cobertura aérea, sin suficiente combustible y sin posibilidad de rotar su contingente, no se rendirán con facilidad. Sin duda, se acerca una gran batalla, la más decisiva en toda la operación especial rusa hasta el momento.
El problema es que este «caldero» también tiene importantes asentamientos de población de etnia rusa, por tanto la ofensiva será una tarea larga y pacientemente ejecutada para evitar víctimas civiles o la destrucción de la infraestructura.
Es decir, la Fase 2 puede durar hasta un mes más o menos. No hay que equivocarse, los rusos tienen que ganar aquí (y lo harán) ya que así estarán rompiendo la espalda de las fuerzas armadas ucranianas. A pesar de todas las fanfarronadas de Zelensky, Kiev ya se dará cuenta de la derrota.
Queda todo un mes por delante en el que veremos que la estrategia occidental será fabricar noticias falsas e intensificar la guerra de desinformación. Es muy probable que realicen una operación de bandera falsa con la supervisión de agentes de inteligencia ingleses y norteamericanos .
En el peor de los casos, Kiev puede jugar una última carta: las armas químicas. Rusia ha hecho públicos los lugares donde Ucrania ha guardado reservas de armas químicas. Se sabe que EEUU proporcionó equipo especial (máscaras antigás, ropa protectora, etc.) para que el ejercito ucraniano haga frente a estas armas químicas.
La presteza con la que Macron y Scholz utilizaron las noticias falsas es un presagio de una nueva fase en la guerra de la información. En pocas palabras, en París y Berlín se han dado cuenta que la operación rusa está cumpliendo con éxito los objetivos establecidos.
«Abril», escribió TS Eliot en su obra The Wasteland, «es el mes más cruel, engendra lilas en tierra muerta, mezcla memoria y deseo, remueve negras raíces con la lluvia primaveral». Pero, este año la «Abril» será colocar a las élites occidentales en cuarentena.
Fuente: Observatoriocrisis.com
Por MK Bhadrakumar.
Las noticias falsas son un presagio de una nueva fase en la guerra de la información. En París y Berlín se han dado cuenta que la operación rusa ha tenido éxito
Este lunes un Moscú, indignado, exigió con enojo una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por las acusaciones de «atrocidades cometidas por las tropas rusas» alrededor de Kiev. Prima facie, esta acusación es una noticia falsa, pero puede moldear percepciones erróneas cuando el público se expone a una desinformación sistemática.
Según Tass: «El Ministerio de Defensa ruso dijo el domingo que las Fuerzas Armadas rusas habían abandonado Bucha, ubicada en la región de Kiev, el 30 de marzo, mientras que «la evidencia de los crímenes» surgió solo cuatro días después, cuando ya habían llegado al pueblo los oficiales del Servicio de Seguridad de Ucrania. El ministerio enfatizó que el 31 de marzo, el alcalde de la ciudad, Anatoly Fedoruk, confirmó en un video que no había tropas rusas en Bucha. Sin embargo, no dijo una palabra sobre civiles asesinados a tiros con las manos atadas a la espalda».
Aún más sorprendente es que a los pocos minutos de las «noticias de última hora», los líderes occidentales (jefes de estado, ministros de relaciones exteriores, políticos) aparecieron con declaraciones solo basadas en videos de segundos de duración y un puñado de fotos. Toda la elite occidental dispuesta a verter rapidas acusaciones. No buscaron la opinión de expertos, no se ha hecho ningún trabajo forense, no se ha dado la oportunidad al acusado de ser oído.
El presidente francés, Emmanuel Macron, detuvo su campaña electoral (en la que está empatado con Marine Le Pen) para calificar como «crimen de guerra» la supuestas «atrocidades rusas». Lo mismo hizo el canciller alemán Olaf Scholz, quien está en un gran problema ya que Alemania registró una inflación de +7,3 por ciento en marzo.
No hay nada inusual que los políticos asediados por sus fracaso tiendan cortinas de humo. Al parecer Macron y Scholz han caído en la cuenta que su política está conduciendo inexorablemente a una derrota estratégica a manos de Rusia. Pero la gran pregunta es: ¿Por qué tanta teatralidad justo en este punto?
