Minería

Archivos del Chubutazo / La provincia patagónica llena de recursos naturales, pero en quiebra

Por Bruno Sgarzini (SPUTNIK)

"A ustedes no les da la cara; hace unas semanas pedían comida a la gente porque el gobernador no les subía el sueldo y ahora les tiran bombas lacrimógenas a señoras con nenes", recriminaba un joven a un grupo de policías que protegían la Casa de Gobierno de Chubut.

Los policías bajaban la cabeza y miraban de reojo al joven que protestaba, ese 17 de diciembre, contra la aprobación de la ley provincial que permitía minería a cielo abierto, presentada por el gobernador, Mariano Arcioni, como la salvación para la crisis que vive la provincia.

Todavía estaba fresco el recuerdo de unas semanas atrás cuando, en los primeros días de noviembre, los policías pidieron comida a los vecinos de Rawson, la capital administrativa de Chubut, por no llegar a fin de mes con sus sueldos de 40.000 pesos (casi 200 dólares). También cuando rodearon, a la salida de una reunión, al ministro de Economía de la provincia, Oscar Antonena, para exigir aumento de salarios, congelados durante dos años como los del resto de empleados públicos, cuando la inflación anual es alrededor del 50%.

Unas horas después de la recriminación a los policías, el 17 de diciembre, la Casa de Gobierno ardía en llamas, junto con otros 16 edificios públicos, incendiados por algunos manifestantes en contra de la aprobación de la ley. La imagen parecía una metáfora de la crisis de la provincia patagónica, ubicada a más de 1.000 kilómetros de la capital, Buenos Aires.

La provincia es conocida por sus bellezas naturales como la península de Valdés, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, una exuberante cordillera con lagos y paseos montañosos, una desértica meseta con quebradas y pueblos de pocos habitantes entre la cordillera y el océano, una costa atlántica repleta de acantilados y de solitarias playas. También por las ballenas francas australes que vienen todos los años a dar a luz sus crías y los pingüinos de Magallanes que visitan las costas patagónicas para aparearse.

Con un ingreso por persona que superó los 18.000 dólares en 2019, es decir, alrededor del doble del ingreso por habitante de Argentina, Chubut tiene una pobreza del 35%, cuando está llena de recursos naturales y podría ser tan próspera como un emirato árabe.

Una historia de atraso y saqueo sin control

Chubut es la cuarta provincia exportadora de Argentina, con barcos que salen con petróleo, pescados, aluminio y lana ovina. Pero desde hace cuatro años los niños en las escuelas no tienen clases con regularidad, algunos de sus pueblos se quedan, con frecuencia, sin agua y luz, y los bomberos apagan incendios en la cordillera sin la ropa adecuada, ni los camiones hidrantes necesarios.

Para Gustavo Monesterolo, secretario ejecutivo de la Fundación Patagonia Tercer Milenio, "Chubut es una región donde viven poco más de 500.000 personas, pero que tiene mucho menos desarrollo que Córdoba, la tercera provincia exportadora del país, con cinco veces más habitantes [3,3 millones]. En gran parte porque las empresas, que se benefician de sus recursos naturales, no comparten su rentabilidad con la sociedad y el Estado no se apropia de lo que le corresponde".

Una sola cifra confirma esta afirmación: solo las exportaciones de medio año de Chubut en 2019 superaron casi el total de su deuda en dólares -1.000 millones de dólares-, según el Instituto de Estudios sobre el Estado y Participación.

Una industria fabril y textil en crisis

La tasa de desempleo en ciudades como Trelew y Rawson, ubicadas entre el agrícola Valle del Río Chubut y la costa atlántica, fue una de las más altas del país en los peores momentos de la crisis, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Una de las razones fue el masivo cierre de fábricas textiles por la apertura a productos chinos, como ropa y calzado, ordenada por el Gobierno de Mauricio Macri entre 2015 y 2019.

"El parque industrial llegó a tener 49 fábricas cuando se instaló en Trelew, gracias a exenciones impositivas y créditos fiscales dadas por las sucesivas dictaduras militares para poblar la Patagonia [que por aquel entonces tenía apenas 700.000 habitantes]. Todo cambió en los años 90 con la apertura económica del Gobierno de Carlos Menem [1989-1999] y la irrupción de los productos textiles de China, India y Vietnam", explica a Sputnik Sergio Cardenas, secretario general adjunto de la Asociación Obrera Textil.

