¿Qué significa la reelección de Bukele?SPUTNIK
El pasado 4 de febrero, El Salvador celebró la reelección de Nayib Bukele con una victoria que no sorprendió a los observadores políticos y que consolidó aún más el control del presidente sobre el país. El mandatario se declaró vencedor con el 85% de los votos, un "récord mundial".
"La mayor sorpresa que podría haber, entre quienes siguen la política en América Latina, sería el porcentaje de votos y el número de diputados que su partido consiguió elegir", comentó a Sputnik Victor Cabral, candidato a doctorado en Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-RJ).
Según los datos difundidos por Bukele en las redes sociales, su partido, Nuevas Ideas, obtuvo 58 de los 60 escaños de la Asamblea, consolidando su control sobre el aparato legislativo. Bukele se presenta como una figura que representa la democracia y la esperanza para El Salvador.
La significativa votación fue ratificada por la jefa de la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de Estados Americanos (OEA), Isabel Saint Malo, quien afirmó que la ventaja de Bukele en las elecciones no dejaba lugar a dudas sobre su victoria.
Por su parte, Cabral afirma que una de las razones que explican el triunfo es el hecho de que el Gobierno de Bukele se ha caracterizado por la dureza en la lucha contra la violencia, uno de los principales problemas que afronta el país.
¿Cuál es el estado de la delincuencia en El Salvador?
La estrategia de seguridad pública del país caribeño logró reducir notablemente la tasa de homicidios, de 106 a 2,4 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Aún así, para Cabral, hay que prestar atención a las posibles violaciones de los derechos humanos. En su opinión, la respuesta de El Salvador en los últimos años fue la violencia como solución a la violencia. Esto, según él, tiene el potencial de desarrollar "un ciclo sin fin".
Uno de los puntos críticos es el estado de excepción declarado por Bukele en marzo de 2022, que otorgaba poderes extraordinarios al Gobierno, incluidas las detenciones basadas en denuncias anónimas.
"Esto le permitió remodelar aún más la lucha contra la violencia que existía allí. (...) Antes era una lucha artificial, de hecho, por el acuerdo. Y a partir del estado de excepción de marzo de 2022, que hoy sigue vigente, El Salvador ha detenido a más de 70.000 personas", explicó el analista.
A pesar de ello, Cabral señala la dificultad de una eventual responsabilización dada la relativa falta de atención internacional a El Salvador.
"Estamos hablando de un pequeño país de Centroamérica que sólo es noticia por esto, la violencia y la migración forzada. Por lo demás, no hay mucho interés en mirar a este país, al menos en su conjunto", lamentó.
El discurso político del presidente de El Salvador generó un intenso debate no sólo en su país, sino en toda la región latinoamericana. Según Cabral, en su discurso Bukele se posiciona como una figura de gobernabilidad y seguridad ejemplar, al tiempo que critica la falta de voluntad política de otros países para combatir el crimen.
"Se erige en modelo a seguir, atacando a otros países por no actuar como El Salvador", subrayó el experto.
Sin embargo, hay una laguna en la forma en que Bukele aborda a otras figuras políticas latinoamericanas, como el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
"Bukele habla poco de Lula, lo que puede interpretarse de varias maneras, pero muestra una cierta distancia entre ellos", destacó Cabral.
Preguntado por la orientación política de Bukele, el investigador subraya la complejidad del espectro político latinoamericano.
"Bukele representa una figura difícil de encasillar dentro de las categorías tradicionales de izquierda y derecha. Hoy en día, es más fácil identificar a alguien como 'bukelista' que asignarle una posición específica en el espectro político", enfatizó.
A su vez, Marcela Franzoni, profesora e investigadora de Relaciones Internacionales del Centro Universitario Belas Artes de Sao Paulo, destaca la popularidad de Bukele, que desafía las normas en medio de una crisis democrática y de polarización social.
"Tenía niveles de popularidad cercanos al 90%, lo que es sorprendente comparado con otros casos, por ejemplo aquí en Brasil y en otros países", afirmó.
Franzoni también señala los retos estructurales a los que se enfrenta el sistema de partidos tradicional del país, que allanaron el camino para el ascenso de Bukele y su partido. "Como otros países latinoamericanos, El Salvador se enfrenta a una crisis de su sistema de partidos tradicional", resaltó.
A pesar de los esfuerzos de Bukele por vender sus políticas de seguridad como exitosas, la experta advierte de los peligros del debilitamiento institucional. Además, respecto al segundo mandato de Bukele, la analista sugiere que el presidente se enfrentará a otros retos a la hora de ir más allá de la seguridad pública y abordar los problemas estructurales del país.
"El futuro de su segundo mandato depende de que vaya más allá del ámbito de la seguridad pública. (...) Creo que el gran reto de su segundo mandato será ver la dimensión económica y la dimensión social. Creo que hay una 'incongruencia', porque por un lado hay que avanzar en la consolidación de estos derechos sociales, que son la reducción de la desigualdad, la acentuación o la posibilidad de dar acceso a la gente a las políticas públicas", señaló.
Para concluir, afirmó que es posible que en los próximos años la oposición externa sea aún mayor y que habrá que avanzar en los derechos civiles para garantizar un equilibrio en El Salvador.
