Política

El empresario que hizo negocios con Macri y dejó una pesada herencia en Chubut

Hace rato que Genneia hizo pública su intención de no gerenciar más las centrales térmicas de Gobernador Costa y Río Mayo. La empresa fue propiedad de Alejandro Ivanissevich. Antes se llamaba Emgasud, con la cual construyó el Gasoducto Patagónico. El empresario participó de esa sociedad fallida llamada Ingentis, que en lugar de darle autonomía energética a Chubut le provocó pérdidas y sospechas de negociados. Genneia aparece directamente vinculada a los negocios eólicos de Mauricio Macri.

El 18 de enero de este año, el presidente Mauricio Macri inauguró en la provincia el parque eólico de la empresa Genneia, una inversora de capital estadounidense con la que hizo un "gran negocio" -según denunció Horacio Verbitsky en El Cohete a la Luna-. El Presidente logró revender con una ganancia de 50 millones de dólares lo que le había comprado poco antes a la quebrada empresa Isolux, la misma que debió haber concluido la obra de la doble trocha Trelew-Madryn, pero terminó siendo parte de la causa de las fotocopias de supuestos cuadernos que lleva adelante el juez Claudio Bonadio, con la inestimable colaboración del ahora opacado fiscal Carlos Stornelli.

A comienzos de esta década, Genneia tuvo como accionista mayoritario a Alejandro Pedro Ivanissevich (58), un ingeniero mendocino que se crió en Rawson y que en su condición de ex titular de Emgasud SA declaró ante Bonadio en septiembre del año pasado, negando tener participación en la asociación ilícita que supuestamente conformaron ex funcionarios y empresarios en los años K.

Tras ser procesado como partícipe de una asociación ilícita a partir de figurar en las fotocopias del chofer Oscar Centeno, Ivanissevich argumentó que previamente al 29 de abril de 2009 el entonces número dos del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta, lo convocó a su despacho para pedirle apoyo para la campaña de Néstor Kirchner, quien por entonces buscaba ser diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.

En esa oportunidad -según Ivanissevich-, "le expliqué que a raíz de los códigos de conducta que rigen mis empresas, la única posibilidad era efectuarlo a nombre propio y que eventualmente necesitaría un recibo".

El negocio eólico

Sin embargo, eso no sería lo único que el empresario le diría al juez. Es que también mencionó que él había alertado a los ministros Marcos Peña Braun y Rogelio Frigerio (n) de que existía presunta corrupción en la licitación de energías renovables que realizó el gobierno de Mauricio Macri.

Ivanissevich sabía de qué hablaba porque luego de ser titular de Emgasud lo fue de Genneia, la firma con la que el empresario Darío Lizzano -muy cercano a Macri y a Jorge Brito (h)- entraron en el negocio de los parques eólicos con el grupo Socma de la familia del Presidente.

"Cuando la actual administración del presidente Macri convocó a inversores nacionales e internacionales para invertir en energías renovables por medio del programa Renovar 1 y Renovar 2 decidí volver a arriesgar mi propio capital y resulté adjudicatario de ocho proyectos de energía solar, los cuales se encuentran en plena ejecución, siendo que cuatro de ellos serán inaugurados en lo que resta del año, y siempre sin subsidios ni apoyos financieros del Estado Nacional", declaró Ivanissevich.

"A fin de aportar más información acerca de este comportamiento empresario, recientemente denuncié oficialmente ante el Ministerio de Energía, el Ministerio de Interior y ante el Jefe de Gabinete el intento de atropellos que traslucen conductas mal intencionadas y de tinte corruptivo", aseguró ante el magistrado que al parecer no lo escuchó, ya que no hizo repreguntas, ni envió a sorteo esa declaración para que eventualmente otro juez investigara.

Cuando era Emgasud

Genneia fue el nombre que adoptó Emgasud SA luego de que concluyera sus vínculos con el gobierno de la provincia de Chubut en 2011, tras haber participado del proyecto Ingentis que supuestamente permitiría el autoabastecimiento energético.

Ivanissevich contaba con ricos antecedentes en la provincia luego de haber construido el Gasoducto Patagónico, favorecido por sus buenos vínculos con el entonces todopoderoso ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, que luego extendió al gobernador de Chubut, Mario Das Neves.

