Una calle y los indicios de la historia de resistencia del "cacique Prayel" en la PatagoniaA diferencia de otros loncos que recuerdan las arterias de El Frutillar, datos sobre su historia no aparecen tan fácilmente. Pero hay algunos indicios. Aunque el invierno supuso una pausa, los vecinos de El Frutillar, Los Ñires, 400 Viviendas y Alto Jardín Botánico, además de otros barrios, tuvieron que familiarizarse desde fines del año pasado con el sonido de máquinas retroexcavadoras, motosierras y camiones volcadores que trabajan en la apertura o reapertura de una calle. Según la Municipalidad, la nueva arteria servirá para descomprimir el tránsito vehicular desde el sur de la ciudad en dirección al centro o los kilómetros. O viceversa.
Su nombre alcanzó fugaz trascendencia nacional cuando, en marzo o abril último, un video que registró al intendente mientras talaba un ciprés, se viralizó y llegó inclusive a los grandes medios capitalinos. Más recientemente, la gestión de Walter Cortés anunció la inminente finalización de los trabajos y la apertura de la calle en cuestión, que hasta el momento solo es transitada subrepticiamente por cuatriciclos o motos de enduro, ya que la acumulación de barro la hizo atractiva para esos cometidos.
En el barrio de origen hay múltiples calles que con sus nombres recuerdan a figuras relevantes del pueblo mapuche, cuyas alternativas son conocidas o al menos, hay presencia suya en libros de historia. Por ejemplo, se sabe que Chocorí fue el padre de Valentín Sayhueque, a quien se dio por muerto en la campaña que lideró Juan Manuel de Rosas en 1833, cuando una columna al mando de Ángel Pacheco atacó a Choele Choel.
Sin embargo, no fue esa la suerte que corrió el lonco. Entre la historia y la leyenda, se afirma que Chocorí alcanzó a rescatar a uno de sus hijos y subirlo a su caballo, mientras huía de las armas bonaerenses. Era precisamente el futuro referente político de Las Manzanas. Como consecuencia de esa fuga precipitada, una de sus waralka (manta de cuero) todavía se exhibe en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Que una década más tarde Chocorí apareciera en Bahía Blanca para comerciar y celebrar tratados, ratifica que no perdió la vida durante la ofensiva.
También se sabe quién fue Purran. Referente político de los pikunche (gente del norte) en tiempos inmediatamente anteriores a la Campaña al Desierto, tenía su espacio territorial original en el norte neuquino, con tolderías cercanas a donde hoy se levanta Chos Malal (Neuquén). Al momento del ataque argentino, existían tratados que Purran se había preocupado de celebrar, pero la columna al mando de Napoleón Uriburu los ignoró. Finalmente, emboscada mediante, el lonco de los picunche cayó prisionero del Ejército en el Alto Biobío a comienzos de 1880.
La historia de Prafil es más reciente. La calle se refiere a Faqui, autoridad de la comunidad de Anecón Grande durante varias décadas y persistente recreador del kamaruko. El paraje queda a unos 30 kilómetros al oeste de Ingeniero Jacobacci y cobija a la gente de su linaje inclusive en la actualidad. Con la historia de los tres se podría escribir un libro por cada uno, pero ¿quién fue el cacique Prayel? No es posible encontrar datos sobre su vida tan fácilmente.
Por empezar, Prayel no figura en el extenso inventario que elaboró el sacerdote Meinrado Hux, al que dividió en varios libros, a saber "Caciques pampas-ranqueles"; "Caciques borogas y araucanos"; "Caciques pehuenches" y otros más. Con base en Los Toldos (provincia de Buenos Aires) el religioso consagró décadas a relevar documento tras documento, archivo tras archivo y, sin embargo, no acusó recibo del "cacique" que homenajea la futura calle.
Para comenzar a desenrollar la madeja, están los diarios de marcha que legó el coronel Lino Oris de Roa. Para fines de 1883 ya era gobernador de la Patagonia Lorenzo Wintter (también puede encontrarse su apellido con v porque así se pronuncia en alemán) y por órdenes suyas, se organizó una expedición que fue la primera en aproximarse hacia el Nahuel Huapi desde el sur. Los soldados desembarcaron en Puerto Deseado y desde allí, se dirigieron al norte.
Dos pistas
Por entonces, Sayhueque, Inacayal, Foyel y sus respectivas familias permanecían en libertad, aunque lejos de sus espacios territoriales originales. Ese mes, Oris de Roa escribió un parte a sus superiores, que dice, entre otras cosas: "Respecto de Inacayal supe que hacía un mes se hallaba sobre el río Tapeley al sud del río Senguer pero que iba a mudar campo recostándose sobre la Cordillera. Que se hallaban reunidas con su tribu las de Foyel, Chagallo, Salvutia, Rayel, Nahuel y la de Pichicurruhuinca, alcanzando unos 300 hombres de lanza el total de la gente de esas tribus". El subrayado es propio.
