La política danza ante la megaminería: juegos duales y guiños desde Lizurume hasta Das Neves y ArcioniA partir de sus posturas abiertamente promineras, varios dirigentes políticos de Chubut crecieron en popularidad, alcanzaron un techo y luego perdieron toda consideración social. Lo vivieron ex gobernadores y ex intendentes, pasando por fugaces legisladores. El tema no se limitó a las regiones que podrían verse afectadas con la explotación, sino a toda la provincia de Chubut, donde siempre hubo gente dispuesta a poner la oreja si consideraba que tenía algo para aportar.
El plebiscito del 23 de marzo de 2003 en Esquel fue convocado por el entonces intendente de esa ciudad, Rafael Williams, tras haber interpretado con mayor criterio y sensatez que el gobernador José Luis Lizurume que la situación estaba en un peligroso punto muerto y que el contexto no permitía adoptar la decisión que pretendía el poder político ante la marcada resistencia de la mayoría de la población.
Meridian Gold era la minera que pretendía extraer oro y plata a apenas siete kilómetros de la ciudad cordillerana, en una mina a la que se le había dado el nombre poco feliz de "El Desquite".
Williams había sido electo en 1999 y transcurría los últimos meses de su mandato. Aseguró que respetaría la decisión de los pobladores de Esquel y que -de verificarse que el proyecto tendría un impacto ambiental negativo- no permitiría que avance aunque la mayoría votara a favor de la mina.
"Dicen que la actividad genera sustentabilidad, pero también un impacto negativo porque la convertirá en una ciudad campamento; porque utilizará servicios de salud, educación e infraestructura sin que haya retribución al municipio, más allá de la coparticipación que dé la provincia del 2% de canon que recibirá de la empresa. Hemos propuesto que se haga un fondo, tal vez con el reembolso que reciba por exportación en puertos patagónicos, para sostener actividades que perduren cuando la actividad minera finalice", decía Williams en un intento por seducir antes de que el 82% de Esquel le dijera que no a la megaminería.
Cuarenta y ocho horas después del histórico plebiscito, el intendente reconocía que "sería de necio no escuchar la opinión de la gente".
Hacia el abismo
En cambio, el gobernador Lizurume declaraba que aún cuando el "No" se impusiera en el plebiscito, "ello no será obstáculo" para la radicación del proyecto minero a manos de la multinacional Meridian Gold.
Lizurume nació en Buenos Aires pero estaba radicado en Esquel, desde donde llegó a ser un importante dirigente radical. De joven fue comentarista deportivo y se ganó la vida siempre como docente.
Hombre de confianza de Carlos Maestro, dejó inconcluso su segundo mandato como diputado nacional en 1991 para volver a la provincia y hacerse cargo de la Secretaría General de la Gobernación del flamante gobernador, de quien se mantuvo a la sombra hasta convertirse en su heredero en 1999.
Su posición prominera contribuyó a que cuatro años más tarde su reelección no fuera posible. Eso y la urna 303, la gran picardía de Rafael Cambareri que le dio una mínima diferencia en la interna del 7 de septiembre de ese año sobre su otrora mentor.
En diciembre de 2003 dejaría el gobierno provincial en manos de Mario Das Neves, a pesar de haber contado con el indirecto respaldo de un gobierno nacional de signo peronista, el de Néstor Kirchner.
Mientras Lizurume no lograría recuperarse jamás de aquel impacto ni podría volver a instalarse en Esquel -de hecho hoy reside en Playa Unión-, Williams fue reelecto tres veces como jefe comunal de Esquel y actualmente es diputado provincial.