Justamente, el ex gobernador sería denunciado ante la fiscal Silvia Pereira en 2012 por el fiscal de Estado, Blas Meza Evans, quien les atribuía a Das Neves, a Pablo Korn (ex ministro Coordinador) y a Luis Tarrío (ex titular de Petrominera) la presunta comisión de los delitos de "abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, administración fraudulenta en perjuicio del Estado y malversación de caudales públicos".

"Lo curioso es que este proyecto (Ingentis), cuando ya había fracasado y prácticamente la sociedad estaba en liquidación, generó nueva inversión por parte del Estado porque Petrominera en junio de 2010 invierte 33.397.500 pesos más para comprar el 10,95% de las acciones", que conservaba Emgasud que a partir de entonces se llamaría Genneia.

Hombre de mundo

Paradójicamente, Ivanissevich había sido noticia cuatro meses antes de que lo procesara Bonadio por una aventura de esas a las que son adeptas las revistas dominicales de los grandes diarios: con su mujer y dos hijos, había dado la vuelta al mundo en un velero durante 15 meses.

Es que el hombre ya había puesto el hombro lo suficiente por el país y tras desprenderse de Emgasud también había hecho su diferencia como socio de Marcelo Mindlin en Pampa Energía; otra empresa favorecida por el actual "modelo" económico.

Hoy en libertad y tratando de conservar un bajo perfil, Ivanissevich se inquieta cuando alguna de sus ex empresas vuelve a ser noticia, como ocurre ahora con Genneia en Chubut.

La compañía que conduce Darío Lizzano ganó notoriedad cuando se supo que había comprado dos parques eólicos a la familia del presidente dejando una enorme ganancia para los Macri. Su fondo llegó a manejar 1500 millones de dólares durante la luna de miel del macrismo con Wall Street, pero las corridas del año pasado lo dejaron debilitado.

Deudas a demostrar

En este contexto, Genneia culpó a la administración chubutense por los incumplimientos y fuentes de la empresa indicaron que desde 2011 el gobierno provincial mantiene una deuda por las centrales que llegaría a los 500 millones de pesos. En el gobierno de Arcioni reclaman a su vez casi 800 millones de pesos de multas impagas por la compañía.

Según denunció el sindicato Luz y Fuerza, las centrales de generación están en una situación de funcionamiento precario por no haber cumplido con el mantenimiento necesario. Por ejemplo, hay 6 motores descompuestos. En 2018 la central Gobernador Costa estuvo fuera de servicio tres meses, por lo que el gobierno provincial decidió suplirlo con la contratación de equipamiento para alimentar el sistema.

Además de las citadas localidades, hay otras más pequeñas cuya energía depende de esas centrales. Sus habitantes vienen padeciendo cortes desde hace meses, al haberse convertido en rehenes del tira y afloje entre el gobierno y la empresa. Se trata de quienes residen en José de San Martín, Río Pico, Tecka, Atilio Viglione, Río Senguer, Lago Blanco, Aldea Beleiro y Ricardo Rojas

"Luego de seis años de continuos e infructuosos reclamos, en agosto de 2017 Genneia se vio forzada a rescindir el contrato, intimando a la provincia a la recepción de ambas centrales, tal como lo preveía el propio convenio", aseguraron.

Sin embargo no hubo acuerdo y se firmó un nuevo convenio en donde la provincia aceptó "recibir las Centrales y todo su personal, con las mismas condiciones laborales y de antigüedad, el 28 de febrero de 2019".

El plazo luego se corrió un mes y tras la intervención del Superior Tribunal de Justicia el último jueves se acordó nueva fecha para la rescisión del contrato: 31 de mayo. A 9 días de las elecciones generales.

Los negociadores por la empresa fueron los apoderados legales Carlos Ramallal, Diego Abelleyra y Ricardo Mihura Estrada, mientras por el gobierno el vocero fue el subsecretario de Servicios Públicos, Sergio Ramón, aunque a último momento Genneia pidió que también asistiera un viejo conocido suyo: el subsecretario de Coordinación Financiera, Luis Tarrío.