Las noticias falsas surgieron incluso cuando la Fase 2 de la operación especial de Rusia está programada para comenzar dentro de una semana. Algo así como 60 a 80.000 soldados ucranianos, calificados como las mejores unidades de las fuerzas armadas, han sido rodeados en Donbass.
El movimiento táctico ruso valió la pena. Logró inmovilizar a las fuerzas ucranianas en torno a Kiev durante todo el mes pasado. Para cuando cayeron en cuenta Zelensky y sus asesores occidentales el daño ya estaba hecho. La gravedad de la situación resultante necesita una explicación.
El mapa sobre la situación del campo de batalla explica con exactitud la dimensión del embolsamiento en Donbass, donde está la «creme de la creme» de las fuerzas ucranianas, atrapadas y aisladas de su base logística.
El «caldero» como observamos es bastante grande. La enorme columna rusa que se retiró de la región de Kiev hace una semana está maniobrando en un gran arco sin pasar por Chernihiv en el norte y las ciudades de Sumy y Kharkiv.
Las fuerzas ucranianas están bien armadas, y se han fortificado, pero no pueden escapar de la trampa. Tampoco es factible que Kiev envíe refuerzos ya que el campo hacia el oeste es una amplia zona totalmente abierta y fácilmente susceptible de todo tipo de ataque. Los rusos tienen supremacía aérea y es imposible ocultar cualquier movimiento enemigo.
Las fuerzas rusas han puesto fuera de servicio todos los aeropuertos cercanos y han destruido las reservas de petróleo ucranianas en la Fase 1 de la operación. Hace tres días asestaron un golpe devastador en el aeródromo militar de Mirgord destruyendo helicópteros, aviones de combate, depósitos de combustible y armas».
Igualmente, el cuartel general de Kharkiv ha sido golpeado por «un ataque de alta precisión con misiles Iskander», provocando la muerte de «más de 100 nacionalistas y mercenarios».
No obstante, aunque las fuerzas ucranianas están rodeadas, sin cobertura aérea, sin suficiente combustible y sin posibilidad de rotar su contingente, no se rendirán con facilidad. Sin duda, se acerca una gran batalla, la más decisiva en toda la operación especial rusa hasta el momento.
El problema es que este «caldero» también tiene importantes asentamientos de población de etnia rusa, por tanto la ofensiva será una tarea larga y pacientemente ejecutada para evitar víctimas civiles o la destrucción de la infraestructura.
Es decir, la Fase 2 puede durar hasta un mes más o menos. No hay que equivocarse, los rusos tienen que ganar aquí (y lo harán) ya que así estarán rompiendo la espalda de las fuerzas armadas ucranianas. A pesar de todas las fanfarronadas de Zelensky, Kiev ya se dará cuenta de la derrota.
Queda todo un mes por delante en el que veremos que la estrategia occidental será fabricar noticias falsas e intensificar la guerra de desinformación. Es muy probable que realicen una operación de bandera falsa con la supervisión de agentes de inteligencia ingleses y norteamericanos .
En el peor de los casos, Kiev puede jugar una última carta: las armas químicas. Rusia ha hecho públicos los lugares donde Ucrania ha guardado reservas de armas químicas. Se sabe que EEUU proporcionó equipo especial (máscaras antigás, ropa protectora, etc.) para que el ejercito ucraniano haga frente a estas armas químicas.
La presteza con la que Macron y Scholz utilizaron las noticias falsas es un presagio de una nueva fase en la guerra de la información. En pocas palabras, en París y Berlín se han dado cuenta que la operación rusa está cumpliendo con éxito los objetivos establecidos.
«Abril», escribió TS Eliot en su obra The Wasteland, «es el mes más cruel, engendra lilas en tierra muerta, mezcla memoria y deseo, remueve negras raíces con la lluvia primaveral». Pero, este año la «Abril» será colocar a las élites occidentales en cuarentena.
Fuente: Observatoriocrisis.com