Abandono definitivo de las rutas nacionales: se agrava el deterioro de la Ruta 40 mientras el Gobierno sueña con la privatización Tras un año de desfinanciamiento y suspensión de obra pública, trabajadores de Vialidad Nacional confirmaron que el abandono de las rutas nacionales por parte del Estado nacional es definitivo. La decisión se da en medio de una crisis del organismo: denuncian que está siendo "vaciado", lo que deja decenas de obras de infraestructura vial a la deriva. En la Patagonia crece la preocupación frente a algunos kilómetros especialmente deteriorados, como el tramo Facundo-Tamariscos de la Ruta 40, y crece la incertidumbre sobre lo que pasará con la Campaña Invernal.
Rutas patagónicas a la deriva
Las rutas argentinas son objeto de reclamo desde hace décadas: según un informe del Ministerio de Obras Públicas correspondiente al 2021 al menos 70% de las rutas nacionales sufren algún tipo de deterioro.
En la Patagonia, algunos tramos especialmente complicados generan preocupación entre los conductores. El tramo Facundo-Tamariscos de la Ruta 40 es uno de los más deteriorados. Tiene una longitud de 34 kilómetros y está dividido en tres tramos, dos de ripio, de 14 y 13 kilómetros de extensión, y en el medio un sector pavimentado de 7 kilómetros. El camino de ripio se vuelve complejo para ciertos vehículos, especialmente en los días de lluvia, y el camino pavimentado está repleto de baches y pozos.
Presupuesto cero para las rutas nacionales: la lucha de las provincias frente a un Estado ausente
El año pasado se llevaron adelante tareas de mejora, con bacheos en el segmento de calzada con pavimento y el mantenimiento de desvíos de ripio. Sin embargo, el tránsito por ese tramo -que parece "bombardeado"- sigue implicando un grave riesgo para los automovilistas.
En 2023 se iniciaron dos licitaciones para las reparaciones del tramo, pero fueron canceladas tras el cambio de autoridades nacionales. La última licitación se produjo el 13 de noviembre de 2023, aunque no llegó a ser finalizada. En el medio, fue electo Javier Milei y dictaminó como una de sus primeras medidas la suspensión total de la obra pública.
A pesar de que la obra correspondiente a este tramo fue solicitada por el Distrito 13 (Chubut) de Vialidad Nacional, no fue incluida en el listado de obras del proyecto de Presupuesto 2025.
La posición del Gobierno quedó clara cuando el 15 de enero anunció el inicio de la primera etapa del proceso de privatización de las rutas nacionales, mediante el Decreto 28/2025 que contempla la licitación de varias rutas en Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes. De esta manera, la gestión se desligó de su obligación. En palabras de Manuel Adorni: "no tenemos esa prioridad".
El abandono definitivo
Tras meses de paralización de obras e incertidumbre, recientemente el secretario general de Vialidad Nacional de Chubut, Ariel Barrionuevo, confirmó el abandono definitivo del tramo Facundo-Tamariscos.
"Sólo van a retomar algunas obras en rutas que pueden ser concesionadas, en grandes centros urbanos, pero no es el caso de las rutas que tenemos en Chubut", advirtió Barrionuevo en declaraciones radiales. Y precisó que son varias las obras de la provincia que fueron suspendidas definitivamente, como la autovía entre Caleta Olivia y Comodoro Rivadavia, algunos tramos de la Ruta 25 (entre Las Plumas y Paso de Indios) y el tramo Facundo-Tamariscos.
"Hoy todo lo que tiene que ver con obras en Chubut estaría dando de baja. Se invita a las empresas encargadas a retirarse. Esto genera una gran preocupación porque son rutas muy transitadas y fundamentales para la conectividad de nuestra provincia", agregó.
Advirtió que son los trabajadores quienes sostienen el mantenimiento frente a los recortes: "Estamos trabajando prácticamente como podemos; faltan materiales asfálticos, sal para el invierno y hasta los viáticos para los trabajadores".
