El endeudamiento como política: Chubut pidió $20 mil millones en un año y busca otro préstamo de $5.000 millonesEl constante pedido de préstamos a Nación y el endeudamiento en el mercado financiero, tanto en pesos como en dólares, hizo que desde junio de 2020 la deuda chubutense se incrementara 34% y aumentara en 20.000 millones de pesos. La que más creció fue la deuda con el Gobierno nacional, ya que se incrementó en un 136%. Ahora Chubut negocia con Nación un nuevo préstamo por 5.000 millones de pesos. La deuda en dólares pegó un salto del 20% por la depreciación del peso, mientras que en paralelo la gestión de Mariano Arcioni hizo crecer 52% la emisión de Letras del Tesoro. Solamente por esos tres rubros el endeudamiento de Chubut ascendió a 78.337 millones de pesos.
La única o la principal política para hacer funcionar al Estado chubutense parece ser la del endeudamiento bajo todas las formas y posibilidades que aparezcan al alcance de la actual gestión de Mariano Arcioni y su ministro de Economía, Oscar Antonena.
Los constantes endeudamientos hicieron que la deuda provincial siga aumentando de manera notable en tan sólo un año. Desde junio del año pasado y hasta mayo del actual la deuda chubutense se incrementó 34%.
A mediados del 2020 solamente entre los bonos en dólares denominados BOCADE y BOPRO, sumados a las emisiones de Letras del Tesoro y los préstamos de Nación por el Fondo Fiduciario Para el Desarrollo Provincial, la deuda chubutense ascendía a los 58.403 millones de pesos; pero a mayo de este año había escalado a los 78.337 millones de pesos.
La suba fue del 34% y representó un aumento de casi 20.000 mil millones de pesos en solamente un año.
Los datos surgen de un informe que elaboró el Ministerio de Economía de Chubut que conduce Oscar Antonena y formó parte de una respuesta que envió a la Legislatura a pedido de los diputados provinciales que reclamaban información sobre la situación de la deuda provincial.
Los números hablan a las claras y reflejan cómo el endeudamiento parece haberse transformado en el único mecanismo por el cual el Gobierno provincial busca atender los gastos del Estado en tiempos de pandemia, aunque a decir verdad los problemas de deuda que tiene Chubut tienen un origen mucho anterior a la llegada del virus.
Sobre los actuales 78.337 millones de pesos de deuda que tiene la provincia, el 73% corresponde al endeudamiento generado con el BOCADE que fue renegociado a finales del año pasado y que al tipo de cambio oficial actual representa cerca de 57.668 millones de pesos.
Este rubro tuvo un incremento del 20% en el último año y se sumaron 9.893 millones de pesos como producto de la devaluación.
En el segundo escalón se ubica la deuda tomada a través del Fondo Fiduciario Para el Desarrollo Provincial que le habilitó el Gobierno nacional a Chubut y que en su mayoría fue justificado por la llegada de la pandemia y la profundización de la crisis económica.
Hasta la primera mitad del 2020 había por este rubro un endeudamiento que alcanzaba a los 6.807 millones de pesos. Ahora se pasó a los 16.067 millones, generándose un incremento del 136%, lo que representó 9.259 millones de pesos más de deuda para la provincia. Allí también se inscribe la deuda en pesos tomada con el FFDP durante los años 2017 y 2019, que fuera refinanciada hasta octubre de 2023.
En este apartado, fuentes oficiales reconocieron que se busca obtener un nuevo préstamo de Nación por una suma que sería de 5.000 millones de pesos. Antonena negocia esa autorización con su par nacional Martín Guzmán.
Si avanza el acuerdo entre ministros el aumento sería mayor al 200% en tan sólo un año y luego habrá que sumar los pagos mensuales con intereses que se ejecutarán en detrimento del flujo de fondos cotidiano de la provincia.
El tercer apartado del endeudamiento que creció considerablemente fue el de la emisión de Letras del Tesoro. Nación autorizó a la provincia a emitir deuda en pesos a corto plazo, pero con las altas tasas de interés que maneja el mercado financiero.
Así se pasó de 1.717 millones de pesos existentes en junio del año pasado a los 2.590 millones informado como deuda emitida hasta mayo del 2021, sumándose endeudamiento por 873 millones de pesos.
La suma que se salió a buscar al mercado financiero terminará significando pagos por 3.149 millones de pesos producto de las altas de interés con se emitieron esas Letras del Tesoro, las que rondaron entre el 36 y el 42%.
Las cuentas públicas de Chubut están entrampadas por la deuda y los efectos de la pandemia, que en los últimos meses no han perjudicado en gran medida los ingresos de la provincia. Los fondos que ingresan por regalías petroleras y Coparticipación Federal de Impuestos terminan siendo insuficientes para hacer funcionar el Estado, pagar los sueldos y jubilaciones e invertir para atender las necesidades que demanda el sistema sanitario o la ayuda social necesaria producto de la realidad imperante.
El gobierno no ha apelado a nuevos mecanismos que posibiliten aumentar los ingresos de manera genuina y notoria. En paralelo insiste con el cortoplacismo contaminante de la minería. En parte por eso, Chubut sufre un combo feroz que incluye un crecimiento constante de la deuda y los incumplimientos sociales.
Una provincia rica en recursos naturales que vive como pobre, completamente endeuda y con limitadas perspectivas de salida en los actuales límites preestablecidos.