Aunque escrito de otra manera, un primer acercamiento a la identidad del lonco enigmático. Al mes siguiente (enero de 1884) se produjo dos entreveros en la actual jurisdicción de Chubut y logró la partida del Ejército algunos prisioneros. Después de interrogarlos, Oris de Roa volvió a informar "que hacía como un mes en Schuniqueparia había tenido lugar un gran parlamento, al que concurrieron Inacayal, Foyel, Chagallo, Salvutia, Rayel , Nahuel, Pichi-Curruhuinca, Cumilao, Huichaimilla, Huenchunecul, Huicaleo y otros caciquillos en representación de sus tribus y Saihueque con todos sus capitanejos". Una segunda aparición del probable Prayel. Durante ese trawün o encuentro, los participantes ratificaron su voluntad de resistir. Si bien escritos como el militar pudo, se reconoce que la mayoría de los nombres son en mapudungun o lengua mapuche.
Exactamente un año después, puntualmente el 1° de enero de 1885, se produjo el hecho al que se interpreta como el fin de la resistencia armada mapuche, con la presentación del líder manzanero y millas de sobrevivientes en el fuerte que dio origen a Junín de los Andes. El 20 de febrero, fue Wintter quien escribió al Gobierno nacional: "El cacique Sayhueque, cacique eminentemente prestigioso por su poder entre todas las tribus que tenían su asiento entre el río Collón-Curá, afluente del Limay al Norte, y el Deseado, al Sud, acaba de efectuar su presentación voluntaria, y con él también los caciques de orden inferior, Inacayal, Huenchunecul, Coquichan, Salvutia, Prayel , Nahuel, Pichi Curruhuinca, Cumilao y otros, incluso el obstinado y rebelde Foyel, cuya tribu fue últimamente derrotada. en las orillas del Genue" (por arroyo Genoa).
La carta del militar es más extensa y contiene algunas imprecisiones, porque Inacayal y Foyel caídos habían cautivos en la primavera anterior en el valle inferior del río Chubut, pero en su texto se consigna la presentación de Prayel, con el nombre tal como lo registra la calle. He ahí tan solo una punta del ovillo. Con su ahínco vial tal vez la Municipalidad logre su cometido de descongestionar el tránsito y como efecto colateral, seguramente no buscado, también contribuya a ejercitar la memoria sobre la verdad histórica de los territorios que habitamos. El "cacique Prayel" fue uno de los que prolongó su libertad hasta que más no pudo.
Fuente: El Cordillerano
A diferencia de otros loncos que recuerdan las arterias de El Frutillar, datos sobre su historia no aparecen tan fácilmente. Pero hay algunos indicios. Aunque el invierno supuso una pausa, los vecinos de El Frutillar, Los Ñires, 400 Viviendas y Alto Jardín Botánico, además de otros barrios, tuvieron que familiarizarse desde fines del año pasado con el sonido de máquinas retroexcavadoras, motosierras y camiones volcadores que trabajan en la apertura o reapertura de una calle. Según la Municipalidad, la nueva arteria servirá para descomprimir el tránsito vehicular desde el sur de la ciudad en dirección al centro o los kilómetros. O viceversa.
Su nombre alcanzó fugaz trascendencia nacional cuando, en marzo o abril último, un video que registró al intendente mientras talaba un ciprés, se viralizó y llegó inclusive a los grandes medios capitalinos. Más recientemente, la gestión de Walter Cortés anunció la inminente finalización de los trabajos y la apertura de la calle en cuestión, que hasta el momento solo es transitada subrepticiamente por cuatriciclos o motos de enduro, ya que la acumulación de barro la hizo atractiva para esos cometidos.
En el barrio de origen hay múltiples calles que con sus nombres recuerdan a figuras relevantes del pueblo mapuche, cuyas alternativas son conocidas o al menos, hay presencia suya en libros de historia. Por ejemplo, se sabe que Chocorí fue el padre de Valentín Sayhueque, a quien se dio por muerto en la campaña que lideró Juan Manuel de Rosas en 1833, cuando una columna al mando de Ángel Pacheco atacó a Choele Choel.
Sin embargo, no fue esa la suerte que corrió el lonco. Entre la historia y la leyenda, se afirma que Chocorí alcanzó a rescatar a uno de sus hijos y subirlo a su caballo, mientras huía de las armas bonaerenses. Era precisamente el futuro referente político de Las Manzanas. Como consecuencia de esa fuga precipitada, una de sus waralka (manta de cuero) todavía se exhibe en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Que una década más tarde Chocorí apareciera en Bahía Blanca para comerciar y celebrar tratados, ratifica que no perdió la vida durante la ofensiva.