La continua vigencia del ex intendente de la ciudad cordillerana contrastó notoriamente con la del ex gobernador, que solo volvería fugazmente a los primeros planos en 2011, cuando fue electo diputado provincial junto a Roberto Risso. Con Risso mantuvo más de un enfrentamiento, sobre todo porque Lizurume continuaba reportando a Cambareri, como cuando gobernaba Chubut y decidieron romper el implícito pacto con Maestro antes de las elecciones de 2003 y luego votar leyes de acuerdo a su conciencia y no a decisiones orgánicas. En ese grupo también estaba Carlos Relly, actual secretario de Coordinación del gabinete de Mariano Arcioni.
En esta aventura los acompañó el ex intendente de Trelew y ex diputado nacional, Gustavo Di Benedetto, quien junto a Cambareri terminarían cofundando Chubut Somos Todos, el partido cuya máxima estrella era Mario Das Neves.
Aquí ya Lizurume no estuvo. Le pareció demasiado audaz dar ese paso luego de haber sido uno de los tres gobernadores radicales post dictadura en Chubut.
Música para sus oídos
Lo cierto es que el devenir político de Lizurume y Williams marcó posturas de otros dirigentes en los últimos tres lustros. Ninguno quiso repetir aquellas experiencias y por eso no es difícil hallar declaraciones contradictorias según cómo soplaran los vientos. Les pasó, por ejemplo, a Mario Das Neves y a Carlos Linares.
El 26 de junio de 2008 hubo un desayuno en la embajada de Canadá en Argentina con empresarios mineros, petroleros y hasta distribuidoras chilenas de gas. El invitado especial era ni más ni menos que el gobernador de Chubut, Mario Das Neves.
El chubutense venía tomando distancia del gobierno nacional -que por entonces se enfrentaba ferozmente con las patronales del campo- y tampoco disimulaba su intención de dar pelea para ser candidato a presidente en 2011.
En Palermo Chico, Das Neves dejaba una buena impresión en el auditorio -según la periodista de Clarín, Silvia Naishtat-. La charla comenzó de esta manera: "Les quiero aclarar que soy justicialista pero no soy kirchnerista".
Allí Das Neves se quejó de las elevadas retenciones al negocio del petróleo que llegaban al 72% del precio internacional, a lo que se añadía el 12% de regalías para las provincias y el 2% de Ingresos Brutos.
"La producción está cayendo, no hay incentivos para explorar", deslizó el gobernador al confesar que en la Casa Rosada "no me escuchan".
Uno de los asistentes quiso saber en ese momento por qué se había distanciado del Jefe de Gabinete -y hoy Presidente- Alberto Fernández, respondiendo: "Hice una gestión por las empresas pesqueras que están pasando una situación muy difícil y me dieron vuelta la cara".
Preocupado por atraer inversiones a su provincia, prometió extender concesiones petroleras, mientras a las mineras -entre las que históricamente predominaron accionistas canadienses- les aseguró que garantizaría su desarrollo.
El oído en el lugar indicado
Siete años más tarde Das Neves ya no pensaba lo mismo. No solo había quedado trunco su sueño presidencial, sino que hasta había perdido el control del gobierno en la provincia luego de que Martín Buzzi lo desconociera.
Era diputado nacional en 2015 y decidió volver a dar batalla por la gobernación. Triunfó sobre su "joven brillante" por un puñado de votos y entre sus postulados de campaña expuso una férrea oposición a la explotación minera que mantendría hasta sus últimos días en Fontana 50, cuando quien lo presionaba era Mauricio Macri.
"No niego que la actividad minera genere riqueza, pero también me pregunto qué deja porque no voy a permitir ni depredación ni desastres ambientales como los que ocurrieron en provincias del norte y que después se escuchan las quejas cuando ya es tarde para los lamentos", repetía a la luz de catástrofes ambientales producidas en San Juan y Catamarca.
"El tema minero es muy delicado y hemos dicho hasta el cansancio y lo seguiremos diciendo que la prioridad para nosotros es la preservación del agua; el resto se verá después", aseveraba en una conferencia de prensa de la que participó también el entonces presidente del bloque oficialista de diputados provinciales, Jerónimo García.