El constante pedido de préstamos a Nación y el endeudamiento en el mercado financiero, tanto en pesos como en dólares, hizo que desde junio de 2020 la deuda chubutense se incrementara 34% y aumentara en 20.000 millones de pesos. La que más creció fue la deuda con el Gobierno nacional, ya que se incrementó en un 136%. Ahora Chubut negocia con Nación un nuevo préstamo por 5.000 millones de pesos. La deuda en dólares pegó un salto del 20% por la depreciación del peso, mientras que en paralelo la gestión de Mariano Arcioni hizo crecer 52% la emisión de Letras del Tesoro. Solamente por esos tres rubros el endeudamiento de Chubut ascendió a 78.337 millones de pesos.
La única o la principal política para hacer funcionar al Estado chubutense parece ser la del endeudamiento bajo todas las formas y posibilidades que aparezcan al alcance de la actual gestión de Mariano Arcioni y su ministro de Economía, Oscar Antonena.
Los constantes endeudamientos hicieron que la deuda provincial siga aumentando de manera notable en tan sólo un año. Desde junio del año pasado y hasta mayo del actual la deuda chubutense se incrementó 34%.
A mediados del 2020 solamente entre los bonos en dólares denominados BOCADE y BOPRO, sumados a las emisiones de Letras del Tesoro y los préstamos de Nación por el Fondo Fiduciario Para el Desarrollo Provincial, la deuda chubutense ascendía a los 58.403 millones de pesos; pero a mayo de este año había escalado a los 78.337 millones de pesos.
La suba fue del 34% y representó un aumento de casi 20.000 mil millones de pesos en solamente un año.
Los datos surgen de un informe que elaboró el Ministerio de Economía de Chubut que conduce Oscar Antonena y formó parte de una respuesta que envió a la Legislatura a pedido de los diputados provinciales que reclamaban información sobre la situación de la deuda provincial.
Los números hablan a las claras y reflejan cómo el endeudamiento parece haberse transformado en el único mecanismo por el cual el Gobierno provincial busca atender los gastos del Estado en tiempos de pandemia, aunque a decir verdad los problemas de deuda que tiene Chubut tienen un origen mucho anterior a la llegada del virus.
Sobre los actuales 78.337 millones de pesos de deuda que tiene la provincia, el 73% corresponde al endeudamiento generado con el BOCADE que fue renegociado a finales del año pasado y que al tipo de cambio oficial actual representa cerca de 57.668 millones de pesos.
Este rubro tuvo un incremento del 20% en el último año y se sumaron 9.893 millones de pesos como producto de la devaluación.
En el segundo escalón se ubica la deuda tomada a través del Fondo Fiduciario Para el Desarrollo Provincial que le habilitó el Gobierno nacional a Chubut y que en su mayoría fue justificado por la llegada de la pandemia y la profundización de la crisis económica.
Hasta la primera mitad del 2020 había por este rubro un endeudamiento que alcanzaba a los 6.807 millones de pesos. Ahora se pasó a los 16.067 millones, generándose un incremento del 136%, lo que representó 9.259 millones de pesos más de deuda para la provincia. Allí también se inscribe la deuda en pesos tomada con el FFDP durante los años 2017 y 2019, que fuera refinanciada hasta octubre de 2023.
En este apartado, fuentes oficiales reconocieron que se busca obtener un nuevo préstamo de Nación por una suma que sería de 5.000 millones de pesos. Antonena negocia esa autorización con su par nacional Martín Guzmán.
Si avanza el acuerdo entre ministros el aumento sería mayor al 200% en tan sólo un año y luego habrá que sumar los pagos mensuales con intereses que se ejecutarán en detrimento del flujo de fondos cotidiano de la provincia.
El tercer apartado del endeudamiento que creció considerablemente fue el de la emisión de Letras del Tesoro. Nación autorizó a la provincia a emitir deuda en pesos a corto plazo, pero con las altas tasas de interés que maneja el mercado financiero.
Así se pasó de 1.717 millones de pesos existentes en junio del año pasado a los 2.590 millones informado como deuda emitida hasta mayo del 2021, sumándose endeudamiento por 873 millones de pesos.
La suma que se salió a buscar al mercado financiero terminará significando pagos por 3.149 millones de pesos producto de las altas de interés con se emitieron esas Letras del Tesoro, las que rondaron entre el 36 y el 42%.
Las cuentas públicas de Chubut están entrampadas por la deuda y los efectos de la pandemia, que en los últimos meses no han perjudicado en gran medida los ingresos de la provincia. Los fondos que ingresan por regalías petroleras y Coparticipación Federal de Impuestos terminan siendo insuficientes para hacer funcionar el Estado, pagar los sueldos y jubilaciones e invertir para atender las necesidades que demanda el sistema sanitario o la ayuda social necesaria producto de la realidad imperante.
El gobierno no ha apelado a nuevos mecanismos que posibiliten aumentar los ingresos de manera genuina y notoria. En paralelo insiste con el cortoplacismo contaminante de la minería. En parte por eso, Chubut sufre un combo feroz que incluye un crecimiento constante de la deuda y los incumplimientos sociales.
Una provincia rica en recursos naturales que vive como pobre, completamente endeuda y con limitadas perspectivas de salida en los actuales límites preestablecidos.