"Sin sal para prevenir accidentes en invierno, no podemos garantizar rutas seguras. Esto impacta incluso en servicios esenciales como ambulancias y policías", expresó.
Y subrayó: "Si no hay mantenimiento, las rutas se vuelven peligrosas y los accidentes aumentan considerablemente. Es fundamental que todos entendamos que sin inversión en infraestructura vial no hay seguridad para nadie".
Los dirigentes de las provincias patagónicas encabezan una ofensiva contra el Gobierno nacional por el abandono de obras clave. El año pasado Ignacio Torres denunció que la gestión de Milei continúa cobrando el Impuesto a los Combustibles Líquidos a pesar de no destinar esos fondos al mantenimiento de las rutas nacionales. En línea con sus pares de la región, habló sobre la posibilidad de descentralizar y otorgarle las facultades a las provincias.
Hasta la fecha, la obligación sigue siendo del Estado nacional, aunque esto podría cambiar para las rutas patagónicas si el Gobierno avanza con su plan de privatización.
Incertidumbre sobre el Plan Invernal
En algunos tramos de la Ruta 40, sobre todo en la parte de Santa Cruz, ya comienzan a ser necesarios los trabajos de despeje y mantenimiento frente a la nieve, un panorama que se va a agravar durante la época invernal. Allí, Vialidad Provincial ya inició con las acciones coordinadas para la temporada.
En este sentido, preocupa la desidia del Gobierno nacional sobre las rutas, considerando que pronto deberían iniciar los trabajos de planificación para el Plan Invernal en la Patagonia, que implica un amplio despliegue de recursos y personal para asegurar el tránsito durante las nevadas.
El año pasado este escenario fue de total incertidumbre, y la gestión de Milei terminó anunciando sobre la marcha que se haría cargo del operativo, tras múltiples reclamos de funcionarios y ciudadanos ante el invierno inminente.
"Venimos con una situación de clima bastante duro. Este invierno también va a ser bastante complicado. Acá se planifica desde muy temprano la gente, la maquinaria, los repuestos y demás. Pero la verdad es que hasta último momento no sabemos si nos mandarán la plata. El año pasado a veces no dábamos abasto y se contrató a una empresa a la que todavía no le pagaron. Estamos advirtiéndole a Central y a la población", anticipó Soledad García, representante de Vialidad Nacional en Chubut.
El vaciamiento de Vialidad Nacional
El abandono definitivo de las rutas se inscribe en la paralización de la obra pública en todo el país en conjunto con el vaciamiento de Vialidad Nacional. En los últimos meses los dirigentes gremiales advirtieron la delicada situación del organismo, que ha ido agravándose en el último año.
El presupuesto 2024 para el organismo fue de $604.738.465.280. Sin embargo, el gremio denunció que al 5 de diciembre sólo se remitieron $254.540.611.486, lo que representa una retención del 42%.
A su vez, la prórroga del presupuesto 2024 para este año -que era una prórroga del monto del 2023- impacta de lleno en la continuidad de los trabajadores y los recursos disponibles para garantizar el mantenimiento de los tramos más peligrosos de las rutas.
"Desde hace tres meses no se pagan los viáticos, y los proveedores tampoco están cobrando", detalló García. Explicó que la situación es compleja ante la falta de financiamiento y la amenaza de despidos de hasta un 30% del personal.
La dirigente gremial advirtió que en algunas dependencias están al borde del corte de luz debido a la falta de fondos, aunque aseguró que los trabajadores siguen cumpliendo con sus tareas, incluso sin viáticos.
"Hay incertidumbre, esto es una cacería. Nos cambian el horario para ver dónde podemos trastabillar y así despedir", precisó. En este escenario, en Chubut son cinco las obras paralizadas: "El administrador general ordenó que se cierren todas las obras que estaban abiertas. Están cerrando todo y las rutas van a quedar abandonadas, sin obras y sólo con el mantenimiento que podamos hacerle nosotros".
