Política

Los patagónicos pusieron la cara para Milei y ahora esperan que se cumpla lo prometido por Francos

Lo primero que hicieron el mismo día de la fría madrugada tucumana en la que hubo que darle el gusto a Javier Milei, los gobernadores que entienden que están cumpliendo el rol que les demanda la hora, fue verificar que se empiece a cumplir lo que les prometió Guillermo Francos. Las obras públicas es algo mediato, pero el recorte salarial a los altos ingresos es urgente.

Horas antes de sentirse compelidos a poner cara y firma en la fría madrugada tucumana en el acto en que a Javier Milei solo le faltó designar a un perro suyo como senador, dado que cual Calígula se dio el gusto de empoderar a su hermana secretaria, el chubutense Ignacio Torres y el neuquino Rolando Figueroa habían mantenido un diálogo para recordarse estar atentos a la próxima liquidación de haberes en sus provincias, donde ya entraría a regir la reposición del impuesto a las Ganancias. Les preocupa, sobre todo, lo que pasará en la industria del petróleo.

"Estamos viendo la reglamentación para que queden eximido el trabajador petrolero que está en boca de pozo, no el administrativo que está en Puerto Madero. Era un acuerdo que se había preestablecido con anterioridad; esperemos que se cumpla", trascendió que se dijeron.

Con sentimientos encontrados, ambos hicieron votar en contra a sus legisladores cuando el tema pasó por el Congreso, pero al mal tiempo buena cara. Son ingresos que en definitiva se coparticipan con las provincias y que permitirán ir compensando lo que se perdió en el último medio año en subsidios a la educación y al transporte, por ejemplo, y que debe ser suplido por la propia recaudación, en medio de una situación climática que no ayuda, como es el caso de Chubut, cuya producción se vio afectada este invierno.

MENOS ENTUSIASMO, MAS PRAGMATISMO

El bloque patagónico ya no tiene el ímpetu del verano. Ahora pareciera que cada gobernador de la región establece prioridades y las trata de ir consensuando con sus pares, más allá de la mayor o menor simpatía que se tengan, como es el caso de Torres con el santacruceño Claudio Vidal. La retirada de YPF pareció acercarlos en algún momento, pero hoy cada quien atiende su juego, como quedó demostrado en la Cámara de Senadores cuando José María Carambia y Natalia Gadano ensayaron esas piruetas que en definitiva posibilitaron que Milei festejara su primera ley, en la cual cuenta con facultades extraordinarias para hacer y deshacer por un año. Todo por la imagen que mantiene según las encuestas, comparado con quienes son vistos como lo mismo de siempre, pero quizás más incorregibles que nunca.

En este sentido, el chubutense encuentra más feeling con el neuquino Figueroa y este a su vez con el rionegrino Alberto Weretilneck, que espera torcerle el brazo a Axel Kicillof en la radicación de una planta de gas. El rionegrino, el neuquino y el chubutense fueron los únicos tres patagónicos presentes en la Casa de Tucumán, ya que Vidal y los peronistas Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego) no hicieron el largo viaje hacia alguna parte.

Los que fueron argumentaron que no podían quedar como partidarios del no diálogo, como encasilló el discurso oficial a los ausentes, a quienes de paso endilgó todo lo negativo de los últimos años, disimulando que entre los oyentes que pasaban frío escuchando estaba Mauricio Macri, el principal responsable de la falta de dólares actual a partir de la deuda que contrajo con el FMI en 2018, aconsejado por Luis Caputo, el mismo que hoy es tan elogiado por Milei.

Un poco por el sentido de pertenencia -nunca dejará de ser parte del árbol del PRO- y mucho por las necesidades de empezar a exhibir una provincia en marcha con obras e inversiones, Torres se puso el mejor traje oscuro que tenía en el placard y se subió al avión de Macri, junto a Rogelio Frigerio y el primo Jorge. Ya en la Casa de Tucumán, se ubicó en la fila de la derecha y cuando lo llamaron, se subió a la tarima a firmar, sonreír y darse la mano con un Milei exultante y cada vez más parecido a Benny Hill.

Ahora queda esperar que lo prometido por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se convierta en hechos. Que se concluya la obra de la autovía Trelew-Madryn con fondos nacionales y que se permita avanzar con otras iniciativas en las que el acceso a fondos provinciales se vea facilitado por acciones de Nación. Que el impacto del ajuste que continuará llegue atenuado y que el famoso RIGI implique realmente la posibilidad de que lleguen inversiones y ocupación de mano de obra en la provincia.

No obstante, la letra chica de la Ley Bases está plagada de imposiciones que llevarán a Torres a emprender batallas en el frente interno y que para ello necesitará más que la cooptación de dirigentes que viene practicando desde que asumió como el gobernador más joven en la historia de Chubut.