Opinión

¿El fin de la red social X?

Por Agustín Fontenla 

Estos días el debate sobre el origen de la información (y su consumo) alcanzó un punto de inflexión. El diario inglés The Guardian decidió retirarse de la red social X (extwitter) por considerarla un medio de desinformación. El prestigioso diario catalán La Vanguardia tomó el mismo camino. No son ni serán los únicos. Más medios, dirigentes políticos y celebridades como Stephen King dejarán de usar la plataforma que adquirió Elon Musk.

La columnista de The Guardian Gaby Hinsliff escribió un artículo titulado: "El éxodo de X a Bluesky ya ha ocurrido: la era de las plataformas masivas de redes sociales ha llegado a su fin". Puede que sea un poco exagerado sentenciar el fin de estas plataformas, aunque es probable que la era de la agresión gratuita, anónima, y descontrolada que circula en esas redes sociales radiactivas se acabe en algún momento pronto.

"La gente se quedó en X por las mismas razones por las que uno permanece en relaciones tóxicas: inercia, miedo a la soledad, una esperanza equivocada de que las cosas mejoren, y porque parecía algo intrínseco a muchas vidas laborales", señala Hinsliff que, desde hace unos meses, se ha mudado a Bluesky, una plataforma de características similares a X, pero que profesa otros principios (o eso dicen).

Un supuesto final de X después de haberse convertido no solo en fuente de información (y desinformación) sino también en canal de expresión de gobiernos, dirigentes, empresarios, celebridades, y millones de personas más o menos conocidas, podría generar un gran cambio en el mundo de la información. ¿Tomará la posta Bluesky? ¿Surgirá una nueva plataforma?

Para quienes crecimos leyendo periódicos y, más tarde, aspiramos a trabajar en ellos, la idea de un mundo sin redes sociales puede ser tentadora. En ese caso, los sitios de noticias podrían volver a ser la referencia, el espacio de reflexión y debate sin la agresividad y el caos emocional de las redes sociales. Para ello, claro, deberían existir buenos periódicos, y desde hace un tiempo muchos de ellos han dejado de hacer bien su trabajo. Otros, afortunadamente, intentan hacerlo bien cada día.

Fuente: elDiarioAr