Actualmente en la provincia hay unos 170 trabajadores de Vialidad Nacional, distribuidos en Trelew, Comodoro Rivadavia, Esquel, Los Altares y Las Plumas, un número insuficiente para mantener los 2.100 kilómetros de ruta en Chubut. "Nos hacen falta 70 trabajadores más para poder garantizar el mantenimiento adecuado", afirmó García.
Además, habló de cambios en los horarios laborales, sugiriendo que la intención es "cansar a los empleados o hacer que cometan errores para poder despedirlos".
A los despidos se suma un estímulo a la jubilación anticipada para trabajadores mayores de 60 años, lo que reduce aún más la capacidad operativa del organismo.
La situación es similar en todo el país: el secretario gremial del sindicato de Vialidad, Fabián Catanzaro, denunció el estado crítico de las rutas y la ausencia cada vez más marcada del Gobierno nacional.
"Eso no podemos decir que ocurre solo en un año. Pero sí aumenta exponencialmente a partir de no intervenir en ninguna de las rutas. Y también tratar de diferenciar", aclaró, y explicó que el desfinanciamiento no sólo paralizó la construcción de nuevos caminos sino el mantenimiento de los existentes, lo que derivó en un rápido deterioro de la calzada.
"Entonces, es un estado preocupante, no solo por el mal estado, sino porque hemos tenido un presupuesto que vino replicado del 2023 subejecutado en un 40%. Hubo intención de liberar esto. Hay déficit cero, pero ¿a costa de qué? Las partidas de las obras no habrán llegado a los 200 mil millones de pesos, que no es nada. Solo se pagó algún que otro certificado de empresas", cuestionó.
Este escenario profundiza el deterioro de larga data de algunas rutas nacionales; funcionarios y trabajadores advierten que no sólo compromete la seguridad de los conductores sino la logística y la economía regional.
"Pero hoy el parate es total, absoluto. El Estado nacional decidió abandonar las rutas y se ocupó de tratar de sacar las concesiones. Eso va de la mano del proyecto de no invertir y de volver a concesionar las rutas, algo que fue un fracaso durante 30 años. Hoy está en juego la vida de la gente que transita las rutas", finaliza Catanzaro.
Tras un año de desfinanciamiento y suspensión de obra pública, trabajadores de Vialidad Nacional confirmaron que el abandono de las rutas nacionales por parte del Estado nacional es definitivo. La decisión se da en medio de una crisis del organismo: denuncian que está siendo "vaciado", lo que deja decenas de obras de infraestructura vial a la deriva. En la Patagonia crece la preocupación frente a algunos kilómetros especialmente deteriorados, como el tramo Facundo-Tamariscos de la Ruta 40, y crece la incertidumbre sobre lo que pasará con la Campaña Invernal.
Rutas patagónicas a la deriva
Las rutas argentinas son objeto de reclamo desde hace décadas: según un informe del Ministerio de Obras Públicas correspondiente al 2021 al menos 70% de las rutas nacionales sufren algún tipo de deterioro.
En la Patagonia, algunos tramos especialmente complicados generan preocupación entre los conductores. El tramo Facundo-Tamariscos de la Ruta 40 es uno de los más deteriorados. Tiene una longitud de 34 kilómetros y está dividido en tres tramos, dos de ripio, de 14 y 13 kilómetros de extensión, y en el medio un sector pavimentado de 7 kilómetros. El camino de ripio se vuelve complejo para ciertos vehículos, especialmente en los días de lluvia, y el camino pavimentado está repleto de baches y pozos.
Presupuesto cero para las rutas nacionales: la lucha de las provincias frente a un Estado ausente
El año pasado se llevaron adelante tareas de mejora, con bacheos en el segmento de calzada con pavimento y el mantenimiento de desvíos de ripio. Sin embargo, el tránsito por ese tramo -que parece "bombardeado"- sigue implicando un grave riesgo para los automovilistas.
En 2023 se iniciaron dos licitaciones para las reparaciones del tramo, pero fueron canceladas tras el cambio de autoridades nacionales. La última licitación se produjo el 13 de noviembre de 2023, aunque no llegó a ser finalizada. En el medio, fue electo Javier Milei y dictaminó como una de sus primeras medidas la suspensión total de la obra pública.
