Patagonia

La inflación patagónica bajó al 4,2%, pero las subas interanuales promedian el 300%

La suba de precios en julio se mostró como un oasis de baja inflacionaria en la Patagonia, pero en los primeros siete meses del año acumuló el 89,2% y la interanual trepó al 264,2% de promedio alejando la ilusión como si se tratara de un espejismo. Los rubos que más impactan entre trabajadores y pobres subieron el 440% en el gas y la luz; 313% el transporte público y 283% de promedio en los alimentos y bebidas. Aunque parezca que todo terminó en materia inflacionaria, el calvario sigue como sangría con la pérdida de poder adquisitivo de los salarios.

Los datos del INDEC revelaron un 4,2% de inflación patagónica en julio y la suba de precios parece haber dado un respiro después de las disparadas superiores al 24% que se produjo en los meses de diciembre y enero.

Respecto de junio los precios bajaron del 5 al 4,2%, para esa manera mostrar cuatro meses consecutivos por debajo de dos dígitos; aunque ese alivio sólo se siento como una sensación de desahogo constante porque los deteriorados salarios hacen crujir los bolsillos que los sectores más frágiles de la sociedad.

Por más que la inflación esta baja respeto de las subas alocadas de principios de año, llegar a fin de mes es una misión imposible que no se soluciona trabajando más tiempo ni recortando gastos.

Alquileres y puchos por las nubes

En julio los rubros que más aumentaron fueron los alquileres con el 11,1% y los cigarrillos que subieron 10,1%.

Por detrás se ubicaron la cultura y recreación con el 7,7%; las frutas con el 7,5%; la medicina prepaga con el 6,6%; los hoteles y restaurantes con el 6,4%; y las tarifas de gas y electricidad con el 5,4%

Un año de penurias por arriba del 300%

Las subas de precios a lo largo de los últimos doce meses reflejaron en la Patagonia disparadas que se ubican en el 264,2% de promedio, pero con picos por encima del 400% en el alza de las facturas de la luz y el gas.

Los datos del INDEC reflejaron que los rubros que más aumentaron de manera interanual fueron los servicios públicos con el mencionado 440,1%; por detrás se subieron al podio los gastos en cuidado personal con el 381,1% y las aguas minerales y gaseosas con el 364,8%.

El transporte público aplicó otro duro golpe a los bolsillos a lo largo de todo un año con una suba del 313,3%; los aceites y las mantecas con el 313,1% y el pan que subió un 309% interanual.