También se sabe quién fue Purran. Referente político de los pikunche (gente del norte) en tiempos inmediatamente anteriores a la Campaña al Desierto, tenía su espacio territorial original en el norte neuquino, con tolderías cercanas a donde hoy se levanta Chos Malal (Neuquén). Al momento del ataque argentino, existían tratados que Purran se había preocupado de celebrar, pero la columna al mando de Napoleón Uriburu los ignoró. Finalmente, emboscada mediante, el lonco de los picunche cayó prisionero del Ejército en el Alto Biobío a comienzos de 1880.
La historia de Prafil es más reciente. La calle se refiere a Faqui, autoridad de la comunidad de Anecón Grande durante varias décadas y persistente recreador del kamaruko. El paraje queda a unos 30 kilómetros al oeste de Ingeniero Jacobacci y cobija a la gente de su linaje inclusive en la actualidad. Con la historia de los tres se podría escribir un libro por cada uno, pero ¿quién fue el cacique Prayel? No es posible encontrar datos sobre su vida tan fácilmente.
Por empezar, Prayel no figura en el extenso inventario que elaboró el sacerdote Meinrado Hux, al que dividió en varios libros, a saber "Caciques pampas-ranqueles"; "Caciques borogas y araucanos"; "Caciques pehuenches" y otros más. Con base en Los Toldos (provincia de Buenos Aires) el religioso consagró décadas a relevar documento tras documento, archivo tras archivo y, sin embargo, no acusó recibo del "cacique" que homenajea la futura calle.
Para comenzar a desenrollar la madeja, están los diarios de marcha que legó el coronel Lino Oris de Roa. Para fines de 1883 ya era gobernador de la Patagonia Lorenzo Wintter (también puede encontrarse su apellido con v porque así se pronuncia en alemán) y por órdenes suyas, se organizó una expedición que fue la primera en aproximarse hacia el Nahuel Huapi desde el sur. Los soldados desembarcaron en Puerto Deseado y desde allí, se dirigieron al norte.
Dos pistas
Por entonces, Sayhueque, Inacayal, Foyel y sus respectivas familias permanecían en libertad, aunque lejos de sus espacios territoriales originales. Ese mes, Oris de Roa escribió un parte a sus superiores, que dice, entre otras cosas: "Respecto de Inacayal supe que hacía un mes se hallaba sobre el río Tapeley al sud del río Senguer pero que iba a mudar campo recostándose sobre la Cordillera. Que se hallaban reunidas con su tribu las de Foyel, Chagallo, Salvutia, Rayel, Nahuel y la de Pichicurruhuinca, alcanzando unos 300 hombres de lanza el total de la gente de esas tribus". El subrayado es propio.
Aunque escrito de otra manera, un primer acercamiento a la identidad del lonco enigmático. Al mes siguiente (enero de 1884) se produjo dos entreveros en la actual jurisdicción de Chubut y logró la partida del Ejército algunos prisioneros. Después de interrogarlos, Oris de Roa volvió a informar "que hacía como un mes en Schuniqueparia había tenido lugar un gran parlamento, al que concurrieron Inacayal, Foyel, Chagallo, Salvutia, Rayel , Nahuel, Pichi-Curruhuinca, Cumilao, Huichaimilla, Huenchunecul, Huicaleo y otros caciquillos en representación de sus tribus y Saihueque con todos sus capitanejos". Una segunda aparición del probable Prayel. Durante ese trawün o encuentro, los participantes ratificaron su voluntad de resistir. Si bien escritos como el militar pudo, se reconoce que la mayoría de los nombres son en mapudungun o lengua mapuche.
Exactamente un año después, puntualmente el 1° de enero de 1885, se produjo el hecho al que se interpreta como el fin de la resistencia armada mapuche, con la presentación del líder manzanero y millas de sobrevivientes en el fuerte que dio origen a Junín de los Andes. El 20 de febrero, fue Wintter quien escribió al Gobierno nacional: "El cacique Sayhueque, cacique eminentemente prestigioso por su poder entre todas las tribus que tenían su asiento entre el río Collón-Curá, afluente del Limay al Norte, y el Deseado, al Sud, acaba de efectuar su presentación voluntaria, y con él también los caciques de orden inferior, Inacayal, Huenchunecul, Coquichan, Salvutia, Prayel , Nahuel, Pichi Curruhuinca, Cumilao y otros, incluso el obstinado y rebelde Foyel, cuya tribu fue últimamente derrotada. en las orillas del Genue" (por arroyo Genoa).
La carta del militar es más extensa y contiene algunas imprecisiones, porque Inacayal y Foyel caídos habían cautivos en la primavera anterior en el valle inferior del río Chubut, pero en su texto se consigna la presentación de Prayel, con el nombre tal como lo registra la calle. He ahí tan solo una punta del ovillo. Con su ahínco vial tal vez la Municipalidad logre su cometido de descongestionar el tránsito y como efecto colateral, seguramente no buscado, también contribuya a ejercitar la memoria sobre la verdad histórica de los territorios que habitamos. El "cacique Prayel" fue uno de los que prolongó su libertad hasta que más no pudo.
Fuente: El Cordillerano