Luego de su muerte se renovaría la ofensiva minera, envalentonada por las retenciones que les había eliminado Macri en sus primeros días de gobierno. Mariano Arcioni prometió avanzar mientras intentaba sacarle a Nación todo lo que podía para cerrar sus cuentas. El actual gobernador había hecho su campaña a diputado nacional en 2017 oponiéndose a la megaminería y no podía modificar su posición tan descaradamente.
Cuando estuvo dispuesto a hacerlo, ya a Macri y sus secuaces no les interesaba porque no había billetera para quien les hizo creer que era un aliado hasta que ganó su propia elección provincial.
Carlitos buscador de oro
Junto con Norberto Yauhar y Néstor Di Pierro, Carlos Linares nunca ocultó en su carrera política que apoyaba el desarrollo minero en determinadas regiones de la provincia.
"Si te oponés no se puede recibir la plata sucia' de las regalías. A mí me llamaron todos los jefes comunales y me plantearon que la necesitan como el agua", sostenía Linares en el comienzo de su gestión como intendente de Comodoro.
El ex intendente de Comodoro Rivadavia nunca disimuló su fastidio con ciertas posturas ambientalistas existentes en la cordillera. Alguna vez resaltó que el petróleo también contaminaba y que Comodoro lo explota desde 1907. Entonces, ¿por qué no en otras localidades?
El principal opositor que tuvo el gobierno provincial de Das Neves y Arcioni empezó a trabajar en su campaña para 2019 ocupando el rol de vocero de los jefes comunales del interior a los cuales el gobernador ya no llegaba por razones de salud y a los que el vice ni registraba.
Los reclamos de Telsen, Gastre, Gan Gan y Paso de Indios comenzaron a canalizarse entonces a través de Linares. Mario Pichiñan es el re-reelecto intendente de Paso de Indios y tenía diálogo fluido con Buzzi, con quien avanzaron en el tema, pero la derrota del comodorense en 2015 hizo retroceder la causa minera varios casilleros.
Carlitos caminador
Pero la ventana que percibió Linares en 2016 pronto se le cerró. Fue cuando percibió que en el interior eran más los que se oponían que los que apoyaban. A diferencia de Arcioni, Linares ha caminado más -o mejor- Chubut en estos años pese a la derrota en su intento de ser gobernador.
Su intuición lo llevó a virar en su posición. Mientras le pedía al gobierno adoptar una actitud "más seria" sobre el tema, empezaba a hacer oír su voz a favor del cuidado del agua y el medio ambiente".
Quien fuera candidato a gobernador este año por el Frente Patriótico dejó de declamar que "todo proceso extractivo es contaminante, desde la pesca hasta la tala de árboles", así como que "la minería es un punto de partida muy importante".
Rumbo a junio de 2019, Linares afirmaba que "somos el único espacio que se plantó frente a la megaminería en defensa de los recursos naturales de Chubut, lo que nos convierte en la única fuerza capaz de garantizar el cuidado del medioambiente. La megaminería no va a tener lugar en mi gobierno".
La quimera del oro
En estos años hubo otros dirigentes que pagaron costos por sus posturas a favor de la megaminería. Uno de ellos fue Martín Buzzi, quien como gobernador apuró la sanción de una ley de Iniciativa Popular totalmente contraria a la que impulsaban defensores del medio ambiente.
Luego de múltiples controversias que incluyeron aquella foto del diputado Gustavo Muñiz recibiendo instrucciones de una minera, la Legislatura aprobó en la medianoche del 25 de noviembre de 2014 cambios en la Ley 5001 que iban a posibilitar plebiscitos solo en los lugares donde hubiera mineros dispuestos a excavar, ponerse el casco y encender la luz para internarse en el centro de la tierra. Sin embargo, esas modificaciones serían derogadas luego por el tercer gobierno de Mario Das Neves.