A pesar de que la obra correspondiente a este tramo fue solicitada por el Distrito 13 (Chubut) de Vialidad Nacional, no fue incluida en el listado de obras del proyecto de Presupuesto 2025.
La posición del Gobierno quedó clara cuando el 15 de enero anunció el inicio de la primera etapa del proceso de privatización de las rutas nacionales, mediante el Decreto 28/2025 que contempla la licitación de varias rutas en Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes. De esta manera, la gestión se desligó de su obligación. En palabras de Manuel Adorni: "no tenemos esa prioridad".
El abandono definitivo
Tras meses de paralización de obras e incertidumbre, recientemente el secretario general de Vialidad Nacional de Chubut, Ariel Barrionuevo, confirmó el abandono definitivo del tramo Facundo-Tamariscos.
"Sólo van a retomar algunas obras en rutas que pueden ser concesionadas, en grandes centros urbanos, pero no es el caso de las rutas que tenemos en Chubut", advirtió Barrionuevo en declaraciones radiales. Y precisó que son varias las obras de la provincia que fueron suspendidas definitivamente, como la autovía entre Caleta Olivia y Comodoro Rivadavia, algunos tramos de la Ruta 25 (entre Las Plumas y Paso de Indios) y el tramo Facundo-Tamariscos.
"Hoy todo lo que tiene que ver con obras en Chubut estaría dando de baja. Se invita a las empresas encargadas a retirarse. Esto genera una gran preocupación porque son rutas muy transitadas y fundamentales para la conectividad de nuestra provincia", agregó.
Advirtió que son los trabajadores quienes sostienen el mantenimiento frente a los recortes: "Estamos trabajando prácticamente como podemos; faltan materiales asfálticos, sal para el invierno y hasta los viáticos para los trabajadores".
"Sin sal para prevenir accidentes en invierno, no podemos garantizar rutas seguras. Esto impacta incluso en servicios esenciales como ambulancias y policías", expresó.
Y subrayó: "Si no hay mantenimiento, las rutas se vuelven peligrosas y los accidentes aumentan considerablemente. Es fundamental que todos entendamos que sin inversión en infraestructura vial no hay seguridad para nadie".
Los dirigentes de las provincias patagónicas encabezan una ofensiva contra el Gobierno nacional por el abandono de obras clave. El año pasado Ignacio Torres denunció que la gestión de Milei continúa cobrando el Impuesto a los Combustibles Líquidos a pesar de no destinar esos fondos al mantenimiento de las rutas nacionales. En línea con sus pares de la región, habló sobre la posibilidad de descentralizar y otorgarle las facultades a las provincias.
Hasta la fecha, la obligación sigue siendo del Estado nacional, aunque esto podría cambiar para las rutas patagónicas si el Gobierno avanza con su plan de privatización.
Incertidumbre sobre el Plan Invernal
En algunos tramos de la Ruta 40, sobre todo en la parte de Santa Cruz, ya comienzan a ser necesarios los trabajos de despeje y mantenimiento frente a la nieve, un panorama que se va a agravar durante la época invernal. Allí, Vialidad Provincial ya inició con las acciones coordinadas para la temporada.
En este sentido, preocupa la desidia del Gobierno nacional sobre las rutas, considerando que pronto deberían iniciar los trabajos de planificación para el Plan Invernal en la Patagonia, que implica un amplio despliegue de recursos y personal para asegurar el tránsito durante las nevadas.
El año pasado este escenario fue de total incertidumbre, y la gestión de Milei terminó anunciando sobre la marcha que se haría cargo del operativo, tras múltiples reclamos de funcionarios y ciudadanos ante el invierno inminente.
"Venimos con una situación de clima bastante duro. Este invierno también va a ser bastante complicado. Acá se planifica desde muy temprano la gente, la maquinaria, los repuestos y demás. Pero la verdad es que hasta último momento no sabemos si nos mandarán la plata. El año pasado a veces no dábamos abasto y se contrató a una empresa a la que todavía no le pagaron. Estamos advirtiéndole a Central y a la población", anticipó Soledad García, representante de Vialidad Nacional en Chubut.