SPUTNIK
El pasado 4 de febrero, El Salvador celebró la reelección de Nayib Bukele con una victoria que no sorprendió a los observadores políticos y que consolidó aún más el control del presidente sobre el país. El mandatario se declaró vencedor con el 85% de los votos, un "récord mundial".
"La mayor sorpresa que podría haber, entre quienes siguen la política en América Latina, sería el porcentaje de votos y el número de diputados que su partido consiguió elegir", comentó a Sputnik Victor Cabral, candidato a doctorado en Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-RJ).
Según los datos difundidos por Bukele en las redes sociales, su partido, Nuevas Ideas, obtuvo 58 de los 60 escaños de la Asamblea, consolidando su control sobre el aparato legislativo. Bukele se presenta como una figura que representa la democracia y la esperanza para El Salvador.
La significativa votación fue ratificada por la jefa de la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de Estados Americanos (OEA), Isabel Saint Malo, quien afirmó que la ventaja de Bukele en las elecciones no dejaba lugar a dudas sobre su victoria.
Por su parte, Cabral afirma que una de las razones que explican el triunfo es el hecho de que el Gobierno de Bukele se ha caracterizado por la dureza en la lucha contra la violencia, uno de los principales problemas que afronta el país.
¿Cuál es el estado de la delincuencia en El Salvador?
La estrategia de seguridad pública del país caribeño logró reducir notablemente la tasa de homicidios, de 106 a 2,4 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Aún así, para Cabral, hay que prestar atención a las posibles violaciones de los derechos humanos. En su opinión, la respuesta de El Salvador en los últimos años fue la violencia como solución a la violencia. Esto, según él, tiene el potencial de desarrollar "un ciclo sin fin".
Uno de los puntos críticos es el estado de excepción declarado por Bukele en marzo de 2022, que otorgaba poderes extraordinarios al Gobierno, incluidas las detenciones basadas en denuncias anónimas.
"Esto le permitió remodelar aún más la lucha contra la violencia que existía allí. (...) Antes era una lucha artificial, de hecho, por el acuerdo. Y a partir del estado de excepción de marzo de 2022, que hoy sigue vigente, El Salvador ha detenido a más de 70.000 personas", explicó el analista.
A pesar de ello, Cabral señala la dificultad de una eventual responsabilización dada la relativa falta de atención internacional a El Salvador.
"Estamos hablando de un pequeño país de Centroamérica que sólo es noticia por esto, la violencia y la migración forzada. Por lo demás, no hay mucho interés en mirar a este país, al menos en su conjunto", lamentó.
El discurso político del presidente de El Salvador generó un intenso debate no sólo en su país, sino en toda la región latinoamericana. Según Cabral, en su discurso Bukele se posiciona como una figura de gobernabilidad y seguridad ejemplar, al tiempo que critica la falta de voluntad política de otros países para combatir el crimen.
"Se erige en modelo a seguir, atacando a otros países por no actuar como El Salvador", subrayó el experto.
Sin embargo, hay una laguna en la forma en que Bukele aborda a otras figuras políticas latinoamericanas, como el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
"Bukele habla poco de Lula, lo que puede interpretarse de varias maneras, pero muestra una cierta distancia entre ellos", destacó Cabral.
Preguntado por la orientación política de Bukele, el investigador subraya la complejidad del espectro político latinoamericano.
"Bukele representa una figura difícil de encasillar dentro de las categorías tradicionales de izquierda y derecha. Hoy en día, es más fácil identificar a alguien como 'bukelista' que asignarle una posición específica en el espectro político", enfatizó.
A su vez, Marcela Franzoni, profesora e investigadora de Relaciones Internacionales del Centro Universitario Belas Artes de Sao Paulo, destaca la popularidad de Bukele, que desafía las normas en medio de una crisis democrática y de polarización social.
"Tenía niveles de popularidad cercanos al 90%, lo que es sorprendente comparado con otros casos, por ejemplo aquí en Brasil y en otros países", afirmó.
Franzoni también señala los retos estructurales a los que se enfrenta el sistema de partidos tradicional del país, que allanaron el camino para el ascenso de Bukele y su partido. "Como otros países latinoamericanos, El Salvador se enfrenta a una crisis de su sistema de partidos tradicional", resaltó.
A pesar de los esfuerzos de Bukele por vender sus políticas de seguridad como exitosas, la experta advierte de los peligros del debilitamiento institucional. Además, respecto al segundo mandato de Bukele, la analista sugiere que el presidente se enfrentará a otros retos a la hora de ir más allá de la seguridad pública y abordar los problemas estructurales del país.
"El futuro de su segundo mandato depende de que vaya más allá del ámbito de la seguridad pública. (...) Creo que el gran reto de su segundo mandato será ver la dimensión económica y la dimensión social. Creo que hay una 'incongruencia', porque por un lado hay que avanzar en la consolidación de estos derechos sociales, que son la reducción de la desigualdad, la acentuación o la posibilidad de dar acceso a la gente a las políticas públicas", señaló.
Para concluir, afirmó que es posible que en los próximos años la oposición externa sea aún mayor y que habrá que avanzar en los derechos civiles para garantizar un equilibrio en El Salvador.