Hace cinco años otra diputada que pagó el costo por votar a favor de las mineras fue Elba Willhuber, esposa de Rafael Williams, quien esta vez no evitó "escraches" en su ciudad; aunque él no cambió de domicilio como Lizurume.
Poco antes, el ex intendente de Esquel que fuera ministro de Gobierno de Das Neves en 2015 volvía a retomar una postura que nunca abandonó, pese a acatar la decisión de la mayoría de sus representados.
Ahora, Williams apoyaba un emprendimiento que tenía a la firma Yamana Gold como responsable. "La comunidad de Esquel se ha opuesto a un sistema de explotación que tiene que ver con una ley de los momentos que complicaron a la Argentina, la década del '90, y particularmente se opuso al uso del cianuro, a la explotación a cielo abierto, a las bajas regalías", era su interpretación sobre el plebiscito de 2003.
Hoy, Williams es diputado provincial. Uno de los 27 que podría llegar a tener que votar la eventual zonificación de la que tanto se habla. Nuevamente será sometido a presiones y reclamos como los del jefe comunal de Telsen, Leonardo Bowman, quien afirma que "nosotros tenemos una democracia representativa y en consecuencia se debe actuar al respecto. La gente nos ha votado para que tomemos decisiones y trabajar temas seriamente, y no creo que con esta forma de democracia deba hacerse una consulta".
Además de Willhuber, los otros 14 diputados que en 2014 le quisieron dejar la puerta entreabierta a las mineras fueron Héctor Trotta; el comisario retirado Juan Ale; Javier Cisneros; Eduardo Daniel (Lago Puelo); Mónica Gallego; Vicente Jara; Alejandra Johnson Taccari; Argentina Martínez; Adolfo Mariñanco; Exequiel Villagra; el hoy concejal de Comodoro Gustavo Reyes; Félix Ernesto Sotomayor, actual subscretario de Coordinación de Arcioni que supo tener como referente a Marcelo Guinle; el ya célebre Gustavo Muñiz y el petrolero Carlos Gómez.
A partir de sus posturas abiertamente promineras, varios dirigentes políticos de Chubut crecieron en popularidad, alcanzaron un techo y luego perdieron toda consideración social. Lo vivieron ex gobernadores y ex intendentes, pasando por fugaces legisladores. El tema no se limitó a las regiones que podrían verse afectadas con la explotación, sino a toda la provincia de Chubut, donde siempre hubo gente dispuesta a poner la oreja si consideraba que tenía algo para aportar.
El plebiscito del 23 de marzo de 2003 en Esquel fue convocado por el entonces intendente de esa ciudad, Rafael Williams, tras haber interpretado con mayor criterio y sensatez que el gobernador José Luis Lizurume que la situación estaba en un peligroso punto muerto y que el contexto no permitía adoptar la decisión que pretendía el poder político ante la marcada resistencia de la mayoría de la población.
Meridian Gold era la minera que pretendía extraer oro y plata a apenas siete kilómetros de la ciudad cordillerana, en una mina a la que se le había dado el nombre poco feliz de "El Desquite".
Williams había sido electo en 1999 y transcurría los últimos meses de su mandato. Aseguró que respetaría la decisión de los pobladores de Esquel y que -de verificarse que el proyecto tendría un impacto ambiental negativo- no permitiría que avance aunque la mayoría votara a favor de la mina.
"Dicen que la actividad genera sustentabilidad, pero también un impacto negativo porque la convertirá en una ciudad campamento; porque utilizará servicios de salud, educación e infraestructura sin que haya retribución al municipio, más allá de la coparticipación que dé la provincia del 2% de canon que recibirá de la empresa. Hemos propuesto que se haga un fondo, tal vez con el reembolso que reciba por exportación en puertos patagónicos, para sostener actividades que perduren cuando la actividad minera finalice", decía Williams en un intento por seducir antes de que el 82% de Esquel le dijera que no a la megaminería.