El vaciamiento de Vialidad Nacional
El abandono definitivo de las rutas se inscribe en la paralización de la obra pública en todo el país en conjunto con el vaciamiento de Vialidad Nacional. En los últimos meses los dirigentes gremiales advirtieron la delicada situación del organismo, que ha ido agravándose en el último año.
El presupuesto 2024 para el organismo fue de $604.738.465.280. Sin embargo, el gremio denunció que al 5 de diciembre sólo se remitieron $254.540.611.486, lo que representa una retención del 42%.
A su vez, la prórroga del presupuesto 2024 para este año -que era una prórroga del monto del 2023- impacta de lleno en la continuidad de los trabajadores y los recursos disponibles para garantizar el mantenimiento de los tramos más peligrosos de las rutas.
"Desde hace tres meses no se pagan los viáticos, y los proveedores tampoco están cobrando", detalló García. Explicó que la situación es compleja ante la falta de financiamiento y la amenaza de despidos de hasta un 30% del personal.
La dirigente gremial advirtió que en algunas dependencias están al borde del corte de luz debido a la falta de fondos, aunque aseguró que los trabajadores siguen cumpliendo con sus tareas, incluso sin viáticos.
"Hay incertidumbre, esto es una cacería. Nos cambian el horario para ver dónde podemos trastabillar y así despedir", precisó. En este escenario, en Chubut son cinco las obras paralizadas: "El administrador general ordenó que se cierren todas las obras que estaban abiertas. Están cerrando todo y las rutas van a quedar abandonadas, sin obras y sólo con el mantenimiento que podamos hacerle nosotros".
Actualmente en la provincia hay unos 170 trabajadores de Vialidad Nacional, distribuidos en Trelew, Comodoro Rivadavia, Esquel, Los Altares y Las Plumas, un número insuficiente para mantener los 2.100 kilómetros de ruta en Chubut. "Nos hacen falta 70 trabajadores más para poder garantizar el mantenimiento adecuado", afirmó García.
Además, habló de cambios en los horarios laborales, sugiriendo que la intención es "cansar a los empleados o hacer que cometan errores para poder despedirlos".
A los despidos se suma un estímulo a la jubilación anticipada para trabajadores mayores de 60 años, lo que reduce aún más la capacidad operativa del organismo.
La situación es similar en todo el país: el secretario gremial del sindicato de Vialidad, Fabián Catanzaro, denunció el estado crítico de las rutas y la ausencia cada vez más marcada del Gobierno nacional.
"Eso no podemos decir que ocurre solo en un año. Pero sí aumenta exponencialmente a partir de no intervenir en ninguna de las rutas. Y también tratar de diferenciar", aclaró, y explicó que el desfinanciamiento no sólo paralizó la construcción de nuevos caminos sino el mantenimiento de los existentes, lo que derivó en un rápido deterioro de la calzada.
"Entonces, es un estado preocupante, no solo por el mal estado, sino porque hemos tenido un presupuesto que vino replicado del 2023 subejecutado en un 40%. Hubo intención de liberar esto. Hay déficit cero, pero ¿a costa de qué? Las partidas de las obras no habrán llegado a los 200 mil millones de pesos, que no es nada. Solo se pagó algún que otro certificado de empresas", cuestionó.
Este escenario profundiza el deterioro de larga data de algunas rutas nacionales; funcionarios y trabajadores advierten que no sólo compromete la seguridad de los conductores sino la logística y la economía regional.
"Pero hoy el parate es total, absoluto. El Estado nacional decidió abandonar las rutas y se ocupó de tratar de sacar las concesiones. Eso va de la mano del proyecto de no invertir y de volver a concesionar las rutas, algo que fue un fracaso durante 30 años. Hoy está en juego la vida de la gente que transita las rutas", finaliza Catanzaro.