Géneros

Primera marcha nacional contra la violencia obstétrica

Según un relevamiento de 2015, el único disponible hasta el momento, "el 90% de las mujeres y personas gestantes sufre violencia obstétrica".

Más de 30 organizaciones convocaron a la primera marcha contra la violencia ginecobstétrica y neonatal, que se realizará este miércoles en la ciudad de Buenos Aires y distintas provincias, en reclamo de la «efectiva» aplicación de la Ley de Parto Respetado en «todas las instituciones del país», en el marco de la Semana Mundial del Parto Respetado.

«Nuestro país tiene un marco legal que es de avanzada, una ley que permite desnaturalizar un montón de prácticas que son violentas y que desconocíamos que lo eran, pero el problema es que se respeta en muy pocas instituciones», dijo Luján Arcidiacono, coordinadora de la Campaña «Mi parto, Mi decisión».

Según un relevamiento del Observatorio de Violencia Obstétrica de Argentina (OVO) de 2015, el único disponible, aún con la Ley de Parto Respetado vigente «el 90% de las mujeres y personas gestantes sufre violencia obstétrica en Argentina».

Maltrato verbal, no permitir el contacto de los recién nacidos con sus madres, escaso acompañamiento a las mujeres en sus estudios y parto y que «no se escuche sus deseos y necesidades» durante el proceso son algunos ejemplos.

También no informar ni explicar las intervenciones que se hacen, realizar otras que son innecesarias «con distintos niveles de incidencia» o minimizar el dolor de las gestantes y «negar asistencia».

«La violencia verbal y física tiene datos muy alarmantes, entendiendo el maltrato también como negación de asistencia, que una mujer pida ayuda y se le niegue la asistencia», indicó Arcidiacono.

Respecto a las intervenciones en el parto, precisó que «por supuesto que hay algunas que son necesarias y que nadie discute», pero «lo que dice la ley es que las intervenciones que no son necesarias y que se realizan sin consentimiento informado, son violencia obstétrica».

«Como todas las violencias de género, la violencia obstétrica se recrudece e intensifica en los sectores más vulnerables, en términos económicos, culturales y etarios», agregó Arcidiacono.

En ese sentido, destacó el reclamo de justicia por Ainara, una joven de 17 años que a mediados de abril «dio a luz en el Hospital Municipal de General Belgrano, en la provincia de Buenos Aires, en un proceso de parto y nacimiento plagado de sucesos de violencia ginecobstétrica y neonatal que derivaron en complicaciones severas para Ainara y su bebé Jazhiel, quien falleció unos días después de nacer».

Mediante un comunicado de prensa, la familia detalló que se trataba de un «embarazo sano, sin complicaciones».

«Ainara fue ingresada el 12 de abril por la mañana, sola, negándole el derecho a estar acompañada, tal como lo establece la ley de Parto Respetado. Mientras Ainara decía una y otra vez que no podía más, que le hicieran una cesárea, el médico pediatra se le tiró encima y le aplastó la panza», relataron.

La maniobra es conocida con el nombre de Kristeller y no está recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace décadas porque genera «un impacto profundo de la cabeza del bebé sobre la pelvis de la madre».

«El bebé (Jazhiel) nació con un daño neurológico irreversible y murió a los días», lamentó Arcidiacono, y aseguró que «el relato de Ainara es el de miles». «La violencia obstétrica puede matar, así de simple», enfatizó.

Ante esta situación, la Campaña «Mi parto, Mi decisión» junto con más de 30 organizaciones convocaron a la Primera Marcha Nacional Contra la Violencia Ginecobstétrica y Neonatal este miércoles a las 17 horas en la plaza del Congreso.

Asimismo, se realizarán actividades en distintas provincias que pueden ser consultadas a través de las redes sociales de la Campaña «Mi parto, Mi decisión».

Fuente: Télam