Cuarenta y ocho horas después del histórico plebiscito, el intendente reconocía que "sería de necio no escuchar la opinión de la gente".
Hacia el abismo
En cambio, el gobernador Lizurume declaraba que aún cuando el "No" se impusiera en el plebiscito, "ello no será obstáculo" para la radicación del proyecto minero a manos de la multinacional Meridian Gold.
Lizurume nació en Buenos Aires pero estaba radicado en Esquel, desde donde llegó a ser un importante dirigente radical. De joven fue comentarista deportivo y se ganó la vida siempre como docente.
Hombre de confianza de Carlos Maestro, dejó inconcluso su segundo mandato como diputado nacional en 1991 para volver a la provincia y hacerse cargo de la Secretaría General de la Gobernación del flamante gobernador, de quien se mantuvo a la sombra hasta convertirse en su heredero en 1999.
Su posición prominera contribuyó a que cuatro años más tarde su reelección no fuera posible. Eso y la urna 303, la gran picardía de Rafael Cambareri que le dio una mínima diferencia en la interna del 7 de septiembre de ese año sobre su otrora mentor.
En diciembre de 2003 dejaría el gobierno provincial en manos de Mario Das Neves, a pesar de haber contado con el indirecto respaldo de un gobierno nacional de signo peronista, el de Néstor Kirchner.
Mientras Lizurume no lograría recuperarse jamás de aquel impacto ni podría volver a instalarse en Esquel -de hecho hoy reside en Playa Unión-, Williams fue reelecto tres veces como jefe comunal de Esquel y actualmente es diputado provincial.
La continua vigencia del ex intendente de la ciudad cordillerana contrastó notoriamente con la del ex gobernador, que solo volvería fugazmente a los primeros planos en 2011, cuando fue electo diputado provincial junto a Roberto Risso. Con Risso mantuvo más de un enfrentamiento, sobre todo porque Lizurume continuaba reportando a Cambareri, como cuando gobernaba Chubut y decidieron romper el implícito pacto con Maestro antes de las elecciones de 2003 y luego votar leyes de acuerdo a su conciencia y no a decisiones orgánicas. En ese grupo también estaba Carlos Relly, actual secretario de Coordinación del gabinete de Mariano Arcioni.
En esta aventura los acompañó el ex intendente de Trelew y ex diputado nacional, Gustavo Di Benedetto, quien junto a Cambareri terminarían cofundando Chubut Somos Todos, el partido cuya máxima estrella era Mario Das Neves.
Aquí ya Lizurume no estuvo. Le pareció demasiado audaz dar ese paso luego de haber sido uno de los tres gobernadores radicales post dictadura en Chubut.
Música para sus oídos
Lo cierto es que el devenir político de Lizurume y Williams marcó posturas de otros dirigentes en los últimos tres lustros. Ninguno quiso repetir aquellas experiencias y por eso no es difícil hallar declaraciones contradictorias según cómo soplaran los vientos. Les pasó, por ejemplo, a Mario Das Neves y a Carlos Linares.
El 26 de junio de 2008 hubo un desayuno en la embajada de Canadá en Argentina con empresarios mineros, petroleros y hasta distribuidoras chilenas de gas. El invitado especial era ni más ni menos que el gobernador de Chubut, Mario Das Neves.
El chubutense venía tomando distancia del gobierno nacional -que por entonces se enfrentaba ferozmente con las patronales del campo- y tampoco disimulaba su intención de dar pelea para ser candidato a presidente en 2011.
En Palermo Chico, Das Neves dejaba una buena impresión en el auditorio -según la periodista de Clarín, Silvia Naishtat-. La charla comenzó de esta manera: "Les quiero aclarar que soy justicialista pero no soy kirchnerista".
Allí Das Neves se quejó de las elevadas retenciones al negocio del petróleo que llegaban al 72% del precio internacional, a lo que se añadía el 12% de regalías para las provincias y el 2% de Ingresos Brutos.
