Rada Tilly protagonizó un encuentro con el mar y la conciencia ambientalEl pasado fin de semana, la localidad de Rada Tilly en Chubut fue el escenario de una jornada dedicada a la conexión con el océano y la conciencia ambiental.
Bajo el cálido sol patagónico y con el soplo de ballenas como fondo, más de 35 personas se congregaron para participar en charlas y actividades organizadas por diversos actores comprometidos con la conservación marina, como la Fundación Sin Azul No Hay Verde y la escuela de Stand Up Paddle y Surf Que Fluya!. La intendenta de Rada Tilly, Mariel Peralta, también fue parte del evento.
Un día lleno de aprendizajes y acción
La jornada comenzó con una charla de Wilmer Lunelli, de Que Fluya!, quien además lideró un bautismo en Stand Up Paddle para los principiantes. Lunelli destacó la importancia de acercar a la comunidad al mar desde un enfoque seguro, promoviendo el respeto por la naturaleza.
Diego Cabanas, fotógrafo, y Martín Moscovich, productor audiovisual, también compartieron sus experiencias en la protección de la biodiversidad marina. Ambos subrayaron el poder de la fotografía y el cine como herramientas para conectar a las personas con los ecosistemas oceánicos. Moscovich, reconocido por su trabajo en la película Ocean Souls, elogió la biodiversidad única de esta región de Argentina y reforzó la necesidad de una conciencia ambiental colectiva.
La jornada concluyó con una charla sobre residuos plásticos liderada por Juan Coustet, coordinador de Sin Azul No Hay Verde, quien instó a la comunidad a comprometerse con la conservación del océano.
Rada Tilly: un refugio de biodiversidad
Rada Tilly es conocida por su asombrosa biodiversidad marina. Desde su costa y acantilados, los visitantes pueden observar una variedad de especies como ballenas Sei, francas y jorobadas, así como delfines de risso y toninas overas.
Estudios recientes han revelado que más de 2.700 ballenas Sei ingresan al golfo San Jorge para alimentarse, una población única en el mundo por su cercanía a la costa.
Este evento no solo sirvió para aprender sobre la importancia de estos ecosistemas, sino también para inspirar un amor más profundo por el océano y una acción colectiva hacia su protección.
Fuente: Noticias Ambientales
El pasado fin de semana, la localidad de Rada Tilly en Chubut fue el escenario de una jornada dedicada a la conexión con el océano y la conciencia ambiental.
Bajo el cálido sol patagónico y con el soplo de ballenas como fondo, más de 35 personas se congregaron para participar en charlas y actividades organizadas por diversos actores comprometidos con la conservación marina, como la Fundación Sin Azul No Hay Verde y la escuela de Stand Up Paddle y Surf Que Fluya!. La intendenta de Rada Tilly, Mariel Peralta, también fue parte del evento.
Un día lleno de aprendizajes y acción
La jornada comenzó con una charla de Wilmer Lunelli, de Que Fluya!, quien además lideró un bautismo en Stand Up Paddle para los principiantes. Lunelli destacó la importancia de acercar a la comunidad al mar desde un enfoque seguro, promoviendo el respeto por la naturaleza.
Diego Cabanas, fotógrafo, y Martín Moscovich, productor audiovisual, también compartieron sus experiencias en la protección de la biodiversidad marina. Ambos subrayaron el poder de la fotografía y el cine como herramientas para conectar a las personas con los ecosistemas oceánicos. Moscovich, reconocido por su trabajo en la película Ocean Souls, elogió la biodiversidad única de esta región de Argentina y reforzó la necesidad de una conciencia ambiental colectiva.
La jornada concluyó con una charla sobre residuos plásticos liderada por Juan Coustet, coordinador de Sin Azul No Hay Verde, quien instó a la comunidad a comprometerse con la conservación del océano.
Rada Tilly: un refugio de biodiversidad
Rada Tilly es conocida por su asombrosa biodiversidad marina. Desde su costa y acantilados, los visitantes pueden observar una variedad de especies como ballenas Sei, francas y jorobadas, así como delfines de risso y toninas overas.
Estudios recientes han revelado que más de 2.700 ballenas Sei ingresan al golfo San Jorge para alimentarse, una población única en el mundo por su cercanía a la costa.
Este evento no solo sirvió para aprender sobre la importancia de estos ecosistemas, sino también para inspirar un amor más profundo por el océano y una acción colectiva hacia su protección.
Fuente: Noticias Ambientales