¿Qué pasará en el mercado de criptomonedas?Por Alfredo Zaiat (Sputnik)
Las cotizaciones de las principales criptomonedas, bitcóin y ethereum, bajaron de 50 a 65% desde los máximos. El fiasco de Terra LUNA, proyecto basado en la red blockchain, y el colapso de la plataforma Exchange FTX de reserva e intercambio de criptoactivos que se ajustará a la ley de quiebras de Estados Unidos, sembraron las alertas.
Estos son tres hitos del derrumbe del mundo cripto que algunos analistas no dudan en definir como uno de los cracs más fulminantes de la historia de las finanzas globales.
Los quebrantos son millonarios. El valor de mercado de todas las cripto había subido a la vertiginosa altura de casi tres billones de dólares cuando marcó récords el año pasado. Empezó este rally alcista desde un valor de casi 800.000 millones de dólares a principios de 2021. Hoy ha regresado a un nivel de 830.000 millones de dólares.
O sea, hubo una destrucción de capital ficticio fenomenal de poco más de dos billones de dólares en pocos meses. Es una destrucción también de una riqueza virtual que llevó a muchos a pensar y sentir que eran los nuevos ricos del siglo XXI. Pero, fundamentalmente, estaban seguros de que esa riqueza iba a seguir multiplicándose.
Aunque en el momento del boom de las cotizaciones y la manía especulativa existe la fantasía de ganancias ilimitadas, al momento del crac, como ahora, la decepción y los quebrantos son inmensos.
El derrumbe de FTX
El colapso de la plataforma FTX ha provocado un terremoto en este mercado. Debe más de 3.000 millones de dólares a sus principales 50 acreedores de un total de un millón.
Lo más probable es que los usuarios de la plataforma afectados nunca recuperen sus fondos, dado que, a diferencia de lo que ocurre en la banca tradicional, los depósitos no estaban garantizados y no está claro cuánto dinero podría quedar para resarcirlos cuando se liquide la empresa.
FTX se había convertido en los últimos años en una de las plataformas cripto más importantes del mundo y había llegado a estar valuada en unos 32.000 millones de dólares.
El derrumbe se dio en apenas pocos días después de que aparecieran dudas sobre su solvencia, lo que llevó a muchos usuarios a apresurarse a retirar sus activos, dejándola sin liquidez y en busca de un rescate que no apareció.
FTX utilizó miles de millones de dólares de sus clientes para financiar arriesgadas apuestas a través de su firma de inversiones Alameda Research, una práctica ilegal si no contaba con el visto bueno de los usuarios.
Por ese motivo, las autoridades de Estados Unidos están investigando posibles delitos cometidos por la firma fundada por Sam Bankman-Fried, un empresario de 30 años que se había convertido en una de las figuras más conocidas del ámbito.
Para qué sirven las criptomonedas
Como al final de cualquier manía especulativa, el interrogante en estos momentos es la utilidad de las criptomonedas.
El mundo cripto nació con la promesa de ser una tecnología que podría hacer que la intermediación financiera fuera más rápida, más barata y más eficiente. Cada nuevo escándalo hace que sea más probable que los innovadores se asusten, la industria disminuya y los inversores huyan de estos activos.
La decepción es que, 14 años después de que se inventara la cadena de bloques de bitcóin, poco y nada se ha cumplido de las promesas de bienestar de la desregulación del negocio financiero y del desarrollo de tecnologías nuevas aplicadas a las finanzas.
Ravi Menon, director general de la Autoridad Monetaria de Singapur, escribió que "las criptomonedas privadas, de las cuales bitcoin es la más conocida, fracasan como dinero. Se desempeñan mal como medio de intercambio, como depósito de valor y como unidad de cuenta".
En el artículo Dar sentido a las criptomonedas señaló que muchas de ellas que se comercializan en la actualidad son en realidad tokens que representan una participación en los proyectos de blockchain [cadena de bloques], pero han cobrado vida propia fuera de dicha cadena.
"Se negocian activamente y se especula mucho sobre ellos, con precios que están divorciados de cualquier valor económico subyacente en la cadena de bloques", explica Menon.
Concluye que "debido a que los usuarios de criptomonedas operan a través de direcciones de billetera electrónica o seudónimos, las criptomonedas han facilitado la realización de transacciones ilícitas, incluido el lavado de dinero".
El momento de la regulación
Las criptomonedas han existido durante más de una década, pero solo ahora los esfuerzos para regularlas han pasado a la cima de la agenda política.
Esto se debe en parte a que solo en los últimos años han pasado de ser productos de nicho en busca de un propósito, a tener una presencia más generalizada con inversiones especulativas, coberturas contra monedas y posibles instrumentos de pago.
Aditya Narain y Marina Moretti, economista del FMI, escribieron Las regulaciones podrían proporcionar un espacio seguro para la innovación. Dicen que el crecimiento espectacular, aunque volátil, de la capitalización de mercado y su incorporación al sistema financiero ha llevado a mayores esfuerzos para regularlos.