"Luego, en los gobiernos de Kirchner, se la protegió, con restricciones a las importaciones, hasta que Macri las liberó por completo. En ese periodo, de 1.000 empleados pasamos a 350 en unas pocas fábricas. Solo quedan como rentables unos cinco centros textiles dedicados al lavado de lana, que se exporta, en su totalidad, a las grandes urbes de Europa, Estados Unidos y Asia", agrega Cardenas sobre un parque industrial que supo ser uno de los centros industriales más grandes de Argentina.

La lana chubutense tiene tanta calidad que hasta la familia Benneton posee grandes porciones de tierra en la provincia, que, con frecuencia, son disputadas por las comunidades mapuches que habitan, desde sus ancestros, esta zona. La familia es una de las mayores propietarias de suelo en toda la Patagonia con más de 800.000 hectáreas.

Chubut es conocida también por ser la provincia de Argentina con mayor cantidad de tierras en manos extranjeras con 856.596 hectáreas, según el Registro Nacional de Tierras Rurales.

Chubut es la cuna del petróleo argentino. En lo que hoy es la provincia de Chubut, hace más de 100 años, buscando agua, se encontró petróleo en el Golfo San Jorge, al lado de la costa atlántica.

"Esto convirtió a la región en una de las principales proveedoras de gas y crudo de Argentina, aunque nunca se reinvirtió parte de estas ganancias para desarrollar la zona", asegura Monesterolo.

Solo en el primer semestre de 2021, la producción petrolera chubutense representó un 45% de las exportaciones argentinas de hidrocarburos (con más de 1.000 millones de dólares).

Hace pocos días, el 13 de diciembre, Comodoro Rivadavia, la ciudad cabecera del Golfo San Jorge y una de las más grandes de la Patagonia, festejó los 114 años del descubrimiento del Petróleo. "Siento una profunda frustración porque conmemoramos este nuevo aniversario con muchos barrios de Comodoro sin agua potable por la falta de obra en un acueducto", sostuvo, en su discurso, Juan Pablo Luque, intendente de la localidad.

"Comodoro Rivadavia y Houston (Estados Unidos) nacieron casi al mismo tiempo como centros petroleros. Más de cien años después Comodoro solo es un enclave extractivista y Houston un polo de desarrollo industrial y tecnológico", remarca el secretario de la Fundación Patagonia Tercer Milenio al referirse a la región del Golfo San Jorge, donde ni siquiera hay una refinería para sacar el crudo chubutense con mayor elaboración.

El 40% de los ingresos de Chubut dependen de las regalías petroleras, una especie de alícuota sobre las exportaciones del sector, y el resto proviene de impuestos internos y de fondos que la provincia recibe del Gobierno nacional, llamados coparticipación, según Federico Sánchez, editor de la sección de Economía del Diario Jornada, que se publica en la provincia.

Se estima, según un estudio de la Universidad Nacional del Sur, que la provincia recibe, en envíos del Gobierno nacional, solo el 1,6%, en comparación con el 2,7% que aporta a la riqueza nacional argentina, poco más de la mitad de lo que da.

Por esta razón, la provincia depende del vaivén mundial de los precios del crudo. Cuando, a mediados de la pasada década, el precio del barril se desplomó, Chubut se endeudó por 650 millones de dólares, en gran parte para pagar los salarios de los empleados públicos, unas 40.000 personas, que representan más del 50% del gasto del Estado.

El aluminio se produce en Chubut pero no deja nada a la provincia

En Chubut se encuentra Aluar, la principal productora de aluminio nacional y una de las mayores de América Latina, pero el Gobierno provincial tampoco recibe ningún ingreso de sus exportaciones de aluminio.

"Una locura si se piensa que Aluar, la fábrica exportadora de alúmina ubicada en la costa atlántica, recibe energía de una represa hidroeléctrica, financiada y pagada por el Estado Nacional, en Futaleufú, un río cordillerano de nuestra provincia", resalta Monesterolo.

Se estima que Aluar exportó el 60% de su producción por un total de 460 millones de dólares en 2021.

