El 76% de las exportaciones de armas durante el periodo 2015-2019 estuvo en manos de tan solo cinco países: Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania y China. De ellos, con el 36% del total y hasta 96 clientes, Estados Unidos es el gran dominante de la venta de armas a nivel mundial, tal y como refleja el último informe del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI). La mitad de sus exportaciones tuvo como destino Oriente Próximo y, más concretamente el 25%, Arabia Saudí. El Congreso estadounidense debatió en 2019 establecer algunas restricciones a la venta de armamento que tuviera como destino este país, pero Donald Trump y la monarquía de los Saúd consiguieron evitar estos obstáculos y asegurar el suministro de armas que alimenta la agresiva expansión de Arabia Saudí en la región.
Por su parte, si Estados Unidos está aumentando su cuota de mercado en los últimos años -ha pasado del 31% entre 2010 y 2014 al 36% entre 2015 y 2019-, Rusia está en claro declive: ha pasado de protagonizar el 27% de las exportaciones de armamento a acaparar el 21%. La razón principal es la caída de la demanda en India, que, a pesar de seguir siendo el primer socio ruso con el 25% de sus ventas, ha dejado de pedir un 47% de las armas que solicitó a Rusia entre 2010 y 2014. En un intento de diversificar su catálogo de proveedores, India, enfrascada en una histórica tensión territorial con Pakistán, también ha reducido a la mitad sus importaciones de armamento de Estados Unidos, pero sin duda la gran damnificada ha sido Rusia.
La industria armamentística es también un pilar en Europa, donde Francia, Alemania, Reino Unido, España e Italia aglutinan el 23% de las exportaciones de armas que se produjeron entre 2015 y 2019, tres puntos porcentuales más que en los cinco años anteriores. Francia centra sus ventas en Oriente Próximo e India, concretamente en la exportación de aviones de combate Rafale; Alemania en el envío de submarinos a Asia y Oceanía; y Reino Unido en Oriente Próximo.