"Las fallas de los emisores de criptomonedas, los intercambios y los fondos de cobertura, así como una caída reciente en las valoraciones", han agregado ímpetu al impulso para regular, apuntan.
Caen las cripto y suben las monedas digitales oficiales
Las regulaciones siguen sin aclararse y los negocios de este sector entraron en una zona gris, con grandes fondos de inversión que empiezan a ir a la quiebra por el derrumbe de precios y que amenazan con generar un efecto en cadena. Esto se produce al mismo tiempo que se acelera el ritmo de expansión del yuan digital.
La moneda china sigue ampliando su alcance con más de 260 millones de usuarios que lo utilizan para realizar transacciones desde el celular. La estrategia de China es desarrollar tecnología propia para garantizar a la población una infraestructura de pagos minorista barata y rápida con liquidaciones en tiempo real.
China decidió el año pasado prohibir la actividad vinculada con las criptomonedas. Esto abarca desde la minería de bitcóin hasta la compraventa de ethereum. La moneda digital china ganó en distribución en 2021 a través de las aplicaciones en el celular de los bancos, un proceso que se aceleró en 2022 por la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno y el Año Nuevo
¿Cuál es el futuro de las criptomonedas?
La caída de las cotizaciones y las quiebras de firmas vinculadas a este negocio muestran que el boom anterior fue resultado de un período extraordinario de bajas tasas de interés en el mundo. Por lo tanto, en un ciclo monetario adverso como el actual no tienen espacio para prosperar.
Esta lectura crítica tiene a su favor los datos de los últimos meses y en esencia declara que el bitcóin, ethereum y el resto de los criptoactivos terminará en la quiebra más temprano que tarde.
De todos modos, aparecen los siguientes interrogantes: el dinero opaco del mundo tiene espacio para encontrar otro canal digital para moverse entre fronteras o las corporaciones que invirtieron en la tecnología de descentralización dejarán de pensarlas como una oportunidad.
Si bien es cierto que parece existir una tendencia natural de las sociedades a manejarse con dinero digital, nada hace pensar que ese dinero tenga por qué ser descentralizado como bitcóin.
Aquí es donde aparecen las bancas centrales y los principales bancos del mundo que quieren ocupar ese lugar con monedas digitales, dejando atrás este tiempo de burbuja especulativa de criptomonedas sin control estatal.
Por Alfredo Zaiat (Sputnik)
Las cotizaciones de las principales criptomonedas, bitcóin y ethereum, bajaron de 50 a 65% desde los máximos. El fiasco de Terra LUNA, proyecto basado en la red blockchain, y el colapso de la plataforma Exchange FTX de reserva e intercambio de criptoactivos que se ajustará a la ley de quiebras de Estados Unidos, sembraron las alertas.
Estos son tres hitos del derrumbe del mundo cripto que algunos analistas no dudan en definir como uno de los cracs más fulminantes de la historia de las finanzas globales.
Los quebrantos son millonarios. El valor de mercado de todas las cripto había subido a la vertiginosa altura de casi tres billones de dólares cuando marcó récords el año pasado. Empezó este rally alcista desde un valor de casi 800.000 millones de dólares a principios de 2021. Hoy ha regresado a un nivel de 830.000 millones de dólares.
O sea, hubo una destrucción de capital ficticio fenomenal de poco más de dos billones de dólares en pocos meses. Es una destrucción también de una riqueza virtual que llevó a muchos a pensar y sentir que eran los nuevos ricos del siglo XXI. Pero, fundamentalmente, estaban seguros de que esa riqueza iba a seguir multiplicándose.
Aunque en el momento del boom de las cotizaciones y la manía especulativa existe la fantasía de ganancias ilimitadas, al momento del crac, como ahora, la decepción y los quebrantos son inmensos.
El derrumbe de FTX
El colapso de la plataforma FTX ha provocado un terremoto en este mercado. Debe más de 3.000 millones de dólares a sus principales 50 acreedores de un total de un millón.
Lo más probable es que los usuarios de la plataforma afectados nunca recuperen sus fondos, dado que, a diferencia de lo que ocurre en la banca tradicional, los depósitos no estaban garantizados y no está claro cuánto dinero podría quedar para resarcirlos cuando se liquide la empresa.
FTX se había convertido en los últimos años en una de las plataformas cripto más importantes del mundo y había llegado a estar valuada en unos 32.000 millones de dólares.
El derrumbe se dio en apenas pocos días después de que aparecieran dudas sobre su solvencia, lo que llevó a muchos usuarios a apresurarse a retirar sus activos, dejándola sin liquidez y en busca de un rescate que no apareció.
FTX utilizó miles de millones de dólares de sus clientes para financiar arriesgadas apuestas a través de su firma de inversiones Alameda Research, una práctica ilegal si no contaba con el visto bueno de los usuarios.