Chubut envía al exterior, a través de sus puertos de Madryn, Rawson, Comodoro Rivadavia y Camarones, casi la mitad del pescado de Argentina. En 2019, las ventas de langostino y mariscos totalizaron 695 millones de dólares. Solo 26 millones se procesaron en alguno de los puertos de la provincia, según un estudio del municipio de Rawson. "Uno de los grandes problemas de la provincia es que vende todas sus materias primas sin elaborarlas, ni darle valor agregado", afirma Sánchez, periodista especializado en economía.

El Gobierno, además, no cobra ningún impuesto porque la actividad está exenta de alícuotas provinciales, de acuerdo a la legislación local. Uno de los grandes temores recurrentes cada temporada es que la pesca de arrastre agote el recurso pesquero de la provincia, y ponga en riesgo los 7.500 puestos que emplea. Mientras tanto el langostino, estrella de la pesca chubutense, se come en los platos gourmet de los principales restaurantes del mundo.

Crisis, atraso salarial y endeudamiento

Desde su fundación como provincia en 1958, Chubut ha estado marcada por denuncias de corrupción contra gobernadores peronistas y radicales, los dos partidos predominantes en Argentina durante el siglo XX. En 2003, le tocó el turno al caudillo peronista Mario Das Neves cuando se vivía una situación económica holgada por los altos precios de hasta 100 dólares del barril de petróleo, y la buena relación de Das Neves con el Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), del Frente Para la Victoria.

En su regreso al poder en 2015, los chubutenses se asombraron cuando, a mediados de su tercer mandato, se destaparon una serie de casos de corrupción relacionados con sobrecostos en la obra pública. La justicia de Chubut concluyó que Das Neves "había liderado una asociación ilícita" en una condena contra antiguos miembros de su gobierno, identificados con su partido provincial Chubut Somos Todos.

El caudillo peronista murió de cáncer en 2017, antes de las condenas en contra de su gobierno, y en su lugar asumió su vicegobernador, Mariano Arcioni. "Un hombre, que hasta los 50 años fue escribano, sin ninguna experiencia en la gestión pública. Al año, los precios internacionales del petróleo se desplomaron y Arcioni desdobló el pago de los salarios públicos para afrontar la deuda provincial", sostiene a Sputnik Santiago Costa, analista político y director del medio Atento Chubut.

"¿Me van a decir que no tienen unos ahorritos guardados para aguantar unos días?", bromeó el gobernador Arcioni, en medio de la crisis.

"Esto generó una oleada de protestas y de extrema conflictividad social con más de 100 días de paro de docentes. También con medidas de fuerza de los empleados públicos, de hospitales, judiciales y viales con toma de edificios, como el del Ministerio de Educación, y quema de una parte de la Legislatura y Casa de Gobierno", asegura Costa.

En 2019, Arcioni regularizó los pagos de sueldos, cuando los precios del petróleo se recuperaron, y acordó aumentos salariales con la mayoría de los gremios en paro. Luego, fue reelegido gobernador con una campaña en la que garantizó estas subas y se opuso la minería, una actividad resistida por los chubutenses.

"El problema vino al año cuando, en medio de la pandemia, no pudo afrontar las subas acordadas y volvió a atrasarse en el pago de salarios por un nuevo desplome del barril de crudo", según el director de Atento Chubut.

Dos años después, los pagos y la deuda salarial se regularizaron, gracias a una suba del petróleo y una reprogramación de los pagos de deuda, según Federico Sánchez, editor del "Suplemento Económico" del Diario Jornada. Para sindicatos, como los de educación, viales, de electricidad, los sueldos públicos han perdido hasta un 70% de valor por los dos años sin aumentos, en un país con una inflación acumulada de casi 80% en el mismo periodo.

Las protestas en las calles por mejoras salariales y condiciones de vida se han vuelto parte del paisaje, como los pingüinos y los lobos marinos. Hace una semana, la región fue noticia, de nuevo, cuando miles de personas salieron el 16 de diciembre a protestar en contra de una ley que aprobaba la minería. La mayoría de los chubutenses no cree que la actividad sea la salvación de la provincia, así que marcharon hasta que la ley fue derogada por el gobernador.

Cerca de Rawson, la capital administrativa epicentro de las protestas, cientos de molinos eólicos generan energía que sale de la provincia. Por una ley nacional, Chubut tampoco puede recibir ningún ingreso de esto, como si fuera una metáfora perfecta de su crisis.