"La producción está cayendo, no hay incentivos para explorar", deslizó el gobernador al confesar que en la Casa Rosada "no me escuchan".
Uno de los asistentes quiso saber en ese momento por qué se había distanciado del Jefe de Gabinete -y hoy Presidente- Alberto Fernández, respondiendo: "Hice una gestión por las empresas pesqueras que están pasando una situación muy difícil y me dieron vuelta la cara".
Preocupado por atraer inversiones a su provincia, prometió extender concesiones petroleras, mientras a las mineras -entre las que históricamente predominaron accionistas canadienses- les aseguró que garantizaría su desarrollo.
El oído en el lugar indicado
Siete años más tarde Das Neves ya no pensaba lo mismo. No solo había quedado trunco su sueño presidencial, sino que hasta había perdido el control del gobierno en la provincia luego de que Martín Buzzi lo desconociera.
Era diputado nacional en 2015 y decidió volver a dar batalla por la gobernación. Triunfó sobre su "joven brillante" por un puñado de votos y entre sus postulados de campaña expuso una férrea oposición a la explotación minera que mantendría hasta sus últimos días en Fontana 50, cuando quien lo presionaba era Mauricio Macri.
"No niego que la actividad minera genere riqueza, pero también me pregunto qué deja porque no voy a permitir ni depredación ni desastres ambientales como los que ocurrieron en provincias del norte y que después se escuchan las quejas cuando ya es tarde para los lamentos", repetía a la luz de catástrofes ambientales producidas en San Juan y Catamarca.
"El tema minero es muy delicado y hemos dicho hasta el cansancio y lo seguiremos diciendo que la prioridad para nosotros es la preservación del agua; el resto se verá después", aseveraba en una conferencia de prensa de la que participó también el entonces presidente del bloque oficialista de diputados provinciales, Jerónimo García.
Luego de su muerte se renovaría la ofensiva minera, envalentonada por las retenciones que les había eliminado Macri en sus primeros días de gobierno. Mariano Arcioni prometió avanzar mientras intentaba sacarle a Nación todo lo que podía para cerrar sus cuentas. El actual gobernador había hecho su campaña a diputado nacional en 2017 oponiéndose a la megaminería y no podía modificar su posición tan descaradamente.
Cuando estuvo dispuesto a hacerlo, ya a Macri y sus secuaces no les interesaba porque no había billetera para quien les hizo creer que era un aliado hasta que ganó su propia elección provincial.
Carlitos buscador de oro
Junto con Norberto Yauhar y Néstor Di Pierro, Carlos Linares nunca ocultó en su carrera política que apoyaba el desarrollo minero en determinadas regiones de la provincia.
"Si te oponés no se puede recibir la plata sucia' de las regalías. A mí me llamaron todos los jefes comunales y me plantearon que la necesitan como el agua", sostenía Linares en el comienzo de su gestión como intendente de Comodoro.
El ex intendente de Comodoro Rivadavia nunca disimuló su fastidio con ciertas posturas ambientalistas existentes en la cordillera. Alguna vez resaltó que el petróleo también contaminaba y que Comodoro lo explota desde 1907. Entonces, ¿por qué no en otras localidades?
El principal opositor que tuvo el gobierno provincial de Das Neves y Arcioni empezó a trabajar en su campaña para 2019 ocupando el rol de vocero de los jefes comunales del interior a los cuales el gobernador ya no llegaba por razones de salud y a los que el vice ni registraba.
Los reclamos de Telsen, Gastre, Gan Gan y Paso de Indios comenzaron a canalizarse entonces a través de Linares. Mario Pichiñan es el re-reelecto intendente de Paso de Indios y tenía diálogo fluido con Buzzi, con quien avanzaron en el tema, pero la derrota del comodorense en 2015 hizo retroceder la causa minera varios casilleros.