Por ese motivo, las autoridades de Estados Unidos están investigando posibles delitos cometidos por la firma fundada por Sam Bankman-Fried, un empresario de 30 años que se había convertido en una de las figuras más conocidas del ámbito.
Para qué sirven las criptomonedas
Como al final de cualquier manía especulativa, el interrogante en estos momentos es la utilidad de las criptomonedas.
El mundo cripto nació con la promesa de ser una tecnología que podría hacer que la intermediación financiera fuera más rápida, más barata y más eficiente. Cada nuevo escándalo hace que sea más probable que los innovadores se asusten, la industria disminuya y los inversores huyan de estos activos.
La decepción es que, 14 años después de que se inventara la cadena de bloques de bitcóin, poco y nada se ha cumplido de las promesas de bienestar de la desregulación del negocio financiero y del desarrollo de tecnologías nuevas aplicadas a las finanzas.
Ravi Menon, director general de la Autoridad Monetaria de Singapur, escribió que "las criptomonedas privadas, de las cuales bitcoin es la más conocida, fracasan como dinero. Se desempeñan mal como medio de intercambio, como depósito de valor y como unidad de cuenta".
En el artículo Dar sentido a las criptomonedas señaló que muchas de ellas que se comercializan en la actualidad son en realidad tokens que representan una participación en los proyectos de blockchain [cadena de bloques], pero han cobrado vida propia fuera de dicha cadena.
"Se negocian activamente y se especula mucho sobre ellos, con precios que están divorciados de cualquier valor económico subyacente en la cadena de bloques", explica Menon.
Concluye que "debido a que los usuarios de criptomonedas operan a través de direcciones de billetera electrónica o seudónimos, las criptomonedas han facilitado la realización de transacciones ilícitas, incluido el lavado de dinero".
El momento de la regulación
Las criptomonedas han existido durante más de una década, pero solo ahora los esfuerzos para regularlas han pasado a la cima de la agenda política.
Esto se debe en parte a que solo en los últimos años han pasado de ser productos de nicho en busca de un propósito, a tener una presencia más generalizada con inversiones especulativas, coberturas contra monedas y posibles instrumentos de pago.
Aditya Narain y Marina Moretti, economista del FMI, escribieron Las regulaciones podrían proporcionar un espacio seguro para la innovación. Dicen que el crecimiento espectacular, aunque volátil, de la capitalización de mercado y su incorporación al sistema financiero ha llevado a mayores esfuerzos para regularlos.
"Las fallas de los emisores de criptomonedas, los intercambios y los fondos de cobertura, así como una caída reciente en las valoraciones", han agregado ímpetu al impulso para regular, apuntan.
Caen las cripto y suben las monedas digitales oficiales
Las regulaciones siguen sin aclararse y los negocios de este sector entraron en una zona gris, con grandes fondos de inversión que empiezan a ir a la quiebra por el derrumbe de precios y que amenazan con generar un efecto en cadena. Esto se produce al mismo tiempo que se acelera el ritmo de expansión del yuan digital.
La moneda china sigue ampliando su alcance con más de 260 millones de usuarios que lo utilizan para realizar transacciones desde el celular. La estrategia de China es desarrollar tecnología propia para garantizar a la población una infraestructura de pagos minorista barata y rápida con liquidaciones en tiempo real.
China decidió el año pasado prohibir la actividad vinculada con las criptomonedas. Esto abarca desde la minería de bitcóin hasta la compraventa de ethereum. La moneda digital china ganó en distribución en 2021 a través de las aplicaciones en el celular de los bancos, un proceso que se aceleró en 2022 por la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno y el Año Nuevo
¿Cuál es el futuro de las criptomonedas?
La caída de las cotizaciones y las quiebras de firmas vinculadas a este negocio muestran que el boom anterior fue resultado de un período extraordinario de bajas tasas de interés en el mundo. Por lo tanto, en un ciclo monetario adverso como el actual no tienen espacio para prosperar.
Esta lectura crítica tiene a su favor los datos de los últimos meses y en esencia declara que el bitcóin, ethereum y el resto de los criptoactivos terminará en la quiebra más temprano que tarde.
De todos modos, aparecen los siguientes interrogantes: el dinero opaco del mundo tiene espacio para encontrar otro canal digital para moverse entre fronteras o las corporaciones que invirtieron en la tecnología de descentralización dejarán de pensarlas como una oportunidad.
Si bien es cierto que parece existir una tendencia natural de las sociedades a manejarse con dinero digital, nada hace pensar que ese dinero tenga por qué ser descentralizado como bitcóin.
Aquí es donde aparecen las bancas centrales y los principales bancos del mundo que quieren ocupar ese lugar con monedas digitales, dejando atrás este tiempo de burbuja especulativa de criptomonedas sin control estatal.