Ambiente

¿Qué chatbot contamina más? Así emite CO cada modelo

La tecnología avanzó a pasos agigantados durante los últimos años desarrollando diferentes herramientas que pueden facilitar diferentes tareas cotidianas. Un ejemplo de esto son los chatbots, aquellos programas de software que simulan conversaciones con usuarios, generalmente a través de texto o voz. Sin embargo, la consulta en un chatbot contamina o consume la misma energía que la carga completa de un celular.

Estos programas están diseñados con inteligencia artificial (IA), la cual es utilizada para comprender el lenguaje natural y responder a preguntas o realizar tareas de manera automatizada, como el servicio al cliente o la gestión de citas.

De hecho, dentro de las funciones y aplicaciones más frecuentes están la atención al cliente, ventas, marketing, asistencia en diversas áreas, empoderamiento del usuario, para que este pueda obtener información o realizar acciones de manera más rápida y sencilla. Por otra parte contribuye a la reducción de costos, automatizando tareas y procesos, sin mencionar que pueden personificarse, adaptándose a las necesidades y preferencias del usuario

En resumen, los chatbots son herramientas que permiten la comunicación automatizada con usuarios, imitando una conversación humana y proporcionando respuestas o servicios de forma rápida y eficiente.

Grok, el chatbot más ecológico

Según un análisis de TRG Datacenters, Grok AI es el modelo de IA más eficiente desde el punto de vista ambiental. Cada consulta genera solo 0,17 gramos de CO, una huella de carbono similar a la de una búsqueda en Google. Grok destaca por su arquitectura optimizada, que reduce al mínimo el uso de energía sin comprometer el rendimiento.

Gemini de Google: potencia con eficiencia

En segundo lugar se ubica Gemini, el modelo de Google, con 1,6 gramos de CO por consulta. Gracias a su infraestructura especializada y al uso de energías renovables, logra mantener una baja huella de carbono en comparación con otros modelos. Cada pregunta realizada a Gemini contamina lo mismo que mirar un video de YouTube de 10 minutos.

Meta y Claude: en la mitad del camino

El modelo LLaMA, de Meta, genera 3,2 gramos de CO por cada respuesta. Aunque Meta invitió en energías limpias, el crecimiento de su infraestructura de IA podría incrementar sus emisiones en el futuro. El impacto ambiental de LLaMA es comparable al envío de 10 correos electrónicos simples.

Claude AI, de Anthropic, ocupa el cuarto lugar con 3,5 gramos por consulta. Su enfoque en la seguridad y fiabilidad parece exigir más potencia de cálculo, lo que aumenta su consumo energético. Esta emisión equivale a mirar un video corto y enviar un correo.

Perplexity y GPT-4, los menos sostenibles

Perplexity AI registra 4 gramos de CO por consulta, debido principalmente a sus funciones de búsqueda integradas. Consultas complejas aumentan aún más su consumo energético. Cada interacción tiene un impacto similar al de cargar un celular entre una y dos veces.

El modelo más contaminante es ChatGPT con GPT-4, que alcanza los 4,32 gramos de CO por respuesta. Su complejidad y capacidad generan una huella 25 veces mayor que Grok. Una sola respuesta de GPT-4 equivale a 21 correos electrónicos o casi una carga completa de celular. Es decir, que este chatbot contamina más que los demás.

El desafío de equilibrar innovación y sostenibilidad

Desde TRG Datacenters subrayan la necesidad urgente de hacer que la IA sea más eficiente energéticamente. "La adopción de IA sigue creciendo. Mejorar el hardware, optimizar los modelos y ampliar el uso de energías renovables en los centros de datos son pasos claves para reducir las emisiones", explicaron.

Con la inteligencia artificial consolidándose como tecnología clave en múltiples sectores, este estudio deja claro que el futuro de la innovación también debe ser verde.

¿Cuántos tipos de chatbots existen?

De acuerdo con los expertos, existen diferentes tipos de chatbots como:

Basados en reglas: Utilizan flujos de conversación predefinidos y reglas para responder a preguntas, son más sencillos pero menos flexibles.

De IA: Utilizan técnicas de procesamiento de lenguaje natural (PLN) y aprendizaje automático (AA) para comprender mejor las preguntas de los usuarios y ofrecer respuestas más precisas.

Generativos: Pueden generar nuevos contenidos, como texto, imágenes o sonido, en respuesta a la consulta del usuario.

Los chatbots evolucionaron y se integraron en diversas plataformas y canales, como sitios web, aplicaciones de mensajería, altavoces inteligentes y redes sociales. Su capacidad para comprender el lenguaje natural y automatizar la comunicación ha hecho que sean cada vez más populares y útiles para diversas industrias y aplicaciones.

Fuente: TRG Datacenters