Carlitos caminador
Pero la ventana que percibió Linares en 2016 pronto se le cerró. Fue cuando percibió que en el interior eran más los que se oponían que los que apoyaban. A diferencia de Arcioni, Linares ha caminado más -o mejor- Chubut en estos años pese a la derrota en su intento de ser gobernador.
Su intuición lo llevó a virar en su posición. Mientras le pedía al gobierno adoptar una actitud "más seria" sobre el tema, empezaba a hacer oír su voz a favor del cuidado del agua y el medio ambiente".
Quien fuera candidato a gobernador este año por el Frente Patriótico dejó de declamar que "todo proceso extractivo es contaminante, desde la pesca hasta la tala de árboles", así como que "la minería es un punto de partida muy importante".
Rumbo a junio de 2019, Linares afirmaba que "somos el único espacio que se plantó frente a la megaminería en defensa de los recursos naturales de Chubut, lo que nos convierte en la única fuerza capaz de garantizar el cuidado del medioambiente. La megaminería no va a tener lugar en mi gobierno".
La quimera del oro
En estos años hubo otros dirigentes que pagaron costos por sus posturas a favor de la megaminería. Uno de ellos fue Martín Buzzi, quien como gobernador apuró la sanción de una ley de Iniciativa Popular totalmente contraria a la que impulsaban defensores del medio ambiente.
Luego de múltiples controversias que incluyeron aquella foto del diputado Gustavo Muñiz recibiendo instrucciones de una minera, la Legislatura aprobó en la medianoche del 25 de noviembre de 2014 cambios en la Ley 5001 que iban a posibilitar plebiscitos solo en los lugares donde hubiera mineros dispuestos a excavar, ponerse el casco y encender la luz para internarse en el centro de la tierra. Sin embargo, esas modificaciones serían derogadas luego por el tercer gobierno de Mario Das Neves.
Hace cinco años otra diputada que pagó el costo por votar a favor de las mineras fue Elba Willhuber, esposa de Rafael Williams, quien esta vez no evitó "escraches" en su ciudad; aunque él no cambió de domicilio como Lizurume.
Poco antes, el ex intendente de Esquel que fuera ministro de Gobierno de Das Neves en 2015 volvía a retomar una postura que nunca abandonó, pese a acatar la decisión de la mayoría de sus representados.
Ahora, Williams apoyaba un emprendimiento que tenía a la firma Yamana Gold como responsable. "La comunidad de Esquel se ha opuesto a un sistema de explotación que tiene que ver con una ley de los momentos que complicaron a la Argentina, la década del '90, y particularmente se opuso al uso del cianuro, a la explotación a cielo abierto, a las bajas regalías", era su interpretación sobre el plebiscito de 2003.
Hoy, Williams es diputado provincial. Uno de los 27 que podría llegar a tener que votar la eventual zonificación de la que tanto se habla. Nuevamente será sometido a presiones y reclamos como los del jefe comunal de Telsen, Leonardo Bowman, quien afirma que "nosotros tenemos una democracia representativa y en consecuencia se debe actuar al respecto. La gente nos ha votado para que tomemos decisiones y trabajar temas seriamente, y no creo que con esta forma de democracia deba hacerse una consulta".
Además de Willhuber, los otros 14 diputados que en 2014 le quisieron dejar la puerta entreabierta a las mineras fueron Héctor Trotta; el comisario retirado Juan Ale; Javier Cisneros; Eduardo Daniel (Lago Puelo); Mónica Gallego; Vicente Jara; Alejandra Johnson Taccari; Argentina Martínez; Adolfo Mariñanco; Exequiel Villagra; el hoy concejal de Comodoro Gustavo Reyes; Félix Ernesto Sotomayor, actual subscretario de Coordinación de Arcioni que supo tener como referente a Marcelo Guinle; el ya célebre Gustavo Muñiz y el petrolero Carlos Gómez.